Hi girls!
De nuevo en las andadas!
Aqui les dejo otro fic medio experimentado... asi como en algun lugar de pino suarez xD
Así que pasamos a los terminos y condiciones:
DECLAMER:Los personajes son gracia y obra de mi comadre Stephanie Meyer, la historia le pertenece aquí a su servilleta… la cual desgraciadamente no gana nada al hacer esto… solo los reviews son los que me animan a seguir escribiendo, así que mis angelitas no me desamparen ni de noche ni de día… XD
SUMMARY:-TODOS HUMANOS- Emmett la vio y creyó que ella jamas se fijaria en el... pero lo que no sabía es que Rose no era lo que su familia pensaba de ella... ahora con un nuevo romance en puerta comienza a pensar si esta haciendo lo correcto
Así que no las hago esperar mas... enjoy it!
oOoTEAM:EMMETT&JACOB&JARED&KYLE&JOE&VASILY&GUS&HARETON&GORDON&AUSTIN&JACE&JORDAN&ALEXI&HEATH&DARIUS&JONoOo
.:.:: Corazon Inalcanzable ::.:.
Rosalie
Una fiesta de dieciséis…
Él volteó a mirarme…
Nuestras miradas se mantuvieron fijas un momento…
Él me sonrió…
—Rose… —la voz exigente de mi prima Hanna me hizo poner los ojos en blanco y voltear a verla fastidiada.
—Ya, sostenlo de más arriba —tomé los tres listones dorados de las puntas y lo envolví en el pequeño ramo de rosas amarillas y anaranjadas que ella sostenía. Lo amarré fuertemente y lo dejé sobre la barra para hacer unos rizos con la navaja que le había pedido prestada a mi papá.
—Listo llévalo a Irina… —le di un pequeño empujoncito por el hombro y ella salió corriendo tras mi otra prima.
Si, era una fiesta de dieciséis que hubiera sido divertida de no ser porque estaba ayudando a que todo saliera bien.
Así es… no era la mía… era la de mi prima Irina quien había exigido a sus padres la fiesta. Y no está de más decir que ellos no tenían la solvencia económica para eso pero ellos se esforzaban para que ella tuviera lo que quería.
Obviamente estaba molesta… ¿Qué la chica no tenia consideración de sus padres? Digo, yo no tuve fiesta de dieciséis porque la situación de económica de mis padres había sido dura en esos. Ahora la situación de mis padres era diferente, mi padre había entrado en los asuntos políticos y ahora tenía un buen empleo. Así podía pagar mi universidad y la preparatoria de Jonathan, mi hermano menor.
En fin… no divago.
Dejé que Hanna se fuera y me di la vuelta sonriente, esperando ver al chico de hace momento pero él ya no estaba…
—¿Quién era? —pregunté en voz alta para mí misma.
—Él pastelero… su camión se descompuso… —era mi tía que acababa de colgar su celular.
Claro que no le había preguntado a ella pero esa noticia no fue buena.
—Necesitamos una camioneta…
—Espera un momento…
Ella se alejó casi corriendo de ahí, nuevamente me giré para ver si podía volver a ver al chico pero no tuve éxito.
—Rose… —esta vez era mi madre que estaba doblando las servilletas junto con otra de mis primas.
Las ayudé mientras mi tía Carmen volvía. Pasaron unos minutos hasta que ella volvió.
—Listo, Robert te llevará… —señaló a un señor rumbo a la puerta.
¿Te llevara?
—¿Qué tan grande es el pastel? —pregunté desconcertada por lo que había dicho.
—Tienes razón… Victoria… ¿Puedes ir con Rose por el pastel?
Mi tía asintió dejando de hacer lo que fuese que estuviese haciendo. No quería ir sola con ella así que llamé a mi hermano para que me acompañara. Se nos unieron el hijo pequeño de mi tía Carmen y otro chico delgado un poco más grande que yo.
Al regresar dejamos el pastel montado y volví a la barra donde estaban mi madre y otras dos tías.
Como habrán notado era una fiesta familiar. Donde al no haber presupuesto para meseros, las primas terminaban siéndolo. Así que Hanna, su hermana y otra prima terminaron siendo las meseras en esa fiesta.
Yo por mi parte tomaba los platos y los acomodaba en las charolas. No era mucho pero veía todo el salón desde ahí y mis primas me iban haciendo señas de cuantos platos hacían falta.
Por fin localice al chico de risos despeinados y camiseta negra con jeans. Estaba sentado junto al marido de mi prima Bella. Cosa que hizo caer las alas de mi corazón. Si él estaba con ellos eso quería decir que estaba fuera de mis límites.
—¿Cuentos más? —preguntó Victoria.
Volteé a ver a mi prima y el hizo un gesto de cortar el cuello.
—Ya ninguno… sólo falta ver si les hace falta algo.
