ROBANDO TU ATENCIÓN

Capítulo 1: Accidente

- ¡Esto es una falta de respeto!

Grito una vez más aquel hombre vestido elegantemente, luciendo una perfecta camisa planchada con una corbata que combinaba con el pantalón pulcro que llevaba debajo de esa piel marfil tan bellísima, que no podía creer la expresión tan dura que tenía su rostro cuando me vio fijamente.

Rayos, es muy intimidante

- Señor Cullen, lo siento mucho, pero la señorita Swan tenía que estar presente

- Gente incompetente tienes a tu cargo Jasper – menciono en el instante que giro su silla para poder ver al aludido

- Edward, tienes que calmarte. Entiendo tu molestia por el retraso de Isabella, pero es muy probable que haya tenido percances

- Eso significa que no es la primera vez que llega tarde

Una risita provino de la mujer que estaba sentada a la izquierda del "gran señor", la cual me atreví a mirar tan despectivamente. Esa pati-larga es completamente insoportable.

- Bueno en vista que usted no tiene la más pequeña consideración a la paciencia de mi cuñado y mucho menos a las oportunidades que le ha dado MI empresa, pues te despido

- Espere ¿Qué? – dije sin si quiera pensar a que personas estoy tratando

La audiencia se quedó callada, y a la vez atónita al ver que yo respondí luego que me quedara callada después de largo minutos. La señorita Carmen solo atino hacerme retroceder, pero yo no quise hacer caso.

- Tienes algunas quejas – afirmo el señor Cullen, dejando su lapicero encima de las hojas

- Todo señor – conteste con firmeza – llevo más de dos años trabajando para esta empresa, he sabido cada proyecto y plano que ha realizado las empresas Cullen.

En serio esto no es bueno para mí en estos instantes.

- He leído y realizado cada contrato que fue emitido desde esta misma sala de reuniones. No puedo botarme así no más

- Por supuesto que no te voy a botar así no más. Te daré tu indemnización por todos tus servicios más vacaciones y cts. pero luego de eso nada más. Siente afortunada que te deje utilizar el nombre de mi empresa para que coloques tu cv que trabajaste aquí.

- Es usted un…

- Señorita Swan – me llamo de pronto la señora Carmen que me tomo del codo para jalarme

- Tiene agallas para hacerse dejar en ridículo… muestra su desesperación para que no la bote de un trabajo y lo curioso es – menciono en cuanto apoyo sus nudillos encima de la mesa para pararse – que si tanta desesperación tenia para no perder el trabajo entonces lo hubiera conservado aún mas ¿No cree?

Sonrió estúpidamente para darse el aire de señor pretencioso y elegante. Me enfurecí de tal manera que quise darle una buena paliza, pero dos hombres se me acercaron una en cada lado.

- Swan… no queremos… ya sabes

- Lo sé Tom – mencione a uno de los guardias de seguridad que conocía perfectamente bien, de las tantas veces que le he salvado el cuello.

- Regístrenla antes de salir. No quiero que se lleve nada del escritorio, todo se lo daremos por correspondencia.

- Pero que generoso es usted – brame antes de irme – despedir a alguien sin si quiera preguntar porque, ¿Sabe cuál es su verdadero problema?

- No me importa saberlo, viniendo de una mujer como tú, pero mi curiosidad me ganas, así que deléitenos.

Todos los de la sala me observaban con detenimiento, las personas reunidas ahí solo me veían con desprecio salvo mi jefe, que se acerca la palabra "lo siento". Suspire amargamente. Entendí que solo quería seguirme ridiculizando

- El problema no es como usted trata a las demás personas ni tampoco que tan cruel pueda ser con alguien para mostrar que tan poderoso es, sino que debe estar tan destruido por dentro que para no sentirse menos debe hacer esto para que pueda seguir teniendo el reconocimiento de todos aquí. Eso es un desperdicio de persona. Con permiso.

Retrocedí un poco para luego girar sobre mis pies.

- Al menos como soy funciona, yo tengo una empresa y tu Swan no tiene nada y creo que tampoco a nadie…

Me detuve conteniendo todas las fuerzas posibles para no voltear e ir a golpearlo. Entonces sin voltear musite:

- No, no tengo bienes como usted, pero al menos no tengo que menospreciar a los demás para sentirme superior. No he llegado tan bajo.

- Lastimosamente eso nos permite conseguir contratos – contesto en un tono amenazador

- Lastimosamente, las personas se vuelven más imbéciles para conseguir una hoja de papel firmado.

Camine con firmeza siendo escoltada por los guardias de seguridad, junto con una temerosa y molesta Carmen. Escuche claramente como las puertas se cerraron y acelere el paso para poder entrar a mi oficina. Sin embargo, se me adelantaron.

- ¿A dónde crees que vas Swan?

- A recoger mis cosas – musite poniendo en posición a la defensiva – así que muévete Carmen

- De ninguna manera, sabes que dijo Cullen

- Me importa un carajo que diga tu jefe – mencione empujándola con el hombro al pasar – tengo mi abrigo aquí, y mi bolso. Solo quiero llevarme eso y nada más.

Rodee con los ojos toda mi oficina, suspire y con la misma furia que me caracteriza tome mis cosas y me largue de aquel lugar. Los guardias me escoltaron hasta la puerta con la mirada de todos y algunas risitas de la persona que no les caía bien.

- Lo siento Isabella

- No es tu culpa Tom – mencione encogiéndome de hombros

- Cuídate niña – me dio un gran abrazo, me registro por última vez y me fui con mucha desanimo hasta mi carro.

Porque tenía que ser tan antipático. ¿No podía preguntarme porque me sucedió tal cosa? Estúpido, hijo de su madre, idiota. Gritaba en el interior del auto mientras apretaba con fuerza el timón. Me sentía tan impotente. Con una gana de golpearlo. Encima me bota peor que un perro de su estúpida empresa. Coloqué mi frente encima del timón suspirando con rabia me perdí por algunos segundos hasta que los cláxones me hicieron recordar que estaba en la pista.

Varios minutos después y dando la última vuelta la derecha estacione mi carro al frente de la tienda que siempre compro algunas cosas para comer. Suspire y antes de salir, me quede observando los copos de nieve que caía con una suavidad y elegancia. Sonreí porque inmediatamente recordé los buenos instantes de la infancia. De pronto un golpecito leve a la ventana hizo que me despabilara.

- ¿Princesa?

No puede ser

- ¿Jacob? – dije sonriendo sin creer lo que veía baje la luna con rapidez

- Pero si es nada más ni nada menos que la princesa.

Jacob estaba con una chaqueta de cuero montado en una bicicleta. Estaba sonriente y con su rostro tan maduro.

- Es increíble que este aquí, fui a buscarte a la pequeña casa, pero no estabas.

