Volveré... y yo esperaré

Por Hibari Zhang

Era un día tranquilo para Killua, decidió salir a tomar un poco de aire dejando a sus amigos en el hotel, quería estar unos instantes solo, sin perturbaciones, quería sentirse por un momento libre, así que salió de la ciudad. Luego de bajarse del taxi, empezó a caminar hasta llegar ya lejos del bullicio de la sociedad, caminaba en un campo, donde los pájaros piaban y el sonido de un pequeño riachuelo se escuchaba no muy lejos, el oído de Killua, siendo entrenado desde muy pequeño a como ser un asesino profesional, era muy agudo y captaba cualquier sonido, hasta el más mínimo. La fresca brisa rozaba con su piel clara y meneaba suavemente sus cabellos plateados, delicados y finos.

-¡Ahh!- Killua captó un grito, provenía de un lugar un tanto distanciado de su ubicación, pero pudo identificar que el grito era un grito de desesperación. Sacó sus manos de los bolsillos y corrió a gran velocidad pero sin producir ningún ruido con sus pisadas- ¡Deténgase! ¡Basta! ¡No me toque!- Killua seguía escuchando cada vez más fuerte, de pronto se adentró a un bosque y a unos metros más allá, el bosque terminaba dejando un claro prado y en él una pequeña casa de madera.

-Es allí...- susurró y se acercó a la puerta y sigilosamente asomó un ojo por la ventana.

-¡Basta! ¡Suéltame!- eran los gritos de una joven, de la edad de Killua, quizás un poco menor pero no mucho, estaba siendo abusada por un hombre mucho más mayor que ella. Ella corría de un rincón de la casa a otra intentando escapar de las garras de aquel hombre, botando todo, intentaba salvarse de ser lastimada.

-Vamos, chiquilla, aquí nadie te oirá, nadie te salvará, solo pórtate bien y dame lo que quiero- habló el hombre con sus voz ronca y agarró a la niña ya con el cabello negro revuelto, sus ojos verdes expresaban profundo temor y desesperación.

-Por favor, no me haga daño... ¡Auxilio!- gritó cuando el hombre la tomó y la jaló hacia él. Killua ya no soportó más y se alejó un poco de la puerta, con las manos en los bolsillos de su pantalón y con los ojos debajo de su chasquilla, pateó la puerta abriéndola de un golpe y derribándola, asustando a los que estaban en el interior de la casa. La niña lo miró con miedo, pero a la vez con esperanzas de que fuera salvada, aunque dudaba de que un niño pudiera contra aquel hombre musculoso.

-Suéltala...- susurró Killua, pero lo suficientemente fuerte como para que escucharan- ¡Te dije que la soltaras!- gritó de pronto, el hombre no se había movido. Killua empezó a levantar su cabeza lentamente, lentamente hasta que mostró su fría mirada, sin brillo alguno, una mirada de asesino... esbozó una leve sonrisa en sus labios y levantó una de sus manos y modificó su estructura alargando sus uñas convirtiéndola en una poderosa arma asesina, más filosa que ningún otro cuchillo- Última vez que te lo digo, o la sueltas... o lo lamentas...- y mostró su mano.

El hombre soltó a la jovencita que calló de bruces en el piso con su ropa algo dañada y asustada por el misterioso joven que había entrado de la nada, más que del hombre que intentaba abusar de ella, la asustaba la mirada que expresaba el joven de cabellos plateados, no era una mirada común y corriente, producía un gran escalofrío y terror al verlos.

-¿Qué me vas a hacer niño insolente? ¿No ves que estoy gozando y tú interrumpes?- el hombre apretaba sus puños, preparándose para darle un golpe al niño y sacarlo de aquí.

-Hombre- Killua habló sin miedo, lleno de confianza y sarcasmo provocando al sujeto, uno doblemente más alto y más macizo en apariencia comparado con él, que era pequeño y flaco. De pronto Killua moviéndose con asombrosa agilidad iba a clavar sus garras directo al corazón de aquel sujeto para arrancárselo y así asesinarlo cuando...

-¡¡¡NOOOOOO!!!- un grito detuvo su ataque a un milímetro del pecho del hombre, este ni siquiera se había dado cuenta de cuándo se movió el niño hasta la posición en que estaba, tan cerca de él. Killua sorprendido por el repentino grito y aun más sorprendido de que el grito lograra detener su ataque lleno de instintos asesinos, que no pararía hasta deshacerse de su víctima- No lo mates... no lo mates...

