Ace-Savvy
Hola amigos les traigo un pequeño one-Shot que también lo tenía en Wattpad. Espero que les guste y quizás en algún futuro lejano hague una historia y de ese modo aclarar unas dudas.
-Suéltenos malditos! Ayuda!
-Por favor no nos lastimes, se los rogamos!
En unos oscuros callejones de la ciudad de Royal Woods se podía oír el grito de dos mujeres de un aproximado de 17 años, pidiendo ayuda desesperadamente. Cada una usaba un vestido de color distinto; rosado y amarillo, estaban acorraladas por cincos sujetos encapuchados y desgraciadamente para ellas, no había alguien en el alrededor que les pudiera ayudar de esos malditos bastardos en estas horas del anochecer.
-Ya cállense malditas estúpidas. –Decía uno de los sujetos encapuchados, mientras que tiraba fuertemente el cabello a la chica del vestido amarillo.
-Si no encierran las malditas bocas, recibirán una buena serie de golpes hasta que llegue nuestro jefe. –Decía, mientras que las amenazaban con bate de béisbol.
-A nuestro jefe le encantara muchísimo esto. –Decía uno de los sujetos, mientras que intentaba de manosear a la de rosado. –Me pregunto cuánto nos pagara por estas linduras.
-Puerco aquereso, ojala que te pudras en el infierno. –Decía la chica de vestido rosado que aun hacia el esfuerzo de escapar, en la cual sería inútil para las dos chicas ya que; aparte de ser acorraladas, tenían sus muñecas atadas fuertemente con un nudo ciego.
-Te dije que te callaras. –Grito uno, mientras que le golpeaba fuertemente en el ojo.
Fue entonces en que el callejón fue alumbrado por una luz que provenía de un automóvil negro, cuyo piloto del vehículo se baja, usaba una vestimenta formal pantalones negros con una camisa blanca y corbata negra, cabello castaño y su edad era de un aproximado de 30 años.
-Vaya, vaya, pero que tenemos aquí. –Decía el jefe de los sujetos, mientras que se acercaba hacia a las dos chicas. –Pero que linduras tan bellas, Jordán (Amarilla) y Cookie (Rosada) si no me equivoco esos son sus nombres en Facebook. Buen trabajo chicos lo hicieron muy bien.
-Fue tan difícil, fue como robarle un dulce a un niño.
-Solo queremos nuestra paga y ojala que valga la pena, o sino nosotros seremos lo que nos quedemos con estas bellezas. –Reclamaba.
-Tranquilos tengo todo lo que prometí para ustedes y quizás les dé un poco más.
-Eso me gusta mucho.
-Por casualidad jefecito, tiene cloroformo a nosotros se nos acabo.
-Si tengo. –Decía, mientras que se dirigía a su vehículo. –De esa forma no tendré que escuchar sus lloriqueos en el viaje.
-QUE ALGUIEN NOS AYUDE!
-POR FAVOR SUELTENOS!
Tanto Cookie como Jordán gritaban desesperadamente por ayuda, tenían demasiado miedo por lo que estos sujetos fueran capaces de hacerles, incluso de perder algo muy intimo. Desgraciadamente no había nadie en aquellos alrededores, nada de ayuda en cambio recibieron unos fuertes golpes para callarlas, mientras que el jefe de esa pandilla traía en sus manos dos pañuelos con cloroformo para así desmayar a las chicas.
-Es la hora de callarlas y... –El sujeto no pudo acabar de hablar al escuchar un ruido totalmente extraño que provino de arriba. –Qué demonios fue eso?
Entre los techos de los pequeños departamentos del callejón, había alguien que estaba rodeando el lugar buscando el momento indicado de atacar. Este desde arriba salta hacia abajo, aterrizando en el automóvil del jefe arrodillado, en cual tanto los maleantes como las chicas estaban sorprendidos ya que era un sujeto disfrazado; usaba un traje de color rojo que estaba hecho del mismo material de los trajes anti-balas, los brazos eran negros al igual a sus botas, una capa de color azul intenso y un antifaz negro, en su pecho al lado izquierdo tenía un símbolo con letra A adentro, sin mencionar que su cabellera era gris. ¿Quién era este sujeto?
-Quien demonios eres, acaso te perdiste de la fiesta de disfraces. –Decía uno de los sujetos, mientras que le apuntaba con la pistola. –Sera mejor que te largues, sino… -Este no termina de hablar, ya que el tipo disfrazado le lanzo un tipo de naipe metálico hacia la mano, haciéndole un pequeño corto. –Maldita sea.
Fue entonces que el sujeto disfrazado lanza una pequeña bomba de humo, hacia los maleantes haciendo que la zona se llenara de humo al instante. En eso aprovecho el sujeto de rojo en hacer su ataque, junto con un bastón de acero golpeando a cada uno de los maleantes que estaban cegados por el humo.
