¡Hola a todos!

Esta es mi participación en el minireto de noviembre para El Torneo de los Tres Magos del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".

Espero que la disfruten :)

Disclaimer: Todo el potterverso es de JK, yo solo juego con sus personajes.


El guardian

Llevaba todo el día con el estómago revuelto y el pulso acelerado, y esto solo empeoró cuando fue llamado al centro del campo. Su mirada descanso en las bancas, donde el equipo titular de los Tornados de Tutshill lo examinaban con atención. Podía ver como unos ya formaban sus ideas sobre él en sus cabezas, y otros a los que todo esto les parecía un mero trámite muy aburrido.

—Ve y colócate frente a los aros — le dijo el capitán, mientras escribía notas en su listado de aspirantes —. Seth tirará cinco veces, veremos cuantos puedes parar.

Definitivamente la suerte no estaba de su lado. Seth Ferguson no era otro sino el mejor golpeador que el equipo había tenido en treinta años. Tiene una puntería letal, en todo el tiempo en que lo había visto jugar, nunca había fallado a su objetivo.

—Relajate, Blentchey —. Gritó Seth desde medio campo, haciendo piruetas con la quaffle.

Desde que Miles tenía memoria, su vida giraba alrededor del quidditch. De niño pasaba la mayoría de sus mañanas en una escoba de juguete, y por las tardes, obligaba a sus padres a comprarle más estampillas de jugadores famosos para completar su amplia colección. Pero este era el momento decisivo. Fue el primero en solicitar audición para los tornados, y el primero en llegar al campo. Era ahora o nunca.

Entonces el capitán sonó el silbato, y algo sucedió en la cabeza de Miles Blentchey. En cuestión de segundos, su concentración se aguzó y estudió a Seth con cuidado. Llevaba la quaffle en la mano izquierda, y se la pasaba a la derecha y de nuevo a la izquierda, jugando con la percepción de Miles. Pero su cuerpo estaba ligeramente doblado a la derecha, y eso lo delató. Miles ya volaba a proteger el aro de la izquierda incluso antes de que el famoso golpeador tirara, mientras veía como la quaffle atravesaba el campo a toda velocidad y pronto chocaba contra su pecho.

Fue en ese momento en que soltó el aire que guardaba en sus pulmones, permitiendo que el alivio recorriera sus músculos. Ahora solo le faltaba parar cuatro tiros más. Solo cuatro tiros más, y se convertiría en el guardian de los Tornados de Tutshill, el sueño de toda su vida.


¿Reviews?