Voltee a ver a mi hermano que estaba con mis primos Alec y Max repartiendo bebidas por todo el salón. Me quité el pequeño mandil y fui de mesa en mesa preguntando si se les ofrecía algo. Hasta que finalmente llegué a la mesa donde estaba el chico.
—¿Están bien? ¿No se les ofrece algo? —pregunté directamente a Renée y después volteé a ver a todos hasta que mi mirada se cruzó con la del chico.
—Todo bien cariño… —dijo Renée tranquilamente y le sonreí girándome sin voltear a ver al chico que había desviado la mirada cuando iba a sonreírle.
Regrese a mi puesto y mas invitados fueron llegando. Así que seguí con mi trabajo. Pasaron las horas hasta que las personas dejaron de llegar y pude comer un poco. Pasaron unos minutos y la gente comenzó a bailar. Ángela y Hanna vinieron para que bailara con ellas. Mientras bailaba vi que Bella y Edward se habían levantado a bailar. El hermano de ella y la pequeña Alice estaban hablándose al oído y riendo. Entonces capté la mirada del chico quién se levantó al instante y salió del salón, estaba por seguirlo cuando Carmen me dijo que era hora de bailar el vals.
Todos nos fuimos a sentar para ver, aunque a mi esas cosas me parecían vergonzosas. Pero no podía salir de ahí, mi madre estaba mi lado diciendo lo emocionada que estaba por ver que bailaba, aunque yo estaba más ansiosa por saber el nombre del chico de ojos azules.
La verdad que el vals me aburrió así que saque mi celular y comencé a ver que había de nuevo en las redes. Mi mamá me dio un codazo y lo guardé. No tengo que mencionar lo ridículo que se veía eso porque seguramente ya se lo imaginaran.
Volteé a ver a Bella que estaba entre los brazos de Edward y él estaba buscando a alguien con la mirada. Supuse que al chico.
Después de todas sus ridiculeces repartieron el pastel y esperamos un rato para poder salir de ahí y por fin volver a casa para descansar.
Habíamos decidido compartir coche con otro tío que vivía por donde nosotros, así que salimos del salón después de despedirnos de toda la familia. Repentinamente sentí una mirada en mí, voltee a ver y era ese chico de nuevo, le sonreí lo mas seductoramente que pude pero tampoco pareciendo una zorra pero al contrario de lo que me esperaba el hizo una mueca de media sonrisa y pasó a mi lado sin decir nada.
Me enojé con él por ser un grosero y conmigo misma por esperar algo más de él.
Subí al coche aventando mis zapatillas por delante y recargue mi cabeza en el asiento.
—¿Quién va a manejar? —escuché preguntar a Alice— ¿Edward, Simón o Emmett?
Levante mi cabeza y ella me sonrió traviesamente.
Emmett
Simón era su hermano y Edward su cuñado así que el único nombre que desconocí fue ese.
Volví a recargarme en el respaldo del asiento cerrando los ojos.
Me concentré en esos ojos azules, en esa sonrisa de hoyuelos, en su cabello rizado y alborotado, en sus brazos marcados… y mi imaginación se fue…
Me imagine pidiéndole su número a Alice, llamándole pidiéndole una cita sin decirle que era yo, preparándome ese día con un bonito vestido, llegando un poco tarde para asegurarme de que él estuviera ahí antes que yo, la cara de disgusto que pondría cuando me mirara frente a él, el diría:
—¿Tu me llamaste?
Yo le contestaría.
—Sí, creo que no te cause una buena impresión en la fiesta… así que quería presentarme formalmente, soy Rosalie Hale… —sonreiría sinceramente.
Le extendería la mano y esperaría a que la tomara. Él me vería desconfiado primero pero después la tomaría como gesto caballeroso y la estrecharía.
—Me hiciste una cara… ¿Cómo no causarme una mala impresión?
—Lo siento… mi prima me estaba molestando y no me iba a dejar en paz hasta que termináramos…
—Noté que estabas muy ocupada ese día —haría otra vez su media sonrisa pero esta vez sería con un gesto divertido.
—Les ayudé un poco… —me encogería de hombros y le señalaría la banca— ¿Puedo sentarme?
—¿No temes a ensuciarte? —pasaría la mirada por mi vestido azul claro, exacto habría elegido uno parecido al tono de sus ojos. Aparte de que el azul era mi color favorito.
—Lava la lavadora… —me volvería a encoger de hombros y me sentaría junto a él girándome un poco para poder verlo a la cara.
—Bella me dijo que estudiabas en la universidad…
—Así es, estoy a un año de terminar… —diría encogiéndome de la emoción, entonces me percataría de algo— ¿Emmett cierto? —él no me habría dado su nombre antes. Él asentiría con la cabeza— ¿Cuántos años tienes? —preguntaría un poco curiosa.
—Veintitrés…
—¿Y a que te dedicas?
