Disclaimer: El universo de HP le pertenece a J.K.R., yo sólo juego en su caja de arena.

Editado 14/03/2018: Este fue mi primer fic, mi primer experimento. Más de dos años después de haber comenzado su publicación y con casi el mismo tiempo en hiatus, decidí algunos cambios por el rumbo que han tomado las musas y, sobre todo, por los cambios que ha habido en mi escritura. He de suponer que ha habido una evolución en la manera en la que escribo (o tal vez no), lo que sí es seguro es que no soy la misma de aquel 2015. Espero que aquellos lectores que me siguen desde el comienzo, no se vean decepcionados.

Gracias a ciertas perdonas he regresado a fanfiction en general y a este fic en particular. Su entusiasmo trasmitido a través de los reviews y mensajes privados hicieron que adelantara mi retorno a esta historia y que desempolvara archivos con el diagrama de los capítulos.

Las menciono porque es gracias a ustedes que estoy antes de lo esperado:

Horizont Saori, dana—weasleygranger y, como siempre, a YUKI NICKY1 (esta historia fue el comienzo de una gran amistad fuera de fanfiction así que no puedo dejar de mencionarte). Ha habido otros que dejaron sus palabras en estos dos años de abandono y los recordaré en la actualización del capítulo 17. Gracias, mil gracias.

Advertencia: Esto es un AU - Si bien respeto el canon en general, me tomo ciertos atrevimientos que se irán viendo en el desarrollo y que modifican sustancialmente el comportamiento y las características de los personajes. Cambiaré la resolución de algunos hechos, sobre todo los ocurridos en la batalla final. Espero no les moleste y les resulte interesante. Habrá bashing hacia los Weasley y OOC en ellos, están advertidos.

Repito: esto es un AU


El preludio de una batalla

–Hermione Granger– llamó Minerva Mcgonagall, la bruja de extraño sombrero puntiagudo que había conocido semanas antes.

Era su primer día en Hogwarts, la escuela donde estudiaría los siguientes siete años. La emoción, la ansiedad, el miedo y la incertidumbre dominaban su ser y cada paso que daba parecía intensificar esas emociones que bullían en su interior. Se había propuesto hacer amigos, ser más sociable, y creía que lo había logrado al hablar con ese tímido niño llamado Neville Longbottom o esos otros dos, Harry Potter y Ronald Weasley. Puso toda su fuerza de voluntad para tratar con ellos sabiendo cuánto le costaba expresarse y tratar con extraños. Creía que dando cuenta de su conocimiento tal vez, sólo tal vez, no sería considerada una extranjera.

Como una niña ilusa de once años, había pasado todo su verano previo estudiando cada libro adquirido pues era más que consciente de su desventaja al haber crecido lejos de ese maravilloso e increíble mundo que ahora se abría ante sus ojos. La emocionaba saber que se le estaba dando la posibilidad de empezar de nuevo en un universo diferente donde nadie la conocía, donde podría tratar con gente nueva sin la tristeza que la inundaba cada vez que volvía de la escuela primaria o del parque cerca de su casa. Era como si le hubieran entregado una tabula rasa para escribir nuevamente su existencia.

Pobre, no sabía lo que le aguardaba.

Cuatro casas, cuatro caminos, cuatro destinos: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw, Slytherin. Había leído las características generales que definían a los miembros de cada una y, con sinceridad, no se veía a sí misma específicamente en ninguna de ellas. Opinaba hacia sus adentros que cada ser humano puede sacar a la luz cualquiera de esas características si la situación lo ameritaba. Con el tiempo reconocería que fue demasiado optimista en su infancia. Su madre le había inculcado esas absurdas ideas que el tiempo desmentiría, una a una, con golpes certeros y dolorosos.

Se sentó en la silla y sintió cómo depositaban el sombrero sobre su cabeza.

Mmmm, interesante y difícil, muy difícil, ¿dónde debería ubicarte?, ¿alguna petición en especial?– decía remarcando las sibilantes de manera profusa.

