Me había prometido a mi misma no empezar a colgar nada hasta, al menos, saber cómo lo voy a terminar... Me he defraudao, no tengo palabra, ni calma... Pero como no tengo puñetera idea de por dónde voy a salir con ésto, lo cuelgo para autoconvencerme de que no merece la pena.

En principio sería una continuación de un Fic anterior: "To live is to die" y sigue siendo un Xover NCIS-SN. Recupero a un personaje mío particular: Richard Valley y lo ambientamos al principio de la 7ª temporada de Sobrenatural y de la 9ª de Navy...

Creo que eso es todo...


SIN REMORDIMIENTOS

NO REMORSE

Prólogo

"Dos hombres y un destino"

No mercy for what we are doing

No thought to even what we have done
we don't need to feel the sorrow
No remorse for the helpless one
War without end
No remorse
No repent

Leroy Jethro Gibbs

Calculó la velocidad del viento y preparó el fusil para no desviarse ni un milímetro de su objetivo. Debía ser muy rápido y muy preciso o no los abatiría a tiempo en cuanto pusiesen un pie fuera del almacén.

El tejado de acero y hormigón dónde se apostaba, aún conservaba los últimos vestigios de fuego de un sol que había caído inmisericorde durante todo aquel día de agosto. El sudor regaba la frente del veterano marine, empapando el acerado cabello y salpicando la culata del rifle. Pero no podía permitirse dejar su puesto ni un segundo, no ahora.

Vigilaba atento a dos unidades de SWAT, varios coches patrulla de la policía metropolitana de Washington DC y una docena de federales, entre agentes del FBI y del NCIS, que sin sospechar siquiera la presencia del oculto francotirador, rodeaban el mismo almacén que el ex sargento de artillería vigilaba con tanto esmero.

La tensión generada por las largas horas de asedio amenazaba con estallar de un momento a otro. Sin embargo nadie dio orden de entrar a detener a los fugitivos. Quizás porque no era la primera vez que los Winchester habían aprovechado una incursión para confundirse entre los asaltantes y huir, o quizás porque, cada vez que habían sido acorralados de esa forma, el resultado final había sido un reguero de cadáveres.

Tobías Fornell

Se pasó un pañuelo por la sudorosa calva, en días como ese, el habitual traje de agente era sofocante. "Cuéntame otra vez porqué Gibbs no está aquí" pidió al agente especial del NCIS Anthony Dinozzo.

Una vez más el hombre de confianza del ausente le contó que el Director Vance había encomendado otra misión distinta al jefe de su unidad. El habitualmente risueño y bromista agente miraba con fijeza la entrada del almacén sorprendentemente serio y concentrado.

Tobías sabía que a Dinozzo no le resultaba nada sencillo estar ahí, no era una detención cualquiera. El furgón para delincuentes peligrosos estaba abierto y custodiado por un par de agentes de asalto. En su interior, un hombre también joven y atlético, de cabello oscuro, permanecía sentado en uno de los bancos laterales, echado hacia delante ocultaba el rostro entre sus manos esposadas.

Anthony Dinozzo

No estaba orgulloso de sí mismo, había mentido a Valley, había convencido al agente del FBI de que estaba de su parte y el hombre desesperado de la furgoneta había confiado en él, le había llevado hasta allí, arruinando su carrera y poniendo, sin pretenderlo, las cabezas de los Winchester en bandeja de plata.

Cuando Fornell exigió por el megáfono a los dos hombres del almacén que salieran y se entregaran. Dick Valley se irguió como si fuese incluido en esa orden de quien era su jefe hasta sólo hacía unas horas. Sus miradas se cruzaron, el asco que reflejaba la del amigo traicionado no hizo mella en su comprensión, Richard tenía todo el derecho del mundo a cabrearse con él.

"No te puedes avergonzar de hacer lo correcto Tony" musitó el veterano agente del FBI al notar el odio, en la mirada del hasta entonces mejor de sus subordinados, dirigido hacia el hombre que tenía al lado "Y aunque ahora tengas tus dudas, esto es lo correcto".

