Abrí los ojos con notable pesadez, el infierno mudándose a mi cabeza en el momento en el que me volví totalmente consciente. Me incorporé e inmediatamente me llevé la mano a la cabeza, una increíble jaqueca me palpitaba en el cerebro. Mire a mi alrededor, un cuarto desordenado me devolvió la mirada, mareado busque por mis gafas y me las coloque, dándome cuenta de mi desnudez.

"¡¿Que rayos?!" Pensé algo molesto mientras veía mi pecho desnudo, quite la sabana y me alivie al encontrar mis pantalones y ropa interior parcialmente puestos, pero aun en mi cuerpo. Suspiré con cansancio y me levanté, el dolor de cabeza obligándome a moverme con lentitud. Mi camisa estaba en el suelo, junto con varias cosas que levantaría después. No recordaba mayor cosa de la noche anterior más que memorias borrosas y el recuerdo de sentarme a beber con Morinaga después de venir de la Universidad.

"Espera... ¡¿Morinaga?! ¡Eso es! ¡Seguramente ese bastardo me hizo algo anoche!" Pensé, la rabia subiéndome a la cabeza, pero reflexione más acerca de esa sospecha "Si me hubiera hecho algo yo estaría en su cuarto, no el mío. Además de que no tendría nada puesto" Razone, aun no quitando a Morinaga de la ecuación. Extrañamente no sentía dolor en mi cadera o espalda, más que eso, dejando la resaca de lado, me sentía sospechosamente refrescado y relajado. Camine malhumorado en dirección al baño, y me mire al espejo. Me extraño el no ver las típicas ojeras y al revisar mi cuello no encontré ninguna marca lujuriosa de mi tonto asistente, pero esas no eran pruebas suficientes como para suponer que nada había pasado anoche. Me bañe con fatiga y lave mi cabello, me puse ropa informal y salí del baño decidido a averiguar qué había pasado la noche anterior.

Abrí la puerta de la sala, sólo para encontrarme a mi asistente limpiando la sala, llena de latas de cerveza y empaques de comida. Me extrañe un poco, normalmente después de una noche de beber, el limpia el lugar inmediatamente después, no al día siguiente... ¿Qué cosa le habría evitado hacer lo que siempre acostumbraba?

Se dio cuenta de mi presencia y enseguida pareció ponerse muy nervioso, sonrojándose sin razón y evitando mi mirada, fijándose en cualquier cosa menos mi persona.

—B-buenos días, Senpai— Saludo sonriendo sin mirarme mientras buscaba algo en las alacenas.

—Buenos días…—Le respondí, mirándolo con sospecha, arqueando una ceja. Estudie su comportamiento, lo conocía demasiado bien, tanto como para saber que me estaba ocultando algo, o que esta temeroso de alguna cosa. La cabeza me palpito otra vez, solté un quejido y me toqué la frente con molestia. Me apoye en la encimera con la otra mano, la cabeza dándome vueltas.

— ¿Estas bien, Senpai? ¿Qué pasa? — Me miro por el rabillo del ojo y pregunto algo preocupado, volteando su cuerpo hacia mí.

—Tengo un dolor de cabeza horrible, además de que…

— ¿Q-que? —Vi como su cuerpo se tensiono y su sonrojo aumentó, pareciendo temer algo.

—Que no recuerdo nada de lo que paso ayer…— Termine, mirando como suspiró con algo de alivio y vergüenza. Ahora sí, es indudable, él sabe algo que yo no, y que definitivamente no quiere que sepa. Ignore mi resaca, determinado a sacarle los acontecimientos de anoche, aunque tuviera que recurrir a la fuerza bruta.

—Si te sientes mal, tenemos medicina para resaca en- — Pronuncio mientras me daba la espalda, pero le interrumpí.

—Morinaga— Le llame firmemente, mirándolo con seriedad y clavando mi mirada en su espalda para llamar su atención.

—… ¿S-si? —Respondió, aun sin voltearse a verme, temor, anticipación y una leve vergüenza sonando en su voz.

No hable, dirigiéndole una mirada feroz, dejando que mi silencio lo intimidara.

— ¿Q-que pasa, Senpai? — Insistió, aun ni siquiera dignándose a mirarme. Me acerqué a él, y me crucé de brazos, amenazante.

—Te estoy hablando, mírame.

—Emm…Y-yo… Estoy bien así, gracias.

— ¡¿Hah?! No te estaba preguntando, cuando te estoy hablando tienes que mirarme, ¡Maldito idiota! — Refute indignado por su respuesta. Morinaga tenía el mal hábito de no mirarme a los ojos cuando mentía, así que me era necesario verlo a los ojos para interrogarlo, pero ahora, ¡Se estaba negando totalmente a hacerlo!

—Estoy esperando, Morinaga— Le solté, enojado.

Dio un suspiro profundo y se volteó hacia mí, pero mantuvo sus ojos pegados al suelo, nerviosismo haciendo que se le resbalaran varias gotas de sudor por la frente.

—Ahora déjame preguntarte algo…— Empecé, poniéndome los brazos en jarra, hablando fuerte y con superioridad— Quiero que me digas con toda honestidad, que fue exactamente lo que paso anoche.

Se dedicó a mirar al suelo con más insistencia, su sonrojo incrementando sin razón mientras rascaba su nuca y me dirigía risas nerviosas. Se ajustó un poco el cuello de su camisa, balbuceando una respuesta y poniéndome totalmente impaciente, fue ahí cuando note que llevaba puesta una camisa manga larga con un cuello que casi le cubría hasta su barbilla… ¿En pleno verano?

