AMOR

Capítulo 1

Ya había perdido la cuenta de las veces que había estado en esa cafetería viendo a través del cristal de la cafetería. Siempre era lo mismo. Verlo llegar impecablemente vestido, en un auto que en su vida se hubiera imaginado ver y ahora por fin se había decidido a presentarse. Aunque no estaba segura de que fuera a llamar su atención.

Lucía un vestido claro ajustado a su figura, unas zapatillas que apenas si podía pisar y el cabello completamente suelto, ojalá esta vez tuviera más suerte. Miró su reloj, casi era la hora. Dejo un par de monedas para pagar el café y salió solo esperaba tener éxito.

Estaciono su auto frente a la cafetería para enseguida bajar acomodando su traje y que este no tuviera ninguna arruga. Entro pidiendo un café el cual como era costumbre esperaba estuviera ya listo. Observo su reloj, aún estaba en tiempo para llegar a la oficina y comenzar con la primera reunión del día.

Todo debía parecer casual y que más casual que algo que era muy natural en ella. Al caminar con sus insufribles tacones era obvio. En cuanto él entro todas las mujeres presentes voltearon a verlo, debía ser sincera consigo misma, era el tipo de hombre que jamás llamo su atención precisamente por guapo, extremadamente guapo. Para ella todos eran arrogantes, unos más que otros y por lo que había visto él era el peor.

Dio unos pasos más hasta que sucedido lo inevitable, su tobillo sufrió las consecuencias al casi caer y solo atinando a sujetarse de lo primero que pudo, de él.

—Oye ten cuidado —la sujeto para que no callera— arrugas mi ropa

Lo sabía, él era lo peor que pudo imaginar— Lo siento, pero me torcí el tobillo —dijo subiendo la mirada, si algo sabía que le habían elogiado siempre era su mirada azul cielo y eso definitivamente no pasaría desapercibido para él.

Frunció el ceño— Si no sabes caminar con tacones no los uses —soltándola para alejarse con café en mano.

No lo resistió y no supo en que momento reacciono arrojándole su pequeño bolso pegándole en la cabeza— Idiota

Se quejó tomando el bolso— ¿Que traes piedras o que te pasa? —girándose hacia ella.

—Sí, traigo muchas piedras para arrojarlas a tipos como tu —dijo molesta quitándose los zapatos, sin importarle que todos voltearan a verlos. En particular a ella al comenzar a caminar cojeando y descalza— dame acá idiota —le arrebato el pequeño bolso. Definitivamente nada había salido como había planeado.

Dejo escapar un gruñido molesto para salir de la cafetería sin su café ya que se le había caído cuando recibió aquel golpe en la cabeza. Paso por su lado volviendo a subir a su auto.

Solo alcanzo a ver aquel auto hermoso alejarse. Suspiró frustrada sabía que eso no le gustaría nada a quien la había enviado a él— Y ahora además descalza —Volvió a suspirar. Ahora tenía que esperar a que fueran por ella, estaba en problemas, muy malos problemas.

X-X

Entraba más que furioso a su oficina. Azotando puertas hasta llegar a su privado donde se dejó caer pesadamente en el sofá desde donde encendió el equipo de sonido para escuchar música que lo relajara.

Abrió la puerta entrando a pasos lentos observándolo— ¿Y a que se debe que vengas tan feliz? ¿alguien se atrevió a rebasarte en las calles?

—Una tonta chica me pego con su bolso —sobando su cabeza— y no pude disfrutar mi café

Sonrió sentándose frente a él después de bajarle un poco a la música— ¿Una chica golpeándote? ¿y la dejaste vivir? pero que osadía. Dime su nombre mandare a arrestarla inmediatamente

—No tengo idea de como se llama y tampoco me interesa. Mejor ordena que me traigan una aspirina me duele la cabeza, además arrugo mi ropa

—Dame tu saco, ordenare que lo arreglen. Por cierto, ya llego el ultimátum o contratas al menos a una mujer o te impondrán una multa, ya sabes cuestiones de derechos laborales y discriminación

Hizo una mueca— Bien has la contratación y que sea tu asistente. Yo no quiero tener roce alguno

—En realidad creo que tu deberías hacer las entrevistas

—Suficiente es con que acceda a contratar a una mujer —recargándose en su asiento.

—Bien ¿qué te parece si estás presente mientras yo entrevisto a las candidatas? si hay alguna que te guste solo me haces una seña

— ¿Por qué tanta insistencia Diamante? ¿es que no puedes hacerlo solo?

—Sí, puedo hacerlo solo, nada mas no quiero reclamos —Dijo poniéndose de pie— dame el saco y comienza a revisar los documentos que te deje, esperan que viajes a Alemania en los próximos días

Se quito el saco para entregárselo— Bien, has la reservación viajare mañana mismo

—Bien —tomo el saco observándolo solo un instante— cuando vuelvas tendrás a una mujer trabajando en tu oficina

Hizo una mueca— ¿Para qué puesto la vas a contratar?

—Acabas de decir que será mi asistente. Pero por si no te has dado cuenta yo soy tu asistente, así que en realidad ella y yo trabajaremos para ti

Hizo una mueca— ¿Y no hay otra vacante?

—No, no la hay Seiya, no entiendo ¿por qué no quieres a ninguna mujer trabajando cerca de ti? quizá hasta pudieras hacer algo más con ella

— ¿Algo más? ¿cómo qué?

—Como el amor —se alejó llevándose el saco— aunque con tu agrio y demandante carácter dudo que alguien te quiera

Dejo escapar otra mueca— Para lo me importa esa sarta de cursilerías

—Tienes razón. Tu solo te conformas con tus amantes ocasionales. Por cierto, una me llamo dijo que la habías humillado y que pensaba demandarte

—Demandarme por hacerle el favor ja, que lo intente si eso quiere

—Bien, imagino que ya te arreglaras con ella. Vendré mas tarde y te pediré tu famoso café. Enviare a tu correo los datos del vuelo

—Sí, si —hizo una seña para disponerse a revisar los pendientes.

Tan solo cerró la puerta. Al parecer todo seguiría igual, en algún momento él tendría que cambiar, de eso estaba seguro.

X-X

Tal vez no todo fuera tan malo. El estar sola en esa enorme oficina y mas con esa hermosa vista a sus pies compensaba un poco el hecho de que todos los hombres solo la veían de forma morbosa. Por eso había bajado lo más que pudo la bastilla de la falda y ahora usaba zapatos de piso, no volvería a sufrir un bochornoso incidente como en días pasados.

