Prologo

Sólo mis sollozos se oían en la oscura habitación en la que me encontraba, llevo tres días aquí, las únicas fuentes de luz son la de la luna que entra por una ventana muy pequeña y la luz de una lámpara en la mesilla de noche a un lado de la cama en la que me encuentro abrazando mis piernas.

Ayer, Deep Blue me explicó la razón por la que me tiene encerrada aquí, es por... mi hijo, si, así es, estoy embarazada.

-Es hora de comer- dijo Mika entrando a mi habitación, ella es una cyniclon de cabello rubio y ojos verdes, su cabello tenía un corte recto hasta la altura de sus hombros, ella esta a cargo de mantenerme con vida hasta que mi bebe nazca me a tratado muy bien sin embargo no puedo evitar sentirme un gato encerrado que se muere por salir a correr.

-no quiero comer- dije en un susurro, mi voz sonaba ronca de tanto gritar los días anteriores, a pesar de saber que en esos momentos nadie vendría a ayudarme, ni siquiera podrían encontrarme.

-tienes que sobrevivir, hazlo por ti... y por tu hijo- dijo mirándome con compasión, dejó la bandeja con comida encima de de la mesita de noche y antes de salir me dedico una mirada comprensiva.

-gracias- dije esperando que me hubiera escuchado.

- por nada, regresó luego- dijo y salió cerrando la puerta tras de sí.

Hice mi mayor esfuerzo y me levanté de la cama en la cual había estado hace unos momentos. Mire la bandeja en la mesita de noche y quise vomitar, aún así me obligue a comer las bolas de arroz que trajo Mika, ella tiene razón tengo que hacerlo por mi hijo, mi bebé, de Kisshu y mío -Kisshu debe estar preocupado por nosotros- dije en voz alta acariciando mi vientre un poco abultado.

En éstos momentos a pesar de que amo a mi hijo con toda mi alma, por el simple hecho de que sea de Kisshu y mío, desearía que no existiera porque tengo miedo, miedo de lo que le puedan hacer cuando nazca, según Deep Blue mi hijo tiene un gran poder y el quiere obtener ese poder, por eso se acercó a mí.

Todo fue desde principio un plan, el sabía sobre la existencia de las Mew mucho antes que Akasaka-San supiera de nuestra existencia, el planeta de los cyniclones primero debía estar bien y para eso fue toda la pelea con los cyniclones, el quiere dominar su planeta natal y a su vez también la tierra.

-"ese hijo tenía que haber sido mío"- recordé sus palabras, Aoyama Nunca existió, sólo fue una fachada para llevar a cabo sus planes -"enamorarte fue lo más fácil pero Kisshu Ikisatashi, ese maldito tenía que aparecer y arruinar mis planes, aunque no los arruinó del todo"-

Comencé llorar por la impotencia de no poder hacer nada para escapar, me quitaron mi medallón, y... pensar que... hace unos días todo iba bien. Algunos recuerdos llegaron a mi mente y recorde cuando es que, todo comenzó...