Disclaimer - ...los personajes de Naruto siguen sin pertenecerme.
Advertencias - Nada de nada, un simple shônen ai como cualquier otro, Sasuke y Naruto, nada más. Aclaraciones al final.


ESA NOCHE

-¿Qué es eso?

-¡Fuego! ¡Hay un incendio!

Esa madrugada Konoha despierta con el olor a quemado. Las llamas se alzan descontroladas en la parte más alejada de la Villa y para cuando las primeras personas llegan al lugar ya es imposible sofocar el fuego. De cualquier forma hubiera resultado imposible salvar nada. Seguramente si el incendio hubiera comenzado en cualquier otro barrio los vecinos lo hubieran detectado en seguida, pero hace ya mucho tiempo que nadie frecuenta el abandonado distrito Uchiha.

Es el propio Sasuke uno de los primeros en llegar desde la otra punta de Konoha. No hace ni dice nada y las personas congregadas alrededor de la casa tardan en notar su presencia precisamente por esa razón. Cuando descubren su silueta a la luz de las llamas nadie le dirige una palabra, y si bien hay quien intenta acercarse a él, se alejan al contemplar la total indiferencia de su rostro, como si no sintiera absolutamente nada.

El corro de curiosos crece y varía a lo largo del día. El fuego continúa devorando la vivienda sin piedad pero dado que el principal interesado en intentar salvar alguna pertenencia sigue anclado sin mover un solo músculo nadie intenta nada. La Hokage se limita a mandar un escuadrón para controlar el perímetro e impedir que en el peor de los casos el fuego se extienda más allá de la residencia Uchiha, pero a finales de julio el ambiente es cálido y no sopla casi viento.

-¡Joder! –exclama Kiba al contemplar los destrozos de la vivienda. A su lado Ino le da un fuerte codazo y le reprocha su falta de tacto mientras el Inuzuka se defiende y berrea que no ha faltado el respeto a nadie. Su discusión se alarga durante el escaso tiempo que Akamaru tarda en intentar acercarse a las llamas por todos los medios posibles ladrando alegremente y Kiba, Ino y Chôji tienen que unir fuerzas para sujetarle.

Casi todos los shinobis compañeros del Uchiha se acercan por la zona atraídos por la noticia. Shikamaru suspira un 'qué problemático' antes de darle un golpe en la espalda en algún tipo de apoyo moral mientras Hinata, que contempla a su lado el fuego (que a estas alturas ha perdido parte de su esplendor, aunque sigue devorando todo hasta los cimientos), se dirige a él con su timidez habitual.

-Lo…lo lamento mucho, Sasuke-kun. Si n-necesitas cualquier cosa no d-dudes en contar conmigo.

Antes de que se marche junto a su primo, Sasuke asiente con la cabeza en un tosco gesto de agradecimiento, y es sin duda la interacción social más destacada que realiza en lo que va de día. Neji tuerce el gesto, pero no dice nada. Desde su vuelta el Uchiha se ha comportado con una indiferencia rayana en lo insolente y el Hyuga sabe que se está ganando su fama con tanto empeño que sin duda debe ser algo deliberado, pero desde luego él no piensa intervenir. Sin llegar a tocarla rodea con un brazo los hombros de Hinata y la conduce entre la multitud echando una última mirada atrás al Uchiha. En poco tiempo empezará a anochecer y él sigue en el mismo sitio desde esa madrugada, como si algo le impidiera moverse o apartar la vista del edificio calcinado.

-…lo he visto con mis propios ojos, no se ha movido desde que ha llegado y nadie sabe exactamente cuándo lo ha hecho… Podría llevar ahí desde el principio.

-Je… ¿insinúas que ha incendiado su propia casa?

-La Villa tiene la obligación de compensar este tipo de pérdidas a los menores.

-…el patrimonio Uchiha sigue prácticamente intacto, ¿para qué iba a necesitar destruir su propia casa?

-…es imposible, llevaba tres días fuera en una misión y hay quien asegura que cuando comenzó el incendio acababa de regresar.

-No ganaría nada con eso.

-…no entiendo cómo le permiten realizar misiones.

-Es cierto, he oído que estaba en la torre de la Hokage.

-Es evidente que esto ha sido obra de alguien de Konoha. Todo el mundo sabe que no es bien recibido por aquí, más de uno se la tiene jurada por habernos traicionado.

-…tendrían que haberlo colgado cuando regresó.

-¿Qué más da quien haya sido? Tiene lo que se merece y no creo que haya quien opine lo contrario. Debería haber muerto junto a todos los Uchiha, no es más que un maldito traidor que...

Y es en esos momentos cuando Sakura, temblando de rabia, se gira y golpea a uno de los que se encuentran a sus espaldas cortando en el acto los susurros. Aunque queda fuera de su ángulo de visión, Sasuke oye perfectamente el grito de dolor y el ruido sordo de un cuerpo cayendo violentamente al suelo, pero es como si todo sucediera en algún otro plano de la realidad muy lejano a él.

