Sumary: Camino y no veo nada diferente, entonces, ¿Por qué lo siento tan extraño? Como un perro que le ladra a su dueño… inverosímil, pero probable. Desconocer lo conocido.
Disclaimer: Gracias ¡oh, Rowling! por haber creado un mundo tan bello, y gracias Warner por haberla hecho una gran franquicia. Pero sobre todo, gracias por no demandarme ya que no recibo nada a cambio más que diversión. Loados sean *w*
Notas: Escrito que intenta reflejar un poco de lo que pudo haber sentido/pensado Remus después de quedarse sin su Sirius, al estar en la casa de los gritos.
El mismo espacio sin ti
Los mismos 3 muebles dentro de las mismas cuatro paredes.
El sillón viejo, la mesa despintada y el colchón de la esquina.
Las mismas muescas de pintura, el mismo piso de madera.
Las mismas sucias ventanas, por donde entra el mismo sol opaco.
Las mismas telarañas en la esquina.
Es igual, me dije, nada ha cambiado. Puedo vivir aquí como lo hacía antaño.
Retomé la lectura del mismo libro de poesía, ese de las hojas arrugadas,
Mi vista pasó por las mismas páginas amarillas, el orden de las letras seguía igual.
Pasé la tarde y la noche en la misma posición sobre el colchón, la monotonía del ambiente solo rompiéndose por el ruido de las hojas al dar vuelta.
Ya era la mañana del siguiente día cuando al fin me di cuenta:
Algo había cambiado.
El vapor de la negación disipándose en mi mente, los recuerdos llenando poco a poco los espacios.
Al sillón le faltaba tu figura recostada sobre él,
A la mesa le faltaba tu taza de café,
El colchón ya no era tan cómodo sin usarte de almohada.
Las pisadas en la madera resonaban fantasmales,
y el sol, por más brillante que estuviera el día, no entraba a alumbrar la casa.
Las telarañas se acumulaban, no solo en las esquinas, sino también en mi alma.
Las palabras del libro carecían de sentido si no había a quién hablarlas.
Algo definitivamente había cambiado.
La verdad entró a raudales por las goteras, por cada agujero en la madera,
Clavándose insistente e inmisericordemente en mi piel,
abriendo cicatrices y creando heridas nuevas.
El lugar ya no se sentía como "hogar".
Incluso yo ya no me sentía como "Moony".
Faltaba algo, un latido rítmico a mi lado,
Unos ojos azules y una carcajada,
una voluntad, una esperanza.
Olía tu esencia, pero no estabas.
Veía tu sombra, pero no tu luz.
Este ya no era mi refugio,
Este ya no era nuestro lugar feliz.
Este ya no era el chico que se sentía amado,
Ya no era más alguien por el cual vivir.
Esta solo era otra casa, y yo solo era otro Remus.
Ambos vacíos,
Ambos solos.
Con el horizonte en llamas el segundo día llegaba a su fin,
Con mi cara en lágrimas fue que yo también me despedí,
De ti, de lo que pudo ser, de los hubiera, de la fantasía.
Abracé la hiriente realidad y ahogué un grito.
Fue un lindo sueño mientras duró.
Que lastima que tuvimos que despertar.