—Vamos Serena, solo un poco más... —murmuró para sí misma estirándose lo más que podía teniendo cuidado de no caer de esa frágil escalera.

Se detuvo antes de entrar a su oficina observando aquella imagen— Vaya que hermosas piernas

—¿Que? —volteo a ver quien hablaba. Todo fue tan rápido, las pesadas carpetas cayendo sobre ella, la perdida de equilibrio y el estruendo de todo al golpear el piso. Por segundos estaba segura que el golpe que se llevaría sería horrible, así que solo alcanzo a gritar como si eso fuera a amortiguar el golpe.

La sujetó en brazos antes de que callera— Debes ser más cuidadosa

—¿Eh? —abrió los ojos encontrándose con su salvador, pero al mismo instante con él y debía decir que era mucho más guapo así a milímetros de su rostro y era fuerte, muy fuerte pues sentía la tensión de sus músculos— gra... gracias...

— ¿Estás bien? ¿que hacías ahí arriba?

—Estoy, estoy bien, gracias —dijo un tanto sonrojada— estaba guardando unos expedientes y… lo siento, es que me asusto

—Tranquila te ayudo —la soltó para agacharse a recoger las carpetas.

Parpadeó confundida ¿no había gritos? — Gracias. No se moleste, es que pensé que estaba sola, no esperaba visitas, dígame ¿se le ofrece algo?

Enarco una ceja— Supongo que debes ser asistente de Diamante —colocando las carpetas en su lugar-

—Pues, eso creo, aunque mi jefe es el señor Seiya Kou...

—Mucho gusto señorita —extendió su mano hacia ella— Seiya Kou en persona

Sonrió apenada estrechando su mano— Lo siento señor Kou, soy Serena, Serena Tsukino, su nueva asistente, por favor no me corra por no saber quién era usted

—Está bien, pero le reportara directamente al señor Diamante

—Si señor Kou —al estrechar su mano sintió algo extraño y ahora que lo pensaba cuando la cargo había sido diferente— él no está en este momento, ¿se le ofrece algo?

—No está bien —se quitó el saco para ponerlo sobre el perchero— ¿hay pendientes que deba revisar?

—¿Eh? ah sí, sí, enseguida se los traigo —fue hasta entonces que se dio cuenta en donde llevaba la falda por lo que rápido se acomodó su vestimenta— permiso

Solo hizo un movimiento de cabeza, para dar un sorbo a su café.

Salió tan rápido como pudo. No entendía por qué ese hombre la ponía nerviosa y más la forma en como la miro justo antes de caer de las escaleras.

Se sintió un poco extraño al verla salir sacudió su cabeza era una chica más y eso era todo.

—Permiso —entro cargando algunas carpetas— aquí están los pendientes que me dijo el señor Black, puedo tomar notas de una vez ¿si gusta?

—Déjalos ahí, los revisare

—Como guste señor Kou, permiso —se inclinó brevemente para luego salir— que raro es, se ve tan diferente —sacudió la cabeza— concéntrate Tsukino, a lo que vienes

Tomo una de las carpetas hojeándolas, aunque no lograba concentrarse del todo ¿por qué esa chica lo había inquietado?

—Permiso —entro con cuidado llevando una nueva taza de café— está recién hecho, espero que le guste, tiene un toque de canela

Levanto la mirada hacia ella— Gracias no debió molestarse señorita

—No es ninguna molestia, al contrario —sonrió abrazando la charola en que había llevado el café— si desea algo más, no dude en pedírmelo

— ¿A dónde fue Diamante? necesito revisar algunos puntos con él

—Bienvenido jefe —dijo al entrar a la oficina— adelantaste tu vuelo, ¿cómo te fue en Alemania? Por cierto, déjame presentarte a tu nueva asistente, la señorita Tsukino

— ¿Dónde estabas? todo se solucionó sin problema alguno

—Entablando negociaciones con la aerolínea sueca, solo esperan tu visto bueno, Serena retírate —dijo solo observo como salía— ¿y bien que te parece la señorita Tsukino?

—Parece eficiente por lo menos —tomando un sorbo de café.

—Lo es además de bonita ¿no te parece?

Se encogió de hombros— Si lo es como muchas otras

—Vaya, no hay nada que te guste por lo que veo —dijo tomando una carpeta hojeándola— ¿de verdad no te gusto ni un poco?

— ¿Por qué habría de gustarme? esta aquí para trabajar. Así que asegúrate que así sea

—De acuerdo, bien, comencemos por revisar los próximos contratos y además me digas que procede con la empresa alemana

—Si en el portafolio esta toda la documentación para que la afines

—Bien, ah y llego la invitación para la cena de gala en la torre de Tokio y no puedes faltar, necesitarás que te acompañe —preguntó poniéndose de pie para revisar el maletín.

Suspiró— ¿Cuándo va ser esa cena?

—El fin de semana y no, no puedes llevar a ninguna de tus conquistas, luego no te dejan llegar —dijo con una sonrisa.

Hizo una mueca— Bien, bien iré solo, es más pasaras por mí a las ocho ¿entendido?

—Entendido jefe. Me llevaré esto para verificar los documentos, debe ser el negocio más importante de tus empresas

—Si será una bomba, conseguiremos el mejor negocio de nuestras vidas

—Estoy seguro que así será, tu imperio crecerá aún más... —Dijo observándolo.

—Si seré el hombre más rico del mundo —sonrió con codicia.

—Lo tienes todo Seiya, dinero, poder, mujeres... autos, no necesitas nada mas ¿no es así? —sonrió sin dejar de mirarlo.

—En efecto, no necesito nada más. Estoy pensando en comprar una casa nueva algo que vaya más con mi personalidad

—Bien buscare alguna mansión ¿te parece? ¿Qué tipo de lugar te gustaría? ¿tal vez algo con una vista impresionante con ventanales de piso a techo para que veas que la ciudad está a tus pies?

—Si en la cima de la montaña. También quiero que sea un lugar tranquilo quizás con vista a la playa si eso quiero una mansión en la playa

—Comenzare a buscar propuestas, ahora iré a hacer mi trabajo que no me pagas por ser tu amigo solamente... —dijo con una sonrisa— en cuanto tenga algo te aviso

—Si ve a trabajar tenemos que triplicar las ganancias

—Lo haremos amigo, en menos de lo que te imaginas —aun con la sonrisa se puso de pie para dirigirse a la puerta— y tomate ese café, que se enfría

—Sí y mejor pide pizza para cenar hoy saldremos tarde

—De acuerdo, que jefe tan esclavizante —dijo antes de cerrar la puerta.