-Si alguien más tiene algo que decir, adelante –gruñe la pelirrosa con voz llena de ira. Y es el pistoletazo de salida para que todos los presentes desaparezcan hasta que sólo queda Sasuke con Sakura a su lado. Ella permanece en silencio hasta que anochece completamente, entonces roza levemente su helado brazo con la mano y se da la vuelta en dirección a su hogar.

Mientras tanto él permanece con el semblante impasible que tanto ha incomodado al resto de habitantes de la Villa desde que regresara. Los susurros y murmuraciones le acompañan allá donde va y es algo que tenía asumido que iba a ser así. En cierto modo siente una oscura y morbosa satisfacción cada vez que oye los mordaces comentarios, y una parte de él casi lamenta que Sakura les haya puesto fin. Es estimulante escuchar el odio de sus voces.

Un movimiento entre las sombras llama su atención y con rapidez posa su fría mirada sobre el individuo, que se paraliza en el acto. Es uno de los ninjas enviados por Tsunade que, sin duda, debe estar harto de vigilar un montón humeante de madera y cenizas. Sasuke no le quita la vista de encima y observa con regocijo su nerviosismo, cómo cambia el peso de un pie a otro y cómo intenta rehuir su mirada. Esboza mentalmente una sonrisa de burla cuando el ninja, incapaz de soportar el vacío de sus ojos, desaparece entre la oscuridad dejando su puesto.

-Eso no está bien.

Aunque ha reconocido la apática voz, ladea levemente el rostro para enfocar a la nueva figura surgida de las sombras.

-El primer paso para llevar a cabo una integración social es tratar de ser amable y alcanzar un ambiente cómodo para poder llevar a cabo una conversación distendida –Sasuke contiene una sonrisa sarcástica. Ese rarito de Sai le hace cada vez más gracia, pero lo que menos le apetece en esos momentos es tener que soportar sus instructivas charlas sobre cómo dejar de ser un bastardo para la Villa y convertirse en el encantador y comunicativo vecino que según el anbu toda la gente quiere que sea. Pobre Sai. Cierra los ojos antes de dirigirse hacia él con cansancio.

-Piérdete.

Su voz suena ronca y por primera vez toma conciencia de la cantidad de tiempo que lleva sin hablar. Apenas ha abierto la boca en lo que ha durado su última misión y menos aún desde que regresara y se encontrara con el agradable espectáculo. Un cosquilleo le recorre la columna vertebral y hace que se estremezca levemente debido a la adrenalina cuando piensa en cómo brillaba el fuego. Sonríe levemente y frente a él Sai se encoge de hombros y desaparece entre los árboles.

Con lentitud vuelve a enfocar los restos del último hilo material que le une a su familia y observa los últimos rastros del fuego mientras le invade una retorcida alegría. Si le consideran un monstruo por no mostrar sentimientos no quiere imaginar lo que le llamarían si supieran lo que siente al deshacerse de lo último que le queda de su hogar. Sin duda tendrían que inventar un nuevo término para describirle, pero no le importa. Una parte de su mente juega con la posibilidad de dejar que se enteren y aumentar así el desprecio que sienten por él, pero decide dejar la reflexión para otro momento. Una calma como hacía mucho no sentía le invade por completo y en esos instantes no cambiaría esa sensación por nada. Un nuevo escalofrío de placer recorre su espalda y debe hacer un esfuerzo para volver a serenarse. Sin duda tiene mucho que agradecer, aunque probablemente no lo haga.

Con la sombra de una sonrisa se da la vuelta y echa a andar en dirección al centro de Konoha. Las calles están desiertas y deben ser las tantas de la noche. Siente los músculos entumecidos pero sigue avanzando con el silencio que sólo años de entrenamiento pueden proporcionar. Pronto sobrepasa el centro de la Villa y deja atrás las últimas viviendas hasta llegar a los campos de entrenamiento. Sin detenerse un instante atraviesa la valla y se interna en el campo número tres hasta llegar al centro del mismo. Sigue exactamente igual que en sus recuerdos.

Con tranquilidad, apoya la espalda en la áspera madera y mete las manos en los bolsillos. Después, todo calma y elegancia, alza la mirada al cielo negro y cierra los ojos cuando una suave brisa le acaricia el rostro y le revuelve el pelo. Es el mismo lugar donde Kakashi ató a Naruto y donde se convirtieron oficialmente en gennins. Ahora, casi cuatro años después, todo parece estar en el mismo sitio exceptuando que es noche cerrada y que Naruto no se encuentra amarrado al tronco, sino tumbado con su acostumbrada despreocupación encima de él, las manos cruzadas por detrás de la cabeza y los ojos fijos en el cielo.

