— ¡¿Qué?! — Personaje/Humano hablando.

— "¡¿Qué?!" — Personaje/Humano pensado.

— Humano Pokémon hablando.

— "Humano" Pokemon Pensado.

— Hace mucho — Flashback

—"Hace mucho" Pensamiento Flashback.

[…]

Era un día soleado en la región de Kanto. A pesar de que el sol estaba en su máximo esplendor brindando la luz; el sofocante calor afectaba un poco a las personas, y en un pueblo pequeño pero conocido, el mismo también causaba sus travesuras. En Pueblo Paleta, más específicamente la residencia Ketchum. Estaba un joven de alrededor 18 años, de cabellera oscura levemente larga y de una curiosa forma, ojos de todo chocolate, de piel levemente bronceada, con unas marcas curiosas debajo de los ojos. Su altura era de 1,74 mts. El muchacho, quien iba sin camisa y con solo un short de tono azulado mostrando un físico levemente trabajado más no excesivo, se encargaba de regar las flores del jardín en aquella calurosa tarde.

Este personaje era un entrenador que tuvo renombre en varias competiciones y cuyo nombre estaba en boca de grande iconos del mundo Pokémon, como lo eran campeones regionales. El sueño de esta persona era ser el mejor maestro Pokémon del mundo, que todos le reconocieran y dejar una marca en el mundo imborrable. No obstante en cada competición estaba el fracaso, bueno, admita que muchas veces pudo conciliarse con la victoria, pero su orgullo e inmadurez le llevaban a un punto muerto. Por esa razón decidió darse un respiro luego de su viaje a la región de Alola. Ya hace un año de ello, aunque nunca detuvo sus entrenamientos con los compañeros que hizo en su largo camino.

— Hace tanto calor — su rostro se mostraba sudoroso y levemente rojo ante el golpe de calor que ataco en la época de verano.

— Pika — un roedor de color amarillo con mejillas rojas asintió ante las palabras del joven.

— Ash, hijo — una mujer ya entrenado en los 40, a pesar de que su aspecto no lo demostrara, surgió de la casa con una bandeja la cual encima traía una jarra fría de limonada y dos vasos — Traje bebida — expreso la mujer con una sonrisa.

— ¡Gracias mamá! — respondió el muchacho con una sonrisa amplia, la dama procedió a servir el rico liquido tanto a él como al roedor quien encantado y usando sus patas amarillas lo recibió.

Ambos dieron una larga bebida al vaso y al mismo tiempo soltaron un suspiro de alegría. Eso causo risa en la mujer, de tal entrenador, tal Pokémon. Aquellas personas eran Ash Ketchum, su madre Delia Ketchum y su mejor amigo, Pikachu. En un día caluroso sin preocupaciones. Aunque las cosas iban a tomar un camino inesperado para el joven Ash.

[…]

En una especie de templo completamente blanco, tanto en su interior como exterior, donde no existía prácticamente nada, un ser colosal de un aspecto semejante a un caballo de color blanco y detalles dorados, con una extraña estructura alrededor del estómago y una cresta larga; observaba una pequeña esfera donde miraba fijamente diversos escenarios. Ninguno mostraba algo malo, prácticamente eran momentos comunes en la vida de sus creaciones, los legendarios. No obstante había ciertas cosas que si le llamaron su atención hace un gran tiempo.

A pesar de mis intentos, siguen renuentes a realizarlo — expreso aquel ser divino de máximo poder. Pensó en diversas maneras de cumplir su objetivo, pero muchos llevaban a un punto muerto. Sus ojos de color verde fijaron la atención en una ser de blanco y rojo, el cual se balanceaba en un columpio tranquilamente, aunque sus ojos mostraban tristeza.

Aquella criatura de gran poder se introdujo en los pensamientos de la otra y pudo apreciar las razones de su ánimo. Claro que indago más de lo necesario y aprecio ciertos detalles que posiblemente no deseaba en cierto punto. Pero fue ello que le otorgo una clara visión de que debía hacer ahora, una descabellada y loca idea surco la mente del creador de todo lo conocido. Una pequeña risa levemente macabra escapo de su hocico y decidió poner en plan esta opción, la cual posiblemente resultaría.

[…]

De regreso al hogar de Ash, el mismo tomaba un descanso bajo un árbol mientras seguía tomando la limonada que su madre trajo. El muchacho observaba al cielo despejado recordando sus constantes aventuras y momentos únicos, locos, graciosos, tristes y épicos. Resulto increíble viajar en el lomo de Giratina, Lugia, aquella vez que enfrento a un Groudon descontrolado y domino a Pikachu por su orbe. Esa vez que liberaron a las aves legendarias, el momento en que observo a Ho-Oh por primera vez. Como sus cientos de enfrentamientos contra oponentes dignos, rivales, lideres, incluso campeones y como siempre estaba cerca de la meta. A pesar de que en su última participación fue Gladios quien se corono campeón.

— Creo que ya va siendo hora de retomar mi aventura ¿No lo crees, Pikachu? — el muchacho miro al Pokémon quien se deleitaba con una botella de Ketchump. Ash le surgió una gota debido a ello — Bueno, sé que estás de acuerdo conmigo, apenas acabe el verano nos iremos de aventu-

De manera repentina su cuerpo se desvanecido ante la mirada de su compañero eléctrico quien escupió con sorpresa el condimento. Se apresuró a observar los alrededores y gritar en su dialecto el nombre de Ash. No obstante el humano desapareció de forma misteriosa, sin pensarlo demasiado se fue corriendo hacia la residencia Ketchum para informar sobre lo que había pasado, tanto a la madre, como a los otros Pokémon de Ash.

