CAPÍTULO 1
AL FIN ESTOY AQUÍ…
R POV
_Baba, por favor…
_Dije que no, Rosemary, eres mi hija y harás lo que yo diga.
Contestó con tono firme.
_No puedes decidir por mí!
_Soy tu padre!
_Entonces compórtate como uno y escúchame!
_No. Ya hemos discutido lo mismo varias veces y mi respuesta es No.
_Y como las otras veces yo no lo acepto!
Grité y salí corriendo de su oficina. Estaba tan molesta que llegue a mi habitación, cerré la puerta con llave, encendí la música a todo volumen, llegue a la esquina derecha cerca de mi ventana y empecé a desahogar toda mi frustración en el saco de box que tenía, ni siquiera me moleste en ponerme los guantes. Una y otra vez perfore el saco, estaba tan cansada de lo mismo, las discusiones, sus negativas, todo.
Mis nudillos empezaron a arder, pero no me importo, necesitaba liberar toda esta ira que sentía, ¿Por qué no podía apoyarme?!...continúe golpeando sin parar ¿Por qué tenía que ser tan terco?!...
No sé cuánto tiempo pasó, mi cuerpo estaba cubierto de sudor, mis brazos y manos dolían, di unos cuantos golpes más y caí al suelo, tratando de calmar mi respiración agitada. La música aún continuaba y de alguna manera el fuerte sonido que llenaba el lugar, me ayudaba un poco a olvidar mis problemas. Cerré mis ojos y me deje llevar.
Después de un momento, la música fue silenciada, abrí mis ojos para ver que o quien había apagado el equipo de sonido y me encontré con ella.
_Mamá…
Susurré. Ella me miro con ojos compasivos y se acercó.
_Rose…otra discusión, verdad?
Su voz era suave, se arrodilló hasta estar frente a mí y me acaricio la mejilla, yo solo pude bajar la cabeza. Ella ha sido la mediadora entre mi padre y yo, el último par de meses. No quería hablar, no tenía nada que decir que ella no sepa, entonces sentí que sus manos pasaban suavemente sobre las mías.
_Vamos, voy a curarte.
Dijo y me ayudo a levantarme, hizo que me siente en la cama y se dirigió al baño, seguramente fue por el kit de primeros auxilios, después de todo, no es la primera vez que lo hace. Cuando tenía todo, se sentó a mi lado y empezó a limpiar mis manos enrojecidas y algo ensangrentadas.
_Rose, la última vez que hablamos, dijiste que no habría mas discusiones.
Dijo mientras untaba una pomada sobre mis nudillos.
_Lo intenté! Trate de hablar tranquilamente, pero como siempre él no quiso escucharme…
Di un suspiro cansado, estaba harta de esta situación. Mi madre empezó a masajear mis manos, sus cuidados de alguna manera me hacían sentir mejor.
_Hija…el sueño de tu padre siempre fue dejarte a ti al frente de sus negocios…tal vez…si habría podido darle más hijos…
Su voz se rompió en la última parte, después de mi nacimiento, el cual fue muy complicado al igual que los nueve meses de gestación, mis padres ya no pudieron tener más hijos debido a una incompatibilidad entre sus células y ahora con todo lo que esta pasando, mi madre se siente culpable, pero no tiene por qué estarlo, no es su culpa.
Así que la abracé para reconfortarla.
_Mamá…nada de esto tiene que ver contigo, el problema es la terquedad de baba…y también la mía.
Nos separamos y ella me observo detenidamente.
_Ustedes son muy parecidos…
_Lo sé, ese es el problema…
Mi padre y yo somos casi iguales, un poco arrogantes, sarcásticos, a veces nos gusta intimidar a las personas, ambos queremos conseguir lo que deseamos, somos tercos y lo peor de todo, es que ninguno de los nosotros está dispuesto a darse por vencido.
_Rose, si intentas ceder un poco…quizá tu padre haga lo mismo.
So rostro estaba lleno de esperanza.
_No lo sé…
_Por favor hija…inténtalo.
No sabía que decir, tal vez funcionaria o tal vez no…pero de lo que estoy segura, es que no quiero ver sufrir a mi madre.
_Bien…trataré de hacerlo.
Contesté, aunque tenía algunas dudas sobre esto.
_Estoy segura que funcionara.
Sus ojos se iluminaron y estaba más feliz.
_Eso espero…
_Claro que sí. Ahora, quítate esta ropa y ve a tomar un baño.
_ ¿Estás diciéndome que apesto?