Creo que todas las casas son interesantes.

Sin prejuicios ¿eh?, claramente un rasgo Hufflepuff, como la lealtad que se esconde en tu corazón una vez que has abrazado un ideal. Eres una gran trabajadora, tenaz… ¿Debería enviarte ahí? Mmmm, no lo creo, porque veo que tienes una mente brillante, un ingenio perspicaz y una sed de conocimiento desmedido, realmente Ravenclaw exprimiría cada uno de esos rasgos al máximo. Debes ayudarme pequeña porque eres difícil, pocas veces me vi en este aprieto. Muéstrame tu corazón, abre tu mente para que conozca tus deseos– solicitó vehementemente mientras escudriñaba en las imágenes que discurrían en la cabeza de la castaña.

No sé, no sé cómo ayudarte– chilló la voz infantil.

¡Oh! ¿Qué son esos recuerdos? Veo coraje, valor. Para ser muy pequeña te has enfrentado a mucho– volvió a dirigirse a ella como si le divirtiera la deliberación de la chica.

Todos observaban intrigados, el Sombrero nunca tardaba tanto en decidir.

Sólo quiero volver a empezar, acá no me conocen y podré hacer amigos, olvidarme de lo que pasé, ser… ser diferente a lo que era antes– respondía con un poco de angustia en su voz.

Realmente necesitarás valor, tu futuro se ve 'interesante', riesgoso, veo que puedes cambiar el mundo de diversas formas, necesitarás ese coraje que podría llevarte a Gryffindor, serías una leona formidable, de hecho ya posees una melena que haría juego con el símbolo de Godric– se reía en alusión al prominente cabello de la pequeña y continuó, ahora con una voz un tanto sombría–. Pero veo ambición, niña, veo el deseo de superarte y de superar a otros, veo el deseo oculto de demostrar que eres capaz; no, no sólo eso, deseas demostrar que eres mejor que todos, que eres superior.

No, yo… yo no deseo eso– su desesperación y angustia creció.

Podrás mentirte a ti misma pero no a mí, yo puedo verlo. Tienes ese pequeño instinto de supervivencia que te ha traído hasta aquí, que te ha llevado a maquinar diversos métodos para salir adelante y vencer a pesar de las circunstancias–comenzó a reír–. Siiii, veo que eres capaz de seguir las reglas para voltearlas a tu favor audazmente, realmente inteligente porque no las rompes, las utilizas en tu beneficio. Tu sed de conocimiento llena ese vacío que te ha vuelto solitaria y calculadora. Trabajas incansablemente pero sólo para satisfacer esa necesidad personal de reconocimiento. Eres leal con los tuyos y los defiendes con uñas y dientes de ser necesario. Eres definitivamente una superviviente nata. Lo lograrás– decía con malicia–, seguro lo lograrás.

¿Eso… eso que significa?

–SLYTHERIN– gritó el Sombrero con fuerza y premura pero la mesa no aplaudió, se mantuvo en silencio con un tenue murmullo de desconcierto en los alrededores.

La primera hija de muggles que pisaba la Casa de las serpientes en tantos siglos que la memoria de los vivos, sus fantasmas y retratos ha olvidado. Tal vez los suyos no aplaudieron ni festejaron a su nueva compañera pero no muy lejos del Castillo, cuervos graznaron mientras se alzaban hacia el cielo y cubrían con su sombra la luz de la luna menguante.

Su vuelo celebraba la llegada de quien sería odiada, temida, admirada, respetada y amada a partes iguales porque sentían el cambio y la fuerza dormida en aquella pequeña bruja que miraba con ansiedad el mundo que se alzaba ante sus ojos.


Bueno, espero les haya gustado ¿intrigado? Soy nueva en esto de escribir fanfiction, los leo siempre pero nunca me atreví a plasmar una idea. Si a alguien le simpatiza la historia, me atrevo a seguirla. ¿Algún review?