La oscuridad

Capítulo 1.

La oscuridad aparece.

Subía las escaleras con amargura mientras el contenido de la bandeja se movía con algo de ferocidad, realmente estaba agobia de todo y saber que tenía que volver a llevarle el té a su amado le afectaba demasiado. No es que le disgustará la idea de pasar unos minutos con el antiguo ex-Okashira, al contrario se moría de ganas de hacerlo pero.., llevaba unos días preguntándose si todo su esfuerzo se vería recompensado alguna vez, si tal vez, él se daría cuenta de su presencia y le confesaría lo que más deseaba.

Levantó su mirada amargada para ver como se encontraba enfrente del enorme portal, curvó sus labios y avanzó pesadamente, tenía miedo de desprenderse de él y aunque sabía que lo quería con locura, también sabía que tal vez esa esperanza que tanto albergaba se vería truncada hacía un lado no deseado. Se detuvo para verlo en la misma posición que siempre.

Colocó la bandeja enfrente del ninja y vertiendo el contenido del té, se mordió los labios para esperar alguna reacción por su parte. Pero nuevamente parecía ausente de todo lo que le rodeaba.

-¿Aoshi-sama?..-preguntó ansiosa por ver alguna reacción del joven..-he traído su té..-lo movió más cerca de él.

Aoshi abrió un ojo para verla sin emoción alguna y abriendo el otro al cabo de unos segundos, bajo su vista hacía el lugar donde se encontraba su té, lo agarró suavemente y comenzó a beberlo delante de Misao. Los segundos se hacían eternos para la Okashira y sentía como la rabia bullía de su interior, nuevamente le había ignorado y eso ya le estaba afectando, estaba cansada de esperar ese algo por parte del ninja.

Sin poder evitar la rabia que seguía hirviendo en su interior, se levantó de golpe para apretar con fuerza sus puños y clavando su mirada enojada sobre la curiosa del ninja, aspiró con fuerza el aire que sentía que le estaba faltando y abriendo la boca.

-¡Me voy!..-vio como el ninja no se inmutaba ante ese repentino ataque suyo y mordiéndose los labios con más fuerza..-¡para siempre!..-y ahora vio la perplejidad reflejada en la mirada de ese hombre que tanto amaba..-¡así podré alejarme de los asuntos que me tiene retenida aquí y que no sirve de nada estar presente!.

-¿Huyes?..-pronunció toscamente.

Un tic apareció en la frente de la joven al escuchar esa palabra e inclinándose para estar más cerca de ese hombre, tragó saliva con nerviosismo al verse reflejada en esos ojos tan fríos que siempre mostraba a todo el mundo.

-¡No!..-curvó sus labios..-esa no es la palabra exacta..-se cruzó de brazos..-me alejo del responsable de mi sufrimiento.

-¿Quién te hace sufrir?..-preguntó más confuso.

Misao entrecerró su mirada al escuchar esa estúpida pregunta y palpándose la frente, ladeó su rostro hacía la puerta para ver la libertad que había en el exterior y la mantuvo fija en ese espacio libre, tenía que alejarse de él durante una temporada, y de esta manera podría analizar tranquilamente su estúpida espera. Se volvió a alejar de esos ojos tan tentadores y cerrando los suyos propios comenzó a caminar con paso decidido, sabía que su decisión afectaría a Okina, pero a la larga lo entendería aunque también estaba la posibilidad de que él le acompañará en este viaje.

Sonrió con humor ante esos últimos pensamientos.

Desvió su mirada hacía atrás para comprobar con sorpresa como los ojos oscuros de su ninja le miraban fijamente, por unos momentos deseo otra mirada pero tenía que afrontar esa. Podía leer en ellos la rabia que reflejaba ante su huida y estaba convencida que él haría todo lo posible para evitar su marcha pero lo tenía decidido, se iría bien lejos de él ya que era el culpable de su sufrimiento. Se detuvo en el marco del enorme portal y apoyando su mano agachó su rostro con pesadumbre.

-Tú..-murmuro nerviosamente.

Y nada más soltar esa palabra salió corriendo por las escaleras que la alejaban de su presencia. Durante su huida ninguna lágrima la había delatado y tenía que seguir siendo de esta manera, ya tendría tiempo después para culparse de su decisión y del abandono a su verdadero amor. En mitad del camino, su cuerpo se detuvo con brusquedad y desviando su rostro hacía la parte de atrás vio una mano grande agarrándola suavemente del brazo y levantando cuidadosamente su mirada hacía el dueño de ese miembro, vio los ojos acusadores de él.

Tragó saliva temerosa de su mirada, pero aún así no se daría por vencida y efectuaría su despreciable viaje.

-¡¿Qué?!..-le dijo con rabia la joven.

-¡¿Cómo y qué?!..-le respondió en el mismo tono..-¿A dónde demonios vas?, no voy a permitir que huyas de ese alguien que te atormenta y mucho menos que se salga con la suya.