Le pregunté con un falso tono herido. Mi madre solo sonrió y se puso de pie.
_Rose, estas toda sudada, además te ayudara a relajarte, yo iré a preparar la cena, compre cosas deliciosas para cocinar.
_Está bien.
Pensar en la cena mejoraba mi estado de ánimo.
_En cuanto termines ven a ayudarme.
Dijo y salió por la puerta antes de que pueda decir algo más, como inventar una excusa para no cocinar. Solté otro suspiro y entre al baño. Me quite toda la ropa, comprobé la temperatura del agua, una vez que estuvo tibia, me metí y deje que los cálidos chorros de agua relajaran mis músculos, cerré los ojos, entonces la imagen de Alberta vino a mi mente.
Se preguntaran quien es ella…Alberta fue mi maestra de biología durante toda la secundaria, era una mujer increíble, inteligente, audaz, amable, cálida, fue como mi segunda madre… ¿Por qué estoy hablando en tiempo pasado?...bueno, la razón es sencilla…Alberta murió…hace un mes fue su entierro, solo dos días después de mi graduación. Al parecer tenía una deficiencia cardiaca, la cual ella nunca le conto a nadie, no tenía familia, ni esposo, ni hijos, pero a pesar de eso, ella siempre llevaba una sonrisa cada día y enseñaba sus lecciones con pasión, porque simplemente amaba su profesión, sin embargo Alberta no se detuvo con sus estudios sobre bilogía, ella fue más allá, realizando sus propias investigaciones, en las que me dejo participar, yo la admiré desde que la conocí y aun lo hago, gracias a ella supe en lo que yo quería convertirme y hacer en mi futuro.
Quería ser biotecnóloga, continuar con las investigaciones de Alberta y realizar las mías.
Sin embargo mis sueños iban en contra de los deseos de mi padre, él quería que yo, como su única hija, me haga cargo de los negocios familiares, de niña estaba dispuesta a hacerlo, pasaba mucho tiempo con Abe, pero ahora sé lo que quiero y manejar empresas no lo es. Esa fue la causa de nuestras luchas el último par de meses, Alberta me estaba ayudando, pero con su muerte puedo decir que me quede sola, aunque todavía está mi madre no quiero involucrarla y hacer que tome partido por mí, eso sería dividir mi pequeña familia.
Uff…todo está muy jodido.
El agua comenzó a enfriarse, así que lave rápido mi cabello, envolví una toalla alrededor de mi cuerpo y salí.
Fui a mi clóset, saque un sostén y bragas color crema, escogí una camisa, pantalones vaqueros y botas cómodas. Arreglé mi cabello en un moño desordenado y finalmente baje a la cocina.
Un agradable olor fue propagándose por todas partes, cuando llegue a la cocina, vi a mi madre, estaba de espalas cortando algunas verduras, camine hacia ella con cuidado, estaba a punto de asustarla cuando ella volteo.
_Ni siquiera lo intentes, porque no funcionara.
Dijo.
_Yo no iba a hacer nada.
Contesté usando un tono inocente.
_Sí, claro…pero me alegra que ya estés aquí, tú continua con las verduras mientras yo hago el postre.
_ ¿Qué harás?
Pregunté con ansias y tomé el cuchillo para cortar las zanahorias.
_Suflé de chocolate.
Contestó.
_Oh sí!
Quizá esta cena sea mejor que las anteriores.
Entre las dos terminamos de cocinar rápido, era cerca de las 8 de la noche y ya teníamos todo listo. Fui a poner la mesa y mi madre fue colocando los platillos que preparamos, todo era una comida tradicional turca, como Corba, que era una sopa, Doner Kebap, más que nada era carne asada acompañada con salsas, verduras y arroz, también había algo de Kofte, que son albóndigas, aunque mi madre era escocesa, mi padre era turco y sus negocios se encontraban en su lugar de origen, así que decidieron vivir en Turquía, que es el lugar donde nací y prácticamente pase toda mi vida.
_Bien, ya está todo listo. Iré por tu padre.
Dijo. Seguramente fue a búscalo a su oficina, que solo estaba a unos metros de distancia, estarían pronto aquí.
Como lo dije un par de minutos después, ambos entraron, rápidamente le di una mirada a mi padre, aunque parecía tener un rostro neutral, se podía notar en sus ojos que seguía molesto con nuestra discusión anterior, sin embargo se quedó callado y tomo su lugar.
_Prepare tu comida favorita, Abe.
Dijo mi madre, tratando de aligerar la tensión que había en el ambiente.