Dejo escapar un suspiró para volver su mirada aquellos papeles y ahora si centrarse en lo que le daría a ganar mucho dinero.

X-X

Los días habían pasado rápidamente. Seiya como jefe era realmente insoportable, muy exigente y no aceptaba errores y lo entendía en cierta forma. Las ganancias del ultimo negocio hecho incluso habían salido en los noticieros, él era el hombre más importante de Japón a últimas fechas. A veces se sentía intimidada en otras realmente admiraba la determinación a la hora de tomar decisiones, aunque también en otras le daba temor, era temerario y no media riesgos, podía saber que era un hombre de carácter fuerte y raro a la vez.

La decoración de la casa le daba mucho que pensar, no encajaba con su forma de ser, no pudo evitar andar de curiosa mientras esperaba a que llegara Diamante y que el señor Kou bajara. Ese evento era sumamente importante y solo esperaba estar a la altura, para esa ocasión lucía un vestido blanco totalmente ajustado a su figura, un cinturón ancho de color verde con una flor en tonos verdes y negros, unas zapatillas negras fáciles de usar, un par de pendientes obviamente imitación de brillantes y esmeraldas, el cabello se lo había sujetado en una coleta lo cual la hacía lucir estilizada, esperaba que su jefe no fuera quisquilloso en ese aspecto y no la hiciera sentir mal.

Bajo las escaleras a la sala donde estaba ella y sin duda lucia muy hermosa— Buenas noches señorita Tsukino

Dio un pequeño brinquito al escucharlo pues estaba muy absorta leyendo los títulos de unos dvd's— Señor Kou, buenas noches, el señor Black no ha llegado

—Me acaba de llamar, no vendrá —murmuró con cierta molestia.

—¿Entonces solo seremos nosotros dos? —preguntó un tanto nerviosa.

—Si —mirándola de arriba abajo deteniéndose en los pendientes.

Se había sonrojada al ver su mirada tan intensa, ese hombre no sabía mirar de otra forma— ¿Ocurre algo?

—Haremos una parada antes de llegar a la cena, vamos se hace tarde

Lo miro un tanto confundida— Como diga señor Kou —tomo el bolso a juego y lo siguió— ¿el señor Black se encuentra bien?

—Si solo dijo que pesco un resfriado —abriendo la puerta para dejarla salir primero.

—Gracias —sonrió al pasar a su lado— espero que se recupere pronto ¿esta cena es muy importante verdad?

—Si de esta cena depende la firma de tres contratos

—Espero hacer bien mi trabajo, me esforzare mucho señor Kou —dijo entrando a la elegante limusina que ya los esperaba.

—Espero que así sea, vamos a la joyería —ordenó a su chofer.

Serena solo observo como aquel hombre asentía y cerraba la puerta una vez que Seiya había subido— ¿Olvide recoger su nuevo reloj?, dijeron que estaría hasta la próxima semana

Se cruzó de brazos observándola— No es eso

—¿No? —se sintió un poco intimidada por esa mirada— ¿acaso tengo algo en la cara? —preguntó abriendo su pequeño bolso para sacar un espejo.

No dijo nada solo espero hasta que llegaron a la joyería— Espera aquí —murmuró bajando de la limusina.

Estaba a punto de decir algo cuando cerró la puerta— Ese hombre es raro... —suspiró retocando un poco su maquillaje, a su parecer se veía muy bonita, había resaltado sus ojos y se le veían aún más azules.

No tardo en regresar con un estuche en mano que había comprado el cual contenía un juego de accesorios completos para ella— Toma ponte esto

Tomo aquella cajita con el logotipo de la prestigiada joyería— Pero... —al abrirla abrió la boca sorprendida, era el juego de joyería más hermoso que pudo imaginar, diamantes y esmeraldas— no, no podría señor, es... esto es demasiado

—O lo usas o te quedas aquí

Estuvo a punto de replicar. Solo guardo silencio quitándose sus falsos pendientes y colocarse los que le acababa de dar— ¿Podría ayudarme por favor? —dijo al entregarle la gargantilla.

Se acercó a ella sentándose a su lado para ayudarla.

—Gracias... —murmuró tímidamente— no quería avergonzarlo usando estas cosas, imagino que a ese lugar van muchas mujeres con joyas aún más ostentosas

Hizo a un lado su cabello aspirando su aroma rozando su piel a colocarle aquella gargantilla.

Cerro los ojos al sentir ese suave roce y su cálido aliento en la nuca— Lo cuidare mucho señor Kou

No supo que fue lo que le atrajo, pero acerco su rostro besando su cuello— Si sé que lo cuidaras mucho, considéralo un regalo por tu buen trabajo

No pudo evitar un estremecimiento cuando la beso, y menos ponerse nerviosa— Gracias... —rápidamente se alejó volviendo a retomar su lugar— ¿de verdad he hecho un buen trabajo?, a veces siento que soy muy torpe y lo siento —bajo la mirada sonrojada— a veces hablo mucho

Sonrió ligeramente— Si, no me das tantos dolores de cabeza —tomando su mano.

Sonrió al notarlo por primera vez relajado. Bajo la mirada hacia su mano, la tomaba con confianza— Procurare hacer mi trabajo lo mejor posible, gracias por darme la oportunidad señor Kou

Se acercó un poco a ella hasta acorralarla— Eso espero —murmuró en tono seductor.

Lo miró fijamente un tanto nerviosa— Creo... que casi llegamos...

Acaricio su mejilla— Esta noche serás mi acompañante y no solo mi asistente

—¿Su... su acompañante? —murmuró nerviosa, ¿por qué en ese instante tenía que portarse así? — como usted ordene... —después de todo era su jefe— no lo avergonzare

—Si mi acompañante —murmuró al llegar aquel lugar era la hermosa torre de Tokio.

Por fin sintió que pudo respirar cuando él se alejó un poco. Aprovecho para guardar sus aretes en el bolso, acomodar su cabello y esperar a que le abrieran la puerta siendo él quien saliera primero— "Seguro ahora que entremos y vea a alguna hermosa mujer se olvidara de mi"

Al salir extendió su mano hacia ella. Muchos ya esperaban por él había fotógrafos presentes para esa importante gala.

Los flashes de las cámaras la sorprendieron solo se sujetó de su mano— Vamos a dentro señor Kou...

Sonrió a las cámaras conduciéndola por el pasillo sin decir nada.

—Señor Kou —uno de los caballeros presentes se acercó a él— por aquí señor, lo conduciré a su mesa

—Buenas noches —murmuró siguiendo al caballero, observando el lugar el cual estaba tal como él esperaba.