- Si – dije con un poco de pena

De pronto toda la situación cambio de una manera radical. Se escuchó el chillido de las ruedas de un carro. Ambos volteamos y nos dimos con la sorpresa que un carro había dado la vuelta muy bruscamente. Patinando un poco por que el piso estaba algo resbaloso. Entonces una moto apareció a la escena, todas las personas que caminaban por ahí corrieron despavoridos mientras nosotros veíamos como la mota se pegó mucho al carro haciendo que lo impensable sucediera. El carro choco contra un poste y de la moto uno de sus pasajeros bajo con un arma.

- ¡POR DIOS! – musite mientras abría la puerta con rapidez y entonces note como Jacob ya estaba con sus pies en el suelo, pero lo que más me sorprendió fue el arma que tenía y estaba apuntando arriba. No paso medio segundo cuando este dio disparos al aire. Los chicos que estaban en la moto voltearon y entonces no lo dudaron para salir lo más rápido posible del lugar.

Corrimos hacia el auto donde una puerta estaba abierta y me detuve de golpeé para ver a la persona que se encontraba adentro.

- No puede ser – musite en un susurro mientras Jacob trataba de sacar al piloto.

- Rayos – se quejó fuerte moviéndose un poco entonces me vio y pestaño dos veces para antes de desvanecerse decir - ¿Esto es una broma no?

Baje los ojos, note que cogía un maletín.

- Isabella – grito Jacob desde la puerta del piloto – solo están herido levemente hay que llamar a la ambulancia

- NO – musite fuerte lo vi rápidamente y saque mi celular para marcar el numero rápido.

Jacob me veía rara, pero yo sabía que hacer.

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- Familiares del señor Cullen – comento el doctor una vez que entro a la habitación – disculpe por la tardanza, señorita Swan

- Doctor Alec, descuide más bien disculpe llamarlo de improvisto – musite con algo de preocupación

- No se preocupe señorita Swan

- Isabella por favor

En serio me molestaba mucho que a cada rato me dijeran señorita Swan, mi nombre es más fácil.

- Lo siento, Isabella… - suspiro un poco – has hecho algo muy bueno por alguien que te despidió ¿Sabias?

- ¿Realmente estuvo muy mal herido? – le pregunte al instante que deslice mis ojos hacia él, se le veía tan inofensivo – espera ¿Cómo se enteró que…?

- Las noticias vuelan – dijo poniendo algo avergonzado – tu sabes más que nadie, que esta clínica es más que privada, solo te atienden aquí los que tiene alto cargo y sus asistentes o lo que fuese… ¿No crees que es obvio que me enviaran un correo?

Genial, ahora todos saben que me despidió el gran señor Cullen. Deslice mis ojos hacia él con ganas de querer golpearlo.

- Estés lo que estés pensando, puedes desecharlo… ya lo trajiste aquí y no puedes darle vuelta atrás.

Bufe.

- Contestando a tu pregunta anterior. Pues no esta tan herido bueno… no tanto como pensé al escucharte por teléfono, pero si tendrá que quedarse esta noche para revisarlo… pero Isabella – me dijo susurrando un poco como si en la habitación estuviera varias personas - ¿Qué paso realmente?

- Todo fue confuso, yo estaba a punto de comprar y entonces…

Me detuve de inmediato cuando supe que mis palabras podrían dar información más de lo necesario.

- Su carro dio vuelta muy violetamente este perdió el equilibrio y termino chocándose contra un poste. Eso fue todo

- Bueno el señor Cullen al menos podrá seguir con su vida normal, gracias a ti – menciono dándome una gran sonrisa para luego ver como dormía

- ¡HERMANO! – grito alguien mientras abría la puerta intempestivamente. Los dos volteamos entonces los rizos que conocía perfectamente bien entro a la habitación acompañado obviamente de Jasper - ¡PERO QUE PASO!

- Shhhh, Rosalie – musito Alec mientras la veía con calma – él va estar bien… Isabella es la que tiene que ver con eso

- Cierto, Isabella ¿Tu como estas? ¿Te sucedió algo? – pregunto mientras se acercaba a mí en un tono de voz más preocupada que la de antes

- Rosalie relájate – decía Jasper mientras se ponía a mi costado – la asustaras

- Hola señorita Hale – musite al instante que vi como entraba Jacob por la puerta

- Isabella ¿Estas bien? – dijo lentamente mientras se distraía por todo lo sucedido

- Señores por favor – decía Alec mientras trataba de mantener el silencio – no hagan tanto ruido, estoy procurando que el paciente no se despierte aún.

- Demasiado tarde – dijo alguien con hilo de voz

Todos nos dejamos llevar por la dirección que venía la voz. El "gran señor" se le veía agotado, estando un poco más cerca note que tenía unas ojeras nada envidiables. Suspire porque sabía que mi trabajo ya había terminado, yo ya no tenía nada que ver aquí, y en cuanto estaba por dar un pie adelante, su voz volvió a interrumpirme.

- ¿Qué hago en un hospital? – musito tratando de sentarse, pero al parecer no estaba con la fuerza necesaria para hacerlo - ¿Pero qué rayos pasos? ¿Y que hace ella aquí? – me dijo mientras empujaba su mentón hacia mi dirección

Entonces de pronto se escucho varias preguntas a la vez.

- Edward – la voz de Jasper sonó como si estuviera reprimiéndolo

- Hoy en la mañana la bote ¿No? – hablo nuevamente el afectado

- ¿Cómo? ¿Pero qué? – decía Rosalie sorprendida.

Al parecer ella no había leído el informe.

- Isabella – hablo Jacob – dijiste que es tu jefe por eso lo trajiste aquí

Ahora el me estaba reprimiendo a mí. Genial.

- Edward no hagas esto – menciono Jasper poniéndose a su lado

- No entiendo, si Isabella no trabaja con nosotros entonces ¿Cómo ella te trajo a la clínica y nos avisó? – preguntaba Rosalie mientras volteaba para verme

- ¿Qué ella hizo qué? – se sobre exaltaba el gran señor mientras me fulminaba con la mirada - ¿Por qué haría algo así?

- ¿Cómo no lo recuerdas? ¿No recuerdas lo que te acaba de pasar? – decía Jasper, pero preocupado

- Isabella debes muchas explicaciones – comento Jacob mientras ponía sus manos en la cintura.

- A ver, calma todos – decía una vez más Alec, se puso al lado de Edward y le hizo algunos exámenes rápidos – Edward vamos a ir despacio. ¿Cuál es lo ultimo que recuerdas? – menciono mientras lo hacia ver una luz para que lo siguiera

- Pues, que estuve renegando porque tuve que irme en un auto que no me gusta, con un chofer bueno para nada – comento ácidamente

El carácter no se lo bajaba así tuviera más de un accidente.

- ¿Recueras algo más? – menciono mientras anotaba las cosas que decía

- No… - dijo tratando de recordar – pero… creo que recuerdo tener un maletín…

Sus ojos se abrieron de repente y entonces se exalto

- El maletín ¿DONDE ESTA EL MALETIN?

