Mis pies están cansados y me duelen los brazos

Largo es el camino y las montanas son silvestres

Pronto el crepúsculo, sin luna y arduo

Ascenderá por el camino del pobre niño huérfano.

¿Por qué me han mandado tan solo y tan lejos

Donde los páramos abundan y las rocas se apilan?

Los hombres son de corazón duro y solo los ángeles velan por el pobre niño huérfano.

Aun así, la brisa sopla suave

Nubes no hay y las estrellas brillan,

Jehová, en su misericordia, reconforta al pobre niño huérfano

Aunque yo caiga por el puente desmoronado

O me pierda en la ciénaga, por falsas iluminaciones

Aun así mi padre, con bendiciones y promesas,

Tomara en brazos al pobre niño huérfano.

La fuerza ha de valerme

Aunque de refugio y bondad he sido despojado

El cielo es mi casa y descanso no me faltara

Dios es el amigo del pobre niño huérfano.