—Hemos reservado el mejor lugar de todo el salón... ¿el señor Black no nos acompañara hoy?

—No esta noche el señor Black esta indispuesto en su representación me acompaña la señorita Tsukino

—Buenas noches —murmuró Serena aun tomada de la mano de Seiya.

—Muy bella su acompañante —dijo observando a la rubia que miraba todo con admiración.

—Si lo es —ayudándola a tomar asiento.

—Gracias... —sonrió tomando asiento, era un lugar por demás elegante y que decir que las mujeres que lucían sus mejores galas— ¿con quién hará negocios Señor Kou?

—Hoy dime Seiya —sentándose a un lado de ella.

—Pero... —murmuró notando como tensaba la quijada— si, como gustes Seiya... —sonrió un tanto sonrojada. Lo que menos deseaba era que se enojara en ese momento— pronto tendrás que viajar de nuevo, Dubái debe ser un hermoso lugar

—Si lo es, quizás necesite compañía —tomando la copa que le servía el mesero.

—Tal vez el señor Black quiera acompañarlo, le escuche decir que tenía ganas de viajar —sonrió admirando la lujosa losa.

—Sí, mmm los dos me acompañaran, mañana mismo iras a comprarte ropa más adecuada para ese viaje

Abrió los ojos sorprendida— ¿Qué tipo de ropa?, pensé que ellos usaban ropa normal, ¿o es que tendría que cubrirme el rostro como las mujeres de allá?

No evito soltar una sonora carcajada, al escucharla.

Se sonrojo con una sutil sonrisa— ¿Se burla de mi señor Kou?, digo Seiya... he escuchado que las mujeres allá tienen prohibido mostrar el rostro y mucho menos mostrar algo de piel

—En efecto para algunas reuniones tendrás que cubrirte por completo o mejor aún quedarte en el hotel para que proceses la información

—Bueno eso si lo puedo hacer. Es que no se si soportaría usar un velo en la cara, es que da la impresión de que quieren callar a las mujeres, que no den su opinión y... —se sonrojo al darse cuenta que hablaba de mas— lo siento, volví a hablar mucho

Hizo una mueca guardando silencio. Qué demonios hacia ahí con ella hablando, solo dio un sorbo a su vino.

Suspiró tomando un poco de agua. Tal parecía que no le gustaban las mujeres que hablaban tanto, así que prefirió guardar silencio.

—Seiya pensé que no vendrías, estaba por ofrecer mis acciones a alguien más —dijo un caballero que se acercaba a él.

—Habrías cometido el peor error de tu vida Darien —se puso de pie para saludar al caballero.

—Ya te extrañábamos en estas reuniones —dijo viendo de reojo a la rubia que lucía muy distraída— así que dime, ¿Qué me ofreces a cambio de mis acciones?

— ¿Que te ofrezco? vaya parece que no me conoces Darien, te ofrezco triplicarlas, pero si no te interesa puedes venderlas por otro lado

Se acercó para que solo él escuchara— ¿Qué tal si agregas el número telefónico de esa belleza?

Frunció el ceño— Que tal si te olvidas de los negocios

—Ay vamos Seiya, no te enojes —sonrió palmeando su espalda— acepto tu oferta, pienso retirarme de todo esto, ya me cansé de tanta frivolidad y por lo visto tu no, por eso no podría dejar en mejores manos mi compañía

—Entonces te espero mañana en mi oficina

—Bien, ahí estaré a primera hora, ¿y entonces no piensas presentarme a tu bella acompañante? —preguntó volteando a ver a la rubia.

—Claro te presento a la señorita Serena Tsukino

—Ah hola mucho gusto —dijo Serena poniéndose de pie al tiempo que extendía la mano hacia el caballero.

—El gusto es mío —sonrió tomando su mano con galantería para besarla— es muy hermosa

—Gracias —sonrió apenada, nunca nadie la había tratado así con esa caballerosidad— es usted muy galante

Seiya frunció el ceño con cierta molestia— Bueno Darien no sé si desees algo más

—No, nada no te preocupes —sonrió pues no había pasado desapercibido ese gesto— entonces mañana a primera hora ahí estaré, permiso señorita —nuevamente volvió a besar su mano para luego alejarse.

Tomo asiento de nueva cuenta, observándola.

Aquella mirada intensa otra vez y ahora ¿Qué se supone que había hecho? — El negocio con ese señor debe ser muy bueno ¿verdad?, como para pagar tanto

—Sí, es muy importante, pero no es algo que me quite el sueño

—Oh ya veo, disculpe es que tengo mucho que aprender aun de negocios —Sonrió tomando un poco de vino.

La observo detenidamente— ¿Por qué trabajas?

Bajo la mirada— Porque necesito el trabajo, tengo una hermana menor, le digo Chibi Chibi y tengo que pagar sus estudios. No ha sido nada fácil salir adelante las dos solas y nadie quería darme trabajo por mi poca experiencia o más bien casi nula experiencia

Enarco una ceja— Creí que Diamante sería más estricto al hacer la contratación

Se sintió mal al escucharlo sintiendo ganas de llorar— Lamento no ser la experta en negocios que usted deseaba —se puso de pie quitándose los pendientes y el collar.

— ¿Qué crees que estás haciendo? —murmuró con frialdad al verla ponerse de pie.

—Mañana tendrá mi renuncia es claro que necesita personal con más experiencia

—Por eso no me gusta trabajar con mujeres son muy dramáticas —se puso de pie para alejarse.

Se alejó llevándose en la mano aquellas costosas joyas. Él era un hombre muy frío ¿no acaba de decirle que estaba haciendo un buen trabajo?

Presiono el botón del ascensor, hasta ahí había quedado aquella gala, esa mujer lo había puesto de pésimo humor.

Metió la mano antes de que se cerrará la puerta del ascensor mirándolo fijamente— Por personas como usted es que nadie me contrataba, nadie me daba la oportunidad y usted dijo que estaba haciendo un buen trabajo

—Y por personas como tu es que no trabajo con mujeres, agradece el buen gesto que tuvo Diamante por contratarte —cruzándose de brazos.

Hizo una mueca extendiendo la mano— Tenga no quiero nada de usted, es un hombre horrible

—Te voy a enseñar lo que es ser horrible —tomo su mano jalándola hacia él para besarla.

—No... —forcejeo tratando de soltarse, nunca nadie la había tratado así ni besado de esa forma, exigente y pasional.