- Descuida – lo tranquilizo Jasper – el maletín me lo entrego Isabella

- ¿Alguien lo abrió? – menciono sumamente angustiado

- Tu clave nadie más se la sabe – dijo encogiéndose de hombres y el gran señor desistió de preguntar

- Retomando – continuo Alec para que pudiera narrar la historia que abruptamente se interrumpió

- Pues de pronto el auto giro violentamente… después todo se volvió borroso… recuerdo una voz que trataba de decirme algo, pero no sé quién habrá sido…

- ¿Es grave Alec? – decía Rosalie preocupada de nuevo

- La verdad no es algo alarmante recordara de a pocos – musito el relajado

- ¿Alguien me dirá que paso? – volvió a reclamar mientras refunfuñaba algo por lo bajo

- Pues estimado Edward – dijo Alec mientras ponía a un lado su tablero – tuviste un accidente de auto, tu chofer venia a una velocidad moderada pero lo resbaladizo que estaba la pista le jugo una mala pasado, al voltear se accidentaron chocando con un poste. Felizmente no quedaron graves

- Eso no explica que hace ella aquí – dijo en tono seco

- Pues Isabella fue la que te socorrió– se tomó una pausa – en pocas palabras gracias a ella y su rápida acción, estas en la clínica.

- Isabella estaba cerca del lugar – menciono Jasper mientras se acercaba a mi para señalarme con la cabeza

- Le debes más que unas gracias – menciono el doctor mientras volvía a coger el tablero y el gran señor hacia un puchero

- Mi chofer ¿Esta bien? – dijo haciéndome alzar las pestañas

Realmente no es tan imbécil como pensé.

- Descuida, él está durmiendo, pero se encuentra bien, sus familiares están en su habitación

- Qué bueno – lo menciono una vez y no hizo ningún comentario mas hasta que volteo a verme - ¿Sigues aquí? No te quedo claro que no deberías estar aquí

- Edward – le resondro Rosalie con fuerza

- Descuide señorita Hale – mencione mientras baja los brazos – Él esta en lo correcto, yo ya no estoy en la nomina

- Pero Isabella – dijo Jasper mientras me veía con un rostro difícil de describir – no puedes irte así

- Ya tomo una decisión – mencione viéndolo directamente

- Esto no es justo Isabella – se anticipo a decir Jacob – mire señor Edward Cullen, no sé qué habrá pasado, pero Isabella es una buena persona desde que es niña siempre fue responsable, cuidando de ella y su mamá

- Jacob… basta – dije suavemente para que no comentara nada mas

- Pero ¿Cómo te puede tratar así? – decía sin entender mi amigo y con fastidio

- Lárguense los dos de acá – musito apretando los dientes Cullen para verme con coraje – no necesito nada mas de su circo sentimental, además no los conozco

- EDWARD CULLEN BASTA – grito de pronto una voz que provenía de la puerta mientras automáticamente todos daban algunos pasos hacia atrás.

El gran señor, que mas bien se comportaba, como el gran imbécil, se hundió un poco en su almohada al ver a una furiosa Alice entraba con fuerza y desenfreno hasta llegar al lado de su hermano.

- Bastardo, engreído, deja de comportarte como el dueño del mundo – lo veía poniéndose las manos en la cintura – sabes a la perfección que no debes tratar a las personas así, ¿Quién carajos te has creído?

- Alice no me hab…

- Yo te hablo como a mí se me dé la gana – interrumpió Alice a un debilitado Cullen, que solo atinaba en desviar la vista – encima que estas internado en una cama, ni si quiera puedes decir gracias, si estas vivo es por ella. Te hubiera pasado cualquier cosa peor y tú te comportas como un estúpido – le dio un golpe en el brazo y entonces Edward se quejo

- Alice – menciono Alec para ponerse al frente de ella – trata de no matar al paciente, estoy tratando de mantenerlo con vida

- Tiene un paciente muy impulsivo – dijo para luego acomodar su cartera que le colgaba del hombro derecho – bueno volviendo al tema

Su rostro cambio automáticamente y entonces me vio con una amplia sonrisa y se acercó un poco.

- Isabella, quiero agradecerte por la ayuda que le has brindado a mi hermano. En nombre de la familia Cullen quiero decirte que estamos en deuda contigo

- No tiene que agradecer nada, es un acto cívico, cualquier persona lo hubiera hecho – mencione cruzándome de brazos y poniendo mi espalda recta

- Te equivocas, cualquier persona hubiera hecho un escandalo de todo esto. Estoy segurísima que Edward hubiera terminado en un hospital con cientos de policías y periodistas tratando de hace un circo mediático de todo esto – menciono mientras movía su mano al aire – tu a pesar que no trabajabas más aquí, lo ayudaste y no tengo palabras para eso.

- Como repito solo fue sentido común – dije para no alargar más la situación

- ¿Sentido Común? – dijo ella riéndose un poco – si hubieras tenido eso, sinceramente lo habrías dejado abandonado por ahí, total él te despidió en la mañana, bueno yo lo hubiera hecho – se encogió los hombros mostrando lo sincera que es

- Alice – le regaño por lo bajo Edward, pero es claro que su hermana lo iba a ignorar

- No tenías por qué haberlo ayudado pequeña pero aun así lo hiciste

Alice siempre fue menor que yo por dos años, pero actuaba como si fuese la mayor de los Cullen, parecía una madre mas que una hermana y en todos los sentidos. Tan madura para conducirse y hablar, es una persona admirable.

- Eso se llama bondad, así que gracias a ti y a tu amigo Edward está bien.

- De nada entonces – comentaba para acomodarme el cabello

- Volverás a trabajar con nosotros – menciono Alice con una sonrisa y sin tapujos

Entonces solo una palabra se escucho de pronto en todo el lugar.

- ¿QUE? – gritamos Edward y yo al unísono

TRES MESES DESPUES

- En serio tiene que estar entrando y saliendo de esta oficina cada vez que se le dé la gana – musito Edward una vez que botaba los papeles encima de su escritorio para luego señalarme

Después del accidente que tuvo el señor imbécil y me devolvieran el trabajo, las cosas se volvieron algo más ajetreadas. La señorita Alice y el señor Jasper me confiaban todo, me necesitaban todos los días y eso implicaba ver a Edward más seguido en las reuniones, conferencias y algunas actividades extras. Siempre andaba con el rostro frio, su vestimenta gris y también ese maletín que tanta curiosidad me daba, pero sobre todo había instante del día que lo notaba pensativo. No sé si antes fue así, ya que la primera vez que lo conocí fue cuando me despidió, pero es un chico algo extraño.

