N/A: ¡Buenas! Aca traigo como dice la descripción de la 'historia' un conjunto de 7 one shots, cada uno utilizando un pecado capital como prompt. Son independientes entre sí y la función es más que nada sacar una sonrisa o algo por el estilo. Nada demasiado serio. Espero que les gusten. No tengo idea cuando subire ni mucho menos. A medida que tenga tiempo. Una cosilla más todos los derechos son de JK como si no fuera más que obvio. Gracias de ante mano y espero que lo disfruten. Beso grande!
Avaricia
Hermione Granger tiene una obsesión con las paletas ácidas y Draco Malfoy tiene una obsesión con Hermione Granger.
Una tarde Hermione Granger recibió su primer beso a manos de Draco Malfoy y todo tuvo que ver con un bezoar, una baja nota y muchas paletas ácidas.
Todo empezó el día después del regreso del receso por las fiestas en quinto año. En la primer hora del Lunes los estudiantes tenían que asistir a la asignatura 'pociones'. Mientras esperaban que ingresara el desagradable profesor Snape en toda su grasosa y pálida gloria, los estudiantes habían estado compartiendo sus aventuras esos siete días fuera de Hogwarts. Quien más respeto recibía parecía ser quien podía alegar que había comido los mejores platos. Si hay algo que une a los adolescentes del mundo, magos o muggles, es el amor por las cosas ricas que se ubican bien al fondo de la pirámide alimenticia.
Draco Malfoy comenzó a relatar su maravilloso recorrido por varios países en ese corto período de tiempo y, como era de esperar, más de la mitad del salón se encontraba hipnotizado. Hermione Granger, quien siempre había sentido particular desinterés en todo lo que él tuviera para decir miraba la parte de atrás de la cabeza de su amigo Ron con una expresión de malestar. Los años transcurrían y ella seguía sin entender la fascinación por alguien que necesitaba la asistencia de su padre hasta para atarse los cordones de sus caros zapatos italianos.¡No entendía la fascinación por alguien que a los quince años usaba zapatos italianos!
"Veo que haz comido varias cosas dulces, Granger" ella escuchó a Malfoy decirle dos calderos a su izquierda. Hermione hubiera querido poder ignorarlo por completo, pero se sintió obligada a mirarlo para poder sacarle la lengua como si recién hubiera cumplido seis años de edad "Se te nota" lo vio agregar mientras hacía un gesto con su mano imitando una panza tan redonda que equivalía a la de una mujer a meros días de dar a luz.
"Eres repulsivo" Hermione se encontró soltando con la irritación característica que siempre le causaba.
"O sea que tienes una opinión. Cuéntame, Granger, ¿Cuantas horas pasas con tus amigas hablando de mi?" lo único que tenía a mano era el libro de la asignatura y ella se juró que si hubiera sido cualquier otra materia no lo hubiera hecho, pero era la clase de Snape y ya se sabía el contenido de cada pagina de memoria, así que lo agarró con fuerza y lo revoleó en dirección a la cabeza cubierta de un brillante cabello platino que estaba estilizado con demasiado gel. La puntería fue terrible y le dio a Vincent Crabbe en la nuca.
"¡Deja de molestarme, Malfoy!" demandó pretendiendo que tenía la suficiente autoridad para que él le hiciera caso. En cambio lo vio reírse antes de decirle algo a la versión humana de uno de los gorilas que tenía de compañeros. Crabbe asintió antes de voltear e ignorar que había recibido un golpe en la cabeza a manos de una estudiante de Gryffindor.
"Me es incomprensible por que llamas nuestras interactivas charlas una molestia" Hermione chilló en voz baja antes de voltear a darle la espalda "todos los dulces que haz comido te vinieron de maravilla para el trasero. Ahora se ve aun mejor" el chillido de Hermione en esa ocasión no fue moderado en tonalidad y en cambio avanzó a toda velocidad a donde estaban sus amigos Harry y Ron y tomo sus libros los cuales lanzó con toda la violencia que logró acumular y una agudo grito acompañando cada movimiento. Ambos le dieron a Vincent Crabbe y ella rogó que fuera suficiente para que viniera a asesinarla porque no toleraba a Draco Malfoy por un segundo más.