La recargó contra la pared del ascensor presionando un botón para detenerlo— Voy a enseñarte que clase de hombre soy

—Seiya... —Murmuró totalmente perdida en esa sensación que había provocado su beso.

Sonrió ligeramente— Vamos a mi casa —presiono el botón de nueva cuenta para bajar al estacionamiento.

—De acuerdo —murmuró pensativa.

Volvió a sonreír satisfecho conduciéndola a la limusina— Vamos a casa

—¿A casa? —sonrió sonrojada— ¿y los negocios?

—Shh —la ayudo a subir a la limusina, para enseguida hacerlo él.

Subió acomodándose en el asiento. No podía evitar sentirse nerviosa, pues sabía lo que él deseaba— Gracias

Se sentó a su lado colocando la mano en su pierna acariciándola.

Volteo a verlo. Tomando valor para acercarse y buscar sus labios.

La atrajo hacia él dando rienda suelta a sus instintos haciéndole una seña al chofer de que diera vueltas cerrando la ventanilla— Te hare mía ahora mismo —murmuró entre sus labios metiendo osadamente su mando entre sus piernas buscando su intimidad.

—¿Ahora mismo? —preguntó estremeciéndose ante sus caricias— Pero, nos pueden ver

— ¿Quién podría vernos? —subiendo su falda bajando sus besos a su cuello.

—No lo sé —murmuró cerrando los ojos. Seiya era osado y le gustaba, para que se lo seguía negando, cada día que pasaba y lo veía llegar a la oficina ataviado con esos costosos trajes, con ese aroma varonil que desprendía al pasar se había imaginado ciertas cosas, mismas que estaba dispuesta a hacer.

La abrazó buscando el cierre de su vestido dejando por unos momentos su labor con sus piernas, dándole pequeños mordiscos a su cuello, podía sentir el deseo que ella tenía y eso lo complacía.

—¿Estás seguro? —preguntó comenzando a llenarse de deseo.

—Ya no hay vuelta atrás —bajando su vestido lentamente descubriendo su bello cuerpo— no solo tienes bellas piernas

—¿Te gustan? —Sonrió sonrojada pues no se imaginó que estaría en esa situación— Seiya, ¿qué vas a hacer conmigo?

—Mejor te diré que no voy hacer —con osadía acerco sus labios a sus senos besando en medio de ambos sujetándolas con ambas manos aun sobre su prenda íntima.

Respiró agitada, no podía evitar excitarse y más por esos labios que comenzaban a enloquecerla— Seiya...

Lamio en medio de sus senos bajando sus caricias junto con aquel vestido hasta que llego a su cintura.

Se acomodó en aquel asiento sumiendo su vientre, hasta entonces fue que dejó caer el juego de joyería— Si, me gusta...

Se separó un poco de sus senos para buscar quitarle lo que ahora le estorbaba, la hizo levantar su cadera para jalar el vestido por sus piernas y dejarlo a un lado— Así está mucho mejor

Se sonrojo aún más— ¿De verdad te gusto?

—Si —se acercó acariciando sus piernas. Haciendo que las abriera para él— ¿quieres sentir algo?

Respiraba cada vez más excitada— Sí, quiero sentir todo de ti

Se sentó a un lado abriéndose el pantalón— ven... —la atrajo para que se sentara sobre él.

Lo miro, vaya que era todo un hombre. Hizo lo que le pidió acercándose a sentarse sobre él logrando sentir su virilidad.

Gimió al sentirla sujetando su cadera jugando un poco con ella— Que delicia —murmuró acariciando su espalda acercándola hacia el para besar sus senos aun sobre su prenda íntima.

Dejo escapar un gemido— Seiya, eres increíble —sonrió disfrutando de esos besos al mismo que su intimidad sentía aquella virilidad jugando con ella.

Subió sus manos para desabotonar el sostén dejándolo a un lado para poder sentir sus pechos entre sus labios, tomando uno de sus senos succionándolo.

Jadeo echando la cabeza hacia atrás— Seiya, Seiya... —murmuró buscando sentirlo un poco más, no podía negarlo, estaba disfrutando de ese momento y parecía que él también— hazlo, por favor, te necesito

Se separó de ella acercándola para besar sus labios con suma intensidad. Mientras sus manos bajaban lentamente hacia su intimidad acariciándola un poco haciendo a un lado su prenda íntima metiendo sus dedos sobre ella.

Gimió entre sus labios. No se imaginaba que estar con él fuera así de intenso y pasional, debió suponerlo, esa mirada que tenía demostraba de lo que era capaz— Si —murmuró mordisqueando sus labios dejándose llevar por el momento.

Lentamente retiro su última prenda íntima, acariciando su firme trasero con una mano mientras con la otra descubría su miembro firme y listo para poseerla— ¿Estás lista?

Respiro profundamente— ¿No usas protección?

Enarco una ceja jugando con su intimidad.

Se removió sintiendo un estremecimiento recorrer su cuerpo— Hazlo, hazme tuya... —murmuró olvidando todo por ese deseo que ansiaba explotar.

Esbozó una sonrisa sujetando su cadera para entrar en ella— Si así me gusta

Gimió con fuerza abrazándose a su cuello, podía sentir como se abría paso en su cuerpo. Estaba demasiado bien dotado, y nada se comparaba con ese momento— Si...

Subió sus manos hacia su espalda acercándola hacia el besando sus labios— Desde este momento tu eres mía y harás todo lo que yo quiera que hagas

No respondió solo lo beso profundamente como no se había atrevido a hacerlo momentos antes al tiempo que comenzaba a hacer que entrara más en ella. Para ese momento era demasiada la pasión que sentía que no pensaba con lógica, más bien ni siquiera pensaba.

Metió su lengua en su boca jugando con ella recorriéndola empujando más hacia ella, gimiendo entre sus labios.

Jamás en su vida había tenido un momento así. Era excitante hacerlo en una limusina, tal vez el chofer los escuchara, pero no le importo. Nada le importaba en ese instante, solo el placer que sentía entre los brazos de Seiya, en esa manera de besarla como si robara su alma y en esa forma de poseerla determinada y a la vez exigente. Por lo mismo comenzó a moverse sobre él buscando darle y sentir más placer.

Sujeto con fuerza su cadera tensando su cuerpo, esa mujer era perfecta y haría todo con ella, mordió sus labios buscando su mirada— Di que serás mía

Jadeaba sin dejar de moverse, sabía que podría arrepentirse en algún momento, pero hizo lo que le pedía o más bien exigía— Si, si, seré tuya... ahora, guarda silencio —sonrió volviendo a besarlo profundamente para llenarse de su sabor.