- Solo traigo documentos y ni si quiera me quedo mas de cinco minutos – mencione sin levantar la vista en los documentos que yo traía

- Edward no empieces con esto – hablo Alice al firmar un papel y luego entregármelo – además no trabaja aquí en la compañía

- La señorita Alice tiene razón, además no trabajo para usted sino para su hermana técnicamente soy su asistente personal tanto de ella como la del señor Jasper – tome un poco de aire – así que no le debo ninguna respuesta a usted sino a ellos

- Bien contestado – continuo Alice al instante que yo cerré un documento – bueno Edward te necesito en el coctel de esta noche

- De ninguna manera voy a ir, no tengo el tiempo y tampoco estoy con las ganas de ir – dijo para sentarse en su silla respirando profundamente

- ¿Edward en serio quieres provocar a nuestra hermana así? – comentaba un divertido Emmett mientras lo veía riéndose – ya hombre solo es una reunión hasta mi prometida no se atrevería a decirle no

- Exacto, Rosalie ya consiguió su traje de noche desde hace dos semanas – comento Jasper mientras todos los veíamos con extrañeza - ¿Qué? Lo sé porque Alice escogió los trajes para todos nosotros

Edward bufo y yo suspire. La familia Cullen es una organización algo distinta. Los herederos de la fortuna Cullen son legalmente de Edward, Emmett y Alice, y sus respectivas parejas, pero entre ellos casi nunca se dicen cuñados siempre se llaman hermanos, al menos que estén en una reunión o fiesta formal. Son esas familias que son unidas pero reservadas.

- Pues es una pena que no este de acuerdo, porque igual vas a ir – dijo para pararse y verlo con mucha autoridad – en cuanto a Isabella, te quiero a las siete por favor

- ¿Yo? – mencione asombrada

- Si tu – dijo ella como sino entendiera

- Señorita Alice – musite para tomar una pausa – no creo que pueda servir de mucho estando en una fiesta como esas

- Eres mi asistente personal, habrá algunos nombres que no identificare y otras reuniones que no podre anotar – ella comenzó apartarse del sillón para dirigirse a la puerta – además te necesitare para cuando nos reuníamos con los socios para poder cerrar el trato, necesitamos que esta empresa de restaurante tenga más franquicias

- Pero señorita Alice

- Vaya al parecer ustedes dos tienen algo en común – sonrió para burlarse de las caras que pusimos Edward y yo – los quiero a tiempo y Edward es mejor que no me hagas ningún escándalo o algo bochornoso

Sin mas se fue de la sala de reuniones y yo acelere el paso para poder en caminarme a la salida y dirigirme a mi casa para tratar de alistarme de acuerdo a la ocasión. La familia Cullen se quedo conversando de algunas cosas para cuando cerraba la puerta tras mi espalda. Espero esta noche no tenga complicaciones.

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- ¿Este vestido esta bien? – mencione para dar vuelta y Jacob me veía un poco indeciso

- No sé princesa todos te quedan bien – comento para apoyarse en la puerta y tomar un poco del café que le prepare

- Vamos Jake el azul o el blanco – le señale los vestidos para que pueda escoger alguno

Recuerdo que Jacob siempre tuvo buen gusto. Lo conozco desde la secundaria y desde ahí fuimos inseparables. Siempre me ayudaba en todo, como un hermano mayor, mi madre lo adoraba al igual que Tia, para Rene ellos siempre fueron como sus hijos, pero eso solo hasta cuando terminamos la universidad, él se fue de viaje con sus padres y ella ahora está casada con una familia hermosa y ya no pudimos vernos.

- Bien pienso que el azul, te queda mejor cuando no tiene mangas, resalta tu piel pálida puedes ponerte los zapatos de tacos azules con un abrigo color negro – dijo para alcanzarme mi celular ya que comenzó a sonar

- Rayos es un mensaje de Alice, quiere que pase por la oficina y recoja una agenda.

- No entiendo porque sigues trabajando para ese grosero – menciono Jacob mientras me hacia recordar el intercambio de miradas que se tenían Edward y mi amigo

- Porque necesito el trabajo, la casa no se mantiene sola – comente para ponerme los zapatos

- ¿Tu hermano Paul? – pregunto mientras tomaba un poco mas

- Viajando, no es que le importé mucho la casa – dije para poder sacar el abrigo largo que tenía – no hablamos mucho

- Ya veo, descuida seguro regresara a casa

- Eso espero – musite mientras le señalaba para que se diera vuelta y lo hice

El vestido entro rápido y termine para acomodarme el cabello con el maquillaje.

- Estoy bien ¿Verdad? – comente para que Jacob me viera

- Hermosa – sonrió para abrazarme – princesa que bueno que volví de viaje para verte

- Bueno nos pusimos al corriente de varias cosas como que tú eres un policía y estas de vacaciones, que tienes carro nuevo – comente para coger la cartera

- Así es y tu toda una señorita que tiene un trabajo al cual no comprendo, pero respeto… ahora soy tu chofer

- Por favor – le dije mientras juntaba mis manos – ayúdame

- ¿Está bien pero no es mejor que te de las llaves del auto?

Mi carro se había malogrado hace unos días y Jacob estaba reparándolo.

- En serio lo dices – comente al estar en la puerta de mi casa

- Claro, además hoy saldré me llevare la moto, por cierto, Billy te manda saludos y Clara me dice que vayas a visitarnos.

Me tiro las llaves y yo las atrape.

- Muchas gracias

- Ahora vete antes que…

Me basto eso y en un instante mi pie ya estaba en el acelerador. Hice una parada rápida en la empresa para poder recoger lo que me pedía Alice. Estaba viendo a cada instante el reloj para llegar a tiempo. De pronto llegué al edificio y veinte minutos después estaba abriendo la puerta de la oficina, entonces me detuve al segundo de escuchar una voz masculina renegar.

- Señor Cullen, buenas noches – comenté al instante que lo vi con el mismo maletín abierto para cerrarlo al segundo

- ¿Qué haces tu aquí? – menciono algo fastidiado para hacerse el nudo de la corbata

- Vine porque la señorita Alice se olvidó una agenda – me encaminé una vez que encontré la agenda.

- Entonces también me tocara verte en el coctel – me vio de pies a cabeza con el abrigo puesto

- No es algo que quiera hacer – le dije encogiéndome de hombros – estoy obligada hacerlo, es mi trabajo – tome la agenda y lo guarde en mi bolso

- Dile Alice que llegare en media hora, pero que si voy a ir

- Se lo comunicare – fue lo único que le conteste antes de irme y cerrar la puerta.

En todo este tiempo fue la conversación mas sana que he tenido con él, parece que la señorita Alice si tenía razón algo teníamos en común, pero eso no impedía que nosotros siguiéramos igual.

La noche iba hacer algo larga, personas de gala caminando de un lado a otro, con una copa de champan o vino tinto como es en mi caso, debo de admitir que no me desagrada estar en el baile o estar vestida de esta manera, al vestido largo y con tacos, sino que no poder disfrutar relajadamente de la decoración, de la música, del baile. Siempre estoy trabajando, desde que tengo diecinueve años, no he parado de trabajar y hasta creo que necesitaba un descanso, pero más adelante. Bueno siempre digo eso, pero al final termino posponiéndolo. Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando algunos murmullos comenzaron a sobresalir del grupo de chicas cuando el nombre Edward Cullen estaba generando risillas insoportables.

- Isabella – dijo de pronto la señorita Alice que gracias a todos los cielos ya me estaba llamando para trabajar – por favor, ven conmigo ya vamos a entrar en reunión, ¿puedes verificar que todo esté en orden?

