Advertencia: Robie regla 63.
Ø
Cuando eran niñas, Cat y Reveka se casaron; Reveka lo recuerda. Reveka despierta cada mañana recordando el primer beso que se dieron; tan corto, pero agradable. Recuerda el envolvente y dulce aroma que desprende Cat cada vez que la abraza; sobretodo, porque casi siempre despierta en la cama junto a Cat ; ya sea en su hogar o en el de su pareja. Pero existe un recuerdo que Reveka siempre tiene presente, un recuerdo que no le da tregua:
Cat y Reveka caminaban por un prado, tomadas de las manos. Cat le contaba que a su madre le paresia un poco triste que no tendría nietos; Cat se mostraba un poco preocupada. Reveka le dijo entonces que ella conseguiría que tuvieran un hijo. El brillo en en la mirada de Cat fue lo ultimo que vio antes de que la niña la derribara y la llenara de besos.
Años después, Reveka había encontrado la forma de cumplirle a Cat. Tuvo que soportar que Jade la sentenciara de tonta, que la regañara, y de vez en cuando, tener que darle el "cariño" que no estaba recibiendo de Tori por estar enseñándole las artes druidicas más oscuras a ella; pero jamas se rindió.
Soportó cortar su brazo y remplazarlo por un brazo de madera simbiótica, soportó perder sangre para darle vida a su brazo hasta que comenzara la primavera; entonces podría darle un hijo a Cat, todo valdría la pena.
Al fin era el día. Reveka dio de beber la sangre da Cat a su brazo. La fuerza de la primavera le invadió, desatando los últimos dolores de adaptación. Su brazo se expandió, alargo, floreció y mutó con agresión. Reveka cayó.
-¿Reveka? ¿Estas bien?- Preguntó Cat cuando le encontró.
- Estoy bien, ahora lo estoy. Mira, quiero presentarte a Roxy; tiene nuestra sangre, ella es...-Cat puso un dedo en la boca de Revaka para silenciarla, después la besó por largo tiempo, al terminar, acarició tiernamente a la pequeña dríada que nacía del brazo de Reveka.
-Es nuestra hija- completó con un sonrisa.
