¡Hola! Acá les dejo un nuevo fic de una pareja cannon que me encanta. No va a ser muy larga, va a tener tres capítulos, creo yo…espero que les guste.
Bueno, a ver. Para empezar, aclaro un par de cosas. Este fic se sitúa en séptimo año. Como Voldemort nunca pudo volver en 1994, nunca hubo un Ejército de Dumblodore, sin embargo El Innombrable se siguió manifestando de distintas maneras como lo hizo en 1991 o 1992. En esos momentos, como siempre, estuvo el Trío Dorado junto a Neville, Ginny y Luna para salvarlos a todos.
Capítulo 1: Ocultar los propios sentimientos trae sus consecuencias.
La amaba desde el primer momento que la vio en el tren, siempre lo había hecho. Pero claro, cuando la conoció tan sólo era un crío y apenas había cumplido doce años, entonces no sabía que lo que sentía era amor. Luego, el tiempo fue avanzando, y con el pasar de los meses y casi de los años, se comenzó a dar cuenta de que aquello en verdad se trataba de palabras mayores. Eran bastantes las cosas que le hacían darse cuenta de lo enamoradísimo que estaba de ella. Una de ellas, por ejemplo, era que aún después de tres años, seguía odiándose por el hecho de no haber sido él quien la llevó al baile de Navidad: siempre se arrepintió de no habérsele adelantado al cabeza de chorlito de Krum. Otra, era la cantidad de minutos que se podía quedar observándola mientras estudiaba y hacía los deberes, siempre le había fascinado mirarla. También estaba el simple hecho de que a pesar de que intentara e intentara, no lograba sacársela de la cabeza. La lista podría haber seguido tranquilamente, pero él no necesitaba mas razones que probaran sus sentimientos. Ron levantó su vista y la observó una vez más. Se detuvo en sus ojos, porque a él siempre le habían fascinado esos ojos marrones. Pero ellos parecían tener dueño, y eso era algo que era su culpa y solamente suya. Si no hubiese sido tan estúpido de ponerse de novio con Lavender Brown el año anterior, Hermione jamás habría comenzado a salir con aquel capullo de Hufflepuff. Si él ya odiaba a Zacharias Smith porque sí (y porque era un idiota, se decía), más lo hacía en aquel momento que había tomado posesión de su Hermione, porque ella siempre había sido suya, y el siempre había sido suyo, aunque claro, eso era algo que nunca se había animado a decirle. Cuando vio a Zacharias acercarse para darle un beso en la mejilla a Hermione, Ron apretó con fuerzas el puño que tenía apoyado sobre su pierna.
Era un día como cualquier otro, y el trío dorado se hallaba en el jardín, bajo la sombra de un gran roble, mirando el lago. Los días habían comenzado a refrescar, anunciando que en cualquier momento llegaría el invierno. Hermione mantenía su cabeza concentrada en el libro que estaba leyendo, y Ron la miraba a ella. Harry, por otra parte, se mantenía al margen, observando a sus amigos, mordiéndose la lengua para evitar reírse. Como de alguna manera él era la "tercera rueda", se daba cuenta de algo que Hermione no podía ver: Ron no amaba a Lavender Brown. El pelirrojo bajó la cabeza, clavando su vista en el suelo, y comenzó a arrancar hierba de él sin emitir sonido alguno. De repente, los dos muchachos notaron que alguien se había acercado a ellos, entonces levantaron la cabeza; Hermione en cambio, continuó sumida en su lectura. Frente al trío de oro, se hallaba Zacharias Smith. Harry levantó una de sus cejas y lo observó. El Hufflepuff hizo una mueca que Potter interpretó como una posible sonrisa irónica.
-¿Les molestaría dejarme a solas con Hermione? Quiero hablar con ella.-dijo con cierta arrogancia. No fue hasta que escuchó su nombre que la castaña decidió interrumpir su tarea y alzar la frente para saber de qué se trataba. Los otros dos la miraron y esperaron a que ella les hiciera una seña o les dijera algo. Cuando Hermione asintió con la cabeza, indicándoles que podían dejarla sola, se pararon para irse. Ron se retiró de allí a regañadientes, más porque Harry prácticamente lo obligó que por otra cosa.
-Zacharias-lo miró Hermione-¿se te ofrece algo?