Dean Winchester

Recurrió a una de las únicas personas que aún no les había dado la espalda, a uno de los pocos que seguían con vida después de cruzarse en su camino. Después de varios meses huyendo sin apenas descanso se encontraban en un callejón sin salida. Eso no le había impedido continuar con su trabajo, pero sí lo había hecho todo más difícil.

A veces, en los escasos momentos de tranquilidad su mente retrocedía al funesto día en que todo debía haberse solucionado, y el deseo de dejarse ir, de rendirse, le ahogaba. No podía permitírselo, Sam contaba con él, sólo podía contar con él y Dean Winchester nunca abandonaría a su hermano así se hundiera el Mundo.

No se hacía ilusiones, nunca se las hizo, sabía que acabaría muerto (una última vez), sólo había seguido con lo único que sabía hacer: continuar peleando, persistir en su empeño absurdo de, al menos, salvar a Sam. Por eso, cuando Dick Valley respondió a su llamada y le ofreció su ayuda incondicional, le creyó, aún cuando su instinto gritaba dentro de sus tripas "Es una trampa, no puedes confiar en un federal".

Fue a la reunión a pecho descubierto. Y sospechando que todo estaba mal, sabiéndose vigilado, se acercó a quien creía el último amigo que le quedaba. Su hermano le siguió, fue quien vio al tirador y fue el que salió herido.

Si le hubiesen disparado a él, ni siquiera estaría furioso contra el agente del gobierno. Pero Sam había recibido esa bala en su lugar, y ahora, en ese almacén sucio y tétrico, apenas había conseguido detener la hemorragia producida por el proyectil incrustado en la espalda del más joven.

La fiebre del cazador herido era indicativa de infección, pero tal como se habían desarrollado las cosas en los últimos meses no podía salir simplemente y entregarse. Le matarían en cuanto asomara la cabeza, y muerto no sería de ninguna ayuda a Sam. Pero, también era consciente de que cuanto más tardara en ser atendido, más se reducían las posibilidades de supervivencia de su hermano.

Oyó a Fornell conminándole a rendirse. "Esto se acaba Sammy" musitó impotente. El más joven volvió a llenarle de orgullo cuando se levantó asintiendo con el largo cabello empapado en sudor. Lo sujetó como buenamente pudo percibiendo la alta temperatura corporal que hacía brillar los ojos del menor. "Ahora parecemos Butch Cassidy y Sundace Kid" intentó quitar hierro al asunto.

"Vale" susurró débilmente su hermano medio desplomado sobre él "pero yo soy Robert Redford". Lo condujo hacia la salida, "mal ejemplo me he buscado" pensó agobiado, pero sólo dijo, "mientras no te creas que soy tu caballo". Sujetó el pomo de la puerta y respiró profundamente.

- ¿Algo para la posteridad Sammy?

- Estoy listo

- Y yo. Vamos allá – abrió la puerta.

RICHARD VALLEY

La puerta del almacén se abrió y todos los representantes de la ley enfocaron sus armas hacia los dos hombres que, trabajosamente, salieron fuera. Era evidente que estaban desarmados y que uno de ellos estaba gravemente herido. Sin embargo nadie hizo ademán de acercarse.

Le habían sacado del furgón. Al ver sus esposas el mayor de los Winchester sonrió, ese tío era transparente, casi podía escuchar su disculpa no pronunciada por haberle implicado en su caso, "no importa, aún somos amigos".

"¡No disparen, que nadie dispare!" Ordenó el jefe del operativo "¡Dean y Sam Winchester, túmbense en el suelo con los brazos extendidos!"

La dos detonaciones sonaron como una sola y los dos hombres cayeron al suelo dónde la sangre, casi instantáneamente, formó un charco bajo sus cuerpos. "¡No! ¡Joder! ¡Estaban desarmados!" gritó Valley fuera de sí. Dinozzo le sujetó para que no se acercara a los cuerpos "¡suéltame hijo de perra!"