-"Tonto"..-pensó con inocencia..-¡deja de ser mi protector Aoshi Shinomori!..-exclamó al quitarse bruscamente la mano ante su asombro. Vio como la mirada acusadora de su amado se había vuelto más extraña, pero bufó con desgana y cruzándose de brazos, curvó sus labios con más rabia, estaba cansada de descifrar el lenguaje secreto de todos sus movimientos..-¡soy mayor y no necesito a mi niñera al lado mía para todo, así que si decido irme de viaje lo haré, tanto si te gusta como si no!..-sentía como su corazón se rompía en varios trozos al ver el semblante del joven. Nunca había visto ese dolor, parecía que estaba sufriendo por su partida y aunque deseaba que fuera así, no quería seguir haciendo lo mismo, rendirse y permanecer a su lado sin ningún futuro..-¡adiós!.

Y se volvió a dar la vuelta para seguir huyendo de su presencia, pero nuevamente el ninja la agarro y atrayéndola más cerca de él.

-No soy tonto Misao..-pronunció bruscamente..-sé que hay algo más en esa decisión tuya de salir corriendo..-acercó más su rostro al de ella para ver como su rostro se sonrojaba..-aunque seas una vieja seguiré velando por tu seguridad, recuerda que eres mi protegida y nadie podrá impedir eso, ni siquiera tu cabezonería.

"¿Protegida?...¿su protegida?..¡¡MALDITA SEA!!" su rostro se contrajo al repetir esas palabras y volviendo a efectuar un movimiento más brusco, lo desequilibró ante ese ataque de sorpresa y poniéndose las manos en la cadera le miró con más furia.

-¡Estoy hasta las narices de que digas eso!..-le escupió con brutalidad al morderse los labios..-¡no soy una niña pequeña y quiero que me dejes tranquila!.

-¡NO!..-alzó la voz con rabia el ninja.

Y alzando su mano hacía su brazo para volver a agarrarla y así poder seguir escuchar sus motivos de huida, la Okashira adivino ese movimiento y lo apartó con brusquedad y entre ese intercambio de movimientos, ambos se desequilibraron y cayeron al suelo. Él agarró a Misao con fuerza para evitar que se golpeará la cabeza, pero con ese intento de protegerla él se llevó la peor parte.

Se golpeó con el filo de la escalera para quedar en la más completa oscuridad.

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Un leve quejido fue lo único que se escuchó a su alrededor, se levantó del pecho del ninja y masajeándose la cabeza gruñó con fuerza. Aunque él había intentado evitar que su cabeza golpeará el suelo, si se había golpeado aunque no con la misma intensidad que su "protector", ladeó su rostro hacía atrás y clavó su mirada en el rostro del joven, durante unos segundos lo estudió fijamente para esperar alguna respuesta de él, pero no había rastro de ningún movimiento y llevándose una mano a su boca abrió los ojos de golpe.

-¿Aoshi-sama?..-preguntó con miedo y alzando su mano acarició la mejilla de su amado..-¿me oye?..-la sensación de su piel era muy reconfortante y aunque siempre se mostraba frío ante los demás, su tacto era más caliente. En otras circunstancias hubiera disfrutado de esta sensación, pero ahora el terror era el único sentimiento visible que había en su rostro..-¡AOSHI!..-gritó al moverlo bruscamente..-¡¡responde!!.

Continuó moviéndolo con más fuerza que antes y con más energía el terror se iba adueñando de su cuerpo, no podía haber muerto por un golpe como este, tragó saliva y acercándose a su pecho apoyó su oido. Durante esos segundos evitó respirar, no quería malinterpretar sus propios movimientos con los del joven, cerró los ojos para concentrarse en ese acto y cuando estaba a punto de rendirse, una luz se hizo en la oscuridad.

-¡VIVE!..-gritó al alzar las manos al aire y sintió como el alivio había conseguido calmar sus pensamientos negativos..-¡tengo que llevarte al Aoiya Aoshi-sama!..-lo agarró por los brazos y arrastrándolo con fuerza sintió como sus músculos se tensaban por el ejercicio, definitivamente no tenía la fuerza física para hacerse cargo del cuerpo de Aoshi. Lo soltó suavemente y cogiendo aire, volvió a mirarlo fijamente y mordiéndose los labios..-aunque se me desgarre el cuerpo por llevarlo de esta manera, conseguiré mi propósito y es llevarlo al Aoiya.

En todo momento sentía como las personas le miraban incrédulos por su acción y aunque sentía vergüenza por verse reflejada de esta manera, también sentía rabia al saber que en ningún momento nadie se había ofrecido en ayudarla, se mordió las manos al comprobar como sus manos le ardían con furor y aunque sabía que se debía al esfuerzo realizado, no podía rendirse y dejarse derrotar por esto. Si en algún momento detenía su camino para verse las palmas de las manos o intentar descansar, estaba convencida de que no llegaría al Aoiya en mucho tiempo y su Aoshi-sama no tenía tiempo.