Pose mis ojos en su camiseta y luego lo mire de manera interrogante. Este captando el mensaje.

— ¿Esta camisa? Ah, pues…n-nunca la había usado antes y quería usar algo nuevo hoy, además está haciendo mucho fri-

—Morinaga, estamos en verano.

—… ¿A-ah sí? Pues…Y-yo he estado sintiendo frio últimamente, ¿No lo crees? —Mintió y volvió a dedicarse a no mirarme. Acabando poco a poco con mi amabilidad.

—Morinaga, estas a solo una palabra más de terminar con mi paciencia…— Advertí con rabia, masajeándome el arco de la nariz por debajo de mis gafas tratando de mantener mi cordura— Dime que rayos paso anoche ¡O te juro que averiguare si un hombre puede sobrevivir a una caída de 3 pisos ahora mismo!

— ¡Ahh! Emm, pues anoche Senpai…tu, bueno, emm— Se sobresaltó a mi amenaza y empezó a balbucear más rápidamente, se calmó y con un suspiro empezó a narrar lo sucedido — Bueno, después de que bebiste 20 cervezas, intente llevarte a tu cuarto ya que empezaste a tirar las cosas por doquier y a decir incoherencias, cuando al fin conseguí llevarte tu empezaste a…empezaste a…—Conto, su cara enrojeciendo y la vergüenza liderando su comportamiento cuando estaba a punto de terminar su frase—¡Wahh! ¡N-no es importante lo que empezaste a hacer, Senpai!

— ¡¿Que?! ¿A qué te refieres que no es importante? — Exclame confundido y enojado al mismo tiempo, Morinaga solo siguió sonrojándose como niñita, cubriéndose la cara con las dos manos y dando quejidos infantiles claramente avergonzados. Le dije adiós a mi paciencia.

Lo sujeté del cuello de su camisa y lo atraje hacia mí con brusquedad, no quito sus manos de su cara, pero abrió sus dedos parcialmente observándome mientras le asesinaba con la mirada.

—Morinaga, cuando te hago una pregunta, tú la respondes…— Lo sacudí levemente, tratando de intimidarlo— ¡¿Entendiste?!

Lo acerqué más a mí cuando le solté esa última palabra, el sonrojándose furiosamente y soltando mi agarre, alejándose algunos pasos de mí.

—¡N-no te pongas tan cerca, Senpai! — Dijo algo exaltado, para después desviar la mirada y hacer un intento de mirarme a los ojos—Digo que no es importante porque yo… ¡Ni siquiera me acuerdo de lo que hiciste! Ha, ha, ha…

Se rio nervioso, no confiaba en sus palabras, era muy obvio que escondía algo. Arqueé la ceja, dándole una expresión sarcástica, decidí darle una última oportunidad antes de golpearlo.

—Mírame a los ojos y dime que no te acuerdas de lo que paso ayer— Me acerque y le rete, el tomo aire y me dirigió la mirada con gesto obligado, mire en sus ojos, nerviosismo y una inexplicable vergüenza dirigida a mí se desbordaban en sus ojos. Seguí observándole y esperando su afirmación.

—No recuerdo…n-nada de lo que…em de lo que…—Siguió mirándome, titubeando y pausando en sus propias palabras hasta que afine mi mirada, entrecerrando un poco mis ojos, analizando su comportamiento. Desvió su mirada de la mía, poniéndose tenso y di mi conclusión.

—Mientes.

— ¿Qué? No, enserio, Senpai, n-no recuerdo nada—Mintió otra vez mientras negaba con la cabeza y alzaba sus manos en una expresión parecida.

Suspiré ya extremadamente impaciente y fastidiado, dando unos pasos en su dirección, volví a tomarlo del cuello de su camisa con suma brusquedad, ahora con las dos manos, haciéndolo apenas tocar el piso.

— ¡Solo dime que mierda paso anoche, maldito imbécil! —Dije ya sin paciencia, mirándolo totalmente furioso. Dio quejidos asustados y sugerencias de calmarme, que ignore completamente hasta que cierta cosa sobresalió a mi vista.

Note al agarrar el cuello de su camisa oscuras marcas en su cuello, múltiples y de un color rojo mezclado con un débil morado. Separe más la tela de su piel, inclinándome para verlas mejor el mentiroso imbécil se percató de que observaba.

— ¡Wahh! ¿Qué haces, Senpai? — Se sobresaltó y separo de mí casi inmediatamente, agarrando el cuello de su camisa y luciendo como si acabara de describir su más terrible secreto.

—Tienes algo en el cuello…—Dije extrañado, señalando el lugar, curioso de que eran esas raras marcas. ¿Podrían ser moretones? Sería raro, desde que no lo golpeo en el cuello o al menos no recuerdo hacerlo recientemente… Hmmn, Necesitaba una mejor vista. —Ven, déjame ver.

— ¿Qué? No, no, ¡No es nada importante! —Dijo alejándose sumamente nervioso y actuando como si fuera algo vergonzoso. Se dispuso a salir de la cocina aun con su mano en su camisa, pero lo detuve.

— ¿A dónde crees que vas? Solo déjame ver que son esas cosas, parecen moretones…— Lo sostuve del hombro con curiosidad, pero el bastardo logro zafarse de mi agarre, caminando más rápido a cualquier lugar lejos de mí.

— ¡No son nada, Senpai! ¡No te preocupes por eso! — Camino a paso acelerado a la sala. Ahora se notaba algo alterado.

— ¡Te dije que me dejaras ver! No te golpeare, solo déjame ver que son, imbécil. — Le seguí.

—¡N-no es necesario, no son nada, Senpai!

— ¡¿Si no son nada porque las tratas de esconder?! ¡Ven acá, Morinaga!