- Claro en un segundo

Subí rápidamente al segundo piso pasando por los guardias de seguridad y sin muchas complicaciones entre a la oficina de la señorita Alice, la casa de Jasper con ella es muy grande como para que vivan solo los dos, pero bueno gustos son gustos. Entre para verificar que todo estuviera en orden, las ventanas del balcón estaban abiertas como lo había pedido, estábamos en verano así que la reunión podía darse afuera con la dirección perfecta de todo el evento. El jardín estaba casi iluminado y la mesa ya tenia todo lo necesario. Me voltee para dirigirme a la puerta y caminar todo el pasillo para dar la orden que subiera. La señorita Alice estaba al pie de las escaleras junto con el señor Jasper para segundos después, los viera encaminándose hacia la oficina, acelere el paso para poder darles la bienvenida a los socios en el balcón. Sin embargo, se escucho de pronto la voz de una chica que estaba algo tomada reclamando o a alguien. Entorné mis ojos y entonces vi que en el jardín estaba aquella chica de la reunión, que se burlaba de mí, traía cubierta esta vez sus largas piernas con un vestido largo que le quedaba super entallado, con un escote muy atrevido, pero aquello no fue lo que me llamo la atención. La persona que tanto reclamaba es la que me hizo enfurecer hoy en la mañana.

- ¡Pero que carajos! ¿No podía comportarse bien por esta noche? – susurre mientras ponía mis manos en el barandal

- Pasen por favor – comento la señorita Alice haciéndome paralizar rápidamente

Ellos no podían ver tal escena, los socios se desanimarían, el trabajo de Alice y Jasper se acabaría por completo. Suspire y me di vuelta rápidamente, las cortinas largas tapaban en si el gran barandal, aproveche en cerrar la puerta suavemente y cerrar las cortinas de un tirón.

- Isabella ¿Pasa algo? – me pregunto Jasper

- No claro que no – hable segura sin que la voz

- Pasemos al…

- No… - musite firmemente. Ellos me vieron extrañados, me rectifique – Es que señorita Alice afuera esta que corre mucho viento, el frio esta cada vez más intenso

Esperaba que entendiera mis palabras y de algún modo ladeo su cabeza.

- Bueno, hace poco Jasper estuvo con resfriado va hacer mejor tener la charla aquí

Comento mientras los dos socios se sentaban en los sofás y entraba una de las sirvientas que tenían en la casa.

- Señores quiero presentarles a Isabella Swan, ella es nuestra asistenta, mano de derecha de Jasper y mío.

- Un gusto Isabella – se paro uno para darme la mano – soy Paul Harrison

- Buenas noches señor Harrison – estreche rápidamente su mano

- Soy Austin Anderson, es un placer conocerla al fin – menciono para darme su mano

Lo dude un poco, pero tenía que ser cortes.

- Disculpe ¿Conocerme al fin? ¿Es que acaso ya nos habíamos visto antes?

- No, es solo que Alice comentaba algunas cosas de usted que parecía que la conociéramos

Me sonrió muy amablemente, inmediatamente saque mi mano de la suya. Es un hombre con una energía tan varonil y galante. Sin duda una persona de cuidado y mucha.

- Pues, yo no he podido escuchar mucho de usted, lo siento – dije moviendo mis manos en son de disculpas.

- Descuide hoy es la oportunidad para poder entablar conversación

- Lo siento mucho – dijo la señorita Alice para acomodarse en el asiento – ha salido un caso urgente que merece la total atención del caso ahora

- Si así es – hable con rapidez – señorita Alice retornare al solucionar el problema

- Descuida ya es tarde nos veremos el lunes, buen viernes – dijo para retomar la conversación con los socios

Abrí rápidamente la puerta para prácticamente correr hacia el jardín, pero los zapatos con tacos no me dejaban caminar bien. A regañadientes me los quite, obligándome a tomar el camino largo para llegar. Es un alivio saber que toda la casa esta alfombrada sino no pudiera correr con los pies descalzos, baje por las escaleras que son utilizadas solo para el servicio, pase el cuarto donde duermen los empleados y empuje la puerta que daba para el jardín. Sentí el frio en todo el cuerpo y me di cuenta que la planta de mis pies estaba al descubierto. Por cada paso que daba me ponía los zapatos, odiando cada vez más al señor imbécil, por no saber comportarse. Escuche como los gritos se amplificaban más y más, asegurándome que ya estaba cerca.

- Eres un… idiota Edward – decía la rubia exuberante – hijo de tu puta madre

- Yo te lo dije Jess, no quiero estar con nadie – menciono el con toda soberbia

- Perro tush shabias que… que querría eshtar contigo arrogante

Si ella estaba más que ebria. Suspire mientras que con paso firme me acerque a ellos.

- ¿Pero qué está pasando aquí?

La chica estaba tambaleándose en su lugar con una copa con vino. Edward estaba a un lado viendo el espectáculo.

- ¿Tú que haces aquí, estúpida? – hablo Jess antes que Cullen me dijera algo

- ¿Se puede saber porque hacen tanto escandalo justo aquí? – señalando el jardín con la mano derecha y la otra poniéndolo en mi cintura.

- Ella a tomado de más y no sabe las cosas que está hablando – me respondió Edward ignorando al igual que yo a Jess

- Pues, sus problemas me tienen sin cuidado – me sentía molesta porque estaban queriendo arruinar la reunión por la cual se está dando la pomposa fiesta. – si quieren ahorcarse por mi esta bien pero no aquí

- ¿Qué haces mas bien tu aquí? – pregunto Edward cruzándose de brazos – ¿No se supone que estarías con mi hermana?

- Pero que observador – musite irónicamente – pues ¿Qué crees? En el cuarto que están reunidos los socios, es en la oficina de la señorita Alice y da la coincidencia que tu estas parado aquí con la ebria de tu… no sé si quiera quien es… haciendo escándalos

- No sabía que estuvieran justamente ahí, Swan – se molesto un poco Edward mientras me veía con ojos de ahorcarme

- Por algo estoy aquí, así que llévate a la ebria de aquí – comente para señalar a Jess que con las justas se podía sostener.

- Osheee a mi no me dash ordenes pobretona

- Cállala ahora – susurre con fuerza y con todo el volumen de voz que me permitía para no llamar la atención

- Jess por favor guarda silencio, mejor vamos a llevarte a tu casa – mencionaba Edward a regañadientes

- ¡NO! ¡NO ME QUIERO! – grito tan fuerte que los dos nos dirigimos hacia ella.

- ¿Qué ruido es ese? – decía alguien que provenía del segundo nivel

Alce la vista y note que alguien se iba aproximar al balcón.

- Están viniendo

- ¿Qué quieres que hagas chica bondadosa? – musito enarcando una ceja Edward

- No te hagas el gracioso ahora, anda tráela rápido para acá – dije en cuanto caminé rápido hacia los arbustos y ponerme de bajo del balcón

Edward la tomo por el brazo y le tapo la boca, Jess luchaba y se le deslizo la copa de las manos y este se rompió una vez toco el suelo.