Sonrió tomando lo que se le ofrecía en bandeja de oro, empujando más hacia ella sujetándola para recostarla en el piso de la limusina sin salir de ella, para embestirla con fuerza y que sintiera lo que era él.

Ya no había palabras porque no quería pensar, solo disfrutar lo que él hacía de ella. Su cuerpo se había acostumbrado a él y ahora solo había placer y vaya de qué forma. Seiya no era solo un as en los negocios si no en el sexo también, por primera vez no se sentía limitada, comenzó a gemir y a arañar su espalda.

Presionaba su intimidad dando fuertes embestidas, apoyando sus manos en el piso observando lo hermosa que era, sin duda era diferente a otras mujeres.

Abrió los ojos notando el deseo y la pasión en su mirada. Imaginaba como estaría, despeinada, con las mejillas teñidas de rojo y sus senos desnudos moviéndose con ese frenético vaivén y su cuerpo apunto de rendirse ante ese placer— Seiya, si, así... —jadeo mordiéndose el labio sentía el momento llegar.

Dio una última y fuerte embestida dejando escapar un gemido al explotar llenándola de él.

Gimió fuertemente al sentir como estallaba dentro de ella, nunca había sentido nada así, Seiya era el hombre más perfecto que pudo imaginar.

Se quedó un poco más en ella respirando agitado— ahora eres mía

Respiraba profundamente comenzando a soltar su espalda— ¿Lo soy? ¿qué me pedirás hacer?

—Por ahora —salió de ella para acomodarse la ropa— supongo que querrás ir a casa con tu hermanita

—Mi hermanita está en un internado —Suspiró incorporándose, ahora es que pensaba en lo que había hecho— solo la veo los fines de semana

—Ya entiendo —tomo asiento observándola detenidamente— debe ser difícil para tu hermanita estar en un internado, sería mejor que la sacaras

Se sentó tratando de cubrirse— ¿Que la sacará? eso sería difícil, en el internado le dan educación y no le falta nada, además yo no podría cuidarla. Tengo que trabajar, aunque bueno, espero que mi jefe no haya aceptado mi renuncia

—Sácala de ese lugar, trabajaras medio tiempo búscale una escuela pagare sus estudios

Lo miro fijamente. No entendía que es lo que había pasado, pero el solo hecho de tener a su hermanita cerca le entusiasmaba— ¿De verdad? —Sonrió acercándose a él— ¿de verdad podré tener a mi hermanita conmigo?, gracias Seiya —lo abrazo besando suavemente sus labios.

—No agradezcas nada —sonrió ligeramente— ahora vamos a casa —dado unos golpes para que el chofer condujera a casa.

—¿Me llevarás a mi casa? —preguntó mientras buscaba su ropa interior para vestirse.

—No, te quedaras conmigo esta noche

Volteo a verlo sonrojándose— Mañana tienes a primera hora una cita con el señor Chiba...

—Sí y tú iras de compras con Kevin

—¿De compras? —Sonrió confundida colocándose el vestido— ¿qué tengo que comprar?, tengo que ir a trabajar, deje muchos pendientes

—No pensaras ir a trabajar con ese vestido ¿o sí?

—No... —Suspiró tomando del suelo del auto los pendientes y la gargantilla, ¿cómo había terminado así?, sentía que no era correcto— Seiya... ¿qué va a pasar ahora conmigo?

— ¿Qué crees que va pasar contigo?

Se encogió de hombros jugando con esos pendientes— Ahora soy tu amante ¿no es así? —volteo a verlo con una sutil sonrisa que no llegaba hasta sus ojos— he recibido muchas llamadas de las chicas que dicen han salido contigo

Sonrió abrazándola— Si serás mi amante, ya te dije que ahora eres mía

Suspiró sintiendo ganas de llorar, aun así, oculto su sentir tras una sonrisa— ¿Y qué debo hacer como amante del gran Seiya Kou? —preguntó colocando la mano sobre su pecho.

Tomo su saco para cubrirla— Hemos llegado

Asintió sujetando su saco para bajar después de que él lo hiciera. Sabía que de parte del chófer no habría comentarios, solo que de cierta forma se sentía avergonzada de lo que pensará de ella.

—Ve a descansar Kevin mañana llevaras a la señorita a su casa por ropa y hacer algunas compras, después la llevaras a la oficina

—Como ordene señorita, permiso, señorita —inclino la cabeza para luego alejarse.

—¿No quieres que me encuentre con el señor Chiba verdad? te molesto su actitud conmigo

Hizo una mueca, dejándola entrar a la casa.

Suspiró caminando hacia la sala dejando el saco con delicadeza sobre el respaldo, había olvidado que tenía el vestido abierto— Fue amable, eso fue todo

—No importa, no quiero que lo veas y eso es todo

—Bien, no lo veré de todas formas, dudo que se haya interesado en mí y menos si me ve con el uniforme del trabajo —sonrió volteando a verlo— no es que este feo, solo, muy corto

—A mí me gusta cómo se te ve —acercándose a ella— ¿tienes hambre? no cenamos

—Un poco, ¿quieres que te prepare algo de cenar? —lo miro fijamente, era muy guapo, atractivo y vaya que la había hecho disfrutar.

—Está bien, cocinaras desnuda —sonrió con malicia.

Abrió los ojos sorprendida y a la vez sintiendo un cosquilleo ante su casi orden— Pero... ¿por qué desnuda?

—Quiero verte

Se sentía nerviosa y extrañamente excitada, sabía que tenía que hacerlo por lo que comenzó a bajarse los tirantes de su vestido sin dejar de mirarlo.

Se sentó en una silla observándola— Sin duda eres hermosa

—Gracias... —murmuró sonrojada dejando caer el vestido, ahí a mitad de la sala siendo observada por el que hasta hacia un par de horas solo era su jefe— ¿me quito todo?

—Si quítate todo, te quiero completamente desnuda

Cerro los ojos sintiéndose quizá un tanto avergonzada, llevo las manos a su espalda soltando el broche de su sostén quitándose lentamente ¿Cómo de pronto había terminado así? Enseguida comenzó a quitarse su pequeña prenda haciendo que cayera también junto con el vestido, sentía las mejillas sonrojarse aún más.

La recorrió de arriba abajo, despertando sus deseos por volver a poseerla, extendiendo su mano hacia ella— acércate

Respiró profundamente acercándose a pasos lentos a él tomando su mano.

Hizo que se sentara en sus piernas acariciando sus senos.

Trago saliva sintiéndose cada vez más ansiosa— Seiya...

