Hola a todos, pues nada mas decir que hacia tiempo quería hacer un fic de Draco y Hermione en Hogwart (tengo uno pero es sin magia)
Mi primer intento fue un fracaso y hasta yo lo reconozco, por eso lo borré y empecé a hacerlo otra vez. Espero que esta vez me salga bien y también espero y deseo que os guste.
Sin más que decir, empiezo el fic.
Odio o amor
Capítulo 1: Comienzo del curso
Por fin empezaba un nuevo curso el Hogwarts. El verano se había hecho interminable, no solo para Harry que tenía que soportar a los odiosos de sus tíos junto con el imbecil de su primo; también para Hermione y Ron que se habían aburrido bastante durante sus vacaciones, pero una vez más el día tan esperado llegó y los tres amigos se reencontraron en el anden 9 y 3/4.
- ¡Harry, Ron! - gritaba la castaña corriendo para abrazar a sus amigos -. ¡Qué alegría veros! Estaba deseando que llegara la hora de encontrarme con vosotros.
- Nosotros también, Hermione - dijo Harry, abrazando a su amiga.
-Sí, este verano ha sido demasiado aburrido- dijo Ron.
De repente el ruido del tren anunció que pronto se pondría en marcha y los tres Gryffindor entraron dentro buscando un compartimento. Pasaron el rato hablando de sus vacaciones, de como sería ese nuevo año en Hogwarts y comiendo montones de chucherias que les habían comprado a la señora del carrito.
-Estoy deseando llegar a Hogwarts - dijo Harry.
-Este año podremos ser prefectos - se ilusionó Hermione.
-La excusa perfecta para rondar por los pasillos hasta tarde - sonrió Ron e hizo reír a sus amigos.
- Ron no tienes remedio - siguió riendo Hermione -.¡Oh vaya!, se acabaron las grajeas de todos los sabores - se levantó al ver que ya en la caja no quedaba nada -. Voy a comprar más.
- Déjalo, Hermione, te podría tocar con sabor a vomito o a mocos - la expresión de asco en la cara de Ron le decía a la chica que el pelirrojo había tenido la mala suerte de probar esos sabores, pero eso no le importó y abrió la puerta para salir de ahí.
-Con suerte me tocaran con sabor a mora, miel, fresa o tal vez chocolate, Ron - le sonrió mientras salía del compartimento.
Caminó buscando a la mujer hasta que vio acercándose a un rubio de ojos grises en sentido contrario al de ella. La chica apretó sus puños: con quien menos quería encontrarse era con ese chico, con Draco Malfoy. Seguramente empezaría a insultarla nada mas verla.
-Mira a quien tenemos aquí: a la sangre sucia Granger - dijo parándose delante de ella.
-Lo sabia - pensó la joven sin detenerse e intentando pasar por al lado suyo sin mirarle, ignorándole.
- ¿Qué pasa, Granger? ¿Soy tan superior a ti que ni siquiera te atreves a dirigirme la palabra? - esto hizo que la chica se parara y se diera la vuelta para mirar al Slytherin.
- No te lo creas, Malfoy, simplemente tengo cosas mucho mejores que hacer que prestar atención a tus estupideces.
- ¿Ah si, sabelotodo? No creo que haya nada mas importante que hablar conmigo. Deberías estar agradecida de que te dirija la palabra- sonrió de lado.
- Por mí no lo hagas. Es más, ojalá pudiera perderte de vista para siempre, así no tendría que ver tu cara de hurón nunca más - le respondió ella alejándose de él.
- Maldita Granger - murmuró el rubio por lo bajo aunque Hermione llego a oírlo y no le importó, simplemente siguió caminado buscando a la vendedora.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Ya en el gran comedor, todos disfrutaban del delicioso banquete que aparecía en la mesa cada año, los nuevos alumnos ya habían sido escogidos para las que serían sus casas desde ese momento y el ambiente era amistoso y agradable.
Todos hablaban, comían, reían...hasta que un suave tintineo de un tenedor contra una copa junto con la voz de la profesora McGonagall llamó la atención de los presentes, los cuales dejaron de hablar al momento.
El director Dumbledore se levantó de su asiento y comenzó a hablar.
