Aquella criatura salida del espejo lo miraba con sus cuatro ojos bien abiertos, una siniestra sonrisa y su piel teñida de rojo. Ella era la princesa de las tinieblas, que estaba ella dispuesta a cerrar el pacto, cumplir el deseo de Wally para luego devorar aquella ingenua alma que ahora le pertenecía. Sin quererlo estaba atado a esa Diabolik Princess. Y ni la muerte los podría separar…

Diabolik Princess.

Contrato del Espejo #1

Octubre 25, 11:00. Universidad de Jump City.

Un joven de melena naranja se encontraba acostado al lado de un árbol, su rostro mostraba aparente tranquilidad, más su mente era todo un caos.

Hace dos días había roto con su novia… Oh bueno ella rompió con él luego de cinco años juntos, sin ninguna explicación.

Desde ese momento había dejado de asistir a algunas clases, que por su desgracia las compartía con ella, lo que en algún momento había sido maravilloso y divertido, ahora se giraba en su contra, mostrándole el otro lado de la moneda. Un lado que empezaba a despreciar.

No quería encontrarse con esos ojos rosas llenos de lastima… Detestaba que lo miraran así, y más si esa mirada venía de ella.

-¿Cuándo dejarás de lamentarte? Es solo una chica hay montones por ahí_ Wally abrió uno de sus ojos encontrándose con un chico de cabello castaño desaliñado, en sus labios reposaba un cigarrillo- Si quieres puedo presentarte a alguna de mis amigas_ Sonrió con un nuevo brillo maligno en sus verdes ojos.

-No quiero que me presentes a ninguna de tus amigas, conociéndote serán peor que las de Roy_ Rasco su cabello mirándolo- ¿Tan rápido termino la clase?

Su acompañante elevo los hombros restándole importancia, dándole a entender que se había escapado, en un descuido del profesor. A estas alturas no le sorprendía de Jason, incluso estaba acostumbrado a verlo vagar por el colegio en horas de clase.

-Supongo que no, si fuera el caso ahora Kory se encontraría dándote un alimento de su país, para animarte, y Dick estaría atosigándote para que le cuentes bien que sucedió, pero como ves aquí no están, así que relájate aun están en clase_ Jason le ofreció un cigarrillo con una sonrisa, cosa que Wally se negó a aceptar.

Ambos se quedaron un rato en silencio, ninguno tenía intensión de romperlo, a pesar de conocerse bien, no podían decir que eran amigos, poseían las mismas amistades que los unían, no obstante nunca habían intentado entablar una conversación con el otro. Puesto que siempre los acompañaba Dick, siendo este el que comenzará con la charla.

Los ojos de ambos se enfocaron en una rubia, a pesar de que hace tan solo unos días se mostraba demacrada, ahora tenía una radiante sonrisa de oreja a oreja, sus manos iban entrelazadas con las de su actual novio; Garfield. Al parecer estos se habían escapado de clases para estar juntos.

Era sorprendente como después de que su amigo les dijera que solo la veía como una hermana o una buena amiga, ahora se retractará, andando abiertamente con ella desbordando miel por donde quiera que pasaran.

-No puedo creer que Garfield, que se burlaba de mi relación con Nicole diciendo que éramos muy dulces, ahora esté tan pegado a Tara_ Rodo los ojos mirando a otro lado.

-Eso mi amigo, es el poder de un deseo_ Jason soltó el humo recostándose en el árbol con una pequeña sonrisa.

-¿De qué deseo hablas?_ Lo miro intrigado, no sabía a qué se refería su acompañante.

-Oh vamos West, todos o al menos la gran parte de esté lugar saben cómo fue que esa rubia logró que Logan estuviera babeando por ella_ Miro a su interlocutor, notando el gesto confuso en su cara, aclaro su garganta y se acerco lentamente a él dejando escapar un apenas audible susurro- Hizo el pacto con un demonio, y esté le hizo su deseo realidad.

Una seca carcajada sin ninguna pisca de gracia escapo de los labios de Wally, estaba claro que esta era una broma más de Jason, ¿un pacto con un demonio que cumplía deseos? Sonaba más a un libro de ficción barato donde todos eran felices y terminaban al lado de su "príncipe" azul con problemas de memoria o rescatando a una chica de las garras del "mal", nada más alejado de la realidad.

-El mismo Malchior me lo confirmo_ Jason vio como su acompañante se ponía rígido y borraba su sonrisa, sacar a aquel hombre en una conversación con Wallace era ponerlo alerta, desde que se habían conocido, West trataba de siempre mantenerse alejado de aquel individuo por razones que todos desconocían, era un tema tabú para esté- Incluso me dio esto_ Saco un papel con algunas instrucciones- Dijo que Markov llego hasta él llorando para que la ayudará, y él le tendió la mano entregándole uno igual, claro dándole un precio a su valiosa información_ Miro de reojo a la pareja aparentemente feliz- Al parecer le ayudo mucho y ella ahora se encuentra feliz.

