Herederos de prejuicios

Por Nochedeinvierno13


Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Este fic participa del minijuego de diciembre de "La Copa de las Casas 2014-15" del Foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".


—Snape sabe que soy un hombre lobo.

Los ojos de Remus permanecen marchitos como pétalos secos por el sol, en su rostro se pueden apreciar ojeras violáceas y la expresión de dolor que siempre tiene después de la luna llena.

—¿Y qué? Aunque quisiera abrir su enorme bocota, nadie le creería.

—Olvidas un pequeño detalle, Sirius. Snape tiene amigos en Slytherin y sus amigos tienen padres de influencia.

—Dumbledore te quiere estudiando en Hogwarts y no permitirá que un puñado de sangre puras creídos te saquen de aquí.

—Pueden llevar al caso al Ministerio de Magia.

—Quejicus no es imbécil y sabe lo que le conviene. Su incursión en las Artes Oscuras, no es legal y puede tener problemas.

—No tenemos pruebas.

—Él tampoco —Sirius se pone de pie y le rodea el cuello escuálido con el brazo—. Deja de preocuparte, Lunático. Nada te sucederá mientras yo permanezca a tu lado.

—Algún día puedes irte. Mi naturaleza es peligrosa y puedo hacerte daño.

—¡No comiences con el mismo discurso de siempre! James, Peter y yo, pusimos mucho esfuerzo en convertirnos en animagos para no volver a tener que escuchar esas palabras.

—No puedo evitar pensar en las posibilidades.

—¿Cómo voy a hacer para que entiendas de una vez, Lunático? Debes alejar tu mente de los prejuicios instaurados de la sociedad mágica y mostrar tu verdadera identidad, sin miedo a lo que sucederá.

—Es muy fácil para ti decirlo cuando eres una persona completamente normal.

—Al igual que tú —dice encogiéndose de hombros.

—Hasta la luna llena.

—Hasta la luna llena —acepta—. El hecho que cambies por unas horas, no significa que dejes de ser tú. Ese Lunático aburrido y estudioso, que es muy insoportable —se funde en el oro líquido que es su mirada y le sonríe—: Siempre pienso que vales más que eso. ¿Sabes? Para mí no eres un hombre lobo, eres Lunático. Mi Lunático.

—Y para mí tu eres Sirius. El chico más arrogante que conozco, el que me congela con sus pies fríos por las noches y me arrastra a cada una de sus locuras.

—Te faltó agregar mi singular atractivo físico y elocuencia.