_Estoy seguro que esta delicioso, cariño.
Contestó.
Empezamos a comer en silencio, nadie se atrevió a hablar, era incomodo, pero ¿Qué se supone que diríamos?...
Como respuesta a mi pregunta, mamá me dio una mirada pidiéndome que hable, entendí a lo que se refería. Ella quería que yo diga algo para hacerle ver a mi padre que quería mejorar todo esto.
Bien Rose, hazlo.
Tome una respiración profunda y comencé.
_Baba…
Dije en vos baja, pero fue lo suficiente para que me escuche y levante la mirada hacia mí.
_Si Rose?...
Continúa Rose, me dije a mi misma.
_Yo…he estado pensando…y creo que podría ir por lo menos tres días de la semana a la empresa y tratar de aprender un poco…
Ok, ya lo hice. Espere a ver su reacción y me sorprendí gratamente cuando esbozo una pequeña sonrisa.
_Eso sería grandioso Rose. Yo personalmente te ensañare todo lo que necesitas saber.
Habló con mucho entusiasmo, creo que no fue tan mala idea ceder un poco.
_Me gustaría mucho, pero…
_Ya encontré la universidad perfecta para ti, podrás realizar tus estudios y complementarlos con lo que aprendas en la empresa.
Oh no!...esto no era lo que quería lograr.
_Baba, yo estaba pensando que…
Volvió a interrumpirme.
_No tienes que decir nada Rose. Tardaste un poco pero sabía que entrarías en razón.
Dijo, esa respuesta no era la que deseaba escuchar.
_Entrar en razón?...crees que todo este tiempo he estado loca o algo así?!...
Bueno, mi enojo estaba empezando a crecer y mi temperamento explosivo no ayudaba, pero no puedo creer que mi propio padre opine así de mí.
_Rose, tú no estás loca, tu idea de convertirte en biotecnóloga es una locura.
Dijo con tranquilidad.
_Es mi sueño, lo que yo deseo!
Golpee con mi puño la mesa.
_Si sigues con esa tonta idea, ¿Por qué me dices que quieres ir a la empresa y aprender?!
Bien, ahora él también estaba molesto.
_Abe, cálmate…
Mi madre trato de tranquilizarlo, pero no estaba funcionando porque su mirada seguía en mí.
_Lo hice para que pudiéramos llegar a algún acuerdo!
_ ¿Qué clase de acuerdo podríamos tener?!
_Uno donde yo no tenga que renunciar a lo que quiero!
Cerré con más fuerza mi puño, mis uñas se clavaron en mi piel, pero no me importaba.
_Entonces no hay ningún acuerdo.
Su voz era firme y no daba lugar a argumentos. Supongo que gritar y discutir de nuevo no ayudaría, así que me calmé un poco.
_Baba…por favor, acaso no cuenta lo que yo quiera o piense?
Lo mire a los ojos tratando de decirle lo que yo realmente deseaba.
_Claro que cuenta Rose…
Respondió y por un momento su mirada se ablandó, pero como dije solo fue un momento.
_Entonces…
_Yo sé que es lo mejor para ti y con el tiempo tú me agradecerás todo lo que estoy haciendo.
Cualquier minúsculo progreso que hayamos hecho terminó con esas palabras.
_Te equivocas baba, si me obligas a renunciar haré todo menos agradecerte.
Me levanté de la mesa y salí de ese lugar.
_Rose!
Me llamó pero no me detuve.
_Rosemary vuelve aquí!
Siguió gritando.
Llegue a mi habitación y cerré la puerta con llave. Nada de lo que he hecho hasta ahora funcionó. Bien, era hora del plan B. Esperaba no tener que usarlo, pero tiempos desesperados llevan a medidas desesperadas.
Fui a mi clóset y saqué la caja que tenía oculta ahí, nadie la había descubierto ya que estaba bien escondida. La levante y la lleve hasta mi cama, después fui por mi maleta y la coloque a lado de la caja. Abrí ambas y empecé a poner el contenido de la caja en la maleta, prácticamente era dinero que había ahorrado desde hace un tiempo, no era mucho pero si suficiente para lo que pensaba hacer, después estaban los documentos como mi acta de nacimiento, mi certificado de graduación, con ligeros cambios que logre hacer gracias al dinero. Pero lo más importante, era la carta de aceptación que me había llegado hace una semana, sin decírselo a nadie yo envié una solicitud a una universidad en Estados Unidos, creí que no me aceptaron porque la respuesta tardo en llegar, use el domicilio de mi amigo Eddie como referencia, de esa manera no corría el riesgo de que mis padres se enteren.