Empecé a perseguirlo por la sala, jalando de su camiseta mientras él seguía insistiendo su poca importancia y comenzando a correr más rápido. Trate de tirarlo al sofá, pero el simplemente evitaba mis maniobras y seguía huyendo de mí, hasta que después de minutos de persecución y una discusión que no daba frutos, logre hacerlo caer en el piso enfrente del mesón.

Cayo boca abajo, tratando de arrastrarse a gatas, lo jale de sus piernas y lo obligue a voltearse.

— ¡Senpai! ¡Ya para! No es nada, ¡Enserio! — Exclamo con quejidos. Trato de librarse, pero me senté en su regazo y le ordené no moverse, el tonto no escuchándome y tratando de tumbarme con sus manos. Aguante sus empujones y trate de ver las marcas bajando el cuello de su camisa. Se sonrojo y cubrió su cuello con sus manos, evitando mi intervención.

—Morinaga, ¡Quita tus manos! —Le ordene mientras trataba de jalar sus muñecas.

— ¡No, Senpai! Deja de insistir, ¡No son nada importante! — Me respondió obstinadamente sin quitar sus manos. Aun con un leve sonrojo en sus mejillas y un comportamiento tan impropio de él, seguía insistiendo con excusas tontas y quejidos.

Lo reté con la mirada, aun sentado en su regazo solté sus muñecas y me crucé de brazos.

—Bien, no las quites. — Le solté con seriedad para después cambiar a una expresión maliciosamente orgullosa mientras tomaba el final de su camiseta y empezaba a quitarla con firmeza— Veré esas marcas de una manera u otra. Te guste. O no.

— ¡¿Q-que?! ¡Wahh! ¡No, Senpai!

Jale su camisa, casi quitándosela completamente, sus manos interrumpiendo mi acción, pero cuando trato de forcejear más, retiro las manos de su cuello y aproveche para quitarle la camisa con brusquedad. La prenda quedó casi en sus muñecas, mientras forzaba sus manos encima de su cabeza para que ya no molestara, me empeñe en ver las marcas en su cuello. Pero me sorprendí cuando no estaban solo en su cuello, estaban en algunas partes de su pecho y ombligo bajando por debajo de su pantalón. Se sonrojo más a mi mirada y suspiro avergonzado desviando la mirada, obstinadamente aceptando su derrota.

Pasé mi mano libre por una de las marcas cerca de su clavícula y entonces caí en cuenta de que eran esas cosas.

—Mo- Morinaga… —Lo mire con algo parecido a una mirada aterrorizada, sonrojándome hasta las orejas— ¿Estos son… chupetones?

—Ah, p-pues…. — Vi como el rosa de sus mejillas, cambiaba a un rojo oscuro, algo nervioso —Si…

—Son muchos…—Divagué en voz alta, totalmente sonrojado, sin liberar sus manos y viendo como el observaba mi mirada con cierta pena y asentía avergonzado.

— ¿Q-quien te las hizo? —Pregunte sin pensar, soltando sus manos y permitiendo que se sentara, sin notar que aún seguía sentado en su regazo. El me dirigió una mirada sorprendida y me sonrió con vergüenza.

— ¿Quién? Senpai, el único que dejaría hacerme esto fuiste y eres tu…—Confeso como si nada mientras se rascaba la parte de atrás de su cuello —Te pusiste muy borracho y cuando te lleve a tu cama, caíste encima mío y pues… B-bueno, esto paso —Conto desviando la mirada y señalando las marcas.

—No…—Dije mientras divagaba un poco. "¡Yo no haría algo como eso!" pensé con vergüenza "¡No importa que tan borracho estuviera, ni loco haría semejante cosa!" — ¡No te creo, yo no haría eso! ¡Mentiroso!

— ¿Hah? Te estoy diciendo la verdad, Senpai. ¡Enserio! — Respondió confundido, la camisa que tenía puesta ahora en sus manos, su pecho al descubierto —Senpai, ¿No te lo he dicho muchas veces? Eres el único al que amo, eres el único al que dejaría hacer esto. Jamás pensaría o dejaría que alguien más me dejara estos-

— ¡No me refiero a eso, idiota! —Exclame avergonzado y algo molesto, interrumpiéndolo— Ni loco haría esas cosas, ¡No importa lo bebido que estuviera! ¡Lo estás inventando!

— ¿Qué? ¡Pero, Senpai! ¡¿Cómo podría inventar algo como esto?! — Contesto algo ofendido, pero con confusión. Prosiguió a sonreírme como tonto y agarrarme de los hombros con cautela —No te avergüences, Senpai. Bueno, a-aunque a mí mismo me da algo de vergüenza, es solo que, bueno, hiciste chupetones y me mordiste en lugares que nunca pensé que pondrías tu mano.

— ¿Q-que? ¿Te mordí? — Exclame horrorizado y avergonzado de acciones que no recordaba hacer — ¿Do-donde?

—Ha, ha, ha. Bueno, me dejaste la marca de tus dientes en mi muslo derecho— Rio nervioso y contesto, algo sonrojado — Muy cerca de mí entrepie-

— ¡Suficiente! Y-ya no quiero saber más…—Interrumpí antes de que el chico terminara, quitando las manos del tonto de mis hombros y suspire, procesando la situación —Dime que dejarte esas marcas fue lo único que hice…—Le dije temeroso que hubiera hecho algo aún más vergonzoso.

—Umm…p-pues…eso no, ah…em —Balbuceo mientras miro con timidez al suelo y rasco más insistentemente la parte de atrás de su cuello.

