Dedicado a Maru Sparrow, te quiero amiguita… Espero que cumpla con tus expectativas y te hallas robado el barco. Me costo mucho asi que aprécialo por favor…

Realmente innecesario y fantasioso…

Teniendo en cuenta que sus últimos días se aproximaban, Albus Dumbledore, esplendoroso premio anual, decidió quebrar las reglas del castillo solo por una noche. Escondió el cacharro bajo su capa, y bajo los pisos recordando el hechizo para poder deducir donde estaría el espejo esta vez. Silencioso bajo las escaleras, topándose con un par de alumnos a los cuales reto y obligo a subir, y también con otros premios anuales, los cuales creyeron que solo estaba haciendo una ronda. Sus cálculos matemáticos, mezclados con sus conocimientos en la magia, le indicaron que donde tenia que ir era al séptimo piso, nada agradable para alguien común, pero Albus lo consideraba toda una aventura.

Llegando al sexto piso, el corazón le palpito llenando sus venas de adrenalina y sentimientos, su droga favorita estaba a punto de comenzar. No lo visitaba desde hacia unos meses, si esos chicos de segundo no lo hubiesen encontrado y comentado con medio Gryffindor ese descubrimiento no habría podido calcular donde estaría en esta gloriosa velada. Abrió la puerta de la habitación despacio, como queriendo crear una atmósfera expectante. Y allí estaba el glorioso espejo de Oesed. Se acerco para admirarlo, aunque era mas que obvio que lo que vería seria lo mismo que vio las 5 veces anteriores a esta, es decir, lo que venia viendo desde el comienzo de las clases, desde el fin de una de sus mejores vacaciones. Se acerco rápidamente, y si ahí estaba él mirándolo con una de esas miradas tan típicas, una de esas que solo le dirigía a Albus. Pero el cuadro no se quedo solo asi como siempre solía hacer, Ariana había aparecido en el marco, y lo miraba tímida. Era obvio que eso iba a suceder, había pasado tan poco desde la muerte de la pequeña. Sus ojos se llenaron de melancolía, se sentó en el piso y saco el cacharro, apunto con su varita su cien, y el filamento plateado lo transporto en el tiempo, cuando todo estaba bien…

Albus paseaba por los terrenos hasta que se topo con su molesta vecinaa…

- Ay Albus ven aquí pequeño, hay alguien que quiero que conozcas…

Dentro de la casa, en el sotano, rodeado por vapores de colores extraños, se encontraba Geller, un chico rubio de diesiceis años.

- Hola – dijo este altaneramente a Albus sin prestarle mucha atención.

- Fénix Felicis ¿no? – le pregunto a Geller, en el mismo tono arrogante en el cual se dirigía a todos y con mas razon a este chico que era bastante pedante. Al escuchar las palabras Geller abrio los ojos y miro a Albus asombrado

- ¿Sabes prepararlo? Por que me trabe en esta parte y no se como resolverlo. – Albus comenzó a arreglar la posion…

El remolino lo devolvió a la habitación, todavía recordando la primera vez que Geller le dedico su sonrisa. Otro remolino lo llevo a los experimentos con su mejor amigo, otro a un picnic con su hermana y este, después le llevo a uno de los momentos mas odiados y amados de su vida…

A las afuera de la puerta trasera, pasando del ataúd, sentado en el pasto, estaba Albus, llorando lágrimas por su hermana fallecida. Geller lo miraba tras la puerta hasta que se decidió, se sentó junto a Albus, y dio su primera muestra de afecto en años, lo abrazo. Se quedaron abrazados, por horas que parecieron días, manchados por lágrimas de ambos.

De vuelta en su realidad, Albus seco sus lagrimas, y recogió sus cosas para volver a su habitación. Tenía miedo, de volver a soñar que mataba a Geller y atesoraba su varita, pero también tenia miedo de regresar a la realidad.

espero que les halla gustado

atte

flor.leanny orgullosisiiiima Ravenclaw de HA

encuentreme en: Av Hogwarts 10', Harry Argentino