-No he venido aquí para jugar a los amigos.-afirmó Todoroki Shoto una vez, con una inquebrantable convicción de acero. Un chico frío, poco expresivo, de glacial mirada y palabras secas. Pese a haber entrado a la Academia U.A como uno de los recomendados, desde el comienzo del curso construyó una impenetrable aura a su alrededor, por lo que nunca nadie llegó a acercarse lo suficiente a él como para considerarlo un amigo. Eso lo convirtió en el chico solitario de la clase, papel con el que él se sentía cómodo y dentro de su zona de comfort.
Sin embargo, ese rol y ese carácter completamente cerrado se encuentran en el pasado, pues las cosas han cambiado bastante. Todoroki Shoto ya no es ese chico solitario que se limitaba a sus propios intereses: por decisión del destino, terminó entablando amistad con Midoriya Izuku, uno de los chicos más extravagantes de la clase A, gracias a su curioso kosei, que lo hizo conocido por los efectos secundarios que le ocasionaba durante los primeros meses: le atrofiaba la parte del cuerpo que había utilizado. Pero recientemente parece controlar su poder mucho mejor.
Si bien su relación surgió de manera muy espontánea y rápida, hay personas que aún se sorprenden al descubrir que son buenos amigos, dado que los dos son chicos tímidos (Midoriya de una forma pura e ingenua, y Todoroki de un modo más serio y reservado) y antes del festival deportivo apenas habían llegado a intercambiar palabra alguna. Sin embargo, verlos juntos ya es una de las cosas más normales dentro de la clase A. Lo que algunos no se esperaban, es que al poco tiempo de su amistad los dos chicos afirmaran que se consideran mutuamente mejores amigos, y llevaran realmente la relación de unos, yendo a la academia y a casa juntos, quedando los fines de semana para estudiar, charlar o ir al cine y comiendo juntos en la preparatoria (en compañía también de Iida y Uraraka). Los dos se han convertido en un apoyo bilateral para el otro, y actualmente, comparten sus problemas y cargan los secretos del otro en la espalda, con la boca sellada y el corazón listo para aconsejar.
Mientras que Midoriya le contó a Todoroki sobre el acoso que sufrió durante toda su vida debido a su rara afición de coleccionar libretas repletas de información sobre héroes, el heterocromático le reveló su situación familiar, sobre todos los problemas que tuvo y que tiene con sus padres y las conseqüencias que eso le comportó, tal como su carácter un tanto antisocial y su odio por usar el fuego, problema que zanjó tras combatir contra Midoriya en el festival (y es que ese fue el punto de partida de su relación). Aunque ya lo haya expresado con palabras alguna vez, Shoto se siente realmente aliviado y agradecido con Izuku por todo el apoyo que le ha brindado y por toda la alegría que empezó a pintar en su mundo, sin intención de querer nada a cambio, solo porque se sentía bien con él.
Actualmente, los dos piensan que su amistad es inalterable.