[…]

Era raro, extraño, sumamente sobrenatural que en un instante estaba hablando con Pikachu sobre nuevamente salir de aventuras y de un momento a otro se encontraba en una especie de sala blanca sin nada alrededor. De cierta forma se sentía minúsculo ante la extensa nada. Observo a los alrededores y no apreciaba que hubiese alguna persona o criatura por el lugar. Procedió a realizar llamados a sus conocidos, como Pikachu y Delia. Sin recibir respuesta. En una situación así se fuese asustado o descontrolado, pero este tiempo obtuvo enseñanzas del profesor, su mentor, quien le refuto que muchas veces se dejaba dominar por sus emociones causando un descontrol en su mente. Respiro levemente y lo mejor que pensó fue esperar.

Lo cual no tardo mucho ya que un vórtice dimensional que arrojaba destellos de variados colores se formó y una criatura majestuosa empezó a traspasar dicho portal. Ash se quedó asombrado al mirar el ser divino que se presentó ante su persona. Recordaba que una vez viajo al pasado con el único fin de salvarle y evitar la destrucción masiva del mundo. Aquella bestia con un poder incalculable traspaso ese vórtice y quedo frente al humano. Muchos se congelarían del miedo, otros se paralizarían ante la presión, pero estamos hablando de un muchacho que si bien se volvió más maduro, mantenía ese aire infantil que lo caracterizaba.

— ¡Arceus! — expreso con una sonrisa y emoción admirando al creador de todo lo que se conoce.

Hola, Ash — saludo este con una "sonrisa".

— Esto es muy repentino sinceramente — rio con nervios el entrenador sin comprender por qué un poderoso legendario estaba ante él.

Lamento la abrupta manera en que te traje, pero quería hablar un tema contigo de importancia — su voz, aunque serena y tranquila, mostraba algo de seriedad.

— ¿Eh? ¿Qué cosa? — pregunto Ash con duda.

Primero que nada, toma asiento — de manera repentina una silla, mesa y varios bocadillos con un refrescante jugo aparecieron frente al muchacho quien se asombró — Come lo que gus- — su palabra no culmino al mirar como el pelinegro se metía en la boca la comida.

— ¡Sabe delicioso! — fue su expresión, Arceus suspiro con una sonrisa.

Me alegro ver que ciertas cosas no han cambiado — fueron las palabras del creador las cuales dejaron un tanto ido al joven quien le miro sin comprender — En fin, Ash, quiero hacerte una pregunta — nuevamente el tono de voz serio resonó, aunque el muchacho no parecía notarlo.

— ¿Sí? — le miro a los ojos verdosos sin temor alguno.

¿Amas a los Pokémon? — aquella pregunta tomo por sorpresa al humano quien se detuvo, limpio la comida alrededor de su boca y observo al creador con una amplia sonrisa.

— ¿Qué pregunta es esa? ¡Claro que los amo! Estaría dispuesto a dar mi vida por ellos y las personas que amo, como mi madre y amigos. Si hay un Pokémon, legendario o no y está en peligro, lo ayudare sin pensarlo — sus ojos chocolate brillaban con intensidad y sinceridad.

Comprendo, tu respuesta es sincera y no muestras mentira alguna, lo sé porque puedo leer tu corazón, con eso dicho, necesito tu ayuda en un tema serio — el dios nuevamente el miro.

— Claro Arceus, dime que puedo hacer y dar mi mayor esfuerzo — a pesar de que realmente no dudaría en ayudar, también le emocionaba el hecho de ir nuevamente de aventura y más si el mismo creador se lo pide, aunque claro que iniciaría sus viajes nuevamente, pero tampoco era malo hacerlo de una vez.

Quiero que ayudes a legendarios a crear una nueva generación — fueron las palabras del corcel blanco y dorado.

— No hay problema, aunque no sé cómo ayudarles ¿Puedes decirme que debo hacer? — el humano empezó a dar un sorbo del jugo.

En pocas palabras que te apares con ellos — arrojo sin rodeos la petición.

— Ah, entiendo, claro no hay problema — nuevamente dio un sorbo, pasaron unos segundos cuando sus ojos se abrieron de par en par cómicamente, el líquido en su boca fue expulsado a un costado y observo con incredulidad al ser divino — ¡¿Qué?! — fueron sus palabras de estupefacción.

Como has oído, joven Ash, necesito que te aparees con los legendarios y crees una nueva generación que vele por el universo — nuevamente dijo Arceus.

Cabe mencionar que Ash se mantuvo momentos paralizado ante la petición. Ambos se mantuvieron observando por un momento que pareció eterno, ojos esmeralda contra ojos chocolate. Hasta que finalmente el humano cayó a un costado completamente desmayado con unas simples palabras en su cabeza.

"Esta no era la aventura que esperaba"

[…Continuara...]

Aquí una historia curiosa que pensé, como podrán notar se basara en un tema más sexual, no obstante para quienes conocen mis trabajos sabrán que no será siempre, y que me gusta buscar el amor primero antes que el sexo. En todo caso, será Harem masivo y solo con Pokémon, ósea Pokefhilia. No obstante, puede, capaz, no sé, que existan momentos con chicas humanas. Y no habrá metamorfosis raras, serán Pokefhilia pura. Espero sus mensajes, y recuerde, decirme sus opiniones amplias o no solo poner "continúelo".