Killua esbozó una sonrisa silenciosa y con otro movimiento ágil, un golpe atrás de la cabeza del sujeto lo dejó inconsciente cayendo pesadamente en el piso.

-De acuerdo, lo dejé solo inconsciente- miró al hombre y le sonrió a la joven aun asustada, su mirada ya había cambiado a la de un ser humano normal, extendió su mano para que la joven se pusiera de pie, pero esta solo mostró un poco de miedo y se echó hacia atrás, al ver esto Killua se disculpó- lo siento, no era mi intención que me vieras en ese estado, solo quería ayudarte.

-Aunque haya sido así estuviste a punto de matarlo, no tienes derecho a quitarle la vida a una persona ni aunque esa persona fuera la más mala del universo- la niña empezó a llorar. Killua se sintió mal, esas palabras de recordaron un poco a Mito-san.

-De verdad lo siento, no volveré a hacerlo...- susurró Killua- llevaré el cuerpo de este hombre lejos de aquí- Killua se dirigió al hombre en el piso, lo tomó y empezó a irse.

-Espera- Killua se detuvo, pero no miró hacia atrás, la niña se levantó- ¿Volverás?

-No lo sé, quizás no- respondió y volvió a avanzar.

-Pero espera...- murmuró la niña y Killua volvió a detenerse, preguntándose qué pasaba ahora- me gustaría que volvieras- la niña susurró pero Killua escuchó.

-¿Dónde están tus padres?- preguntó Killua.

-Ellos... ellos están muertos- murmuró la niña con la mirada agachada.

-Lo siento...- susurró Killua, avanzó y llegó hasta la puerta- de todos modos, tengo que volver para ayudarte a arreglar la puerta, espérame- la niña sonrió.

-¡Sí! Te estaré esperando- Killua se retiró.

*************

-Listo- Killua se colocó de pie y pasó un brazo por la frente, había reparado la puerta de la pequeña casa de Misha.

-Gracias Killua, ha sido un gran trabajo para ti ¿Quieres comer algo? Puedo preparártelo- sonrió y tomó unas ollas y encendió el fuego en la vieja cocina- Tú siéntate tranquilo en la mesa- luego salió de la casa y trajo leña.

-Gracias ¿Es muy duro vivir sola?- preguntó sentándose en la mesa.

-Más bien es sentirse en soledad...- respondió con un tono apagado- uno se siente muy sola, no tiene con quien conversar y como vivo apartada de la sociedad...

-¿Pero por qué vives sola y aquí? Puedes irte a la ciudad que queda cerca de aquí- Killua solo vio como ella negaba con la cabeza mientras ponía a hervir el agua.

-No puedo...- respondió, se limpió las manos en el delantal y luego entró en la alacena y sacó unas cosas de allí y volvió- no puedo...

-¿Por qué no puedes?- preguntó extrañado Killua.

-Porque... porque...- Misha empezó a cortar unas verduras demasiada brusca- ¡Ay!- el cuchillo calló al piso y se miró el dedo.

-¡Misha! Ten más cuidado, te has cortado...

-Tengo unas benditas en el cajón- le indicó, mientras se chupaba el dedo. Killua asintió y fue por ellas, luego de que la curó se sentaron en al mesa.

-Si no quieres explicarme lo entenderé- respondió Killua, pero Misha nuevamente negó con la cabeza.

-No, verás...- Misha se levantó y se colocó a espaldas de Killua, este la miraba con interés y curiosidad, de pronto notó que algo estaba mal, Misha empezó a desvestirse.

-¡Oye, oye, oye! ¡Qué... qué estás haciendo...!- Killua tenía todo el rostro rojo de la vergüenza al ver el vestido de Misha caer al suelo y quedar sólo en ropa interior- ¡Misha... que haces!- Killua se tapó los ojos y su corazón saltaba aceleradamente...

-Killua, no te avergüences, mírame... es por esto- pero Killua no se atrevía a ver- ¡Vamos Killua, mírame!- Killua cobardemente empezó a destapar sus ojos y miró, de pronto lo que vio sus ojos lo dejaron helado, ya se había destapado completamente los ojos.

-Tú...- susurró.

-Por eso mis padres murieron, no podemos estar en ningún lugar más que vivir en la soledad, mi padre murió cuando escapábamos y mi madre luego, por tristeza...- Misha tomó nuevamente su ropa y se vistió- prométeme jamás contar este secreto... los Cazadores se dan cuenta por nuestro olor... y por cada uno de nosotros, ofrecen una gran recompensa... inimaginable, y sé que tú no eres uno, ya que no has demostrado alguna señal extraña de querer matarme- luego de vestirse volvió a su labor de hacerle un rico almuerzo a Killua.