-¿Tu cómo?_ Su pregunta no termino de formularse puesto que Jason respondió.

-No me acosté con él si eso crees_ Sonrió zorrunamente- Aun no estoy dispuesto a estar con hombres, aunque estos me rueguen, a demás Malchior no es, ni será mi tipo, solo te diré que el imbécil me debe unos favores_ Dejo caer el papel en el regazo de Wally- No tengo nada que pedir, además tu lo necesitas más que yo, tómalo como un regalo, así Dick dejará de molestarme en casa sobre tu estado de ánimo, y me dejará estar con mis… amigas tranquilo_ Jason sonrió comenzando a caminar- Recuerda cualquier cosa que quieras se hará realidad.

Wallace examino el pedazo de papel, que decía de una manera muy bien explicada los pasos a seguir en la invocación, aun estaba algo tensó, nada bueno podía de venir de Malchior, aunque esté papel no estaba destinado a llegar a sus manos, no podía evitar sospechar.

Miro de reojo el lugar donde había visto a Garfield con su novia, todo había sido precipitado, y había notado cambios en la actitud de su amigo, ¿pero un deseo? ¿No era eso demasiado? Vamos si querías estar con alguien de vería ser por amor o cariño, y no porqué un supuesto demonio te cumplió tu deseo.

Esto era una tontería. Aunque la idea era muy tentadora para rechazarla así de rápido.

OoOoOoOoO

Octubre 28, 00:00. Castillo De Trigón, Abismo.

Raven caminaba por aquellos aparentemente solitarios pasillos, sus cuatro ojos brillando por malicia, todos los demonios incluyéndola se preparaban para esta noche tan especial para todos ellos, donde su poder estaría al máximo y podrían disfrutar de torturar humanos hasta que se hartaran.

Slade la miro acercarse al pasillo donde él se encontraba oculto, una pequeña sonrisa se instalo en su rostro tras aquella máscara. Era difícil encontrar a su "princesa" tan sola estos días. Aquellos asquerosos siervos no la dejaban sola desde hace unos días, cosa que comenzaba a fastidiarlo. Más ahora estaba sola, a su merced, está era la oportunidad que estaba esperando.

Con brusquedad sin importarle dañarla, la tomó de las muñecas, acorralándola de un golpe contra una de aquellas negras paredes del "castillo".

-¿Divertida?_ Hablo muy cerca de la cara de ella, divertido al ver como la expresión cambiaba sus ojos rojos parecían emitir chispas- Oh no pongas esa cara princesa_ Acarició el rostro de ella con su mano aun enguantada.

-Lárgate de aquí Slade, ¿no tienes un alma que devorar?_ Miro con asco la mano de él, una idea se formo velozmente en su cabeza, lo haría entender quien mandaba allí. Su sonrisa se ensanchó por su rostro de forma siniestra.

Slade mordió su lengua intentando reprimir un grito de dolor que amenazaba salir de sus labios, su cuerpo había comenzado a quemarse y retorcerse, más no le daría el gusto de verlo arrodillado frente a ella, utilizo toda su fuerza intentando mantener la calma. Y como si fuera agua vendita aparto su mano de las mejillas de Raven. Se recostó en la pared tratando de no caer al piso.

-Maldita_ Gruño sacándose el guante, para ver el estado de su mano, está mocosa siempre le había traído muchos problemas.

-Entiende cuál es tu lugar, tu poder nunca se comparará al mío, intenta tocarme con tus asquerosas manos de nuevo y será lo último que hagas_ Los ojos rubíes brillaron con intensidad, haciéndolo caer de rodillas, enseñándole el lugar donde debería estar.

Con porte digno de una reina comenzó a caminar, su padre la esperaba, seguramente con sus tres inútiles hermanos, aun no entendía porque los dejaba rondarse por el castillo, y causar estúpidos problemas, ella era la sucesora del trono, si lo deseaba podía hacer arrodillar a su propio abuelo. Era una de los pocos demonios que no le temían ni a Trigón ni a su antecesor. Y estaba orgullosa de eso.

-Lamentarás esto Raven_ Gruño al verla alejarse, oculto su mano en el guante. Comenzando a abrir un portal, necesitaba algo de diversión para olvidar la humillación de antes.

Slade sonrió con malicia al ver a su contratista durmiendo con expresión aparentemente inocente, boca abajo. Lamio sus labios apartando las piernas de ella, subiendo un poco aquella bata que llevaba.

