Hola, ya se que deberia estarme concentrando en actualizar alguna de mis historias; pero desgraciadamente aqui estoy nuevamente con otro fic, la verdad la idea no es la original a la que deseaba presentarles, se suponia que este seria un fic de humor y romance, pero no salio asi, en cuanto empece ha escribir, nuevamente las ideas se acoplaron en mi cabeza, y esto salio.
Por lo que hoy lo presento a ustedes, para resivir mi veredicto, y al igual que la primera historia de D Gray Man, esta sera una mas que llevare hasta el final, ya que nuevamente la traigo un poco complicada, es decir la verdad a pesar de acoplarce a la historia original, es un poco disparada de la epoca.
Esperando no ofender a nadie, con cietos puntos tocados en este capitulo, les dejo en presencia de el, solo les ruego que esperen unos capitulos mas,les prometo que pronto veran por donde va el hilo de la historia.
Advertencia: este fic fue creado sin fines de ofender, se han tomado aspectos de indole cultural y religioso, aunque solo sera en este capitulo, si puedes pasar por alto cualquier error de mi parte respecto ha estos punto estas invitado a leer, si en cambio te ofendo con ello, te ruego que me lo hagas saber, o dejes de leer.
Atte: Ariane de Virgo
Prologo de un Sueño
Un Nuevo Comienzo… Un Nuevo despertar
Londres, Inglaterra. Europa Unificada
Diciembre 24, del año 2000
11:59:55 PM
"Es el tiempo… de nuevo."
Aquella noche cuando segundos separaban de la medianoche de la primera navidad del siglo, en aquella humilde casa de un barrio de nivel medio de la poderosa ciudad de Londres, un ultimo grito de una mujer y el primer llanto de un bebe; irrumpió aquel tenso ambiente que hasta, hacia unos pocos minutos el único varón de la casa, resguardaba fuera de aquella habitación.
-Es un niño- se escucho gritar desde el interior de la habitación- debes estar feliz- escucho aquel hombre felicitar ha la partera a su muy agotada esposa- descansa por ahora, le mostrare a este bebe a su orgulloso padre.
Aquel hombre que aguardaba a las afueras de la habitación a pesar de saber que su primogénito había nacido, no demostraba un semblante lleno de felicidad como cualquier primer padre, sino, mas bien en su rostro había dolor, angustia, ira, y resignación, pues lo que sucedió segundos después, el ya se lo esperaba.
-mira, amigo mío tu hijo- llamo aquella mujer que salía de la habitación con un pequeño envuelto entre cómodas y calientes mantas- aunque no se como decirte que… - concluyo aquella angustiada mujer que cargaba al bebe.
Por su parte el hombre solo extendió sus manos en dirección al pequeño que ya hacia dentro de aquellos brazos seguros.
-Su brazo, no es como el de los demás, verdad?- pregunto aquel hombre mientras acariciaba los pequeños mechones de cabello castaño claro que se dejaban apreciar en aquella pequeña cabeza.
-no, su brazo no es normal- afirmo aquella mujer, mientras el hombre hacia amago de toda su voluntad y fuerza por no llorar ante tan desconsoladora noticia.- no he querido decirlo delante de tu esposa, esta muy débil y no seria bueno.
-no te preocupes, ella, ya lo sabe, lo sabe desde hace mucho tiempo.
-acaso, los doctores…?
-no, nadie sabe de esto, por ello recurrimos a ti.
-se que te he molestado mucho esta noche, pero puedo pedirte un favor mas?
-adelante, no tengo ningún problema.
-tengo algo que decirle a mi esposa, esperarías hasta que termine de hablar con ella, hay algo que debo decirte.
-cla…claro, puedes contar con eso- dudo por un momento la mujer, pues el semblante en el que por mucho tiempo considero su mejor amigo, demostraba una profunda tristeza, no propia de aquel que, a pesar de las circunstancias, se había convertido hacia pocos minutos en padre por primera vez
-gracias- fue lo ultimo que dijo antes de entrar por aquella puerta y cerrarla tras de si.
Miro con ternura, al pequeño que ya hacia en su regazo, le miro como dormía tranquilo arropado por el calor reconfortante que solo un ser humano puede proveer.
-se bienvenido ha este mundo pequeño, no se lo que te espera, pero estoy segura que grandes cosas, resultaran de estas pequeñas manos.
