Dedicado a mi preciosa Annita


o—o—o—o

Disclaimer: Dragón no me pertenece.

o—o—o—o


Una mentira que es verdad

.

.

.

El recuerdo de sus ojos brunos, penetrantes: fueron lo último que vio antes de despertar.

Sentía como su rostro se encontraba perlado de sudor. Su respiración no regularizaba aunque ella lo quisiera.

Esos ojos...
Aunque eran la mayoría de los tiempos amables, les había temido. En su sueño eran inquisidores y más profundos de lo normal.

En un hálito mencionó el nombre de aquel.

(...)

El agua que caía de la ducha resbalaba por su esbelto y níveo cuerpo. Ella se encontraba aún pensando en aquel extraño sueño. Y a pesar que quería encontrarle una explicación, no la hallaba.
Salió del baño y procedió a secarse y luego vestirse con algo para la ocasión. Hoy tenía que verlo.
A causa del sueño se encontraba nerviosa y esperó que aquello se le pasase cuando lo viera.

(...)

Llegó a tiempo a la hora del encuentro, pero él ya se encontraba sentado en una de las mesas. Levantó la mano para que le notara, aunque ella ya lo había hecho.
Procedió a sentarse a su frente y soltó un gran suspiro de cansancio cuando lo hizo.
El chico de cabellos brunos la miró curioso. Le preguntó si algo sucedía. Ella sintió confianza en las palabras de él, se dispuso a contarle, pero la mesera la interrumpió para pedir su orden.

Bura ya no dijo nada después.

El chico le contó un suceso gracioso que había ocurrido con su hermano y su hija. Bura lo escuchaba, pero en realidad no.

Goten lo notó.

—Hoy también de naranja —mencionó. Y Bura, por un instante, notó que la mirada de Goten había cambiado.
—Es mi color favorito —dijo ella. Y se sintió nerviosa al decirlo. « ¿Por qué? »
Goten le mostró una sonrisa típica de él y le dio una probada a su helado.
—Ayer mi padre hizo algo bastante divertido, ¿sabes? —le comenzó a contar como si estaría en verdad interesado en que Bura lo supiera.
En medio del relato, ella no lo soportó. « ¿Esta era una manera de torturarla? »
Lo interrumpió de forma brusca.

—De acuerdo. Solo tienes que decirlo. —escupió ella.
Goten alzó una ceja extrañado ante su reacción.

Bura sentía tanta impotencia, y las ganas de llorar lo confirmaban. Ella no lo aguantaba.

Goten alzó los extremos de sus labios.

—Una mentira siempre será una. Aunque te convenzas de lo contrario— dijo él.

Ella se estremeció.
—¿Desde cuándo lo sabías?— balbuceó.
—Desde siempre.

Y era una gran verdad. Bura no podía creerse una mentira que ella misma se había propuesto creer.
Aunque amara a Goten, nunca sería de la misma manera que amaba al progenitor de este.

Lágrimas se suicidaron de su rostro.

—Lo siento. Pero... ¿puedes tú...?
Goten regresó a una de sus posturas típicas. Como si hablaran de algo divertido, pero no.
—Una mentira se convierte en verdad si ambos nos proponemos a creerla, ¿de acuerdo?

Bura asintió y esbozó una sonrisa, imitando a la de él, como si nada hubiera pasado.

Después de todo, ¿qué era cierto en realidad?

...


Notas de autora:


Este fic lo escribí hace mucho para el cumpleaños de una preciosa amiga, la cual se la di en secreto. Ayer hablamos y le pedí permiso para publicarlo.

Para todos los que se pasen, gracias.