- Apúrate – le grite bajo

De un solo movimiento Edward la sujeto y pudo traerla antes que nos viera.

- Debe ser el viento – dijo Jasper en tono sin cuidado – ven vamos a entrar Austin

Aquel hombre es de armas tomar.

- ¿Y bien cual es el plan? – menciono Edward susurrando

- Pues, tiene que sacarla de acá – en un instante a otro Jess se zafa de los brazos de Edward

- Estúpida, tú no sabes quién soy, lárgate de acá sirvienta

- ¡Carajo! – dije fuerte sin importar nada y me acerqué a ella para colocar mi mano derecha en su hombro y apretar con mis dedos una zona en especifica. En unos segundos su cuerpo se desvanecía y antes que lograra caer por completo la cogí antes que se golpeara

Voltee y note que Edward se quedó perplejo.

- No te quedes mirando, ayuda, pesa.

Con rapidez la sostuvo, entonces pude sobarme los brazos. No tenia idea de que pudiera pesar tanto.

- ¿Cómo aprendiste eso? – dijo asombrado

- Mi padre… me enseño algunas técnicas de defensa, larga historia – dije para poner mis manos a la cintura – tenemos que ver como la sacamos

- Por la puerta de servicio – menciono como opción

- No, eso da para el evento central, las mesas están ahí y no podemos arriesgarnos a que ninguno nos vea.

- Cierto, tampoco se puede por la puerta principal, la prensa está ahí – mencionaba mientras acomodaba a Jess

- Tenemos que ir por el lado del garaje, y la única manera es cruzar el jardín – musite mientras me veía los zapatos – con un carajo

Me quite los zapatos y ladea la cabeza para que me siguiera. Edward puso un brazo de Jess en el hombro y yo la sostuve por el otro lado, me subí un poco el vestido para poder caminar y comenzamos andar.

- ¿Esta lejos?

- Acaso nos conoces el jardín – le dije para poder ver que nadie este por ahí

- No es de mi pasear por el jardín – menciono Edward – menos por el Grass cargando a una ebria por los brazos

- No duraste ni diez minutos cargándola – le dije mientras acomodaba el brazo de Jess por mis hombros al igual que él – no creas que me gusta andar descalza

- Tu eres la que se quitó los zapatos

- Ya suficiente, salgamos de esta situación – mencione para poder ver la reja que daba al garaje- ¿Logras ver la reja de ahí? – le señale la reja que tenia un pequeño pasadizo en su interior

- Si – contesto con dificultad

- Bueno tenemos que llegar hasta ahí para que no nos vieran

- Vamos – menciono dando el primer paso

- Espera – comente, pero fue tarde. El guardia nos había visto y en cuestión de segundos se acerco

- Señor Cullen, Señorita Swan ¿Pero qué paso?

- Bran – mencione antes que Edward dijera algo torpe, parándome derecha – bueno nosotros estamos por irnos

- ¿La señorita? ¿Se encuentra bien? – dijo el dudando un poco

- Si – comente con seguridad – la amiga de Edward, bueno se paso de copas y tu sabes no queremos espectáculos

- Hummm ¿Señorita Jess esta bien? – pregunto nuevamente tratando de que Jess hablara, se iba acerca un poco a ella, pero Edward la sacudió un poco

- Si, ya vámonos – susurro entre sueños Jess

- Claro que, si reina, nos vamos – comentaba para ver a Bran con seriedad - ¿Ya crees?

- Discúlpeme, solo hago mi trabajo

- Ok, nosotros regresaremos, la dejaremos en su casa – anuncio Edward y nuevamente nos pusimos en camino

Deje que el peso completo lo tuviera Edward para que yo pudiera abrir la reja y así fue. Entramos y me puse los zapatos apoyándome en las paredes, Edward prácticamente arrastraba los pies de Jess y volteamos la esquina para ver todos los carros. Se dirigió a su auto.

- ¿Qué haces? – le dije sin entender

- Subiéndola en mi auto

- ¿Estas loco? – enfatice – la prensa te ve saliendo con ella en ese estado, ¿Qué crees que diría? Reconocerían tu auto a kilómetros de aquí. Te comerá vivo

- ¿Qué idea tienes tu?

- Vamos en el mío – mencione para desactivar la alarma y abrirle la puerta trasera

- ¿No puede ser en la maletera? – hablo en cuanto la dejo en el asiento posterior

- No me des idea – comente antes de cerrar el auto.

- Las llaves – estiro su mano para tomar mis llaves y yo retrocedí

- Es mi auto

- Mejor manejo yo – decía con determinación

- ¿En serio vas a discutir cual de los dos va a manejar? – pregunte alzando una ceja sin creerlo

- Ok, tu maneja – comento abriéndome la puerta del piloto

Me quede asombrada por el detalle, seguro es un reflejo. El dio vuelta al carro y yo aproveche en quitarle el seguro a la puerta. Se subió al auto en cuestión de minutos.

- Tu carro tiene lunas polarizadas – menciono mientras se ponía el cinturón de seguridad y yo arrancaba el auto una vez también me pusiera segura

- Pues más o menos – comentaba mientras retrocedía el carro para salir

- ¿Alguna idea para salir? – decía para ver por la ventana

- Si, solo vamos a conducir con rapidez y lograr pasar por la entrada principal

En menos de unos minutos, pasamos cerca a la prensa y felizmente no notaran nada. Entregue mi pase y me dejaron salir. Estando en la carretera, los dos botamos un suspiro fuerte.

- No entiendo como puedes meterte en estos problemas – susurro para verme con intensidad

- ¿Es broma no? El problema fue tuyo – mencionaba para manejar más tranquila – yo solo hacia mi trabajo

- Pero te involucraste como siempre – comento con algo de molestia

- Hacia mi trabajo – apreté el timón un poco mas fuerte - ¿A que te refieres con eso?

- Siempre tienes que ser la super héroe, primero el accidente luego los documentos de aquella reunión, despistar a los socios para solucionar el problema que había y por último esto.

- No soy una vengadora de Marvel – mencione sonriendo un poco – pero gracias por verme así

- No es un alago – susurro para ver por la ventana – ¿Siempre has sido así?

- Depende. La verdad de las cosas, es que la mayoría de lo que mencionas se ha involucrado directamente con mi trabajo, salvo lo de tu accidente – deslice mi codo izquierdo a la rivera de la ventana y apoye mi cabeza en mi dedo - Créeme al decirte que haría cualquier cosa por la señorita Alice y el señor Jasper, lo de ayudarte en la clínica no fue mi trabajo, pero somos seres humanos, sino nos ayudamos entre nosotros como podría este planeta seguir

- Tu moral me enferma Swan

Me reí bajito porque al menos sabia que lo irritaba como el a mí.

- ¿Tu te acuerdas del accidente no es así?

- Yo vi como tu carro choco y luego te ayudé. – comentaba para poner mas firme mi mano en el volante.

