Todo se ha perdido, no veo, no hablo, no siento, no escucho ni los latidos de mi corazón, lo único que mis oídos sienten es el ruido de las tropas enemigas pasando cerca de donde nos han privado de nuestra libertad.
-¿Qué ocurre dulzura?-. Me dice una poni anaranjada, mi amiga, Applejack.
-¿Por qué no has dicho ni una sola palabra?-. Escucho a otra de mis amigas, con pelo blanco y crin morada, Rarity.
Mis otras amigas también estaban preocupadas, pero no dicen nada, solo me observan con ojos de esperanza pero yo no puedo brindarles eso.
-¿Qué quieres que diga?-. Menciono casi rozando el llanto. Todo es nuestra culpa.
-¡Eso no es cierto!- Grita a todo pulmón una poni de melena arcoíris.
-¡Tú bien sabes que es cierto!- Exploto dejando ir toda mi tristeza e ira.
-¡Pensábamos que hacíamos el bien, pero todo era una falsedad, nosotros les dimos a los enemigos de Ecuestria las herramientas y recursos para que pudieran completar su horrible objetivo!-. Nada más término de hablar creo un mar de lágrimas a mí alrededor.
-Creo que Twilight tiene razón, no somos buenas- Expresa una poni de pelo completamente lacio y de un rosa obscuro.
-No, no, no, no, no, no puede ser verdad-. La poni arcoíris, Rainbow Dash estaba en completa negación.
-Oh, que tierno, se acerca su fin y aun así mantienen su amistad- Se escucha desde las sombras, es lejana pero se siente como si estuviera a lado de nosotros.
-¡Tú!, ¡Por qué nos hiciste esto, yo confié en ti, te ofrecí mi amistad, mi casa, mi confianza, mis amigas, mis conocimientos, todo y aun así te convertiste en lo que tanto te aterraba!-. Grite con toda mi furia, se desataba un infierno en mi interior, ya no iba a contener, no más…
-¿Y a que has venido?- La desafía Rainbow Dash.
-Solo vine para sacarlas de aquí y que vean ante sus ojos nuestra victoria final- Dice esta maldita poni con un tono de voz que expresaba maldad total.
- Bueno, nos vamos al asalto final sobre su querida Canterlot.-
Fue una completa masacre, no se podía llamar a eso batalla; en un solo día redujeron a cenizas a la guardia real, llegando al castillo en la noche.
-¿Ya estas satisfecha?- Expreso con cierto desdén.
-Vaya que sí, ahora que, a ya se, ¡Guardias llévenlas a los calabozos y traigan a un escritor ante mí!-
-¡Si, emperatriz!- Gritan los guardias, arrastrándonos a un lugar sombrío y oscuro de cual posiblemente nunca salgamos.
-Ahora que se fueron, solo esperaré a ese escritor para poder plasmas nuestras grandes hazañas a las futuras generaciones-
-E, escuché que me llamaba, emperatriz- Llegaba un poni color café claro
-Escuchaste bien, así que siéntate y sigue mis instrucciones. Quiero que escribas una historia en donde se resalten las aventuras y triunfos de mis amigos y mías-
-¿Y cuál será el título?-
-Será… La historia de los olvidados.
Bueno, hasta aquí llega el prólogo de lo que promete ser una gran historia que iré actualizando con el paso del tiempo. Si les gustó favor de recomendarlo con amigos, compartirlo y dejar su opinión al respecto.
Hasta la próxima.
