El vino de elfo está hecho de Elfos.

¿Qué el vino de elfos es hecho por elfos? ¡Ilusos! ¡Su inocencia los traerá a la perdición! Historias que transcurren en torno a este elixir.

¿Asesinos o idealistas?

¿Por qué será que nos odian tanto? ¡Asesinos! ¡Nos llaman asesinos!

Asesino es una palabra muy fuerte. Yo, de seguro, no lo soy. O todos lo somos, o nadie lo es. Simple.

¿Acabar con el mal no sería asesinarlo? ¡Culpables, son entonces, aquellos que profesan luchar por el bien, defendiendo ideales utópicos! ¿Tratar de cambiar a las personas no es asesinar una parte de su ser? ¡Culpables sean lo que –en su idealismo e ignorancia- intentan cambiar el mundo!

¡Culpables! ¡Los condeno a todos ustedes Culpables!

Cada uno lucha por su causa. Si hay algo en lo que se nos pueda declarar culpables, es por luchar por nuestros sueños ¿No son acaso hermosos nuestros ideales? ¡Un mundo donde podamos desenvolvernos con libertad, sin opresiones, donde no existan límites para nuestra magia, donde podamos ser nosotros mismos sin la dominación muggle!

Somos valientes, luchamos por nuestros sueños, sin importarnos los detractores, ni la gente que intenta destruir nuestras adoradas quimeras. Díganos Idealistas, no Asesinos.

¿Asesino? ¿Siguen pensando que soy un asesino? ¡Al diablo con ustedes! ¡Despójense de su túnica de ángel y miren a su alrededor! ¿Bebiendo vino de elfo? ¿Saben acaso de qué está hecho el vino de elfo?

El silencio habla por ustedes… Yo, Régulus Black, les contaré de qué está hecho el vino de elfo…

Les cuento:

Se toma a un elfo ya muerto y a punto de descomponerse y se pone en una roca con un hueco en el centro. Se golpea con una piedra hasta moler cada miembro de él (Si se les hace un trabajo tedioso, pueden hacerlo con magia, claro está) hasta formar una pasta rojiza que se pone a hervir. ¡Y listo! ¡Pueden disfrutar de este delicioso elíxir!

Veo sus caras de terror. ¿Sorprendidos? ¿Asqueados? Me río de ustedes.

¿Acaso creían que el vino de elfos es hecho por elfos? ¡Ilusos! ¡Su inocencia los traerá a la perdición! ¿Quieren saber más acerca de otras aberraciones de las cuales ustedes son cómplices? Dejémoslo para otra ocasión.

Ya no es necesario preguntar si aún nos consideran asesinos.