Aquello lo dijo en pos de animar al bebe sonriente que ahora le sujetaba fuertemente un dedo con aquellas pequeñas manos
-no se que dirán de ti, pequeño, pero para mi tu eres perfecto- sonrió aquella joven mujer, estudiante de medicina- y esto segura que tu papa y mama piensan lo mismo.
Roma, Italia. Ciudad del Vaticano.
25 de diciembre del 2000
01:29:05 AM
Por los desolados pasillos del edificio central del vaticano, un hombre de larga sotana negra, corría en dirección ha la cámara conjunta del colegio de cardenales, donde hacia pocos minutos habían sido convocados todos los miembros de este para tener una importante reunión de ultimo momento, debían aprovechar la distracción causada en la Plaza de San Pedro, ante la misa de media noche que el sumo pontífice realizaba.
Las imponentes puertas se abrieron dejando entrar al ultimo miembro imprescindible de aquella reunión, cerrándose tras de si, como si se preparasen para la elección de un nuevo Papa.
Los ahí presentes, miraron en dirección de esta, y al ver entrar a quien les había convocado, tomaron sus respectivos asientos guardando el mas profundo de los silencios, de esta manera, aquel hombre camino por el centro de aquel salón en dirección del consejo ahí reunido.
Al llegar, solo pudo saludar acorde al protocolo establecido, sin levantar la vista, en espera de que cediesen su turno para hablar.
-Monseñor Cavallier, para que nos ha reunido?- hablo la profunda voz del Cardenal al mando.
-señor, ha sucedido…- es todo lo que dijo ante aquel consejo.
-de que habla Monseñor Cavallier?
-lo han confirmado, A las 00:59:55 AM de este día y han enviado, la prueba de ello ha nuestras oficinas, señor.
-Cavallier, por favor se mas explicito, su santidad querrá saber el por que de nuestra reunión cuando todo el colegio debería encontrase en estos momento frente a las miles de personas que asistieron a la misa de medianoche.
-mi señor, prefiero mil veces que "esto" hable por mi- dijo mientras tomaba de entre sus ropas, un objeto envuelto en un pañuelo de color negro con bordes dorados. Y poniéndolo ha la vista del Cardenal.
Por su parte, este alzo una ceja, en señal de no comprender a que se refería, por lo que miro ha Cavallier en busca de una respuesta, este solo hizo el ademan de que lo tomase y lo viese por si mismo.
Así lo hizo, tomo aquel pañuelo, y procedió ha ver lo que este reguardaba y ocultaba de la luz y ojos de los ahí presentes.
Poco a poco abrió aquel pañuelo, tan meticulosamente como si se tratara de algo tan frágil y sensible como el cristal, sin embargo nada de lo que hubiese estudiado, o visto a lo largo de su vida, lo hubiese preparado para soportar la impresión, que aquello le causo.
-No puede ser, Monseñor Cavallier, esto es…
Londres, Inglaterra. Europa Unificada
Diciembre 25, del año 2000
00:25:33 PM
Había estado esperando fuera de aquella habitación con el bebe en brazos por mas de 20 minutos, hacia mucho que el pequeño se había quedado dormido en lo que el creía eran los protectores brazos de su madre.
Durante todo ese tiempo no había dejado de contemplar como, la pacifica faz del infante, demostraba una serenidad envidiable, que a pesar de hace mucho ser asistente en partos y hace algunos meses había ayudado ha traer por primera a un bebe ha este mundo por si sola, estaba segura que en ningún otro bebe había apreciado tal serenidad.
Pero, sin embargo, al contemplar ese pequeño rostro, no supo determinar por que, una sensación de tristeza y pesar le invadió, junto con el pensamiento de que el bebe en sus brazos seria autor de grandes logros, pero que para ello era probable que tuviera que pasar por innumerables pruebas, a cual mas dura de aquellas.
-bebe, por que tengo la sensación de que tu vida será dura, pequeño? Por que la tranquilidad que reflejas no me da la certeza de que tendrás una pacifica vida?
Aquellos pensamientos fueron cortados por el abrir de la puerta delante de ella, al mirar en esa dirección encontró a su querido amigo que le pedía que pasara. Sin comprender el por que y asegurándose a si misma que la madre deseaba sostener al bebe por primera vez, entro en aquella habitación.
-quieres sostenerlo?- pregunto tímidamente ha la joven madre del bebe
Al ver de que no recibía respuesta de parte de ella, miro a su amigo, quien a pesar de pertenecer a los altos linajes de la sociedad Europea, ahora se encontraba oculto en aquella humilde casa junto a su esposa y su recién nacido, en un ambiente que a ella no le daba muy buena espina.