Mi pasaporte y un poco de dinero que lo llevaría en un bolso de mano. Finalmente empaque mi ropa, solo lo más esencial. Por suerte nadie vino a buscarme, terminé con mi maleta y la deje en suelo, lleve la caja al clóset otra vez. Entonces mire la hora, genial, podía dormir cinco horas. Programe mi alarma y me acosté en la cama.
Bip bip bip
Ugh.
Era el momento.
Con esfuerzo logre levitarme, me vestí rápido y escribí una nota para mis padres.
Lamento tener que irme, pero no tuve otra opción.
No se preocupen, estaré bien.
Tal vez regrese pero no creo que sea pronto.
Los quiero mucho.
Rose.
Deje la nota sobre la mesa, no niego que me dolió un poco escribirla, pero sé que no puedo renunciar como lo pide mi padre. Espero que cuando lean la nota, yo esté lejos de aquí, aunque no es como si pudieran impedírmelo, ya tengo 18 años, pero conociendo a Abe, ese no sería un problema.
Tome mi maleta y el bolso de mano, mire una vez más a mi habitación…iba a extrañar todo esto…respire hondo y abrí con cuidado la puerta, miré a los costados, no había nadie, así que salí y camine lo mas silenciosa posible, al hacerlo me di cuenta de que esta era la última vez que pasaba sobre estos pasillos, sobre estas gradas, mire parte del lugar, esta casa era enorme y hermosa, pero sobre todo era mi hogar, tenía tantos recuerdos aquí…
Enfócate Rose!
Llegue a la planta baja y fui a la habitación que estaba alado de la oficina de mi padre, ahí se encontraba un par de computadoras que mantenían la seguridad de la casa, fui directamente hacia la primera y desactive las alarmas de la cochera, y la puerta trasera…si, todo esto ya lo tenía planeado desde hace mucho.
Una vez hecho, me dirigí a la cochera y escogí el auto más sencillo, un Honda. Presione el botón que abre el garaje. Cogí las llaves, abrí el auto, puse mis maletas dentro y empecé a conducir, trate de no causar mucho ruido, cuando llegue a la puerta trasera, tuve que bajarme del auto para abrirla, lo hice rápido y volví a conducir.
Las calles aún estaban oscuras, pero pronto saldría el sol, aceleré y media hora después llegue al aeropuerto, me estacione frente a él y espere, en una hora y media más tenían que abrir. Lo bueno es que hasta ahora nadie ha venido a buscarme, seguí mirando por el retrovisor hasta que finalmente el aeropuerto abrió sus puertas.
Salí del auto y saqué mis maletas, no me preocupada dejar el coche aquí, cuando Abe se entere que me fui, vendrá a buscarme, entonces recuperara la movilidad, aunque no creo que le importe.
Fui a comprar mi boleto para el primer vuelo, tuve que esperar un poco más, todo el tiempo me quede mirando la entrada con ansiedad, creo que esperaba que mis padres entren por esa puerta y me detengan, pero sorprendentemente no sucedió, por lo altavoces informaron que debía abordar, registré mi equipaje y entré al avión, tome mi lugar en uno de los asientos, seguía ansiosa, hasta que por fin empezamos a volar.
Una vez en el aire, la ansiedad de ser atrapada que sentía fue reemplazada por la tristeza, no pude despedirme correctamente de mis padres, no sé cómo reaccionen cuando se enteren y no sé cuándo vuelva a verlos. No dije a donde iba, creo que fue mejor así. Un par de lágrimas se deslizaron por mis mejillas, rápidamente las deseche. Respire para calmarme y tratar de disfrutar del viaje.
Aunque me equivoque.
Tuve que hacer muchas paradas para llegar a Estados Unidos, fue molesto ir de un lugar a otro, espero no tener que subirme en un avión de nuevo, por lo menos no pronto, pero finalmente llegué a Montana.
Al fin estoy aquí…
Hola!...mi regreso fue más pronto de lo previsto, eso fue gracias a una amiga que me alentó mucho para que escriba esta historia, así que este capítulo va dedicado a ella.
Entonces, ¿Qué les pareció el primer capítulo? ¿Les interesa esta historia?
Rose llego a Estados Unidos y bueno ya pueden imaginarse lo que eso significa.
¿Creen que debería continuar?
Por favor díganmelo.
Les mando besos y abrazos.
Cuídense.