-¿Tienes ganas de ir conmigo este viernes a Hogsmeade a tomar algo?-le preguntó sin ningún tono de inseguridad en la voz. Ella alzó las cejas.
-¿Y por qué quieres ir conmigo a tomar algo?-preguntó con desconfianza, intentando descifrar si había alguna trampilla en todo el asunto.
-Cuando una persona quiere salir con otra, no siempre tiene motivos.-dijo encogiéndose de hombros: eso a Hermione le bastó.
-Vale.-respondió.
-Entonces, nos vemos el viernes a las ocho y media.-dijo el otro.- Te espero en el Gran Comedor.-ella asintió.-Adiós.-agregó, guiñándole un ojo.
Cuando Smith se fue, Harry y Ron regresaron, sentándose a su lado.
-¿Qué quería?-preguntó Harry.
-Me ha dicho de salir con él este viernes.-contestó Hermione sin darle mucha importancia al asunto. Ron clavó su vista rápidamente en ella.
-Y me imagino que le has dicho que no ¿no es así?-preguntó, intentando no entrar en pánico.
-Te equivocas.-Hermione chasqueó la lengua.-He aceptado su invitación.
-¡¿Te has vuelto loca?!-la acusó Ron, casi gritando.-Smith es un imbécil, tú que eres inteligente ¿no lo ves?
-Ron -le dijo ella, cortante-yo no tengo porque darte ningún tipo de explicación. Primero que nada, no, no veo que sea un imbécil. Y segundo, acepté porque aparentemente tiene más agallas de las que tú tienes. Y para tu información, porque también me parece bonito.-Hermione cerró su libro con un golpe seco. Lo miró una vez más, sólo para fulminarlo con la mirada, y tras levantarse, se fue.
Ron sintió como las orejas comenzaron a hervirle. Tensó la mandíbula y luego lo miró a Harry.
-Tengo razón ¿no es así?
-Los dos tienen razón.-respondió su mejor amigo, acomodándose los anteojos.
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a que es tonto que Hermione salga con él cuando es verdad que es un capullo… pero a que ella tiene razón cuando dice que Smith tiene más agallas que tú. Y con eso no se refiere a que eres cobarde o algo así, tú lo sabes.
-Entonces, ¿a qué demonios se refiere?
-Piensa, Ron. En cuarto año le hiciste un escándalo por ir al baile con Krum cuando podrías haberla invitado antes…y desde el año pasado que estás de novio con una chica que no quieres.
-Pero yo a ella la quiero-se excusó él.
-Mientes.-sonrió el pelinegro. –Es decir, puede que la quieras, es tu compañera desde hace siete años…pero no la quieres de esa manera.- Ron bufó, enojado, y golpeó el suelo. Luego, lo volvió a mirar y le preguntó.
-¿En serio crees que le parezca lindo?-el pelirrojo alzó una ceja, y Harry no pudo evitar reír, sacudiendo la cabeza.
Harry lo miró al pelirrojo, indicándole con la vista que se calme, y entonces Ron aflojó los nudillos. Pero volvió a ponerse nervioso cuando Smith besó sus labios.
-¿Te importaría? Estamos en un lugar público.-escupió Weasley.
-Qué hipócrita eres, Ron.-se regocijó Zacharias mientras le rodeaba el cuello a Hermione con uno de sus brazos. -¿Qué tienen con este lugar?-preguntó.-Siempre que los veo están aquí, ni que fuera tan lindo.-agregó alzando su vista al roble que se alzaba sobre ellos.
-Entonces ¿por qué no propones un mejor lugar? O mejor aún-atacó Ron.- ¿Por qué no levantas tu culo y te vas de aquí? Después de todo, nadie te invitó.
-Wow, Ron, sabes maldecir.-se burló el Hufflepuff.
-¡Basta!-los calló Hermione.-Dejen de comportarse como niños por un segundo. Desde hace semanas que lo único que hacen es atacarse mutuamente.-la castaña se levantó, dejando a Smith solo con Harry y Ron. Eso era algo típico de ella, cada vez que se enojaba simplemente se iba.
-Siempre le gustaron las salidas melodramáticas.-dijo Zacharias.
-Y si tanto te molesta eso ¿por qué demonios estás con ella?-contestó Ron, prácticamente rugiendo.
-Oye, Hermione está de infarto ¿no la has visto?-lo miró Smith, provocándolo.-Claro que la has visto, siempre lo hiciste.-si Harry no lo hubiese detenido, el pelirrojo se habría avanzado sobre él.