La acerco besando sus labios, al tiempo que presionaba su seno, jugando un poco con su pezón.

Gimió entre sus labios sintiendo como aquel acto le gusto, algo que no creía capaz.

—Creo que tú serás mi cena —la tomo entre sus brazos cargándola para llevarla a su habitación.

—Pensé que deseabas que hiciera algo de comer —murmuró sujetándose de su cuello.

—Sí, pero cambie de opinión te voy a comer a ti —subiendo las escaleras hasta su habitación.

Sonrió un tanto sonrojada— ¿Comerme? —se sonrojo besando su mejilla hacia su cuello— ¿yo te poder comer?

—Si nos vamos a comer mutuamente —la deposito en la cama, quedándose de pie para observarla.

Se sonrojo observándolo hincándose en la cama para acercarse a él y comenzar a desabotonar su camisa— Tu loción me gusta

Acaricio su cabello sonriendo— Me gusta más como se te ve suelto

Sonrió pues la primera vez no le pareció— ¿Entonces solo debo usar el cabello suelto? —se acercó besando sus pectorales que estaban de infarto.

—Si debes usar el cabello suelto, quizás adornarlo solo con algún broche —recostándola lentamente— Serena, eres perfecta —llevando la mano a su intimidad, jugando con ella.

Gimió arqueando su cuerpo al tiempo que abría un poco más las piernas— Solo tú me has visto así

— ¿En serio? —se acercó besando su cuello metiendo un dedo en ella para excitarla.

Jadeo enterrando la cabeza en la almohada dejando su cuello expuesto— Si... además de perfecta...

Lamio su cuello recorriéndola con su lengua. Se tomaría su tiempo para saborearla— Deliciosa

Se removió inquieta en la cama, nadie la había tomado de esa forma— Me estas enloqueciendo

Con la punta de su lengua fue bajando lentamente por su cuerpo— Aquí puedes gritar sin contenerte, nadie te escuchara más que yo

Se sintió aún más excitada, Seiya le estaba enseñando más de ella misma— ¿Cómo sabes que me contenía?

—Lo veo en la forma en que te muerdes los labios —posándose sobre sus senos igual lamiéndolos.

Jadeo sujetándose de la cama— Ah Seiya... —murmuró disfrutando de esos movimientos, sus senos eran tan sensibles que seguro él no tardaría en descubrirlo.

Sonrió lamiendo su pezón ya erguido, sacando su mano de su intimidad para acariciar sus piernas— ¿Te gusta lo que soy? ¿aun piensas que soy horrible?

—Sí, eres horriblemente seductor —jadeo sintiéndose más que excitada, todo en él le provocaba— me gusta lo que eres y lo que siento

—Ahora sentirás mucho más —bajo sus besos hacia su vientre jugando con su ombligo.

—Seiya, me gusta todo lo que me haces sentir —murmuró totalmente excitada— nadie me había tratado así

Abrió un poco más sus piernas bajando a su intimidad donde le dio pequeños besos.

No pudo contener un pequeño gemido aún más fuerte sonrojándose pues notaria su humedad y eso la avergonzaba en cierta forma.

Sonrió acomodándose mejor, comenzando a lamerla. Recorriendo toda su intimidad buscando que se humedeciera aún más para él.

—Ah Seiya... —abrió un poco más las piernas flexionándolas un poco, sentía que ante ella se abría un mundo nuevo y lo que estaba descubriendo con él era maravilloso, era como si realmente él estuviera degustando un exquisito platillo y eso la estaba enloqueciendo.

Sonrió al ver el efecto que estaba provocando en ella, sujeto sus piernas para que rodeara su cuello levantando un poco su cadera, decidido a no dejarla hasta hacerla explotar.

Pronto los tímidos jadeos se hicieron gemidos. No es que antes no disfrutara del sexo, claro que lo hacía, pero no como en ese instante en que sentía que Seiya sacaba su lado más pasional. Uno que no imagino que tuviera— Me gusta Seiya, me gusta... —pronto su interior estaba listo para explotar en ese orgasmo que sabía él buscaba.

Saco la lengua de su interior tan solo para provocarla aún más dándole rápidas lamidas succionándola— Si explota para mí, dame todo de ti

Fue como si de una orden se tratara o tal vez la forma en que se lo había dicho que termino estallando en medio de un fuerte gemido, sintiendo lo que tal vez nunca había sentido.

Sonrió saboreando su esencia, alejándose un poco de ella para terminar de quitarse la ropa— Sin duda eres un manjar

Aun gemía sintiendo su cuerpo aun vibrar de tan sublime experiencia— Yo... nunca lo había hecho...

— ¿Nunca habías hecho que? —fijando la mirada en ella al terminar de quitarse el pantalón y la ropa interior, para que viera como estaba.

Abrió los ojos sorprendida pues ahora lo veía a plenitud y era por demás atractivo— Nunca me habían tomado así... —murmuró sintiéndose apenada— y fue maravilloso

Camino hacia ella hincándose en la cama— Iba poseerte, pero creo que mereces probar de mi —acercándose para dejar su miembro sobre su boca.

Tímidamente comenzó a acariciarlo. No quería comparar, pero era inevitable Seiya era todo un hombre bien dotado— Yo... nunca…

Sonrió acariciando su rostro— Pocas veces dejo que me tengan de esta forma

Subió la mirada, entonces se consideraría afortunada, continúo acariciándolo sintiendo como estaba totalmente firme comenzando a lamerlo solo esperando su reacción.

Gimió arqueando su cuerpo— Si así, demuéstrame lo que puedes hacer pequeña

Sabía que no era una experta. Cuando lo intentaba hacer era un fracaso, pero ahora no quería decepcionarlo por lo que comenzó a besar y lamer su miembro, solo quería demostrarle un poco de cómo lo había disfrutado.

Sonrió acariciando su cabello incitándola a que lo disfrutara aún más— Si así, lo haces muy bien

Sonrió sintiéndose con más confianza que no dudo en comenzar a succionar de él más al escuchar como lo disfrutaba él— Me gusta... —murmuró volviendo a retomar su tarea de hacerlo disfrutar.

Arqueo su cuerpo al tiempo que su miembro se hacía aún más erecto, moviéndose un poco— Si disfrútalo

Tal vez fuera el tono demandante de Seiya o que en verdad lo estaba disfrutando que poco a poco se sintió con más confianza. Estaba comenzando a disfrutar no solo de su sabor si no de lo le hacía sentir a Seiya. Simplemente en ese momento se sentía otra. Una chica que no tenía miedo ni temor, quería más de él y demostrarle que quizá si fuera perfecta después de todo.