"¡Ya que tienes tanto dinero comprate una vida, Malfoy!" exclamó Hermione molesta antes de volver a darle la espalda. Lo escuchó comenzar a decirle algo antes de que Snape entrara al aula.
La tarea para esa clase había quedado asentada previamente al receso y uno de los requisitos era llevar ciertos ingredientes. Toda la clase tenía los suyos y ella, como era de esperar, tenía uno extra de cada uno. Resultó ser que Draco Malfoy, entre tanto viaje y tanta historia, no había llevado los suyos y cuando se acercó a Hermione con la excusa de devolverle el libro y pedirle un bezoar ella se lo negó. Demandó que le prestara uno, luego intentó conciliar un acuerdo y eventualmente terminó gimiendo como un niño pequeño en pleno estado de berrinche antes de darse por vencido y ser totalmente dominado por la ira.
A Draco Malfoy le pusieron una 'T' en su ejercicio y Hermione Granger sintió ganas de celebrar en mucho tiempo.
Lo que ella no había imaginado era que la venganza iba a venir de la forma más absurda que podía esperar y tal vez esa era la razón por la cual no lo había visto venir. Todo Hogwarts sabía que Hermione tenía una pequeña obsesión por las paletas ácidas. Una tarde de Enero días después del incidente en el salón de pociones todo el colegio se dirigió a Hogsmeade. El primer lugar que ella visitó fue Honeydukes y se encontró con que no había más paletas. Ni una sola. De cientos y cientos de paletas no quedaba ni un pequeño palito de plástico.
La ira la invadió por completo cuando el dueño le dijo que las había comprado todas el pequeño señor Malfoy. Entonces Hermione Granger se encontró en una misión auto encomendada. Iba a buscarlo a donde fuera que estuviera y lo iba a golpear aún mas fuerte que lo había hecho dos años atrás. Esta vez iba a haber sangre como mínimo. Sus pies se clavaban en la nieve con violencia dejando las perfectas marcas de las botitas de gamuza marrones que le había regalado su Nana el veinticinco de Diciembre. Le quedaban un tanto ajustadas y le hacían doler la punta de los dedos, pero a Hermione no le importaba, sólo quería borrarle la sonrisa de auto satisfacción a Draco Malfoy.
"¡Malfoy!" chilló como todo una niña cuando se encontró en su presencia. Estaba en plena calle principal del pequeño pueblo que parecía sacado de una postal navideña. Ambos parados fuera de las Tres Escobas donde la mayoría de los visitantes entraban y salían a cada minuto.
"Intenta sonar de manera más aguda, estoy seguro que los murciélagos no te han oído" rio Malfoy mientras buscaba el apoyo de Vincent Crabbe y Gregory Goyle a su lado que rieron como si hubieran ensayado la respuesta.
"Tu me oíste y si bien te faltan alas eres el mismo tipo de rata" habló Hermione parándose delante de él y elevando su dedo indice hasta clavárselo en el pecho "Donde. Están. Mis. Paletas. Ácidas" cada palabra sonó en staccato.
"Ni idea de que me hablas, Granger" aseguró Malfoy abriendo sus ojos grises de manera tan amplia que sus rasgos se volvieron aun más angulosos "pero ya sabes lo que dicen de los dulces 'un momento en los labios…'" le hizo señas a Hermione para que continuara y a cambio la escuchó chillar mientras elevaba un pie del suelo y volvía a depositarlo como una niña petulante en pleno berrinche "lo que sea que le haya sucedido a las paletas es para tu bien" agregó riéndose de sus propios comentarios.
"Marca mis palabras, Malfoy. ¡Lo pagarás!" intentó sonar amenazante, pero sonó resentida a cambio y eso la puso de aun peor humor.
