-Ella es hermosa, tan bella que solo se compara con una rosa, se encuentra tan cerca, pero a la vez tan lejos…ah?-cerro el cuaderno de prisa al oír unos pasos acercándose a su habitación.
-¡Hana!- el moreno abrió los ojos mientras sus mejillas tomaban un color rosa- casi me matas del susto...-
-¿Qué hacías hermanito?, ¿acaso es algo privado? – miro el cuaderno que su hermano trataba de ocultar bajo la almohada-
-Este... Yo solo leía un poco sobre historia de los grandes ninjas, no tiene nada de malo que me informe un poco - Kiba sonreía nerviosamente.
-bueno hermanito, solo venia avisarte que la cena ya está lista, mama te espera en el comedor, baja rápido que ya sabes cómo se pone mama si le haces esperar- Hana cerró la puerta bruscamente.
-Eso estuvo cerca, la próxima vez seré más cuidadoso, nadie debe enterarse que escribo esta clase de cosas, ¡rayos! , un hombre enamorado, jamás pensé llegar a esto, me siento cursi- Kiba se echó en su cama pensando en lo suave de sus mejillas, en las mejillas de esa chica que lo volvía loco, cada vez que la saludaba era una tortura, no aguantaba más las ganas de tenerlas y acariciarlas, que sean suyas de besarlas fuertemente y sobretodo de que se pusieran coloreadas solo por él.
-Ella es perfecta..., sus ojos, su mirada, sus labios y su forma de hablar, esa voz tan dulce que me desvanece, yo… yo... yo... ¡No sueno a mi!, me siento confundido, no se si es cariño, no se si es amor..yo…no se que hacer ahora…, a veces que pienso que no soy yo, soy una persona diferente que no te puede sacar del pensamiento ,soy..-
-¡Kibaaaaa! ¿A qué hora piensas bajar a cenar?- El chico de marcas rojas dio un sobresalto- ya voyyyyyy- se paro de la cama y se dirigió hacia las escaleras, las bajo rápidamente y encontró a una Tsume furiosa.
-¡Hasta que hora crees que voy a esperar!, ten un poco de consideración con tu madre- Tsume suspiro- son de las pocas veces que logro cenar con ustedes, el trabajo no le permite-
-Lo siento, madre, no volverá a pasar- Kiba se sentó.
-Andas muy distraído últimamente, te noto rato, incluso lees sobre historia, y eso que en la escuela de ninjas jamás habías abierto un libro- Hana se comenzó a reír- ¿Acaso quieres impresionar a alguien?-
Kiba solo atinaba a comer de su plato.
Hana frunció el ceño y llevo la cuchara a su boca.
-No molestes a tu hermano, quiero cenar en paz, sin peleas, ni gritos Hana-Tsume había hablado, el comedor ahora estaba en silencio.
La mansión Hyuga era enorme, elevada por grandes pilares estilo romano mostraba toda su monumentalidad y elegancia en todo Konoha, uno de los clanes más importantes y reconocidos en toda la aldea de la Hoja era sin duda el clan Hyuga, dueños del byakugan un don y una técnica que los caracterizaba. En el patio de esa majestuosa mansión se encontraban dos jóvenes de grandes ojos perlas, uno de ellos un genio por excelencia, el conocido: Neji Hyuga y su prima, Hinata. El entrenamiento era cada vez más duro, Hinata había mejorado considerablemente e incluso ya dominaba su chackra a la perfección, a Neji le costaba cada día mas resistir los ataques que lanzaba la ojiperla, se sentía superado poco a poco.
-Eso fue todo por hoy Hinata, ve a descansar- Neji se sentía agotado.
-Gracias por todo Neji, mañana continuaremos, tengo que ser mejor cada dia- Hinata cayo rendida al suelo.- Hoy di mucho de mí-
-Cada día está más fuerte, Hinata, solo es cuestión de tiempo y esfuerzo- Neji ofreció una ligera sonrisa y se fue hacia su habitación ubicada en el segundo piso de la gran mansión.
-Hinata se levantó y se dirigió a la cocina por un vaso de agua, el entrenamiento la había dejado sin fuerzas.- Si solo pudiera tenerte cerca de mi…, sentir tu respiración y tus latidos junto a mi pecho, porque no solo lucho por mi, sino para impresionarte, ya no quiero seguir tus pasos, quiero caminar junto a ti..- Hinata miraba la luna, mientras tomaba un sorbo de agua.