Tobías Fornell avisó al forense que aguardaba fuera del alcance de un posible fuego cruzado. La muerte de alguien durante el asalto era algo previsible. El doctor Mallard y su ayudante inspeccionaron los cuerpos. El forense, cerró los ojos del mayor de los hermanos un poco afectado "Pobre muchacho"

- ¿Están muertos? – Dinozzo estaba horrorizado, apenas conocía a Dean Winchester pero estaba convencido de que le habían tendido una trampa y sólo había participado en esa misión en la creencia de que, cuando los detuviesen, el NCIS se haría cargo de la custodia de los dos hermanos

- En todo el corazón, Tony, al menos ha sido instantáneo – Ducky Mallard se levantó quitándose los guantes, mientras Parker, rápidamente, cubría los cuerpos con la bolsa de autopsias.

El abatido doctor se cruzó con Valley que contemplaba el operativo intentando contener la rabia y la desolación que le provocaba mirar los cuerpos de quienes se suponía iba a ayudar. Mallard le apretó un brazo mostrándole su pesar, "Lo siento muchacho, no se ha podido hacer gran cosa". La mirada desoladamente gris del agente siguió a los operarios que introducían los cuerpos en el furgón del forense.

Fornell le quitó las esposas. "No se van a presentar cargos Valley, vamos a asumir que le engañaron, los culpables ya han pagado" El agente no dijo nada, se frotó las muñecas y echó a andar hacia la ciudad.

- ¡espera Dick!, ¿Te acerco en coche al hotel? – Dinozzo se puso al alcance del agente que le soltó un furioso derechazo rompiéndole el labio, intentó repetir pero Tony aprovechó la furia del agente del FBI para inmovilizarlo contra el pavimento con una llave de yudo - ¡Basta! ¡Lo siento amigo!

- No me llames Dick, no soy tu amigo – Jadeó el agente en el suelo

- Suéltale Tony, tengo algo que hablar con él – Dijo el jefe del operativo.

Prácticamente todos los agentes de la ley, médicos, investigadores y forenses se habían marchado. Sólo Dinozzo, Fornell y Valley seguían frente al fatídico almacén.

- No soy su puto agente Fornell, mañana tendrá mi renuncia sobre su mesa – Se pasó una mano por el corto cabello oscuro y se quitó la corbata del traje oficial guardándola en un bolsillo – lo han conseguido, los han matado, seguro que se creen que ahora el mundo es un lugar mejor ¿no?

- Di orden de no disparar – masculló el agente sénior del FBI echándose la chaqueta del traje sobre el brazo izquierdo.

- Si hubiese sabido esto no… - balbució el del NCIS afectado

- ¡No QUÉ? ¡Bastardo de mierda! – de buena gana hubiese vuelto a golpear al de ascendencia italiana.

- ¡Basta Valley! – Gibbs apareció desde el almacén del lado opuesto

- ¡Jefe!

- ¡Gibbs!

- Ahora no, Tony, ¿Tobías?, tengo que hablar con Valley, a solas.

Su subalterno aceptó la orden y con un último intento de disculpa volvió a su coche. Tobías fue más reacio hasta que una mirada al rifle de asalto apoyado junto a la puerta por dónde apareció su amigo le hizo sospechar la identidad de quién había abatido a los Winchester.

- Dinozzo también lamenta lo ocurrido, pero fue necesario Dick – el más joven ni siquiera respondió – debe olvidar lo ocurrido, es un buen agente, no podemos perderle. Además, sus compañeros Will T. Phillips y Bill H. Long no le perdonarán que cuando los visite en el hospital les diga que ha abandonado el cuerpo, ¿no cree?

- ¿Qué? ¿Quiénes? – tardó unos segundos en darse cuenta, después el aturdido agente señaló el camino por dónde se habían marchado los otros dos hombres - ¿ellos lo saben?

- No. puede que Tobías sospeche algo, pero no hará preguntas – sonrió el veterano agente.


Nota: Según algunas fuentes, Butch Cassidy y Sundance Kid no murieron en Bolivia, volvieron a USA y cambiaron sus nombres por los de William Thomas Phillips y William Henry Long