"Tal vez te enseñe a compartir" lo escuchó decir con cierto cantito una vez que había volteado. Hermione giró todo su cuerpo y se lanzó en dirección a él con la violencia de un leopardo en pleno ataque. Aunque infinitamente menos grácil. Ambos cayeron sobre la nieve y antes de que pudiera golpearlo él los estaba girando hasta aplastarla a ella contra el agua levemente solidificada en una hermosa sábana blanca.
"¡Suéltame tu irritante niño mal criado!" chilló Hermione mientras intentaba liberar sus brazos que estaban siendo aplastados contra la nieve por Draco Malfoy. El rió fuertemente antes de tomar rápidamente una buena cantidad en su mano cubierta por un grueso guante negro y estrellársela a Hermione en el centro del rostro. Sólo consiguió que chillara aun más antes de voltearlos y quedar ella encima. Disfrutó inmensamente el imitarlo y empaparle el perfecto cabello platino "deja de molestarme y de hacerme la vida imposible. No me interesa tu opinión de mi trasero ni si repruebas la asignatura por estar tan concentrado en tu propio reflejo que olvidas leer una simple lista de ingredientes. Me irritas y causas que use mal mi tiempo porque termino pasando horas planeando como arruinarte la vida a ti también. ¡Déjame usar mi tiempo de mejor manera!" demandó Hermione clavándole su dedo índice en el pecho una vez más.
"¿Pasas horas pensando en mi, Granger?" preguntó Draco con una sonrisa de auto satisfacción y elevando sus cejas hacia arriba y hacia abajo.
"En como arruinarte la vida" repitió ella.
"En mi" insistió él una vez más. Hermione pudo sentir sus mejillas volviéndose coloradas, porque no podía creer que hubiera dicho eso en voz alta. Intentó ponerse de pie y él volvió a girarlos para quedar encima.
"Como si tu no pensaras en mi" intentó pretender que la situación no la afectaba en lo más mínimo. Lo más difícil le fue pretender que no le interesaba lo que fuera a decirle a eso.
"Todo el día, Granger" lo escuchó decir sin el más mínimo vestigio de vergüenza "más que nada en tu trasero" Hermione chilló una vez más antes de disponerse a empujarlo para alejarse del lugar. Antes de poder siquiera moverse él estaba separando la distancia y Draco Malfoy la estaba besando. Era su primer beso y se sentía bastante extraño. Estaba la calidez de su respiración mezclándose con la de ella, la saliva y el movimiento raro de la boca. Sus amigas Lavender y Parvati habían estado hablando una vez y habían mencionado que no debería haber dientes en un beso. En un acto reflejo los estaba escondiendo detrás de sus labios quedando como una viejita que acaba de perder su prótesis completa. Malfoy se separó antes de mirarla confundida "¿Fue tu primer beso?" ella pretendió ofenderse antes de ponerse de pie, pudiendo quitarlo de encima de una vez por todas.
"¿Estás sugiriendo que no soy buena?" preguntó ella sacudiéndose la nieve de la ropa. Escuchó sonidos que simulaban ser besos y recordó que Crabbe y Goyle estaban en la cercanía.
"Eres terrible" mencionó sin problema "toma, necesitas recuperar energía. Prepárate porque antes de que termine la semana serás excelente besando" del bolsillo de su caro saco negro lo vio sacar dos paletas ácidas. Quiso pretender que estaba ampliamente horrorizada por la simple sugerencia de que iba a dejar que la bese una vez más, pero no lo estaba. Así que sólo tomó los dulces antes de dar media vuelta y caminar en cualquier dirección que involucrara alejarse de Draco Malfoy aunque fuera sólo por un momento.
"Paletas" susurró para ella misma mientras le sonreía a los dulces. Detrás suyo lo escuchó gritarle antes de desaparecer en la dirección opuesta.
"¡Para que veas que yo no soy avaro!" Hermione rodó los ojos pensando que tal vez eso era algo que tenía en común con Draco Malfoy: la avaricia.