Di un quejido largo, algo asqueado y a la vez avergonzado mientras me pasé la mano por el rostro y apoyaba la otra en el suelo. Seguía sentado en su regazo y el seguía desnudo de cintura para arriba, pero eso parecía no importar en el momento. Escuche una leve, nerviosa y breve risa a la vez que sus brazos me tomaban de la cintura, una de sus manos en mi espalda apoyándome y la otra en mi cintura atrayéndome hacia él.

— ¿Q-qué haces? ¡Oye, Quítate! —Trate de separarlo, mis manos jalando sus desnudos hombros mientras el posaba su rostro en mi pecho y se acurrucaba, ignorando mis protestas.

—Bueno, Senpai, creo que, si te digo que más hiciste, dirías que nunca harías algo como eso o te iras a tu cuarto para evitarme... —Me miro con ojos tiernos, conociéndome tan bien que podía predecir mis acciones—Además…— Escondió su rostro en mi pecho y distraídamente note sus orejas poniéndose rojas y mientras hablaba, se hacía claro que sonreía con algo de vergüenza — L-lo que hiciste se sintió…Muy, muy bien.

— ¡¿Hah?! ¿Sintió? —Exclame, alzando la voz sorprendido. "Usa la lógica, Tatsumi. Él dijo sintió, así que definitivamente hiciste algo malo, algo increíblemente malo y de lo seguramente te arrepentirás, pero… ¿Qué? "

Razone conmigo mismo, mi cara calentándose a todas las posibilidades que el yo borracho se atrevería a hacer, desde que el alcohol tiene el efecto de valentía liquida en mi cuerpo, mi ebrio cerebro se niega a profundizar más en las acciones, actuando completamente controlado por mi cuerpo y mis instintos era un gran riesgo. Un riesgo que ahora mostraba sus consecuencias. Desvié la mirada, avergonzado y seguro de que mi cara estaba de un fuerte tono de rojo.

—Hey, Senpai…—Llamo y me miro con una expresión divagante, signo de que diría algo meloso o posiblemente me besaría. Nervioso, lo mire, expectante y curioso, cuando el me abrazo con más fuerza y me beso inesperadamente en la mejilla, cuando se separó, desvió la mirada con vergüenza y me sonrió levemente— ¿Quieres que te diga? Lo hare si me prometes que no saldrás corriendo a tu cuarto, ¿sí?

Suspire, no muy seguro y me aventure a preguntar.

— ¿Es tan malo? — Indague mientras arqueaba la ceja en curiosidad y leve temor.

—No es malo, Senpai, para mí no lo es. Es solo que…—Contesto sonriendo, pausando y sonrojándose más, escondió su cara juguetonamente en mi pecho, acurrucándose algo insistentemente y riéndose con una emoción que no podía descifrar antes de que continuara hablando— ¡Jamás imagine tener un Senpai tan atrevido y pervertido!

— ¡¿Q-que?! —Pregunte alzando la voz, mi rostro tiñéndose de rojo, no intentando separarlo, pero tampoco atrayéndolo hacia mí. Detuvo su abrazo y volví a sentarme en su regazo, el tomando mi mano derecha con la suya y yo distraídamente notando su pecho aun desnudo con marcas de mis fechorías de la noche anterior.

—Pues… Senpai, tú me hiciste todas estas marcas, a pesar de que intente decirte que te detuvieras y que estabas muy borracho, seguiste desvistiéndome y diciendo cosas que… nunca imaginaria saliendo de tu boca, sonriendo y diciéndome que te gustaba mi voz cada vez que me besabas en ciertas… partes, susurrando en mis oídos cada vez que tenías oportunidad y acariciándome por debajo de la poca ropa que me dejabas puesta…— Narro mirándome a los ojos, haciendo breves pausas, desviando la mirada y su sonrojo incrementando, ocasionalmente llevando su mano libre a su cara, casi como tratando de ocultarse, la vergüenza ganándole, como recordando vívidamente cada momento del que yo no recordaba ni el más mínimo detalle.

Lo mire receloso, casi con expresión horrorizada pero sumamente avergonzado de lo me describía.

—M-mientes. —Declare, aun así algo dudoso y lleno de obstinación. Era imposible, no había ninguna manera. Ni intoxicado hasta en las venas yo haría algo tan pervertido y sucio como lo que él me contaba.

—¿Ah? S-Senpai, enserio paso. ¡Nunca te mentiría sobre algo como esto!

—Sí, claro…—Exclame burlón y con sarcasmo, liberando mi mano de su agarre y cruzándome de brazos, después desviando la mirada. Negándome a creer tales cosas. —Si fuera por ti ¡Eres capaz de inventar cualquier cosa con solo lograr avergonzarme!

—¡Te estoy diciendo la verdad, Senpai! —Siguió insistiendo, algo molesto, pero actuando con gentileza. Hizo un puchero infantilmente y de repente su expresión cambio, como si acabara de recordar algo de lo que no estaba muy seguro. Vi como su cara enrojeció y dudoso, intento formular algo. —Em… ¿Senpai?

—¿Qué pasa?

—¿T-tu… miraste tu espalda por la mañana?

—¿Ah? No, no lo hice ¿Porque? —Respondí confundido, ahora algo curioso de lo que trataba de preguntar.

—Pues…—Rasco su mejilla con nerviosismo, casi anticipación. ¿De qué iba este idiota? Desvío la mirada, posando sus ojos en el piso, mirando indeciso y avergonzado a varias partes de la habitación.

—Morinaga… ¿Qué pasa con eso? — Me acerque a su cara, intentando intimidarlo y hacerlo hablar, llevando una expresión irritada de su tonto suspenso.

