SI TE GUSTA LA MITOLOGÍA GRIEGA, ¡VISITA MI WATTPAD! ESCRIBO UNA HISTORIA DE FANTASÍA SOBRE ELLO. MI PERFIL ES MILAERYN.
WATTPAD: MILAERYN
Prefacio
En los principios, los titanes gobernaban los confines del universo. Se decía que el gran Crono, era tan poderoso como para crear el tiempo. Pero, Crono desconocía que se avecinaba algo que ni él era capaz de controlar.
Crono se unió a Rea, y ambos concibieron seis hijos. Pero, tal era su temor porque sus descendientes obtuvieran sus inconmensurables poderes, que conforme nacieron, los engulló. De ese modo, sus cinco primeros hijos e hijas: Hestia, Démeter, Hera, Hades y Poseidón, corrieron la suerte de quedar atrapados en las fauces de su progenitor. Pero, la suerte de su destino cambió justo cuando Zeus nació.
Rea entregó a su marido una piedra envuelta en pañales simulando que éste era un bebé, y Crono lo engulló sin pensarlo. Con una vida en secreto, Zeus creció, y consiguió persuadir a su abuela Gea para envenenar a su padre con un emético. El plan funcionó, y Crono regurgitó a sus hijos, ya crecidos por el paso del tiempo.
Pero, cuando todos sus descendientes alcanzaron la madurez, sólo bastó con las ansias de poder de Zeus por derrocar a su padre de los dominios del universo. Mientras sus hermanas quedaban al margen, junto con sus hermanos Poseidón y Hades, decidieron hacer frente a su padre. Hefesto forjó las armas olímpicas, otorgando el rayo a Zeus, el tridente a Poseidón y la hoz a Hades. De los tres hermanos, aquel que poseía mayor poder era el mayor, Hades, quién, convencido por Zeus creó a la bestia del Kraken, un horror insospechado sin piedad alguna que estaba destinada a asesinar a sus padres.
Se alzó el conflicto de la Titanomaquia, el Kraken engulló a sus presas, el rayo calcinó sus poderes, el tridente atravesó el universo, y la hoz cortó de cuajo al propio tiempo, dando comienzo a una nueva era: La era de los dioses olímpicos. Un nuevo tiempo que pondría fin a la pesadilla titánica, dónde Crono sería encerrado para siempre en las profundidades del Tártaro, una prisión forjada por Hefesto para hacer prisionero al titán por siempre en el inframundo.
Los seis hermanos se alzaron como los dioses del universo, y los tres varones acordaron diferentes reinos por sus méritos en la guerra. Zeus, heredaría el reinado de los cielos; Poseidón, el reinado de los mares y finalmente, Hades, el reinado de la tierra. Pero, Hades, engañado por Zeus, tuvo que quedarse por siempre en el inframundo custodiando a su padre, Crono. Su hermano le incitó a comer un fruto que crecía en el inframundo. Hades, inconsciente de que cualquiera que probase un fruto de aquel lugar quedaría atrapado allí por siempre, lo probó. Así, Zeus creó al hombre, un ser con una sola diferencia con respecto a los dioses: la mortalidad. De ese modo, Zeus se quedó como el rey de los cielos y la tierra, proclamándose el dios de dioses.
A partir de entonces, la tarea de Hades no sólo sería la de vigilar el Tártaro, sino la de juzgar las almas de los humanos una vez muriesen, para que yacieran eternamente en el temido Vórtice de las Almas, bajo su vigilancia.
Hades se convirtió en el dios de la muerte.
