CAPITULO I
Era un dia muy especial para un pelirrojo que corría hacia la casa de su mejor amigo. Kyle Broflovski se dirigía a la casa de Stan Marsh, para ayudarle con matemáticas. ¿Por qué era especial? Bueno, cumplían 15 años de haberse conocido.
-Stan- dijo mientras tocaba el timbre de la casa de su amigo.
Abrió su madre
-Hola kyle- le saludó- ¿Vienes a ver a stan?- el chico asintió- No lo sé, se encerró en su habitación, creo que Wendy rompió con el… otra vez.
-¿Puedo pasar?- la señora marsh abrió camino para que pasara.
Kyle subió las escaleras y trato de abrir la puerta del pelinegro, pero tenía seguro.
-¡Stan! Abre la puerta- espero unos segundos y se escuchó como se quitaba el candado, entro- ¿Otra vez sufres por esa puta?
-No kyle- le contesto-. Estoy feliz
-¿Entonces por que te encierras?
-Mi mama es dramática- contesto con una sonrisa-. Llegue corriendo y me encerre en mi cuarto, pero fue para hacer esto- abrió su closet y saco un libro. Se lo dio a kyle y este lo hojeo, no pudo creer lo que vio.
-¿Qu-que es esto?- dijo tartamudeando.
-Hoy cumplimos 15 años de que nos conocimos, lo se. Pero también es tu cumple. ¡Feliz 17 aniversario Ky!
El judío tenía los ojos llenos de lágrimas.
-¡Vamos viejo! No seas tan melodramático, solo es un álbum de nuestras fotos desde que éramos pequeños. Además, está un poco desordenado.
-No es eso- contesto en un murmuro-, lo que pasa es que llevo mucho tiempo mintiéndote stan.
-¿Que pasa Kyle?- estaba preocupado
-Te lo dire una sola vez, espero no arrepentirme- suspiro hondo, se mordió el labio inferior y luego dijo-. Te amo Stan Marsh- dicho esto se aventó a su amigo y lo beso en los labios.
Fue un beso apasionado pero a la vez dulce, Kyle al fin pudo sentir el aroma de stan más de cerca, saborear sus labios, entrelazar sus lenguas. Pero el pelinegro lo frenó en seco. Suavemente apoyo sus manos en el pecho de su "amigo" y lo apartó.
-No sé qué decir- fue lo único que pudo decir marsh.
Kyle comprendió todo y se fue corriendo. Espero a salir completamente de la propiedad de los Marsh y empezó a llorar. Había cometido el peor error el día de su cumpleaños.