Levantó su mirada para ver como el rastro de sangre que había dejado al principio se había cortado y ya no había más señales en el camino, por un momento quería pensar que eso era positivo pero nuevamente la sensación amarga le atacaba, por culpa suya él estaba en estas condiciones y realmente sus remordimientos estaban más que afectados, no sabía como se iba a disculpar y en como le afectaría esta pequeña pelea a su escasa relación.

-¡Oh dios Aoshi!..-exclamó con pesadumbre..-¡que no tengas nada grave!.

Dos enormes brazos se engancharon en su cintura y sintiendo más presión en su cuerpo, ladeó su rostro agotado hacía el invasor de esa cercanía, pero para alivio suyo vio como era su querido abuelo. Sus piernas se doblaron y evitando que sus ojos se cerraran, sonrió con ternura para desplomarse entre los brazos del anciano.

-¡Misao!..-gritó atemorizado por la actitud de su niña..-¿qué te...?..-su rostro se volvió pálido al ver como su pequeña había arrastrado el cuerpo inconsciente del antiguo ex-Okashira de los Onis..-¿pero qué ha pasado?.

Meneó la cabeza con negación y cogiendo en brazos a la pequeña, comenzó a gritar con rabia y ante esos alaridos Shiro y Kuro se asomaron par aver la reacción extraña del anciano. Abrieron los ojos con sorpresa al verlo entrar al Aoiya con el cuerpo entumecido de la Okashira y desviando su mirada hacía el viejo.

-¡Aoshi sigue afuera, cógerlo!..-ordenó al momento de subir las escaleras apresuradamente.

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Sintió como alguien le agarraba con fuerza su mano y ladeando pausadamente su rostro hacía ese lado, intentó abrir los ojos con pesadez, pero su esfuerzo se veía reducido a la nada.

-Tranquila mi niña..-sonrió al reconocer la voz de su acompañante..-te pondrás bien.

La mano del anciano pasó suavemente por su frente y le acarició con cariño, sus ojos demostraban la ternura que siempre había sentido por su pequeña y sonriendo tiernamente, se tumbó a su lado y agarró suavemente su cintura.

-Abuelo..-el susodicho alzó su vista hacía el rostro de la Okashira..-¿qué ha pasado?.

-Nada pequeña..-le contestó al cerrar los ojos..-te desmayaste al traer el cuerpo del Aoshi..-volvió a levantar su rostro y con eso, sus ojos se abrieron con asombro..-ha sido increíble la fuerza que has tenido para arrastrar un cuerpo que es el doble que el tuyo.

Misao arrugó su nariz y soltando un gemido sus ojos se abrieron para mostrarse humedecidos ante la realidad. El techo se veía borroso bajo ese manto de agua que estaba acumulándose en su mirada, movió levemente su rostro hacía el lugar donde estaba su abuelo y mordiéndose los labios.

-Discutimos..-le contó ante la curiosidad del anciano..-él intentó evitar que mi cabeza golpeará la escalera, pero al final, fue la suya y..-volvió a mover su rostro para clavar su mirada al techo..-había sangre, tenía miedo y...-sus manos se colocaron en su rostro y rompió a llorar desconsoladamente..-es mi culpa abuelo.

Okina agarró el cuerpo de su pequeña y lo estrechó con fuerza, no podía soportar verla llorar y mucho menos sentirse culpable de un pequeño accidente, su mano acariciaba la espalda de su niña y le susurraba palabras tranquilizadoras en su oído. Verla en este estado le estaba partiendo el alma y eso, era un sentimiento que no podía soportar.

Misao se agarraba con fuerza a la cintura de su abuelo, quería descargar con las lágrimas la culpa que sentía sobre sí misma. Por su intención de huir su Aoshi-sama se había golpeado la cabeza al protegerla y ahora desconocía el estado de su amado. Levantó pausadamente su rostro hacía arriba y suplicando con su mirada, Okina curvó sus labios con amargura.

-El médico está con él..-le acarició los cabellos..-no creo que sea nada malo, después de todo ha tenido peores heridas en toda su vida así que..-se mordió los labios..-tal vez el golpe en la cabeza le deje algo mareado durante estos días, pero tranquila que respira.

Continuará.

En esta ocasión os traigo un nuevo fic aunque más serio. Os pudo garantizar que no habrá humor ya que en este momento, esta nueva historia no está enfocada a ese género. Aunque sé que tengo algunas historias abandonas como : Un día para recordar y Secuestro, se me está haciendo difícil continuarlas, así que en vez de borrarlas y hacerlas desaparecer de la faz de mi imaginación, las dejaré ahí y seguiré pendiente de una posible inspiración para ellas. Pero os garantizaré que veréis su final, tampoco quiero actualizarlas con desgana. Así que por favor tener paciencia y disfrutar de las historias que si puedo seguir actualizando por que tengo más inspiración en ellas.

Nos vemos y muchas gracias por pasaros a leer mi nueva incorporación.