-Moore- llamo finalmente aquel noble varón- tenemos algo que decirte
Como presagio de las palabras que vendrían, el bebe que ya hacia dormido, despertó de su sueño y lloro amargamente en el regazo de la joven que le sostenía.
Moore a sus escasos 19 años de edad, de humilde linaje y un futuro prometedor como medico, ahora se encontraba a la 2 de la madrugada de aquella navidad, corriendo por las calles desoladas de Londres; en dirección a su casa, en su pecho y de la mejor forma posible, resguardaba a un pequeño bulto de mantas, que mantenían arropado, ha aquel pequeño infante, que horas antes ella misma había ayudado a traer ha este mundo.
Desolada, y con el corazón saltándole en el pecho, y los ojos llenos de lágrimas corría a lo que ella creía el lugar mas seguro de Londres, pero que aquellas palabras pronunciadas por su amigo minutos antes, y aun rondaban en su cabeza, lo había puesto en duda.
Flash Back
-Moore- llamo finalmente aquel noble varón- tenemos algo que decirte
Moore miro en dirección de su amigo, y sucesivamente miro a la esposa de este, quien con la vista baja y entre sollozo y sollozo, se negaba ha ver al pequeño fruto de su vientre.
-que pasa?-pregunto un poco insegura- sucede algo malo, te sientes mal?- pregunto en su creencia de que la joven madre resintiera el parto.
-no Moore, ella, esta bien, es respecto al bebe de quien queremos hablar.
-el bebe? Acaso es por el brazo?-suspiro aliviada, lo había estado pensando y había llegado a unas cuantas conclusiones que podrían tranquilizar a la joven familia- si es por eso, debo decirte de que no debes preocuparte, la tecnología, y medicina avanzan a grandes pasos hoy en día, seguro que encontramos una solución para ello.
Callo al ver que su amigo movía en negación la cabeza.
-Moore- llamo nuevamente- hay algo que debes saber
-dime- pregunto ahora temerosa de lo que saldría de aquella boca.
-Moore, nosotros, no podemos quedarnos con el bebe- dijo finalmente.
Aquella confesión cayó de golpe en la pobre Moore quien aun no procesaba las últimas palabras-que…que has dicho- artículo un poco confundida, y hasta cierto punto dolida.
-que no podemos quedarnos con el bebe, no podríamos protegerlo de lo que se avecina- dio de golpe.
Se negaba ha creer que aquella persona tan bondadosa y buena como lo era el, ahora le dijera que rechazaba a su propio hijo, miro en dirección ha la madre del pequeño quien al parecer estaba de acuerdo
-pero por que? es tu hijo, tanto tuyo como el de ella, lo esperaron con tanta ilusión, solo para venirlo ha rechazar ahora- les grito ha los dos ahí presentes- una anormalidad en el brazo no es suficiente razón para abandonarlo- afirmo enojada.
Sin embargo su enojo cambio a tristeza al poder observar los ojos de su amigo, ya que en ellos, un profundo dolor, tristeza, ira y resignación se hacían tan visibles como las estrellas por la noche.
-que esta pasando?-pregunto finalmente, pues al verlo así, llego a la conclusión de que una fuerza mayor era lo que le obligaba ha tomar una decisión tan radical e irreversible como esa.
-Moore, el pequeño, será causa de grandes conflictos en un futuro no muy lejano, al igual que será y al vez la única luz que podrá salvar al mundo de la destrucción a la cual nuevamente están llevando.
No comprendía aquellas palabras, no entendía lo que querían decir, era un poco escéptica en cuanto a algunas cosas, y principalmente con el fin del mundo y la raza humana.
-debes estar bromeando, no creerás que el fin del mundo esta cerca y que tu hijo es el único capas de evitarlo, verdad?
Sin embargo la determinación en el rostro de aquel hombre le había hecho dudar de lo que ella misma había preguntado- verdad?- pregunto nuevamente.
-Moore, nos persiguen, por eso es que estamos ocultos aquí, quieren matarnos, y si saben que ese bebe ha nacido, irán tras de el sin dudarlo.
Ahora si no entendía nada de lo que le decían, perseguidos? Por quien? Por que?