-Ya veo...

-Esto de vivir sola me ha obligado a aprender muchas cosas, como cultivar sola los alimentos necesarios, ya viste una pequeña huerta detrás de la casa y este bosque me permite cazar...- explicó, Killua asintió.

-¿Desde cuándo vives así?- preguntó Killua.

-No lo sé, he perdido la noción del tiempo desde que vivo sola, no me preocupo de qué día es... no tengo momentos como para preocuparme de eso, más bien siempre estoy pendiente de que nadie esté cerca de mí, últimamente hay muchos Cazadores... y nunca sabes muy bien quien es uno y quien no...

-No entiendo... ¿Por qué solo los Cazadores perciben el olor si son como todas las otras personas, solo que con ciertas habilidades especiales y una licencia que los hace reconocidos como cazadores?- preguntó Killua, Misha sonrió.

-El Nen que aprenden con la licencia de cazador es levemente distinta, y ya pude percatarme que tú posees un Nen bastante peculiar- Misha sonrió.

-¿La puedes ver?- exclamó Killua- Por lo que yo sabía ustedes... no...

-No, es verdad, no la puedo ver, pero la siento, la puedo percibir... levemente pero lo percibo- Misha seguía cocinando, empezaba a aparecer un aroma suave y delicioso.

-Ya veo...- pero Killua de pronto le surgió una duda- ¿Por qué me cuentas tu secreto? ¿Qué pasaría si yo decido matarte e ir a pedir la recompensa?- Misha nuevamente negó con la cabeza.

-Una de nuestras habilidades es esa... sabemos cuando una persona tiene deseos de matarte o no y tú...- hizo una pausa, se volteó y colocó los servicios en la mesa- no despides ese deseo...- mientras pensaba- como antes, cuando me salvaste ¿Por qué crees que pude detenerte?

-Ya veo, eso es verdad, no tengo deseos de matarte, ni menos me interesa esa maravillosa recompensa- Killua cerró los ojos y puso sus manos en la nuca y se apoyó en el respaldo de la silla hasta que el exquisito aroma de la comida de Misha inundó más su olfato, abrió los ojos y vio a Misha ya sentada frente a él y debajo de él estaba su plato.

-Come, es unos de mis mejores platillos, yo misma inventé la receta, pruébalo y dime como está...- Misha sonrió.

-Debes primero saber que mis gustos son muy finos... provengo de una gran familia- Misha sonrió. Killua tomó su tenedor y probó de la comida, de pronto sus ojos se iluminaron- ¡Esto está exquisito! ¡Jamás lo había probado!

-Claro- Misha empezó a comer también- tengo muchos otros platillos inventados por mí también, si quieres... puedo preparártelos todos.

-¡Segu...!- de pronto se detuvo, pensó que eso significaba ¿Quedarse con ella? ¿Y sus amigos?

-¿Qué sucede Killua?- preguntó Misha preocupada por el repentino silencio de su nuevo y único amigo, hasta ahora.

-Nada Misha... no te preocupes- Killua volvió a comer silenciosamente, no sabía que decir.

-Killua tú tienes tu vida allá en el mundo exterior ¿Verdad?- preguntó un poco desilusionada Misha, era lógico...

-S... sí Misha- contestó Killua, tampoco quería lastimarla, era bastante duro vivir sola- tengo buenos amigos ¿Qué tal si vienes conmigo?- preguntó de pronto Killua, recién se estaba dando cuenta que actuaba muy raro con ella, no parecía mucho a él... ¿Por qué se preocupaba por ella? ¿Por qué se comportaba así?

-Killua... ¿Ya no recuerdas lo que te comenté? No puedo ir junto a la sociedad, los Cazadores me perseguirían y te causaría demasiados problemas... no tendrías días de paz, siempre estaremos escondiéndonos, escapando y luchando y yo odio la violencia- Misha se levantó de la mesa y salió de la casa.

-¡Misha espera!- Killua salió tras ella.

*************

Killua la buscó en el bosque, estaba seguro que la vio adentrarse en él, pero no la escuchaba ni la veía, no sabía dónde estaba, llegó pronto hasta un río y sintió un aroma conocido, era el de Misha.

-¡Misha!- gritó.

-¡Vete!- escuchó el grito de Misha- ¡¿Por qué no te vas ahora y me causas menos dolor que verte partir después?!- de pronto Misha se tapó la boca no debió decir eso.