Una marca roja estaba dibujada en el muslo de ella, la prueba de su contrato, su rostro se hundió en aquel sitio, encajando sus colmillos en el mismo lugar de la primera vez.

Un gemido de dolor le dio entender que ya su presa se encontraba despierta, incluso podía escuchar su respiración entre cortada, mientras que le pedía que la dejará, más ambos sabían que la estancia de Slade sería hasta que el amanecer llegará.

La consumiría como quería hacerlo con su princesa, usaría a su presa hundiéndola en la miseria, disfrutando de romperla en varios trozos, adoraba ver como la cara de ella se llenaba de lágrimas y como sus facciones adquirían oscuridad, era solo su juguete, ambos lo sabían, solo un objeto de placer y desquite.

OoOoOoOoO

Octubre 31, 23:30. Casa Allen-West, Jump City.

Sus tíos habían salido a una fiesta, mientras él había decidido quedarse, aún se encontraba sopesando la idea de hacer aquel ritual.

-Esto es una tontería_ Miro el paquete que tenía frente a él- Estoy seguro de que nada pasará, es solo un cuento para asustar a niños ingenuos_ Bufo mirando a otro lado.

Habían pasado algunos días desde que Jason le había dado el papel, en esté estipulaba que el ritual podía realizarse cualquier día, pero debía ser de noche justo cuando las campanas de reloj sonaran en la media noche, debía encontrarse solo, o seguro de que nadie interrumpiera.

Los materiales eran relativamente fáciles de conseguir, por lo que se le hizo sencillo reunir todo lo que necesitaba, a pesar de que aun se debatía sobre intentarlo o no.

No sabía que iba a pedir, aunque parte de él pedía a gritos regresar con Nicole, otra parte (la más sensata) lo regañaba por tal debilidad y por ponerse en peligro de esa manera, solo por una chica. Aunque Tara parecía estar bien, incluso parecía feliz, tal vez algo de la historia era cierto.

No pasaron más de diez minutos cuando sus celestes ojos se encontraban observando de nuevo el paquete frente a él, un deseo valla tontería, lo mejor era tirar esas cosas a la basura e ignorar a Jason cuando tratará de preguntarle qué había pasado…

Cualquier cosa que quieras se hará realidad, bufo intentando olvidar aquellas tentadoras palabras.

-No puedo creer que haré esto_ Tomo la bolsa con desinterés.

Camino hasta su habitación cerrando la puerta. Ya no veía necesario tener en mano la hoja que le había entregado Jason, tanto había pasado estudiándola buscando alguna cosa que le diera a entender si era real o no, que ya se la sabía de memoria.

Cerró los ojos dejando caer las cosas en el piso, lo primero que hizo fue acomodar el espejo; que anteriormente se encontraba colgado en su pared, lo recostó de su buro con cuidado, corrió abajo hasta el comedor tomando la silla, ya con está en brazos se dirigió de vuelta arriba.

Saco el talco y apretó el frasco boca abajo creando un círculo donde iría la silla, justo frente del espejo como había leído, dibujo una estrella de cinco puntas, en cuatro de las puntas coloco velas de color violeta, mientras que en la punta, que estaba señalando el espejo coloco una roja.

Con un ligero suspiro procedió a entrar en el círculo, sentándose en la silla justo en el medio, sus ojos se cerraron al escuchar la primera campanada. Su garganta comenzó a sentirse seca, justo en el momento de empezar a contar, mientras un nauseabundo aroma impregnaba su habitación, apretó los puños y sus parpados con fuerza, tenía que seguir contando y aguantar aquel olor sin abrir los ojos.

Una ligera y cantarina risa lo hizo estremecerse, ya no estaba solo, incluso podía sentir un frío aliento en su cuello, y como unas finas y pequeñas manos rodeaban su cuello como si quisiera estrangularlo. Cuando llego a quince las tersas manos abandonaron su cuello y el olor se disperso.

Wallace abrió con lentitud los ojos, reprimiendo un jadeo, al caer de aquella silla, las velas comenzaron a agitarse, contoneando el dibujo en el piso con fuego negro, rodeando e imposibilitándole el escape, el espejo grande que estaba frente a él, mostraba a una dulce niña de cabellos violetas, que lo miraba con una aparente sonrisa, su mano se alzo, hacia su dirección más aun se encontraba dentro de aquel espejo.

El ardor de su cuello lo hizo llevar las manos a ese lugar, estaba segura que esa "inocente" niña era la culpable de aquellas marcas, que durarían algunos días. Ella sonrió con un brillo rojizo tiñendo sus amatistas ojos, esperaba algo de él, eso era seguro.