-es una larga historia, Moore, muy larga de muchos siglos atrás, quizás milenios, y para ser especifico me persiguen a mi, pues yo fui el que traiciono al conde.
-Conde? Es cuestión de Nobleza? -Pregunto dudosa
-no Moore, no me refiero ha la realeza actual, estoy hablando de alguien que es muy poderoso y que se hace llamar Conde, para ser mas específicos, Conde del Milenio.
-Conde del Milenio?
-los hechos están condenados ha repetirse una vez mas- escucho pronunciar por la voz de la joven madre- y como muestra basta saber que el bebe nació con La Inocencia, como en el pasado.
-Inocencia?- se pregunto Moore.
-Moore, es un cuento muy largo, y no tenemos tiempo para contarlo con detalles, pronto vendrán por nosotros, esta claro que descubrieron nuestra ubicación, por ello debemos pedirte lo siguiente, Moore, toma al bebe, tómalo, y huye tan lejos como puedas con el. No dejes que el Conde lo encuentre, por favor, te lo ruego. No dejes que mi hijo muera en manos del Conde.
Fin del Flash Back.
Ahora, que había entrado a su casa, y había depositado al bebe en su propia cama, tomaba cosas indispensables para ella, cosas que sabría que ocuparía y que en un futuro no muy cercano, no podría reponer en mucho tiempo, tomaba poca ropa de ella, el dinero que tenia guardado, una vieja foto familiar todo eso lo guardaba en una mochila que pronto pondría a sus espaldas, la maleta con implementos para el bebe le había sido dada en la casa de su amigo por lo que también la tomo y la puso cerca de la entrada tomo una pequeña jaula para gatos y ahí instalo a su mascota, que no pasaba de ser un felino de apenas tres meses de nacido y lo puso junto a la entrada, busco su pasaporte y documentos personales. Después de todo si iba ha abandonar ha Londres aquella noche no podía dejar rastro de ella.
Se dirigió a la cama donde el bebe dormía pacíficamente, sus padres habían asegurado un buen futuro para el, al menos de modo monetario, pues, con lo dicho sabia que tarde o temprano, ya sea el enemigo, o los aliados llegarían por el.
Tomando nuevamente al bebe entre sus manos, y disponiendo de todo lo ahí dejado, se dispuso ha abandonar aquel lugar, tomo las cosas que había dejado cerca de la entrada y salió.
-Vamos bebe, debemos irnos por tu propio bien- le dijo al dormido infante entre sus manos- te prometo que yo te cuidare- sonrió para si. Y diciendo esto se encamino en dirección ha la estación de metro mas cercana.
Roma, Italia. Ciudad del Vaticano.
25 de diciembre del 2000
03:15 AM
-así que finalmente, esa rama del vaticano ha decidido darse a conocer- hablo el sumo pontífice quien en sus aposentos recibía a los principales implicados en el asunto.
-su excelencia, es una rama mas, una orden mas, como siempre ha existido, simplemente que para beneficio de la humanidad siempre han estado entre las sombras.
-Hombres y mujeres capaces de poseer la voluntad de Dios en ellos, que sacrifican su vida en pos de las nuestras, les hemos condenado por el bienestar de aquellos que viven en este mundo.
-aliados de Dios, su excelencia, desde el ultimo encuentro en que peligro la existencia del mundo, han estado esperando este día, el día en el que la profecía forjada en aquella ultima batalla se cumpla, excelencia.
-no creí jamás que el despertar estuviese tan cerca, prácticamente en nuestras narices.
-los designios de la Humanidad no son certeros, excelencia.
-solo queda prepararnos, Monseñor Cavallier, dejo a su cargo la comunicación con la renovada orden, puede decirles que tiene el nuestro apoyo, y que de mi parte espero el día en que encumbren su bandera nuevamente a nuestro lado.
-si excelencia, se que estarán complacidos de saberlo- diciendo esto abandono los aposentos.
Al quedarse solo y apreciar la pacifica noche que caía sobre roma no pudo evitar pensar que aquella paz y serenidad que se apreciaban ahora, era el preludio de una poderosa tormenta que se avecina.
-Así que finalmente se han puesto en marcha? Todo esta en manos de ustedes, de ahora en adelante, confió en que podrán hacerlo, Organización Religiosa Oscura.