El tiempo pasa sin que Sasuke hable. Sólo escucha el ruido de algún grillo y el susurro de las hojas movidas por el ocasional y casi imperceptible viento. También, si aguza el oído, puede oír la tranquila respiración de Naruto, y está convencido de que si todavía no ha dicho nada es porque el rubio sabe que acabará por hacerlo él. Deja que transcurran unos minutos más antes de romper finalmente el silencio.

-…Muy sutil, dobe.

Sin duda aún deben circular por su cuerpo los últimos restos de adrenalina, porque si no nunca habría vuelto a ese maldito tono tan familiar. Una ráfaga de viento más fuerte que las anteriores le revuelve el cabello y agita su ropa. Naruto no dice nada, pero Sasuke se jugaría lo poco que le queda a que sus labios han esbozado una sonrisa de añoranza, mezcla de recuerdos y dolor por el nombre pronunciado casi igual a la que él tiene en el rostro. Sabe que no debería acercarse de esa forma a él, pero Naruto, incansable, al final ha dado con la forma de destrozar su barrera y volver a meterse, literalmente, en su vida.

- Lo que tú digas…bastardo. Casi llegas tarde.

Naruto se incorpora y flexionando una pierna deja reposar el brazo en la rodilla, con el puño fuertemente cerrado y la mirada perdida en la oscuridad frente a él. No espera que el moreno responda y efectivamente no lo hace. Sonríe de medio lado por su mutismo y después, casi con dejadez, dobla el brazo, alza el puño y lo abre, y el Uchiha atrapa el pequeño objeto que cae con un rápido movimiento apenas visible debido a la velocidad. Cuando abre la mano, una llave plateada brilla sobre la palma.

-Felicidades… Sasuke.

Naruto no intenta disimular el leve tono arrogante de su voz y, completamente seguro de su victoria, aguarda unos segundos antes de bajar del tronco de un salto, meter las manos en los bolsillos y comenzar a caminar. Sabe que esta vez Sasuke tampoco dirá nada pero no le importa. El Uchiha espera unos instantes antes de seguirle, como si en el último momento fuera a ser capaz de dar media vuelta e irse por donde ha venido pero sabe que ya no tiene opción y que, por esa noche, ha perdido irremediablemente el control de la situación.

Con un pequeño impulso se separa del tronco y, silencioso, sigue la figura de Naruto con un agridulce sentimiento de rendición. La sonrisa segura e insolente que ve en el rostro del rubio cuando lo alcanza y confirma que le sigue es lo único que consigue sacarle de ese estado de resignación, y aunque esa noche se sabe en clara desventaja vuelve a aparecer ante sí el límite que no piensa cruzar más claro y firme que nunca.

-No hagas de esto más de lo que es –le advierte. Con rabia observa cómo aumenta la leve sonrisa del rubio y le entran unas irrefrenables ganas de agarrarle y golpearle hasta hacerla desaparecer, aunque seguramente ni aun así lo lograría.

-Haré de esto exactamente lo que quiero que sea.

Y la respuesta, mezcla de amenaza y segura promesa, le convence, como si lo de ese día no hubiera sido ya demostración suficiente, de que ya no hay nada que vaya a detener al rubio en su intento por conseguir lo que quiere. Siente un nuevo escalofrío al pensar en lo que ha perdido y en la carga que por fin se ha quitado, que le ha quitado de encima, y casi sin que pueda controlarlo, su voz escapa en un murmullo bajo a través de sus dientes apretados.

-Gracias –la frialdad de su voz no parece hacer efecto en Naruto, quien se gira hacia él y esboza otra sonrisa que brilla peligrosamente en la noche.

-No hay de qué –responde, y Sasuke puede ver un atisbo de burla, determinación y desafío en los oscuros ojos azules, y más seguro que nunca comprende que ambos tienen la misma férrea determinación a salirse con la suya sin importar lo que deban hacer para conseguirlo ni a qué ni a quién deban devastar por el camino, aún siendo ellos mismos.

-Claro -repite con una sonrisita irónica-. No hay de qué.


ENVIDIA'S NOTES - Bien... No he podido evitarlo, hoy es 23.07 y qué mejor fecha que esa para publicar un fic que tiene como protagonista (?) el cumpleaños del bastardo. Lo tenía pensado hace bastante tiempo, pero me di cuenta de que efectivamente a 'Entrometida' le faltaba algún tipo de introducción, asique aquí está, adaptado para que actúe como tal. He borrado 'Entrometida'y lo subiré como segunda parte de éste después de ver si necesita algún retoque.

Me gustaría dar las gracias a la gente que me dejó algún review :), y... nada más, lo de siempre, cualquier sugerencia/loquesea es bien recibido, que aquí la servidora está para aprender e intentar mejorar.

Edit: Sí, apenas he cambiado treinta palabras pero tenía que hacerlo, esto es lo que pasa cuando se releen los fics y piensas: 'mierdaaa! Cómo xxxxx puse esto!?' y deseas que alguien te hubiera pegado en ese instante,xD.