- Si claro como también te debes acordar como cuando otro medio de transporte esta muy cerca a mi auto

Tense mi mano y realice el cambio de segunda a tercera colocando el embrague para luego tomar la palanca. Sus palabras me hicieron recordar algo que ya había olvidado… al menos un poco

- ¿Desde cuando te acuerda de todo?

- Al día siguiente de lo sucedido – comentaba mientras ponía su brazo derecho en la puerta – no quise decir nada porque mi familia me estaría acosando

- ¿Cómo sabias que yo… me acordaba de todo y que no lo Conte a nadie? – pregunte y esta vez despegue los ojos de la carretera por unos segundos

- Eres reservada Swan – contesto firmemente para verme con esos ojos verdes – es un buen indicio de suponer que tú eras la única que sabía a ciencia cierta que había pasado

- ¿Cuál es tu verdadera pregunta? – musite mientras frenaba por culpa de un semáforo

- ¿Lograste ver a los chicos de la moto?

Supuse que preguntaría algo parecido, lo único que no previne es que realmente lo haría.

- No, todo sucedió violentamente, ¿Para donde volteo?

- Derecha – contesto cortante – Esos desgraciados querían algo que podía acabar conmigo

- Tu maletín y tu son mejores amigos – decía mientras volteaba a la derecha para poder seguir con la ruta

- Es el objeto mas valioso para mi ahora – contesto honestamente – recuerdo que ese imbécil se pegó al carro apropósito y luego ya sabes el resto.

- Jacob los disperso con un disparo en el aire – mencioné para que supiera algo más – luego nos acercamos y te reconocí

- Ya veo – solo dijo dejando la palabra en el aire, pero mi curiosidad pudo mas

- Si dices que el maletín es muy valioso, eso significa que ellos también lo saben, atentaron contra tu vida, pero aun así su objetivo no fue desaparecerte sino el maletín.

- ¿Quieres decir que pueden intentarlo? – pregunto mientras me veía por el espejo retrovisor.

- No solo a ti, sino a los que te rodean – se quedo en silencio analizando las palabras – si tu maletín tiene mucho valor, por ahora es mejor que no lo muestres tan despreocupadamente, guárdalo en algún lugar seguro, que no crean que puedan encontrarlo

- Lo tomare en cuenta – dijo considerando realmente la idea – voltea a la izquierda y luego a la derecha, paras en la tercera casa

Me di cuenta que entramos en una zona muy residencial, esto no son casas sino mansiones. Nos estacionamos con rapidez a la casa que Edward me dijo y se encargo solo de bajar a Jess y hablar con el mayordomo. Por unos minutos Edward entro a la gran casa y yo me quede esperando afuera. Reparo recién que había dejado todo en mi abrigo con mi cartera, en la oficina de la señorita Alice, me golpee suavemente la cabeza contra el timón, entonces alguien toco mi ventana.

- Si querías golpearte me hubieras avisado lo haría por ti

- Que gracioso – enarque una ceja

- Abre – contesto mientras yo le quitaba el seguro desde mi puerta. Se trepo y comencé avanzar

- Tuve que ayudar al mayordomo para que ponerla en su habitación. – decía para estirarse en el asiento. – es hora de ir a casa

- ¿Por quién me tomas? – pregunte con un poco de molestia

- ¿Por qué ahora no quieres manejar? – el hablo y le tomo menos de cinco minutos entender la situación

- No tienes brevete en la guantera ¿No es así?

- Si – dije cruzándome de brazos – todos mis documentos se quedaron en casa de la señorita Alice

Entonces rio un poco, debo de admitir que su sonrisa me tomo desprevenida. Haciéndome enojar más.

- Así que no eres tan perfecta después de todo – susurro mientras veía a la izquierda para poder entrar con el carro y girar

- Estaba más preocupada por solucionar esto que otra cosa – conteste desde el asiento del copiloto abrazándome a mi misma porque hacia frio. Había comenzado a nevar

- No tenia que pasar esto – menciono cuando me hecho un vistazo rápidamente y luego freno porque un policía estaba dirigiendo el transito al parecer el piso estaba muy resbaloso y todos querían entrar por una vía. – Solo tenía que ser otra noche de coctel y ya.

Estaba atento por cualquier señal que diera la policía y de pronto su brazo estaba estirado con su saco delante mío

- Tómalo, te va a calentar en cuestión de minutos – menciono sin despegar la vista de adelante

Lo tome con duda, pero el frio se había hecho algo más intenso. Lo cogí con rapidez y me coloqué encima. Su aroma llego a mi y fue algo impactante, no conozco nada de perfumes para hombres pero que delicioso olía esto. Disimuladamente me acerque más y un escalofrió cubrió mi cuerpo.

- ¿Qué ocurre? – me pregunto con curiosidad, ya que volví a temblar.

Pero el temblor esta vez fue diferente.

- Nada. Solo que entrar en calor uno tiembla más. Gracias por el saco – musite en el instante que el policía nos daba pase y nosotros avanzábamos – así que tenias otros planes para esta noche

- Si te refieres a que al final me iba a tirar a alguien y tomar hasta que no pudiera más – decía al presionar el acelerador ya que estábamos en una calle despejada – te equivocas, no soy tan patán como crees

- Si claro como no – susurre por lo bajo – tienes que tomar toda esta calle luego girar a la derecha

- Está bien – contesto coloco la direccional y continuo el plan que había comentado

- ¿Así que Jess, se muere por ti y tu ni caso?

¿Por qué carajos pregunte eso?

- Es la primera vez que la veo así, nunca antes había tomado tanto y sin duda no recordara nada de lo que paso, su vergüenza va hacer mínima. Sin embargo, no sé que tan cierto puede ser lo que tú dices – mencionaba para poner mas atención a la pista – Jess es una amiga de la infancia, y no tengo referencia si realmente le gusto o no

- Todos los hombres lo saben – me encogí de hombros

- Hay hombres que no les importa eso, no es su prioridad ahora – respondía como si se asegurara que realmente es así – y que me dices tu Swan ¿También pensabas tirar a alguien esta noche?

- No – conteste un poco seca por la palabra que utilizo – la verdad solo quería terminar la reunión de socios para luego irme a casa a dormir – decía para estirarme en el asiento, como tu hermana sabe, no me gusta las reuniones pomposas

- ¿Pomposas? – dijo soltándose una carcajada fuerte

- ¿Qué es gracioso? – comente sin entender mientras doblaba a la derecha

- Tienes una manera de hablar muy particular

Supongo que fue algo gracioso utilizar esa palabra para describir como veía tales reuniones. Compartí su risa por unos instantes y luego le indiqué donde estacionarse. Note que la nieve se había comido prácticamente la entrada, no quedo mas remedio que estacionar el carro al frente.

- Sin duda la nieve hace lo que quiere

- Como tu Swan, te metes donde no te han llamado – menciono Edward en el instante que se quitaba el cinturón

- O Como tú, Cullen ocasionando problemas a los demás – me quite su abrigo y se lo entregue

- ¿Qué haces? – pregunto de pronto – afuera hace frio y tú no tienes abrigo

- Pero es tuyo ¿Con que te vas abrigar?

