The Girl next door
Advertencia: Uso de lenguaje tipo "Ichigo". (yo soy una niña endiucada y no digo groserías. Aunque debo admitir que en la boca de Ichigo y de mi novio suenan lindas)
Derechos de autor: Todos los personajes pertenecen a TK. Aunque solo estoy esperando que mi primis termine de estudiar leyes para demandarlo (necesito a Ichigo y Rukia para encerrarlos en su armario D)
Capitulo 1. Curiosidad Insana
El atardecer comenzaba a vislumbrarse en el pueblo de Karakura; un clima tranquilo se respiraba en el ambiente. Los pájaros y las cigarras cantaban, el viento mecía las ramas de los árboles y silbaba al colarse bajo de los puentes. Risas de niños y jóvenes que regresaban de sus escuelas comenzaba a llenar el entorno.
- No… es una sorpresa – Rukia caminaba al lado de Ichigo con cara de pocos amigos. El muchacho la estaba exasperando.
- Dime –
- ¡NO! – Rukia gritó perdiendo la paciencia - ¿Qué parte de "no" es la que no entiendes? –
- Una pista – Rendirse no era una característica del pelinaranja. De otro modo no habría ganado tantas batallas a lo largo de su corta vida.
- Maldición Ichigo… N – O es ¡NO! –
- Enana maldita – Susurró el chico, aunque al parecer su tono no fue lo suficientemente bajo como pretendía. Un puñetazo en la barbilla se lo confirmó.
- Jodete perra –
- Y tu quédate con la duda – Rukia sonrió triunfante.
Hace una semana Keigo les había invitado a la fiesta de disfraces que se realizaría en su casa para celebrar el cumpleaños de su hermana Mizuho. A Rukia le costó algo entender lo emocionado que el grupo estaba. ¿Qué de entretenido le encontraban a vestirse de una manera diferente? Ella lo hacia todo el tiempo. Incluso si lo pensaba bien su gigai era una especie de disfraz… y su uniforme del colegio… y la ropa de Yuzu…
Pero las enfervorecidas muchachas se encargaron de explicarle (y contagiarle) el motivo del entusiasmo. Rukia se prometió a si misma que disfrutaría y gozaría al máximo esta experiencia en el mundo humano. E Ichigo lo estaba haciendo aun más placentero. La sombría expresión actual del muchacho le indicaba que estaba desesperado. No es que ella fuera mala, quizás solo un poco perversa. De lo que estaba segura es que le encantaba meterse con el muchacho.
- Seguro es un disfraz del estupido conejo ese de… - Una patada directo a su estomago le quitó el aliento para terminar su frase y le obligó a inclinarse y rodear su abdomen con sus brazos. Sin embargo sonrió y como pudo logro soltar un: - Lo adiviné-
- En tus sueños idiota –
- ¡Argh Rukia!- Gruñó mientras se agarraba la cabeza con ambas manos - ¿¡A que viene tanto misterio!?-
Desde que Rukia se apoderó de su billetera el chico trataba de averiguar el tipo de disfraz que había comprado la shinigami, argumentando tener pleno derecho de saber ya que se trataba de su dinero.
- Porque me da la gana –
- Entonces tampoco te digo sobre el mío – Ichigo se enorgulleció de si mismo. La tenía en sus manos. Una brillante sonrisa y una expresión de autosatisfacción aparecieron en su rostro.
- No me interesa –
Su cara de satisfacción desapareció.
- Vete a la mierda enana-
- Ya estoy junto a ella –
Definitivamente estas batallas jamás las ganaría.
- o -
En la casa Kurosaki todo era preparativos el sábado por la noche. Yuzu había hablado tanto de la fiesta durante el día que parecía que ella era también uno de los invitados. Hasta Karin estaba emocionada. Y que decir de Isshin Kurosaki.
- ¡Masaki!- El hombre le hablaba al ya conocido poster de su fallecida mujer con lágrimas en los ojos. – ¡Nuestro hijo ira a su primera fiesta de disfraces! ¡Lo mas probable es que sucumba ante los encantos de esas sexys jovencitas vestidas en mínimos trajes y al fin se haga hombre!-
- Es una fiesta de disfraces, no una despedida de soltero, viejo pervertido – Karin le objetó enfadada y con su puño preparado en caso de un "ataque paternalista" de su progenitor.
- Eso no quiere decir que no vayan a haber jovencitas con poca ropa- Una pensativa y depravada mueca apareció en su rostro.
- Deja de decir estupideces viejo loco –
-¡ICHIGO!-
Isshin se abalanzó sobre su hijo. Este lo recibió con un golpe en el hígado.
- ¡Ese es mi hijo! ¡Un digno descendiente mío! ¡Creo que ya lo sabes todo y estas listo para hacerte hombre esta noche!- El padre del muchacho gritaba emocionado mientras trataba de abrazarlo. Ichigo usaba manos y pies para impedírselo.
- ¡Ichi – niii! ¡Te vez tan genial! – Yuzu exclamaba excitada. Estrellitas adornaban sus ojos -¡Tengo que tomarte una foto!- La inocente gemela enfocó a Ichigo que aun trataba de librarse de su padre.
- ¿Podrías quitarte papa? Estas arruinando la foto – Yuzu dijo dulcemente mientras trataba de buscar un mejor ángulo para su fotografía.
- Cría cuervos y te sacaran los ojos – Isshin se alejó melodramatizando. Obviamente ninguno de sus hijos lo tomo en cuenta.
- o -
Había pasado media hora desde que estaba listo y Rukia aun no aparecía.
'Perra', pensó el muchacho de extraño cabello. Sabía que lo estaba haciendo a propósito. Por mas que había gritado, pataleado, vociferado, maldecido, insultado, extorsionado, investigado (lo dejó inmediatamente cuando se topó con unas pantaletas con conejitos) y suplicado (si, también suplicado, todo se vale en la guerra y en el amor), no había logrado sacarle información alguna durante esos días.
Estaba tumbado en el sillón esperando "no muy pacientemente" que la morena se dignara a aparecer. El constante "tac, tac, tac," de su zapato contra el suelo estaba sacando de casillas a Karin.
- Ichi – nii, si no dejas de hacer eso… - La pelinegro no terminó su frase.
Ichigo se puso de pie como impulsado por un resorte. La espera al fin acababa.
La puerta de la habitación de Rukia se abría.
Continuara…
NA: estoy retomando mis vicios!! A todos los lectores de mi otro fic prometo actualizar, no lo dejaré sin terminar! (no quiero ser lapidada jejeje)
