Grandes Héroes como sus personajes le pertenecen a Disney

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Quizás

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Detestas al chico nuevo, Tadashi Hamada y eso que ni lo conoces más que de vista.

No, de hecho, lo odias. Lo odias y no sabes bien por qué.

Bien, esa es una razón más para odiarle. Que le odias y no encuentras una méndiga razón de por qué lo haces.

Quizás es porque es más alto que tú, aunque tiras a la basura esa posibilidad, pues tu profesora de Preparatoria y todos en tu salón son más altos de lo que tú eres.

Quizás es porque se la pasa todo el día sonriendo, tanto que te preguntas si es estúpido o el simple hecho de respirar le da risa.

Quizás es porque es estúpidamente idiota, tanto que no cae en cuenta de la ola de alumnas que suspiran, se sonrojan, chillan y seguro besarían el suelo por donde camina si Señor Sonrisas se lo pidiese.

Quizás porque es un cabeza de chorlito chapado a la antigua, tan inocente que se traga el cuento de una de las listillas arpías que finge no saber algo, de la explicasión de turno, sólo para conseguir su número y una "cita de estudios."

Quizás porque cierto alumno fan de las historietas, lo invita a almorzar y como por obra del destino, los dos se sientan muy cerca de la mesa en la que comes sola, y de pronto se entretienen en una muy ruidosa discusión sobre Godzilla.

Quizás es porque al salir de clases, cuando se marchan, ve que eres la última que, de pie en la calzada sin salir totalmente del edificio, no se decide si cruzar o no la calle con el diluvio que es el cielo y te ofrece su paraguas, en contra de tu voluntad, mientras que él se va caminando bajo la lluvia pisando chacos como niño pequeño.

Quizás porque al día siguiente al no verlo en clases, tu cabeza se llena de preguntas que te distraen todo el día y luego toda la noche. ¿Por qué no vino? ¿Acaso le dio gripe? ¿Será sólo eso?

Te mantienes somnolienta dos días y al tercerlo al fin decides a actuar, haces memoria de los cotilleos de tus compañeras, y al recordarlo vas a pie en dirección a su casa. Paragüas en mano y un nudo en tu estómago, das leves golpes a la puerta y esperas a que se abra.

Luego de unos segundos que para ti son interminables, Tadashi aparece con esa mirada tontamente feliz y un pañuelo en la mano.

Ves que realmente estuvo dispuesto a esto, que no es sólo apariencia su amistad, piensas en lo equivocada que estabas.

Quizás ya no le odias tanto.

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Drabble o minific, como quieran. Hubiera querido algo más largo, pero se me vino esto y tenía que postearlo. Nuevamente, gracias por leer ^^