-¿Si me voy te causaría dolor?- preguntó Killua avanzando hacia ella, estaba detrás de una gran roca, lentamente ella se levantó y mostró su rostro lloroso- ¿Tanto te importo? Apenas nos conocemos, no sabes quién soy realmente- Misha negó con su cabeza.

-Para mí ya es suficiente con solo conocer tu corazón y no quiero seguir conociéndolo más o tu partida me destrozaría... en el fondo eres alguien muy bondadoso que solo quiere dejar de hacer lo que le enseñaron a hacer...

-Eres la segunda persona en mi vida que me conoce tan bien...- susurró sorprendido Killua.

-Lo siento, vete o no soportaré perderte ¡Vete ahora! ¡Vete ahora antes de que me hagas más daño! De todos modos quedarte es un sueño que jamás se haría realidad ¡Vete Killua!- le gritó Misha ahora sobre la roca y de pie, de pronto sin quererlo se resbaló de la roca y calló sobre los brazos de Killua.

-Cuidado Misha- luego de ya tenerla entre sus brazos la miró a los ojos- eres tan frágil y es sorprendente como has podido vivir sola hasta ahora y que nadie te ayude...

-Me he esforzado mucho- lloró- te lo suplico Killua... déjame, déjame y olvida todo sobre mí, jamás vuelvas porque si vuelves igual no podrás quedarte, no te gustaría estar encerrado y solo siempre en un mismo lugar... vete, jamás vuelvas, no te acerques a mí, te lastimarías a ti y me lastimarías a mí...- mientras pensaba- imaginaba en mi soledad, día a día un momento como este, enamorarme de alguien, pero jamás imaginé que difícil era yo enamorarme, esa persona especial no podría jamás quedarse conmigo, junto a mí, jamás, esa persona tiene su propio mundo... esa persona no puede abandonar toda su vida solo por mí... no puede, un daño enorme le haría...

-¿Qué es lo que me pasa? ¿Qué está pasando conmigo? No puedo evitar pensar que Misha es muy bonita, no puedo evitar sentir unas ganas enormes de ayudarla, protegerla, quererla y ¿Quererla?- Pensaba Killua aun sin soltarla, mirándola a los profundos ojos verdes.

-Vete... por favor...- Killua despertó de sus pensamientos, la colocó de pie y la soltó- No vuelvas... déjame sola de nuevo...- Killua en silencio retrocedió y se dio la vuelta y empezó a caminar lentamente lléndose, Misha viendo eso sin quererlo su corazón empezó a romperse y se agachó y mordiéndose los labios, empezó a llorar en silencio... una intensa angustia brotaba de su interior, si apenas lo había conocido... ¿Cómo podía quererlo tanto? ¡¿Cómo?! ¿Por qué había sido cautivada por el corazón de él? ¿Por aquella bondadosa parte e insegura de su corazón? ¿Fue por eso?

-¡Misha!- de pronto oyó un grito de su nombre y levantó la vista instantáneamente, sin importarle su apariencia- ¡Misha! ¡Pase lo que pase! ¡No importa lo que pienses! ¡Volveré algún día por tí! ¡¡VOLVERÉ!!- le gritó Killua y se marchó corriendo.

Aquella palabra... "Volveré" quedó grabada en la mente de Misha, se levantó y gritó:

-¡Killua! ¡Jamás me olvides! ¡Yo no lo haré por nada del mundo y siempre, siempre te esperaré aquí, siempre! ¡¡ESPERARÉ!! ¡Killua!- luego agachó su mirada- esperaré- murmuró.

-Volveré- pensó Killua

-Y yo te esperaré...- pensó Misha.

...Fin.

Notas de la autora: ¿Debería haber una continuación? ¿De cuándo Killua vuelve? Este fic lo hice con él porque es mi pj ¡¡Favorito!! *-* Me encanta jejeje... y fue una noche en que no sé, me picaron las ganas de escribir un fic de Hunter X Hunter e imagínense: ¡¡Ninguna idea ni inspiración en mí!! ¡No tenía la menor idea de qué escribir! Solo de: "Un fanfic de Hunter X Hunter" ¡Nada más! Puse los dedos sobre el teclado y estos empezaron a fluir lentamente hasta que apareció esto xD... jajajajajajajaja...

Quejas, felicitaciones, algún error por allí, consultas, comentarios, todo a mi mail:

kawai_hibari@lanota.com o un review, si está en ff.net.

Hora: 01:47:30 am

Día: Viernes, 19 de Diciembre, 2003