Londres – Cambridge, Inglaterra, Europa Unificada
25 de Diciembre del 2000
05:24 AM
Finalmente había abandonado Londres, ahora en la línea de tren con dirección ha Cambridge se encontraba reposando intentando descansar y ordenar sus pensamientos, aun no creía que, hasta hace unas pocas horas, era una joven estudiante de medicina la cual fue llamada para atender el nacimiento del hijo de su mejor amigo.
Moore estaba segura de que esa fue la ultima vez que vería a los padres del pequeño que llevaba en brazos, tenia la extraña sensación de que debía llorar por su perdida, sin embargo ahora ya hacia en su regazo, la prueba mas fehaciente de la confianza de una persona en otra, el bebe que dormía en sus brazos, le indicaba que tenia que ser fuerte para los tiempos que venían. Tenia planeado llegar ha Cambridge, y de ahí reposar unos meses mas, hasta que el bebe estuviera en condiciones de viajar, pues también tenia que tramitar todos los papeles que permitieran hacerlo, una vez listo abordaría el primer vuelo que pudiera con destino desconocido, no dejaría que nadie tocase al pequeño aunque se fuera la vida en ello.
-duerme tranquilo bebe, por ahora estas a salvo- le sonrió y luego observo por la ventana de aquel compartimento.
Ahora que se alejaba de Londres, y planeaba en cumplir la ultima promesa hecha a su amigo aquella madrugada de navidad, podía apreciar el amanecer que iluminaba aquel hermoso día, hasta que una voz le saco de sus pensamientos.
-pero que hermoso amanecer, no cree?- pregunto una voz a su lado, inmediatamente y por auto reflejo tenso sus músculos, por el temor de que el enemigo, que por cierto no conocía, le hubiese seguido, y lentamente giro su rostro en dirección de su interlocutor, para encontrarse con una señora de edad avanzada que ya hacia sentada a su lado.
-perdona, no quería asustarte- le dijo aquella señora.
-disculpe usted, no era mi intención hacerla sentir mal- correspondió el comentario.
La señora sonrió, para luego dirigir su mirada a la pequeña cabecita que asomaba entre las mantas que sostenía.
-veo que te has despertado- sonrió Moore al pequeño- debes tener hambre.
-pero que hermoso bebe, tienes pequeña- le dijo aquella señora- tiene tus misma mirada- le sonrió
-en serio?- pregunto dudosa Moore, mientras miraba incrédula al bebe que le sonreía.
-si- afirmo aquella señora- es un bebe realmente hermoso, debes estar orgullosa de el
-Lo estoy – afirmo Moore al tiempo en que tomaba el biberón con la formula para alimentarlo.
-te molesta si lo cargo un momento?- no sintió que estuviera mal permitírselo, asi que lo deposito en los brazos de aquella señora.
-desea darle de comer?-le pregunto Moore mientras ofrecía el biberón a su acompañante
-es tan pequeño- articulo mientras veía como este comía aquel liquido blanquecino y a pesar de que contemplo el pequeño brazo peculiar del bebe, no dijo nada, sonrió mas para si – y dime, puedo preguntarte como se llama?
-como se llama?-repitió por lo bajo Moore, era cierto en su apresurada huida, había olvidado pensar en un nombre para el pequeño, ahora a su cargo, le miro por unos segundos- un Nombre- le dijo al pequeño-
Tenia que ponerle un nombre, pero cual seria el adecuado, tras pensarlo unos segundos, sonrió, había encontrado uno perfecto, junto con un apellido que eliminaría por completo cualquier sospecha de su procedencia, no sabia por que pero ese nombre le daba confianza y le hacia sentir nostalgia, no podía explicar por que pensó en el, ni por que le pareció el indicado para el bebe.
-Allen- contesto tras unos minutos a la señora- este pequeño se llama, Allen, Allen Walker.
La verdad sigo creyendo que debo hacer un fic de humor en D. Gray Man, pero es que este no me dejo dormir en toda la noche, y ahora lo traigo ante mis mejores aliados, ustedes los lectores, si lo aprueban, haganmelo saber, si no, tambien, tomare medidas en el asunto.
Sin embargo sigo creyendo de que una idea por buena o mala que sea debe llevarce hasta el final; pero aun asi estoy dispuesta a abandonar si no es de su entero agrado, si es Romance Aventura, por lo que habra parejas, y no, aun nodefino cuales, tengo que esperar sus veredictos.
Estoy dispuesta a pronto traer mi fic original, la idea que se suponia debia presentarles hoy, pero les ruego esperen un poco mas.
Ahora sin mas que decir, ni agregar, me despido.
