Hola ;)

Este es el primer Fic que subo a Fanfiction y la verdad es que no contrtolo mucho la página.. Haber si lo consigo subir TT Jajajaja

Bueno, espero que os guste y esas cosas, sería genial que dejarais algún comentario.

Os dejo con ello.


Porque a veces, todo cae donde más duele.

A veces, cuando entre la escarcha y el frio su corazón dejaba ver un atisbo de sentimientos, este solo se veía invadido por una pregunta: ¿Por qué?

Desde cosas tan simples como el porqué le había conocido (y tenía claro que el destino no había puesto de su parte dado que no existía), hasta cosas tan sumamente complejas como la razón por la que él en ese momento no estaba a su lado apoyado en su hombro, compartiendo una conversación estúpida y que de vez en cuando un beso que naufragaba de su boca a la de ella.

¿Y qué sentía en realidad? No lo sabía ni ella misma, no lo sabía nadie. Y esta vez no podía encontrar la solución en sus huesos o en sus libros, esta vez la solución estaba en su mirada.

Cogió el móvil entre las manos. Estaba frio, como su corazón, e inconscientemente, ya que su cerebro estaba ocupado en otras cosas, marcó su número. Ya no había vuelta atrás, habían pasado el punto de no retorno, y todo podía acabar estrellado, aunque no tenía por qué.

Una voz soñolienta invadió su mente en ese instante:

¿Huesos? –

Booth reflexionó durante un instante, Brennan contuvo la respiración

No, no te preocupes, no ha ocurrido nada malo, no hay asesinatos, no hay nada.-

¿Entonces esta llamada a estas horas quiere decir que…? –

Booth, tengo que verte, ahora mismo. Voy a tu casa, en un cuarto de hora estoy allí-

¿Huesos estas bien? No hace falta que vengas… no son horas para que una señorita valla sola por la calle, voy yo, pero, ¿qué te ocurre?-

Se sintió tentada a rebatirle, a decirle que se podía valer por sí sola, pero no tenía ánimos, no tenía fuerzas, para ella, ya no había nada.

Luego, luego hablamos… ¿vale Booth?, te espero. –

Y esa escueta respuesta sirvió de escusa para colgar. Se levantó a preparar café, necesitaba despejarse, no sabía que podría pasar… Y de nuevo volvía a ella la misma inseguridad de siempre. Y en su pequeña ausencia del mundo, el timbre sonó.

Tardó en reaccionar, pero finalmente se dirigió a abrir la puerta. Ni siquiera se paró a pensar que su pelo estaba recogido en un moño descuidado y de que solo vestía una gran camiseta larga que le llegaba a los muslos dejando a la vista sus largas piernas. Ella abrió la puerta con miedo, la reacción del agente fue la más obvia.

¡Wow! Huesos, ¿y ese atuendo tan provocador?-

Pero al ver la angustia reflejada en sus ojos enmudeció. Brennan no dijo una palabra. Se sentó junto a Seeley y, sin ni siquiera atreverse a mirarle a los ojos, rompió a llorar. Pero aquellas lágrimas eran diferentes. Eran de las que expresan dolor, de las que hacen que de tan solo verlas se te parta el alma, y Booth, sin saber qué hacer, la acogió en su pecho y la acarició el pelo rezando por que su pequeña Huesos se calmara.

Y así estuvieron, el sin saber que hacer, que decir, sin saber porqué, y ella llorando, dejando emanar su dolor interno a través de las lágrimas, sintiéndose culpable por cada acto cometido…

¡Me odio! Me odio a mí misma. Soy una estúpida que no sabe amar. Soy. Soy… -

Pero no supo como acabar la frase, solo acomodó su nariz en el hueco del cuello de Booth. Y el sin saber que hacer le susurró muy despacio al oído:

No eres estúpida, una persona aprende a amar cuando encuentra a la persona indicada –

Ella levantó la mirada y con unos ojos hinchados llenos de incredibilidad dijo entrecortadamente:

Esa persona ya ha estado en mi vida, y ni siquiera de esa forma fui capaz de hacerlo –

Booth la contempló. Su camiseta estaba subida hasta la espalda dejando a la vista sus caderas. Se percató en su piel, la tenía de gallina. Su chica tenía frio, así que inconscientemente la apretó más contra él y apoyó sus manos en las caderas de ella.

Y Temperance cerró los ojos intentado retener en su mente la marca de su mano contra su piel. Booth, entreabrió los labios

Venga Huesos, tú eres demasiado fuerte para derrumbarte así. Incorpórate venga, mírame a los ojos, y busca bien, a lo mejor vuelves a encontrar a esa persona. –

Temperance se separó de él, se sentó, respiró hondo y le miró. Y volvió a la misma historia de siempre, tenía miedo, tenía inseguridades…

Booth, yo, yo no sé que hacer. Siempre todo acaba mal, siempre las cosas se tuercen. Perdí la oportunidad, si es que alguna vez la tuve, y ahora, ya es demasiado tarde.-

Las lágrimas volvieron a escurrirse por las mejillas de la doctora. No sabía que tenía que hacer en aquel momento, no sabía que decir… y otra vez volvía su cabeza el porqué. ¿Por qué no tenía el valor suficiente? ¿Por qué las cosas eran tan difíciles? Pero de lo que no se daba cuenta es que las cosas eras así de complicadas porque ella quería.

Huesos, no digas esas cosas, no es tarde, nunca es tarde, no, por favor, no pienses así –

Brennan miró al suelo, he intentó con todas sus fuerzas reprimir sus sollozos. Él, levantó suavemente su cara y posando su mano en la mejilla de ella, posó suavemente sus labios, haciendo que su aliento a café y lágrimas se mezclaran. Se separaron tan solo unos centímetros, y Seeley pudo ver como sus ojos llenos de lágrimas decían algo nuevo.

Y lentamente, Temperance se acercó y le volvió a besar dejando atrás sus miedos e inseguridades. Pero Booth la cortó:

Huesos, no, nos precipitemos. Hoy no es el momento, ven acuéstate aquí –

Brennan recostó su cabeza sobre las rodillas de Booth.

Ahora, ya no tienes por que preocuparte de nada –

La besó la frente y empezó a acariciar su pelo. Y Brennan se atrevió a cerrar los ojos, con él a su lado, el porqué se había esfumado, ahora que le tenía allí, todo sería más fácil.