—Trabajo en una constructora… —o algo así diría, porque tenía el físico muy bien marcado como para ser vendedor o algo parecido.
—¡Qué bien…! —sonreiría a cualquier cosa que hubiera dicho.
—¿Y tú? —preguntaría con la misma sonrisa de hoyuelos que me dejaba sin aire.
—Estudio… Administración… y de hecho quiero hacer mi residencia en el extranjero… —sonreiría entusiasmada y ansiosa porque esa fecha llegara.
—Ah… —él habría dicho un poco decepcionado y habría desviado la mirada.
Entonces abrí los ojos.
Así que hasta ahí quedaría la cosa. Yo quería irme al extranjero y no podía dejar que nada me detuviera…
Anuqué por ese par de ojos azules y una sonrisa con hoyuelos me podrían persuadir.
Emmett
Entramos a la fiesta a la que Edward me había invitado, me sentía raro por no llevar regalo pero no me había dado tiempo de eso, lo bueno que era una fiesta pequeña.
—Ella es la festejada… Irina —Bella corrió a abrazarla y a darle el pequeño regalo que traía.
—Gracias… —dijo la chica mirándonos a cada uno y después al pequeño regalo.
—Renée —una mujer se acerco a la suegra de mi amigo y se abrazaron— hace mucho que no te veía… ¿Tus hijos? —volteo a vernos a todos.
—¡No todos Carmen! —dijo riéndose— el es mi yerno y él su amigo…
—¿Enserio? ¿Cuándo se cazaron? —preguntó a Bella.
—Hace un año… —dijo ella abrazando a Edward.
—¿Cuántos años tienes? —preguntó Carmen.
—Veinte.
—¿Eres más pequeña que Rose? —ella volteó a ver a un lado de Bella y todos seguimos su mirada.
Contuve la respiración.
Era una chica con el cabello rubio hasta media espalda, su vestido azul que se le pegaba hasta la cintura y después caía suelto, y por lo que se veía tenía buen cuerpo.
Entonces ella volteo a ver, sus ojos eran azules intenso… casi violetas. Le sonreí pero entonces ella se giró poniendo los ojos en blanco y habló con la niña que tenía a un lado.
—Pasen a sentarse… —Carmen nos señalo la mesa y nos fuimos a sentar.
La señora desapareció detrás de mi, ya que me había sentado de espaldas a donde Rose estaba.
Entonces la curiosidad me ganó y volví a voltear ella estaba sonriendo y después cambió su expresión completamente a una frustración.
—No malgastes tu tiempo…
Me sorprendió escuchar la voz de Bella cerca.
—¿Por qué? —pregunté extrañado.
—Ella no se fijaría en alguien como tu…
—Ella puede hacerlo —interrumpió Alice.
—Puede pero no lo hará… Emmett —volvió a llamarme— ella está estudiando una carrera universitaria, es la única de la familia que lo está logrando…
—Tú no quisiste estudiar… —Alice volvió a defenderla.
—Porque murió papá y no había como mantenernos… —se defendió y volvió a verme— lo que quiero decir es que ella quiere largarse de aquí… ¿Crees que quiere tener algo con alguien de nuestro barrio? O peor aun ¿alguien que la detenga y la desista de irse?
—¿Por qué hablas así de ella? —pregunté confundido pero conteniendo mi furia.
—Porque estoy consciente de lo que ella quiere y no creo que quiera salir con alguien como tu… o como alguien de este lugar… ella le tira muy alto… cuando vio a Edward me dijo "Bien prima mejoraras un poco la familia" y después me sonrió y me abrazó y dijo "en verdad espero que seas feliz, te lo deseo de todo corazón", yo le pregunté que qué pasaba con ella y ella me dijo "estoy esperando a mi gerente o a mi empresario… no lo sé… espero que sea italiano…" ella suspiro y fue a felicitar a Edward.
—Pudo haber estado bromeando… pero no entiendo que quieres decir.
—Ya lo dije… no pierdas tu tiempo… ella no se fijaría en ninguna persona que no esté a su nivel o más arriba…
Voltee a verla, ella le dio un beso a una señora que supuse que era su madre y después tomo a un adolecente del brazo y lo jaló diciendo algo que lo hacia reír. Pude ver que se subía a una camioneta un tanto vieja y hablaba con el conductor.
No parecía de ese tipo de chicas… pero no podía estar seguro porque no la conocía realmente.
Tal vez Bella tenía razón, tal vez yo no estaba al nivel de ella.
oOoTEAM:EMMETT&JACOB&JARED&KYLE&JOE&VASILY&GUS&HARETON&GORDON&AUSTIN&JACE&JORDAN&ALEXI&HEATH&DARIUS&JONoOo
espero sus reviews!
Si quieren que lo siga o lo dejo hasta ahi...
XoXo
3DiTh-McBl4cK-H0w'Sh3a