No tardo en estallar dentro de su boca haciendo que bebiera de él— Sí, eso es lo has hecho muy bien, ahora te daré tu premio

Aunque intento separarse, él se lo impidió teniendo que beber aquel liquido viscoso. Por un instante lo sintió extraño, costándole un poco de trabajo adaptarse a su sabor, subió la mirada notando que estaba complacido y eso extrañamente la hizo sentirse bien y beber sin negarse.

Sonrió acariciando su rostro una vez que termino se alejó un poco tan solo para acomodarse entre sus piernas— Ahora si voy a poseerte

—¿Lo hice bien? —preguntó sonrojada sin dejar de mirarlo esperando ansiosa por sentirlo de nueva cuenta.

—Si lo hiciste muy bien —rozando su intimidad con su miembro, sin entrar en ella.

Empujo un poco su cadera esperando poder sentirlo— Me gusto, te necesito Seiya, por favor... —murmuró pues sentía que algo le faltaba para volverse loca por él.

—Dilo de nuevo —apoyando su miembro sobre ella moviéndose en círculos sintiendo como se humedecía aún más.

Arqueaba su cuerpo buscando sentirlo, que volviera a entrar en ella— Por favor, te necesito... —murmuró acariciándose a sí misma.

—Si así me gusta —lentamente entro en ella gimiendo ya que se sentía un poco estrecha y eso lo enloqueció aún más.

—Seiya —gimió rodeando su cadera empujando un poco más hacia él, estaba totalmente poseída por él. Por todo lo que le hacía sentir, incluso se atrevería a decir que se desconocía a si misma— más...

—Si pide más, mucho más porque te daré de todo —moviéndose con rapidez sobre ella.

Abrió los ojos mirándolo. Su mirada denotaba seguridad, excitación, en el tiempo que tenia de conocerlo nunca había visto esa mirada— Seiya... —se abrazó a él buscando sus labios, necesitaba sentir sus besos demandantes, exigentes.

Tomo sus labios entre los suyos besándola con pasión e intensidad, jugando con su boca, acelerando más sus movimientos sobre ella dándole fuertes embestidas.

Intento corresponder a sus besos, pero no pudo, era demasiado lo que sentía y la fuerza con que la poseía estaba haciendo estragos— Seiya, si, así, me fascina... —poco a poco sus gemidos se hicieron más fuertes, era cierto ahora no tenía que contenerse.

—Si grita más di que quieres más —apoyo sus manos sobre la cama para moverse aún más rápido entrando y saliendo de ella.

Estaba totalmente poseída por él, nunca había sentido tanto placer como en ese instante— Más, más por favor... —gimió con fuerza, sentía que faltaba poco para estallar nuevamente y lo haría para él, lo haría como nunca.

Se detuvo un poco sintiendo como ella lo estrechaba por dentro sonrió dándole un pequeño beso— Di que eres mía

Respiraba agitada. Ansiaba estallar para él y parecía querer disfrutar más de ella— Sí, soy tuya —murmuró en medio de pequeños jadeos estrechándolo un poco más en su interior— soy tuya...

Se movió lentamente en círculos, disfrutando su interior— Si eres mía toda tu me perteneces ahora

Aquellos movimientos solo arrancaron más gemidos cada vez más fuertes, estaba totalmente loca de placer— Seiya, ya no puedo más... —jadeaba enredando las piernas en su cadera.

Su cuerpo se acoplaba a la perfección en ella, reanudando sus movimientos rápidos, gimiendo y jadeando hasta que finalmente estallo dentro de ella.

De pronto no pudo contenerse al estallar en medio de su nombre en un grito, Seiya la había hecho tocar las estrellas de una forma única e inigualable, disfruto de ese breve momento, todo su cuerpo vibraba y lo abrazaba él con fuerza.

Respiraba agitado. Quedándose aun en ella disfrutando esa combinación de la esencia de ambos— No te preocupes por la protección soy estéril

Abrió los ojos soltándolo un poco buscando su mirada sin saber que decirle, pues no supo reconocer en su voz si es que eso le dolía. Lo había hecho sonar como algo tan trivial— Entonces, podrás disfrutarme a plenitud ¿eso te gusta?

Se recostó a su lado— Nunca se lo he dicho a nadie así que no se lo digas a nadie

Volteo a verlo apoyándose en el codo para poder mirarlo— No te preocupes, no le diré a nadie, pero ¿por qué me lo contaste?

—Porque seguro te llamaran diciendo que tengo hijos regados y por qué vi temor en tu mirada

Se sonrojo acercándose a besar suavemente sus labios— ¿Y hace un instante viste temor en mi mirada?

—No, ya no vi temor, vi pasión —cerrando sus ojos.

Suspiró observándolo, se veía tan guapo, no pudo contenerse a recorrer su cuerpo con la mirada volviendo a mirar su rostro— ¿Por qué yo Seiya? estos días he visto a muchas mujeres entrar a tu oficina y muchas son casi casi modelos

Se encogió de hombros— Fuiste tú quien vino a mí, piernas bonitas

—Quería devolverte las joyas, me hiciste enojar —murmuró sonrojada recostándose sobre su pecho.

Sonrió ligeramente— Será mejor que descanses mañana será un día pesado

—¿Y que se supone que voy a ir a comprar si voy a ir a mi casa a cambiarme?

—Ropa nueva, quiero que luzcas aún más presentable

—¿Es que no luzco presentable? dijiste que el uniforme me luce bien —sonrió haciendo que la abrazara.

—Si luces bien, pero ya no discutas conmigo

Suspiró cerrando los ojos— Eres muy mandón

—Ya deberías estar acostumbrada

—Comienzo a acostumbrarme —murmuró bostezando— no te acostumbres a verme desnuda

Solo esbozó una sonrisa para dejar que lo venciera.

X-X

Notas de Autoras:

¿Y bien que les pareció esta nueva idea? ¿de qué va? Bueno creo que deberán leer para saber ¿Cómo es que la señorita Serena llego a los brazos de Seiya? ¿y por qué la mujercita cayo a sus pies a la primera oportunidad?

Esta historia estará siendo publicada de manera simultánea en FF y en Wattpad, solo en estas dos plataformas. Así que si llegan a verla en algún otro sitio favor de informarnos. Ya saben cualquier duda, queja o comentario estamos a un review o comentario de distancia. Espero nos leamos la siguiente semana.

P.d. Historia escrita por Marina Acero y Marie Kim Winchester Kou