—Creo que tengo una manera de probarte de que si paso… — A l fin me miro a los ojos, empezando a hablar y sonriendo levemente. —Pero prométeme que no te encerraras en tu cuarto cuando lo veas ¿Si?

Arqueé la ceja, analizando su comportamiento y su condición. Sea lo que sea no podría ser peor que las supuestas cosas que hice la noche anterior ¿O sí? Le di el beneficio de la duda.

—Está bien. No me encerrare en mi cuarto —Declare, intentando pararme de su regazo para que me mostrara su "prueba".

—Enserio…? ¿Lo prometes? —Me ayudo a ponerme de pie y pregunto inseguro. Le di un gesto exasperado.

—Sí, sí. Lo prometo.

Tendió su mano hacia mi desde el suelo, la tome y lo ayude a pararse. Enseguida de pie me extendió su dedo meñique y después de procesarlo brevemente lo observe para ver si hablaba enserio. Se rio y acerco más su mano a mí.

—No es una promesa si no lo haces así, Senpai. —Me sonrió divertido el desgraciado. Le hice una mueca y lo asesiné con la mirada. El ni inmutándose.

—Ugh. ¿Desde cuándo empecé a vivir con un niño de 5 años? — Me rendí y entrelacé mi meñique con el suyo, un gesto que me parecía tan infantil y que era tan innecesario pero que causaba una gran y tonta alegría en el bastardo.

—No de 5. Quizás de 4— Se rio y comenzó a guiarme a alguna parte del apartamento.


Salió abruptamente del baño, la puerta quedando totalmente abierta con el estruendo que causo. Vergüenza derramándome por los poros mientras el de ojos miel trataba de ponerse su camisa rápidamente.

—¡Senpai! —Morinaga se asomó por la puerta del baño, el también sin camisa, avergonzado y mayormente apenado por lo que le había mostrado a su superior.

—¡Cállate!

—¡Senpai, prometiste que no te encerrarías en tu cuarto! ¡Ven aquí! Hablemos de ello…— Tetsuhiro alzo la voz, siguiendo a su amado, viendo como este entraba a la sala con su camisa a medio poner.

—¡No hay nada de qué hablar! Eso no paso ¡¿Entiendes?! —Rugió sumamente avergonzado, intentando abotonar su camisa, fracasando por sus manos temblando de rabia y vergüenza.

—Senpai…— Se acercó al mayor, este incapaz de levantar la mirada, siguiendo intentar abotonar su camisa en vano. Lo tomo de sus hombros con delicadeza y beso su frente, Souichi finalmente levanto su cabeza, mirándolo. —Cálmate ¿Si? No es algo de lo que hay que avergonzarse.

—Si lo es. No es algo que se supone que haría, no es algo que debería hacer. Ni siquiera es algo que q-quisiera hacerte nunca.

—¿No? —Pregunto luciendo algo decepcionado, sus ojos perdiendo cierto brillo, Souichi soltó un "¡Ugh!" a la sola expresión, no arrepintiéndose de sus palabras en el momento, pero desviando la mirada para no hacerlo en los próximos segundos—¿…Nunca?

Souichi le sostuvo la mirada al suelo, no respondiendo e indispuesto a hacerlo. No podía revelar tales deseos, no en su cara, no cuando ni siquiera el mismo los había aceptado. Se sonrojo furiosamente y frunció sus dientes con fuerza, las manos de Tetsuhiro no retirándose de sus hombros.

—¿Estás seguro de eso, Senpai?

—P-por supuesto.

—Entonces ¿Por qué lo hiciste?

—Estaba borracho. Ni siquiera lo recuerdo, no estaba consciente de lo que hacía. N-no quería hacerlo. —Soltó nervioso, sonando como si pusiera excusa tras excusa.

—No…? Pero enserio parecía que te gustaba lo que me hacías…—Pronuncio lentamente, acariciando su barbilla y mirándolo profundamente, pequeña perversión y ganas de molestarlo viéndose en sus ojos, el totalmente sin camisa y Souichi con la misma entreabierta, dejando ver gran parte de su pecho —Y a mí me gustaba lo que me hacías de igual manera, Senpai

—A mí no me gustaba, bastardo.

—Tengo 2 recuerdos que dicen lo contrario —Respondió casi inmediatamente, el mayor chasqueando su lengua en molestia y después desviando la mirada— Los chupetones que tu me dejaste… y mis rasguños en tu espalda.

—N-no tienes que decirlo ¿Podrías callarte? —Se molestó por su naturalidad para hablar de cosas pervertidas y en vez de sentirse intimidado, el pelinegro le sonrió.

—¿No crees que es un gran cambio? Normalmente yo soy el que tengo tus rasguños y tu mis chupetones, los roles se han invertido, Senpai —El chico continuo molestando, complacido con tener a Souichi gruñendo por su charla.

—Ugh, te estas aprovechando de la situación, desgraciado. Solo cállate.

—¿Acaso no quieres recordar lo que paso, Senpai? —Pregunto luciendo verdaderamente curioso, Souichi arqueando una ceja y viendo como Morinaga tomaba su mano derecha guiándola a su pecho desnudo. Tatsumi sintiendo el latido de su corazón, rápido y apasionado, el mayor lo observo como buscando una causa—Porque yo puedo ayudarte a hacerlo.

—¿Puedes…? ¿Cómo?

—Fácil…—Guió su mano por su pecho, haciendo que lo acariciara con lentitud, Souichi sonrojándose y tratando de retirar su mano, deseo y curiosidad combatiendo con su cordura mientras el chico le sonreía dulcemente — Solo tengo que ayudarte a recrear lo que hiciste esa noche. No será nada más que eso ¿Si? Ahora, sígueme, si es que quieres, Senpai.

