El amor te atrapa.
Disclaimer: Hawaii Five-0 no me pertenece.
Advertencia: Relación Hombre x Hombre.
Cuando Danny era aún un infante de apenas seis años le había preguntado a su madre, tan serio como si estuviera a punto de revelar el mayor secreto del mundo, cómo sabías si te habías enamorado. Su madre había reído alegremente, sentándose junto a su primogénito pensativa.
El amor era como un atasco de tráfico, le había dicho.
Era salir de casa una tranquila mañana y montarse en el coche con todo el día preparando a la perfección, alejando cualquier acción que no perteneciera a lo estipulado. Arrancas y conduces con calma, tomando el desvió de cada mañana porque es lo habitual.
Entonces, pese a que has contado más coches de la cuenta, metes el coche en el puente sin ser consciente de que no hay bifurcación una vez te halles colgando en el aire sobre un río. Y entonces, como por arte de magia—pese a que llevabas quince minutos (puede que más) en el atasco—eres consciente de que estas atrapado.
Y eso era el amor, unas manos largas que te atrapan antes de que te des cuenta, impidiéndote dar marcha atrás y dejándote a merced de otra persona.
Danny había mirado a su madre con el ceño fruncido sin ser consciente de que años más tarde—cuando fuese a Hawaii—se enamoraría de Steve tal y como su madre le había descrito.
Sin darse cuenta de ello hasta que un día descubrió que estaba enamorado.
