Título: We have no apologies for being
Autor: eminahinata
Fandom: Chicago Med
Personajes/parejas: Connor Rhodes/Will Halstead
Clasificación y/o género: PG.
Advertencias: Pues no.
Resumen: Jay va a matarlo. Pre-Slash.
Disclaimer: Chicago Med no me pertenece. Es propiedad y creación de su respectivo dueño. Esto se escribe sin fines de lucro, ¿vale?
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We have no apologies for being
By: eminahinata
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April Sexton apretó los labios, la sonrisa que quería escaparse se podía ver en las esquinas de los labios y el brillo de diversión era tan visible como su saludable rubor en las mejillas. Cuando decidió ser enfermera nunca se imagino que podía llegar a ser tan divertido.
A costa de sus compañeros de trabajo, claro.
Maggie Lockwood la vio con curiosidad y luego volteó a ver hacia donde sus ojos se encontraban tan al pendiente, soltando un resoplido que hizo que a April le tomara más esfuerzo ocultar su risa. Ambas enfermeras se vieron un momento a los ojos y luego se inclinaron a reír suavemente, susurros maliciosos que hicieron estremecer a más de uno en aquella sala de emergencia.
Dr. Ethan Choi vio esto desde el cuarto 3 con el ceño fruncido, un escalofrió pasando por su espalda. Maldita sea, las mujeres daban miedo. Junto a él, Sarah Reese vio con algo de tristeza a su superior y luego siguió con el movimiento que le instruía hace tan sólo unos minutos. Ella, por supuesto, sabía lo que sucedía. Todas las mujeres de la sala de emergencias ya tenían una pequeña apuesta sobre ello y varias enfermeras y doctoras suspiraban con el corazón acelerado. Era muy divertido.
Sharon Goodwin caminaba tranquilamente al lado de la Dra. Natalie Manning, está acariciando su vientre con ternura. Los dos se detuvieron junto a las enfermeras y compartieron una sonrisa a sabiendas, todas regresando sus ojos a donde el Dr. Connor Rhodes y el Dr. Will Halstead discutían por algo en la seguridad de la oficina.
Bueno, Will discutía moviendo los brazos con entusiasmo mientras Connor cruzaba los brazos y colocaba esa expresión de desconcierto que únicamente aparecía cuando se encontraba a cercanías del otro doctor. Era una mezcla entre molestia, cariño, exasperación y sorpresa, lo cual era raro.
Natalie pensaba que se debía a que el Dr. Connor no estaba acostumbrado a ser fácilmente ninguneado y Will era una persona terca y orgullosa que nunca en la vida iba a aceptar sus sentimientos. Nunca. La doctora Manning sólo esperaba el día en que Connor diera el primer paso y si o no Jay Halstead, hermano de Will, lo mataría por atreverse a ver a su hermanito de esa forma. Sus apuestas eran muy altas a que sí. El Detective Jay Halstead era una persona muy complicada.
April inclinó la cabeza mientras veía como Will apretaba los puños y salía de la oficina airado, dejando la puerta abierta y haciendo que su bata se moviera con el viento. Las mujeres vieron como Connor veía irse al otro doctor con los ojos muy abiertos y la mandibula desencajada.
Maggie sonrió y volteó a ver a sus amigas—. Creo que he ganado.
—Ah, no —dejó caer la cabeza April mientras que Natalie reía divertida—. Y yo que pensaba que Connor daría el primer paso.
—Will es una persona muy impulsiva —encogió los hombros Maggie y se retiró como sólo una jefa enfermera podía hacer.
—La Dra. Zanetti va estar muy decepcionada —dijo Sharon y se fue hacia donde el Dr. Abrams la llamaba, el interno viendo con expresión de estreñido, como si estuviera viendo a la muerte acercarse. Este hombre.
Natalie y April compartieron una mirada.
—Jay va a matarlo —ambas vieron como Connor salía de la oficina con determinación, buscando a Will (quien probablemente se fue a esconder a otra unidad).
April asintió—. Está tan muerto.
Al final tres enfermeras, Maggie y Joey Thomas ganaron la piscina de apuestas.
Ahora faltaban las otras cinco.