-Y… Yo Wallace Rudolf West_ Titubeo sin recordar que era lo que tenía que decir, el rostro de la niña comenzó a deformarse creando una mueca de disgusto, poniéndolo más nervioso de lo que estaba- Yo… ¡Quiero hacer un trato contigo!_ Expulso en un arranque de pánico, ella no parecía alguien muy paciente, y a estas alturas estaba seguro que si no hablaba saldría a terminar con lo que estaba haciendo cuando los ojos de él estaban cerrados.

Trago grueso mirando a la niña, sonreírle mientras su cuerpo y sus expresiones se iban transformando, su piel se tiño de rojo, al igual que sus ojos; los cuales comenzaban a volverse más finos y subían hasta su frente, la boca de Wallace se abrió, al ver como estos se dividían dejando un total de cuatro ojos en la cara de aquella criatura, la sonrisa se dibujaba hasta los costados de su cara dándole un aire (si era posible) más tétrico.

Como si fuera una simple puerta abierta, las ahora rojizas manos de aquel ser salieron del espejo, las uñas se aferraron con fuerza en el marco de esté, Wallace trago con fuerza algo nervioso, viendo como aquella criatura terminaba de salir posicionándose frente a él.

Su cuerpo no podía moverse, sus ojos estaban fijos en los de la criatura, era como si lo estuviera hipnotizará para que se quedara quieto y no huyera. Sus ojos ni siquiera parpadeaban.

Tan sumido estaba en ver esos rojizos ojos, que no se había fijado que aquel ser estaba a escasos centímetros de distancia.

Volvió a la realidad cuando sintió como los colmillos de ella se clavaban en su hombro derecho muy cerca de su cuello, haciéndolo gemir de dolor.

Aquella criatura comenzó a succionar la sangre, llenando su boca de aquel dulce néctar, pudo haber mordido y tomado la sangre de cualquier otro lugar, pero al ver aquella parte expuesta no se pudo resistir, aunque su contratista no había establecido bien el convenio, incluso la había tratado como igual (dándole sin saber, autorización para matarlo en el acto) prefirió cerrar el trato, aunque esté estuviera en blanco.

Wallace se estremeció, y dejo escapar un ronco gemido al sentir como aquella cálida y húmeda lengua, se paseaba por el lugar que había perforado, su cuerpo se encontraba debajo de aquella criatura, que lo mantenía acostado al piso, mientras le sonreía con malicia.

Tal vez todo esto era un sueño… O bueno una pesadilla, cuando despertará la mañana siguiente lo haría sabiendo que nada de esto fue real, que todo era como antes de que Jason le diera aquella absurda idea, esto simplemente solo era una pesadilla más, que no tenía relevancia en su futuro.

Pensando en eso, y producto de su agotamiento Wally cerró los ojos rindiéndose en los brazos de Morfeo. Mientras cuatro y brillantes ojos miraban con una lasciva sonrisa a su nueva presa, sin duda su sangre era más exquisita que las demás que había probado.

Continuara…

Feliz Halloween es mi primera historia en un día "especial" por así decirlo.

Sinceramente, siento que cuando tengo muchas cosas que hacer es que me ataca la inspiración, ahora les vengo con esté Wally/Raven, Me llego a la mente en Septiembre, más decidí esperar hasta el 31 de Octubre para subirlo, haciendo una pequeña excepción a la regla de no subir más de tres historias.

Está Raven será más cruel, y sínica, ya que no es criada por el pueblo de Azarath, sino entre demonios, tomando de referencia la personalidad de la Raven roja. Hay mucha diferencia de ser criada por monjes recatados, a ser criada por el mismo Rey Demonio Trigón, a los demonios no les importa ser exhibicionistas, y adoran los placeres carnales es algo natural, por lo cual se me hacía complicado con la Raven que todos conocemos, por lo que la personalidad roja de la hija de Trigón quedaba de maravillas en esté fic. Aunque no por eso se quedará hasta el final con está personalidad a medida que suba los capítulos su personalidad se irá fusionando a la de Raven.

Pensé en miles de maneras de que se cerrara el contrato de vinculación y nada mejor que fuera con la sangre de Wally. La mordida puede ser en cualquier lado pero pensé que sería más sensual en el hombro cerca del cuello.

La razón de por qué es M es simple, primero; porque habrá sangre, vocabulario vulgar y obsceno (que por lo usual no suelo usar en mis fics, pero creo que en el abismo no usaran lenguaje muy casto que digamos) segundo; cuando estaba adelantando uno que otro Lemon en "su mundo" me percate de que estaba dejándome llevar mucho y comenzaba a ser muy explícita, dando como resultado un capítulo al cual debía editar y hacerlo más suave, así que es mejor prevenir que lamentar. Aun no sé si haré Lemon pero prefiero prevenir y ponerlo M de una vez.

Nos leemos luego. Cuídense.

Sovereignty-Perfection-Doll.