- Soy fuerte Swan – quito la llave del auto y abrió la puerta haciendo entrar el aire para estremecernos a los dos, cerrando con rapidez

- ¿Decías? – conteste enarcando una ceja

- De acuerdo, hagamos esto – menciono mientras volteaba todo su cuerpo – si ves el grosor de la nieve cada vez se eleva más. Tu con esos tacos no podrás pisar sin que se hunda, te congeles a cada pisada, te harán retrasar el paso y yo me congelare de frio porque tú tienes mi saco

- Ok – voy entendiendo porque se podía ver lo que explicaba con tan solo echarle un vistazo por la ventana. - ¿Cuál es el plan?

- Yo te cargo para luego…

- No – dije interrumpiéndolo porque recordé como cargaba a Jess

- No te dejare caer, me molesta tu presencia tanto como yo te molesto a ti, pero no te haría eso – se movió la cabeza y continuo – te cargo y tu nos envuelves con todo lo que puedas con el saco

Lo pensé un poco, tratando de buscar alguna solución.

- Swan mientras mas lo piensas se complica todo, no hagas que esta noche la pase en un carro

- De acuerdo está bien – conteste rendida a pesar que apenas son las diez, ya me sentía agotada – baja tu primero

Edward tomo aire, o mejor dicho valor y abrió la puerta cerrándola rápidamente. Vi como corrió hasta mi puerta y yo la abrí para acelerar el proceso. Sin duda tenia razón, sus zapatos estaba casi cubiertos y estoy segura que el frio también le estaba afectando.

- ¿Lista?

- Si – comente alzar los brazos como niña pequeña

- ¿Qué haces Swan?

- ¿No me vas a poner sobre tu hombro al igual que Jess?

El negó la cabeza, me hizo bajar los brazos y me cargo como si fuera un bebé. Me sorprendió bastante que hiciera algo así. Por un instante pensé que haría lo mismo que Jess, pero no.

- Swan, concéntrate – dijo mientras me traía mas a su pecho entonces trate de envolvernos con el saco.

Edward acelero el paso lo mas que pudo hasta que llego a la entrada de la casa. Su cabeza estaba con nieve y se le veía gracioso. Me bajo en cuanto estuvimos en frente de la puerta. Le entregue el saco con rapidez.

- ¿La llave? – me dijo él

- No la tengo – conteste sin apuro y sin sobresalto mientras me agachaba para mover una maseta

- ¿Se puede saber cómo entraremos? – se comenzó a sacudir y la nieve caía, por un lado

- Con esto – le dije al pararme y enseñarle una llave. El enarco una ceja y yo abrí la puerta y por fin entramos.

Coloqué la calefacción y prendí las luces del primer piso con un solo tomacorriente. Puse la llave cerca al colgador y noté que estaba la chaqueta de Jacob. Se le olvido nuevamente.

- Si tienes visitas o esta tu novio aquí, solo diré que no me quedare por mucho

Sabia que la chaqueta no pasaría desapercibida.

- Descuida, no tengo visita y mucho menos novio.

Me dirigí a la cocina y Edward me siguió a paso algo lento pero firme.

- Ten sécate con esto – le entregue una toalla – preparare chocolate caliente

- Gracias – tomo la toalla y comenzó a secarse. Al cabo de unos minutos el chocolate ya estaba listo y de los intentos fallidos por conseguir un taxi, Edward me pregunto algo que note desde que entro - ¿Vives sola en esta casa?

- No es tan grande, y si vivo sola aquí. Es de mi madre y por temporadas viene, pero prácticamente solo yo paro acá – coloque su taza en la mesa que había – ningún taxi te quiere llevar ¿No?

- La nieve haría retroceder a cualquiera Swan – contesto algo fastidiado

- Ok, entonces en caso a lo evidente – Sali con mi taza de la cocina y mientras me dirigía al pequeño closet tome un poco. Edward me siguió y musito.

- En serio esto sabe muy bien, ¿Sabías cocinar?

- Si – le entregue mi taza y el la tomo – desde los ocho años, mientras más temprano mejor

Abrí la puerta del closet y entonces saqué una almohada, una edredón y sabanas.

- Años que no pruebo un chocolate así – se podía notar la emoción en los ojos, estaba siendo un niño pequeño. Sin embargo, no duro mucho, se dio cuenta que lo observaba y se compuso. - ¿Qué haces con eso?

- Pues te estarás muy cómodo en el sillón

- ¿No tienes cuartos de huéspedes? – ladee mi cabeza, normalmente solo tengo un cuarto para visitas, pero lo usaba Jacob cuando estaba muy agotado de trabajar. Desde aquí su trabajo es más cerca, pero dudo mucho que venga hoy.

- Está bien, ven – le comenté para pasar por un pequeño pasadizo y abrir la puerta. Con mucha rapidez cambie la sabana y coloque el edredón con la almohada. – tienes televisión, hay wifi y aquí esta la calefacción. Si necesitas algo de la cocina puedes ir comer lo que gustes.

- Gracias Swan – me decía mientras tomaba otro sorbo del chocolate.

- De nada Cullen – conteste para dirigirme a la puerta y detenerme – por favor mañana trata de ir lo mas temprano a tu casa

- Claro, descuida – me entrego mi taza con chocolate

- Puedes tomarlo no hay problema – me encogí de hombros y salí lo más rápido de esa habitación porque su perfume volvía a invadir el cuarto.

Es extraño tener a alguien en la casa. Me acostumbre a que Jacob, se quedaba, pero tener a Cullen aquí. Suspiré y me moví por novena vez en la cama. Jamás iba a pensar que la noche terminara así. Fue la primera conversación amable que teníamos y que no necesariamente estábamos tratando de sacarle la cabeza al otro. Sentía que tenia tanto en que pensar, pero el cansancio me estaba venciendo, hasta que de pronto me quede dormida.


HOLA DE NUEVO! Lectores de todo el mundo es un agrado volver a saludarlos y decirles que vengo con una historia nueva. Primero quiero agradecer su infinita paciencia. Me disculpo por los meses que los tuve abandonados, por motivos de salud tuve que ausentarme pero ya estoy aqui con una nueva historia. Esta es super cortita pero de igual manera es especial. Solo constara de tres capítulos. Que lo disfruten leyéndolo como yo lo hice al escribirlo. Esta mini historia se actualizara cada miercoles, asi que las veo la proxima semana.

Queria comentarles tambien que ya se viene la secuela de Completamente Mia, si quieren saber mas o ver el trailer que lo colgare la proxima semana, las invito a que se unan a WORLD OF MAYITO, la pagina que tenemos en facebook, somos una familia que poco a poco a va avanzando. Sin más que decirles quiero agradecerle por los comentarios en el primer fic, como saben los mensajes son el motor para continuar con nuestras historias :) Nos vemos en el proximo capitulo y en las proximas historias que estan en proyecto. Byebye, Au revoir, Addio :)