Y lo suficientemente avergonzado e incapaz de poner una protesta, dejo al chico guiarlo a la habitación. Revivió las cosas que hizo, ahora conscientemente acariciando la piel de su asistente, siguiendo calmadas y comprensivas instrucciones de donde había besado y tocado, sonrojándose al descubrir un ligero gusto por las reacciones y expresiones que provocaba.

—¿Este…este es el lugar donde te mordí? —Pregunto, su cuerpo entre las desnudas piernas del menor, observando con mucha vergüenza una ligera marca de dientes en el muslo de Tetsuhiro, este solo usando su bóxer y sonriéndole algo apenado.

—Si… Enserio parecía que me comerías, Senpai, me mordiste y después empezaste a besar encima de mi ropa interior, pensé que te habías vuelto loco, pero cuando me lo quitaste y tocaste mi-

—¡Ya, por Dios! no tienes que decirme todo lo que hice ¿Si? Capte el mensaje—Se avergonzó y exclamo, apoyando su cuerpo entre las piernas del pelinegro, quien no pudo evitar reírse un poco.

Tatsumi resoplo y devolviendo la mirada al muslo del chico, vio la mirada comprensiva y dulce que el hombre le regalaba, como apoyándolo a continuar, si eso es lo que quería.

—N-no te morderé otra vez, se ve que te dolió… La marca aun esta roja…—Respondió, sonrojado. Morinaga listo para decirle que no le dolía tanto ahora y que estaba bien, pero las palabras quedaron en su boca. Su Senpai alzo más su pierna, comenzando a besar tímidamente, empezando por su rodilla y bajando por su muslo, hasta besar la marca de la travesura de la noche anterior. Morinaga se sintió sonrojar y llevo sus manos a su cara, cubriéndosela y sonriendo al sentimiento, amaba esto, una experiencia tan linda y nueva que tener con su amado Senpai, era verdaderamente…enternecedor.

O eso pensaba…hasta que sintió los labios yendo más bajo y un escalofrió junto con un choque de placer le recorrieran el cuerpo. Hizo una expresión lasciva, deseosa y al bajar su mirada al hombre entre sus piernas, lo encontró observándolo avergonzado, con una expresión llena de deseo y extrañeza en su rostro. Empezó a chupar con esmero en su muslo izquierdo y el pelinegro no pudo evitar gemir al placer.

Morinaga solo logro obtener más marcas lujuriosas esa noche.


—Ne, Tadokoro-kun… ¿No crees que Morinaga-san ha estado vistiendo diferente últimamente? — La joven le susurro a su compañero, el otro escuchándola atentamente y mirando al mencionado hombre en busca de algo peculiar.

—Soy un hombre, así que normalmente no me fijo en esas cosas… Pero… ¿Por qué lo mencionas?

—Pues Morinaga-san siempre usaba camisas que dejaban ver su cuello y ahora usa solo usa camisetas que ni siquiera deja ver parte de él…Aparte de que estamos en verano… ¿No crees que es algo…sospechoso?

—Hmmm, tienes razón. Pero si le preguntamos posiblemente Tatsumi- senpai se enoje y nos regañe. —El hombre hablo en voz baja, acomodando sus gafas y conversando con cautela con Mika.

—¿Por qué nos regañaría? Es a Morinaga-san a quien le estamos preguntando…

—Por hablar de cosas que no tienen que ver con los experimentos. Ya sabes cómo se puso la otra vez porque hablamos del viaje a la ciudad natal de Morinaga-senpai…

—Hmm… Pues sí, pero sigo con curiosidad…—La mujer de cabello corto se quejó de ser dejada con la intriga, después de unos momentos una palabra se reflexionó en su mente, su sospecha ahora teniendo una posible explicación.

—¡Tadakoro-kun! Ya lo sé, que tal si…— Empezó a hablar, ilusionada por su ahora posible solución sea correcta, susurro muy cerca del oído del hombre, extremadamente cuidadosa de no ser escuchada por los hombres y lo suficientemente discreta para no levantar ninguna sospecha de sus superiores.

—Eso es…—El hombre con gafas se sonrojo levemente y miro al pelinegro, quien combinaba una muestra de un tubo de ensayo con otro reactivo con cautela, sin sospecha de que era observado —Podría ser… Pero ¿No nos arriesgaríamos mucho si hacemos eso?

—Es por una buena causa, te lo aseguro. Solo sigue lo que te dije, ayúdame y si te pierdes solo sígueme la corriente ¿Sí?

Tadakoro asintió, un poco inseguro, pero igualmente curioso de las sospechas de la mujer.

No tuvieron que esperar mucho para que el hombre de cabello largo se alejara un poco de Tetsuhiro, este caminando al refrigerador para verificar y nombrar muestras y aprovechando el breve momento de distancia, Mika y su acompañante se acercaron al pelinegro.

—Morinaga-san, a pesar de que estamos en verano ¿Por qué esas camisas de manga largas y de cuello alto? ¿Acaso estas resfriado o algo como el estilo…? —La mujer se apoyó en la mesa blanca de los experimentos, estando cerca del hombre y preguntando algo intrigada, yendo directamente al punto. Tadokoro asintió detrás de ella y ayudo a su argumento con un "Mika-san tiene razón, Morinaga-san. ¿Es algo como eso?"