-Zacharias, si no te vas de aquí, seré yo el que te golpeará, no él.-lo observó fijamente Harry.
-Bueno, que no tienen por qué enojarse de esa manera ¿eh? Después de todo, su amiga no la pasa nada mal conmigo.-y tras dirigirles a los dos una sonrisa de superioridad, se levantó y se fue a buscar a Hermione.
-Juro que si fuera batadeor, lo golpearía con una Bludger en el próximo partido.-Harry no pudo evitar sonreír.
-Pero no eres un batadeor. Limítate a no dejar que la Quaffle pase por los aros.
-¿Qué haré, Harry?-preguntó.
-Eso es algo que solamente tú puedes saber, depende totalmente de ti.-le respondió el morocho.-Anda, ¿qué tal si vamos a practicar algo de Quidditch?-Ron asintió con la cabeza.
oOoOoOo
Ron y sus escenas de celos la tenían más que harta. Si él no se animaba a confesarle sus sentimientos de una vez por todas, era su culpa, no la de ella. Sin embargo, eso le dolía, porque aunque no lo quisiese admitir, lo amaba profundamente. Por supuesto que se comenzó a dar cuenta de ello cuando se descubría a sí misma mirando con asco a Lavender Brown, pero se decía que solamente era porque una chica que no creía tan inteligente estaba saliendo con uno de sus dos mejores amigos. Sin embargo, sus sentimientos, al igual que los de él, habían nacido antes, mucho antes. Lo único que recordaba de primer año, eran sus constantes peleas con él. Y aún así, a pesar de todas las veces que habían discutido, Ron se animó a salvarla de troll. Es cierto que Harry también la salvó, pero él nunca se había peleado con ella. En los años que siguieron lograron comportarse como personas más civilizadas, salvo por alguna que otra pelea, por supuesto. Cuando en el baile de Navidad que se efectuó en cuarto año, Ron se enojó con ella, le gritó, y la acusó de "fraternizar con el enemigo" por haber ido con Krum como pareja, se dio cuenta de que al pelirrojo en verdad le faltaban agallas. "¿Por qué demonios es tan cobarde"? se preguntaba una y otra vez. Ginny no paraba de repetirle que su hermano era un imbécil, pero que estaba segura de que Ron eventualmente tomaría el coraje para confesarle su amor. Sin embargo, ya era tarde para eso, porque ella había comenzado a salir con Zacharias Smith.
-¿Con Zacharias Smith? ¿En serio?-le preguntó Ginny, alzando una ceja.
-Sí. ¿Por qué? ¿Tú también te enojarás conmigo?-preguntó Hermione.
-No, es tu decisión…pero no lo sé, no creo que sea para ti.
-¿Y por qué no lo es?-se defendió la castaña.
-Porque es un gilipollas, Herms. Es decir, míralo…tiene el ego por las nubes, y fíjate que ni Ernie y Justin lo quieren mucho.
-¿Entonces de quién es amigo?-preguntó ella, alzando una ceja.
-De Terry Boot, creo yo, pero no lo sé. Boot es muy raro, también.-Hermione arrugó la nariz.
-¿Te gusta?-inquirió la pelirroja.
-Ginny, he salido con él solo una vez.
La hermana de Ron la observó, intentando leer entre líneas. La mente de Hermione siempre le había parecido un enigma que no siempre podría descifrar.
-No estarás saliendo con él para fastidiar a Ron ¿o sí?
Hermione la observó rápidamente y bajó la cabeza.
-No sé, puede que sí…en verdad no lo sé.-chasqueó la lengua.-Bueno, Ginny, debo bajar. He quedado en verme con Zacharias en diez minutos.
Hermione se dio vuelta cuando sintió que alguien le tocó el hombro. Zacharias le sonrió y la besó. Ella le respondió sin muchas ganas, y entonces lo tomó de la mano y comenzaron a caminar. Smith no era muy romántico, y la mayor parte del tiempo lo único que quería hacer era besarla. Pero por lo menos nunca había hecho nada que ella no quisiera, y eso de alguna manera sumaba puntos. Claro que nada de ello importaba realmente, cuando la persona con la que Hermione en verdad quería estar, era Ron Weasley.
¿Y? ¿Qué les pareció? Tengan compasión que es mi primer Romione…y por favor, dejen sus reviews.