- Bienvenidos seáis todos a este nuevo curso en Hogwarts. Para los nuevos alumnos tengo que decir que el bosque de las afueras del colegio está totalmente prohibido, al igual que andar por los pasillos a la hora de estar en vuestros cuartos. Solo los prefectos podrán estar hasta tarde fuera de sus habitaciones cuando tengan que hacer sus rondas. - miró a los miembros más mayores de cada casa -. Vuestros méritos serán puntos para vuestras casas, pero, si por el contrario, incumplís las reglas, perderéis puntos, y a final de curso se entregará la copa de la casa a la que haya conseguido más puntos. - Se oyeron murmullos y comentarios entre los más jóvenes -. Nada más que decir. Espero que paséis un agradable año en Hogwarts. Gracias -. Los aplausos empezaron a oírse de todos los alumnos, después volvieron a lo que estaban antes.
- Ron, quieres dejar de comer como un cerdo - le dijo Hermione a su amigo, al verlo comer una cosa detrás de otra sin casi masticar y sin ninguna educación.
-Es normal que coma así. Es tan pobretón que solo ve esta cantidad de comida en el colegio - se burló el rubio que había oído lo que decía la chica, haciendo que montones de Slytherin empezaran a reír ante el comentario de su rey y que Ron enrojeciera de coraje.
- Cállate, rubito de mierda - le dijo el pelirrojo.
- Mejor cállate tu y sigue comiendo, que esta comida no la ves todos los días - le miró con superioridad -. No todos pueden permitirse lo mejor como mi familia.
-Cierra la boca, Malfoy - le calló Harry.
- ¿Y si no lo hago, qué, cara rajada? ¿Acaso me vas a lanzar un avada kedavra? - preguntó, insolentemente -. Mala suerte, Potter, estamos delante de profesores, no creo que te atrevas.
Harry se levantó de su asiento para dirigirse a Malfoy con decisión al igual que lo hizo Draco. Hermione vio lo que se avecinaba y se acercó a ellos separándolos.
-Ni se os ocurra pelear aquí - se interpuso entre los dos -. Harry, Malfoy tiene razón. Están aquí los profesores, no debéis pelear - le rogó al chico.
-Al menos la sangre sucia sabe pensar - dijo Draco haciendo que surgiera la rabia en Harry que volvió a irse hacia él. Afortunadamente, Hermione estaba allí para agarrarlo del brazo -. Harry, no, por favor - le volvió a suplicar con ojos brillantes de preocupación -. No te preocupes por mi , no me importa lo que diga.
-Bien, solo porque tu me lo pides - volvió a su asiento furioso y la chica se sentó a su lado.
Draco sonrió con malicia y, como los demás, regresó a su mesa, no sin antes recibir la mirada reprobatoria de Hermione
- ¿Por qué siempre que nos encontramos con el hay problemas? - pensó la joven.
-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Al día siguiente la castaña se levantó temprano y se arregló para asistir su primera clase, la que desafortunadamente tenía que compartir con Slytherin. Se había desanimado mucho al ver su nuevo horario de clases. La mayoría de ellas había que compartirlas con dicha casa, donde se encontraría diariamente con el chico que tantos problemas y conflictos causaban a sus amigos y a ella.
Suspiró rendida. No podía hacer nada, simplemente ignoraría al rubio, aunque no era fácil teniéndolo todo el día insultándola.
Cuando por fin estaba lista, preparó su mochila con los libros y salió de su habitación. La primera clase que tenía era pociones con el profesor Snape, aunque primero tenía que ir al gran comedor a desayunar. Caminó hasta dicho lugar. Aún era temprano, no había mucha gente en las mesas. Ella lo prefería así, había más tranquilidad y después de desayunar podían quedarse hablando hasta que llegara la hora de ir a clases.
En su mesa ya estaban Harry, Ron, Ginny y Luna. Se acercó a ellos y se sentó junto a Ginny.
-Buenos días - saludó con una sonrisa, la cual fue correspondida por todos.
- Ron, ¿ya estas comiendo como un cerdo otra vez? - preguntó casi riendo, Hermione.