Uno de los sujetos intento de dispararle, pero resulto inútil ya que era un traje antibalas en cambio recibió dos tiros en su brazo de eso naipes de acero para luego recibir una fuerte patada. El de rojo seguía golpeando y cada vez más violenta a los otros hasta que pudiera más, con el bastón o con sus propios puños, incluso agarraba del pelo a unos y los golpeaba hacia la pared, los arrastraban sin piedad, hasta el punto de dejarlos inconscientes.
El humo acabando de desvanecer, los cincos encapuchados estaban totalmente inconscientes y heridos, pero faltaba alguien que era el jefe de esos sujetos; en la cual estaba en su vehículo intentando de escapar del ataque, pero para su desgracia los neumáticos estaban desinflados al ser cortados por unos naipes. Fue entonces que en el vidrio del copiloto fue roto por un golpe del sujeto de rojo, que agarro de la oreja fuertemente apretándole sin piedad.
-Escúchame maldito bastardo, te he estado observando. –Golpea su cara con el Volante fuertemente. –Solo te diré una cosa. –Vuelve a golpear con el volante. –Si vuelvo a escuchar que maltrates a tu hija o que vuelvas a acosar a menores de edad, ofreciendo drogas no pienso de detenerme. –Abre la puerta y saca a fuerzas al sujeto tirándolo al suelo. –Pero no creas que no vayas a recibir un castigo ahora. –Este a continuación, golpea fuertemente con su bastón al pecho del sujeto sin piedad alguna. Despues de unos cinco golpes lo acaba con una patada en el rostro, dejando la basura totalmente inconsciente y herido.
Este suspira al terminar su trabajo, ve que su traje se había ensuciado un poco de la sangre de los tipo, pero aun tenía que hacer algo. Las dos chicas estaban asomadas en la pared, cuando vieron al sujeto de rojo se alteraron un poco ya que aun tenían miedo.
-Tranquilas no les hare daño.
-Como podemos confiar en ti?
-No pido que confíen, solo que se queden quietas para liberarlas. –Decía, mientras que sacaba uno de sus naipes y cortaba las sogas que tenían amarradas a las chicas. –Además ustedes me conocen mejor de lo que piensan.
Las dos chicas quedaron confundidas, apreciando como el sujeto que las salvo se iba. –¿Quien eres? –Pregunto Jordán.
-Me llamo Ace Savvy. –Dijo mientras que se retiraba del lugar.
-Jordán esto si fue raro, solo por tratar de ir a una fiesta.
-Si menos mal que ese tipo nos salvo. –Decía Jordán para luego suspirar hondo. –No me quiero imaginar que nos hubiese pasado…
-Mejor regresemos a nuestras casas.
-Tienes razón. –En su mente. –Me pregunto quién era ese chico, ¿Será alguien que conozco? De ser así ¿quién es?
Eran las doce de la noche, nos encontramos en un departamento en la cual se podía apreciar aun chico lavándose el cabello para desteñírselo de gris a blanco, mientras que la televisión mostraban las noticias de última hora de que los traficantes de drogas habían sido detenidos ya que se encontraron gravemente heridos, inconscientes. Con una gran pregunta ¿Quién lo hizo?
Cuando el chico termino de desteñirse su cabello se dispuso a limpiar su traje de héroe y algunos de sus naipes, mientras que recordaba unas cosas.
-Hola a todos me llamo Lincoln Loud, quizás ya muchos me conocen como; el chico de cabello blanco con diez hermanas con una vida feliz o así era años atrás, hasta que mi vida se arruino. –Por la inercia lanza uno de sus naipes que estaba limpiando hacia la pared. –Af…Af… No saben cuánto odio tengo. –Iba a buscar el naipe que lanzo. –Perdí mucho, todo lo que amaba lo perdí y todo por la culpa de esa maldita…Maldita... –Golpea fuertemente la pared.
–Maldita Noche de la Purga… Como odio a los diputados, los malditos que aprobaron esa noche. Odio a esos monstruos que despertaron en aquel día para sembrar la sed de sangre, odio en especial a ese desgraciado que fingió y engaño a mi hermana mayor para entrar a la casa. –Sacaba su naipe que estaba enterrado en la pared. –Para acabar el crimen en la ciudad para así pueda ser pacifica, si claro; al final son los pobres y los débiles que la pagamos, perdí a la mayoría de mis hermanas mis razones de vida.
El chico ira un cuadro de ella junto con él. El cuadro mostraba una foto de él junto con sus diez hermanas antes que la noche de la purga ocurriera. –No pude salvarlas a todas, dos de mis hermanas mayores quedaron traumadas y rotas, hasta el día de hoy no lo han superado… Solo me quedan mis tres hermanas menores por quien luchar, las protegeré y me desharé de todo crimen de esta asquerosa ciudad… cuando regrese esa maldita noche estaré preparado para derrotar esos monstruos que andan disfrazados de humanos y esa maldita purga, porque ahora si habrá héroes entre nosotros.
Él chico cuando termina de limpiar sus cosas, se arregla para ir a dormir ya que necesitaba descansar para el día de mañana, ya que también tiene una labor material aparte de ser un héroe en las noches.