—¿Ah, esto? Bu-bueno, no estoy resfriado, es solo que soy muy friolento, y em, ¿en vez de calor estoy sintiendo frio últimamente…? Es…es algo raro—El hombre se excusó, sus mejillas enrojeciendo al escuchar la pregunta y su mirado desviada evitando mirar a los asistentes. —No le presten atención, chicos, no es nada…

—Hmm, eso es lo que dices, Morinaga-san. Pero no parece ser solo eso ¿O no, Mika-san? — Tadokoro observo, disimulando su nerviosismo y mirando a la mujer.

—¡Así es! Morinaga-senpai… ¿No podría ser que tratas de ocultar algo? —La mujer de cabello corto intuyo, arqueando una ceja y decidida a resolver su duda, sonriendo al ver que el hombre se puso nervioso y trato de evitar la pregunta.

—P-por supuesto que no! No hay nada que quisiera esconder, solo es-…. ¡Ah, miren! El clima está muy bonito hoy ¿No lo creen? —Trato de cambiar de tema abruptamente, luciendo nervioso, temeroso de algo y claramente avergonzado. La mujer insistió un poco más, el hombre apoyándola, ahora más curioso que antes ya viendo las reacciones del hombre. Hasta que el pelinegro cometió el error de jalar el cuello de su camisa por aire, una de sus marcas siendo clara por unos segundos para los dos jóvenes.

—¡Oh! Morinaga-san ¡¿Eso es?! —La mujer se sorprendió, separándose de la mesa emocionada que su sospecha se hiciera cierta. El pelinegro se confundió por unos segundos.

—¿Q-que es qué? — Pregunto nervioso, pero con ingenuidad, jalando la tela otra vez, dos chupetones mostrándose más claramente.

—¡Eso! —Señalo en voz más alta, apuntando al cuello del hombre y captando la atención del de ojos color miel, quien miro a los jóvenes interrogando a su asistente y empezó a escuchar silenciosamente. —Oh, Morinaga-san tenia mis sospechas, pero… jamás esperaría algo así de alguien como tú— Llevo su mano a su cara cubriendo su boca levemente mientras una sonrisa apenada y pícara se alcanzaba a ver. Le dirigió una mirada cómplice a Tadakoro, quien estaba sorprendido de la verdad de la sospecha y curioso de saber más del ya descubierto y nuevo chisme, pero también algo apenado de interrogar tan atrevidamente a un superior e incluso de descubrir una cosa tan privada—pero interesante e inesperada — acerca de él.

—Al parecer se ha conseguido una novia, y una muy apasionada para nada menos, Morinaga-san— Mika-san sugirió aun tapando su boca con su mano levemente en gesto malicioso, y muy interesada en la situación. Tatsumi confundiéndose por un momento, mirando por el rabillo del ojo a su asistente entrar en pánico y empezar a negar con sus manos las palabras de los jóvenes.

—¡N-no es lo creen! Enserio, son…son…eh…—Trato de explicar, nada creíble pasando por su cabeza "¿Picaduras de mosquitos? No, no, esas no son así…Eh, p-pues ¿Una alergia? ¿Pero a qué? Ugh, rayos ¡Si no hago que lo olviden de alguna manera, expandirán el rumor por toda la universidad!"

—No necesitas intentar negarlo, Morinaga-san. Lo entendemos, eres alguien popular y las chicas de la universidad hablan mucho de usted, piensan que es muy guapo y amable, totalmente un buen partido —La mujer conto, viendo a los dos hombres, uno apanicado, otro sin nada que decir, observarla mientras hacía expresiones con las manos, apenada, pero algo picara debido a la situación. Souichi escuchaba silenciosamente, ahora mirando directamente a ellos. — Pero se llevarán una pena al saber que ya tiene a una novia ¡Y una muy posesiva diría yo! ¡Esto es una primicia, Tadakoro-kun!

—¿Por qué no lo menciono antes, Morinaga-san? A pesar de que es popular, simplemente es alguien reservado ¿No es así? El rumor de tu teniendo una pareja termino siendo cierto…— El hombre vio su oportunidad de hablar, tratando el tema con normalidad a pesar de lo que las marcas significaban.

—¡No, no! ¡Enserio no son lo que creen, chicos! Son, em… ¡Marcas de nacimiento! S-sí, siempre estuvieron en mi cuello, n-no sé cómo no lo notaron…He, he, he…

—Morinaga-san, esas marcas no estaban ahí hace unas semanas… Quizás seamos un poco más jóvenes, pero sabemos reconocer chupetones cuando los vemos ¡Así que no nos puedes engañar! ¡Qué tremenda chica te conseguiste! — La mujer exclamo, ganándole a las excusas del hombre y avergonzando un poco más al pelinegro. Souichi sobresaltándose a las palabras "Oh, mierda…"

El de cabello largo se sonrojo hasta sus orejas sin poder evitarlo, temblando en una combinación de vergüenza, rabia y culpabilidad. Morinaga sintió un aura oscura detrás de él y como muchas veces había sentido en su vida, pensó en escapar por unos segundos antes de que recibiera un golpe en la cabeza muy fuerte que lo mando al piso y obligo a agarrarse su cabeza, sobándola para aliviar el dolor. Los asistentes viendo sorprendidos al hombre en el suelo, alzaron la mirada a la fuente del golpe, temerosos de ser los siguientes en la lista de coscorrones.

—¿¡Acaso eres un idiota!? ¡¿Qué rayos, Morinaga?! —Levanto la mirada el mayor, mostrando su cara enrojecida de vergüenza, enojado— ¿No me escuchaste cuando te dije que fueras más discreto? ¡Te dije que te pusieras una bufanda, no esas camisas tan obvias!

—¡Senpai! Eso no cambiaría nada ¡Seguimos en verano y una bufanda seria aún más obvia! —Exclamo desde el suelo, arrodillándose y respondiendo al hombre—Además-¡!