-Déjame, tengo que conseguir las suficientes fuerzas para aguantar toda una clase de pociones con el idiota de Malfoy - dijo el de mal humor.
- Y con Snape. No soporto a ese profesor - corroboró Ginny.
-Estoy de acuerdo contigo en eso - dijo Luna.
-Sí, la única casa que le gusta es Slytherin. Y cómo no, siendo él su director - habló Hermione.
- Y su alumno favorito es Malfoy. Eso no es ningún secreto, Hermione - continuó Harry.
-Hablando del rey de Roma...- empezó Ron al ver a dicho chico entrando por la puerta del comedor seguido de sus gorilas, Crabbe y Goyle.
El rubio los miró con desprecio y después fijó su mirada en Hermione.
-Será mejor que esta noche te mantengas alejada de mi zona, sangre sucia - le dijo.
- No hay zonas, Malfoy, yo puedo estar por donde quiera. Pero tranquilízate, no pienso acercarme a ti - le respondió para después volver a su desayuno.
El joven se sentó en su mesa, al igual que Crabbe y Goyle. Los Gryffindor miraron a su amiga confundidos, al no saber se que hablaban los chicos.
-Hoy me toca a mí la ronda por los pasillos, ¿no lo recordáis?
- ¡Ah sí!, no me digas que te ha tocado con el rubito ese- preguntó Ginny.
- Sí, parece que la suerte no está de mi lado - suspiró, metiéndose el ultimo pedazo de tarta en la boca.
-Si te dice algo el imbecil ese dínoslo, Hermione - dijo Harry.
-Y nosotros iremos a darle su merecido - continuo Ron.
-Graciasé chicos, pero se defenderme sola, no dejaré que me diga nada - les sonrió.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Las horas pasaron rápido, demasiado rápido para el gusto de Hermione. Sabía que esa noche le tocaba hacer ronda y Malfoy andaría por los pasillos al igual que ella. Ojalá no se lo encontrara por ahí. Ya suficiente era haber tenido que soportarlo en muchas de las clases que había tenido ese día. Por el momento no había ni rastro de él y ojalá no lo hubiera.
De repente escuchó un ruido en uno de los pasillos, pero para su mala suerte todo estaba demasiado oscuro.
- Lumos - susurró haciendo que de su varita saliera luz que le permitía ver, dirigió su varita a un lado y a otro pero ahí no había nada -. Qué raro - se dijo a si misma.
-Expelliarmus - se escuchó una voz detrás de ella y su varita salió por los aires apagando la luz que antes salía de ella. Miró detrás suya para ver quien la había desarmado -. Accio varita - dijo el chico rubio con una sonrisa malévola en su cara mientras la varita de Hermione flotaba hasta su mano.
- Malfoy - gruñó la chica enfadada - ¿Se puede saber qué haces?
- Solo hago esto un poco mas divertido, me estaba aburriendo - se explicó el joven aun con esa sonrisa burlona.
- Devuélveme mi varita.
-Si la quieres, Granger, tendrás que quitármela - la retó él.
Ella se abalanzó sobre él, pero el chico era mas alto que ella y mantenía la varita fuera del alcance de la , que Hermione no era capaz de llegar, y Draco no paraba de burlarse de ella.
- Dámela, Malfoy, o veras - le amenazó ya furiosa.
- ¿Ah, si? ¿Que me harás? - le volvió a retar.
En ese momento un puño chocó contra la cara del joven con mucha fuerza. Lo bastante como para que tirara la varita de la chica y se echara para atrás.
- ¡Maldita sangre sucia! - se enfureció Draco.
- ¡No vuelvas a hacer nada como eso! Si tanto me odias simplemente olvídame y déjame en paz, Malfoy, ¡No te soporto! - casi le gritó Hermione sin darse cuenta de la hora que era y que podría despertar a los alumnos ,y, dándole la espalda, empezó a caminar dejando solo al chico que aun se tocaba la mejilla donde había recibido el golpe.
Continuará...
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
OK. Hasta aquí llega el primer capitulo ¿Que os ha parecido?
Si queréis que lo continúe dejadme reviews, ¡¡por favor que me encantan!!
¡Hasta la próxima!
Pétalo-VJ
