-Fin de Verano-
Ash y Lyra estaban caminando por las calles de pueblo Paleta, en medio de un hermoso ocaso. La chica de pelo castaño y graciosas coletas se vino a vivir con su amigo para poder terminar sus estudios. Ash por el otro lado era un año mayor que Lyra y estaba a punto de terminar el semestre, por lo tanto estaba a punto de salir de vacaciones.
-Lyra, ¿cómo te sientes?- sin despegar la mirada del camino.
-¿ehh?- fue lo único que pudo decir la castaña.
-¿cómo te sientes al empezar en un mes la escuela?- pregunto el azabache mientras estaban llegando a un hermoso parque.
-La verdad… la verdad Ash- con un suspiro y cerrando los ojos mientras se ponía las manos en su pecho –Tengo miedo-
Ash se volteo a ver a la castaña y le dio una mirada de confianza mientras ponía sus manos en los hombros de ella. Lyra poso su mirada en los ojos de Ash, haciendo que Lyra tuviera un sonrojo.
-Lyra yo confio en ti. Sabes que yo estare ahí siempre para apoyarte.- dijo Ash mientras le daba un beso en los labios.
Ese beso hizo sentir a Lyra lo mismo que sintió cuando Ash le pidió ser su novia. Ellos dos llevaban más de dos años como pareja y su amor no había decrecido, de hecho había crecido. La lengua de ambos recorrían la boca del otro, a Lyra le hacía cosquillas mientras Ash sentía siempre que sus mejillas ardían pues siempre terminaba más sonrojado que la castaña. Poco a poco se separaron y se miraron a los ojos.
-Y bien, sigues teniendo miedo- pregunto Ash mientras abrazaba a la castaña y besaba su frente.
-No ya no.- dijo Lyra mientras reposaba su cabeza en el pecho de Ash. –Recuerdo como tenías miedo a la respuesta que te daría-
-Lo recuerdas- decía Ash mientras acariciaba el pelo de su castaña.
-Sí- dijo Lyra mientras cerraba sus ojos pues para ella estaba más que feliz con Ash
-¿Te arrepientes?- pregunto Ash con cierto temor.
-Alguna vez me he arrepentido de estar con un tontito como tú- dijo Lyra mientras le ponía una cara juguetona.
-Oye- dijo Ash mientras miraba "molesto" a Lyra.
Poco a poco se volvían a acercar sus labios y nuevamente unido por un beso la de graciosas coletas con el azabache. La noche llego y las estrellas eran testigos del amor que se tenían ellos dos. Poco a poco ambos empezaron a bailar al ritmo de sus corazones mientras pensaban en el presente, para el futuro que ambos quieren compartir el uno con el otro. Si bien Ash y Lyra tenían sus diferencias su amor siempre fue mayor y siempre han estado el uno para el otro.