—¡No me vengas con eso! Esto no estuviera pasando si me hubieras escuchado, maldito sordo. ¡¿Por qué mierda dejas que los vean así de fácil?¡

—¡¿Huh?! ¡Y-yo no fui quien los dejo, Senpai!

—¡Ugh! ¡Sí, claro! Igualmente, ¡¿Porque rayos vienes a la universidad con esas-… cosas en tu cuello?! —Vio a los asistentes mirarlo con sospecha, y sonrojándose un poco, dándose cuenta de la charla que tenía lo podría exhibir, disimulo haciéndose el desentendido, Morinaga no captando el mensaje.

—Bueno… Tu siempre necesitas ayuda con los experimentos y los asistentes mis direcciones para seguirte el paso, así que no puedo darme el lujo de no venir solo por las marcas en mi cuello. De las que no sé porque te quejas, si son en parte culpa tuya, Senpai…—Se levantó del suelo, aun sobando su cabeza, sonrojándose un poco mientras hablaba, confundiéndose con la cara frenética que le dirigió su amante, el chico aun no totalmente consciente del significado de sus palabras.

—¿Oh…? —Mika-san pronuncio, confundida, reflexionando lentamente las palabras del hombre, Tadakoro en la misma tarea, sospecha y confusión en la cara de los jóvenes. Morinaga sonrojándose, dándose cuenta de sus palabras—¿Por culpa de Tatsumi san…?

—¡Morinaga! —Exclamo, enojado por el menor delatándolos a los dos. Lo tomo de la camisa, atrayéndolo y susurrando en tono bajo, avergonzado en sobremanera —¡¿Acaso eres estúpido?! ¡¿Tienes idea de lo que estas diciendo?!

—L-lo siento, Senpai…Solo… lo dije sin pensar. —Souichi empezó a discutirle, avergonzadamente acusándolo de querer mostrarlo para dejar al descubierto su relación, Morinaga negándolo completamente, ambos hombres susurrando con voces exaltadas y enojadas.

"¿P-podría ser… que estos dos…?" Ambos pensaron, sus pensamientos compartiéndose al estar los dos viendo la misma situación, la mujer y el hombre intercambiando miradas sospechosas pero confundidas. Mika-san tomo asiento, apoyando una de sus manos contra su frente, pensando incrédula y desconfiada que la situación era imposible, dos hombres tan guapos no podían ser… o siquiera estar en ese tipo de relación… ¿O no?

Tadakoro suspirando levemente, sus fuertes, pero calladas sospechas siento confirmadas. Ver a tu superior siendo besado por su asistente de una forma tan amorosa y apasionada, en los pasillos de la universidad, a horas solitarias y calladas de la noche… Eran pruebas suficientes para empezar a darse cuenta de la cercanía y confianza que los hombres se tenían, su prueba final siendo la presente situación, en la cual, había totalmente confirmado…

Los dos hombres a cargo del laboratorio B, Tatsumi Souichi y su amigo e inferior, Morinaga Tetsuhiro, estaban, indudablemente… Enamorados y en una relación.

"Supongo que eso es bueno por ellos…" Pensó y suspiro conforme, viendo al pelinegro ser regañado por el de ojos miel, Morinaga posando sus ojos en él y Tadakoro, en una sonrisa cómplice y picara, indicando conocimiento de su no-muy-bien-escondido secreto, le guiño un ojo al hombre, poniendo su dedo en su boca, mostrando que guardara silencio acerca de este. Tetsuhiro sonrojándose en sorpresa y algo apenado le sonrió y articulo un "Gracias" silencioso mientras los regaños empeoraban.


. . .

Umm, Si, pues... No estoy...Totalmente arrepentida de el One shot, así que... lo subi y em...

Ok, empezando a hablar seriamente...La idea se me ocurrió hace unos meses, donde dije "¿Y si Senpai se pone borracho y le hace algunas maldades a Mori?" Y mi mente dijo "Si. Absolutamente. Hazlo" y mi sentido común y responsabilidad dijeron "Noo, tienes que actualizar Cariñoso y preparar los proyectos del colegio, no puedes hacer eso"

Adivinen quien gano.

Pues si, la actualización de "Cariñoso" no esta lejos pero no exactamente a la vuelta de la esquina ¿Si? Tengo que admitir que estoy MUY falta de inspiración últimamente, así que, si, admito que tomara un rato...

Pero espero les guste este One shot que hice, el cual no se suponía seria TAN largo y del que también no tengo idea como termino siendo de 6000 palabras, honestamente. En este fic, subiré One shots o quien sabe, hasta Two shots si la situación lo amerita. Así que por favor, déjenme sus opiniones y pensamientos!

Ah, y si gustan, por favor déjenme ideas de que les gustaría ver como One shot en un futuro. También tengo deseos propios y otros one shots que he dejado olvidados y he querido continuar, así que no se vayan a entristecen o enojar si no hago su idea, hermosas. No prometo nada, y ademas apenas tengo 2 manos.

Edit: Ugh, chicas. Que pena con ustedes, me había olvidado de poner las rayas horizontales que separan las partes del fic (osea, cuando Senpai descubre los chupetones es una parte, cuando Morinaga le muestra que Senpai tenia rasguños en su espalda por las cosas que pasaron esa noche es la 2da parte y la parte de los asistentes, que se dan cuenta de las marcas que Senpai dejo en Mori es la ultima parte) Perdón a todas que leyeron y se confundieron por la falta de separación.

Muchísimas gracias por leer!

Un review y tu opinión seria un gran regalo para mi, deja uno y dime que te pareció! Hasta la próxima!