Bueno, para empezar una pequeña introducción de como Alicia llegó a Halloween Town. Ninguno de los personajes me pertenecen a mi, sino que les pertenecen a sus dueños. (Obvio)
Alicia se llevó aterrada las manos a la cara. "No has de temernos"- le había dicho el monstruo.
La chica estaba llorando de miedo en mitad de un angosto callejón mientras trataba de pensar en lo que le había pasado. Aquella había sido la tercera vez de la semana que bajaba por la madriguera hasta la sala de las puertas. Pero esta vez, tonta ella, no había entrado por la puerta que la conduciría hasta Wonderland con su querido sombrerero sino que había logrado abrir, al fin; la puerta que le había dado tantos quebraderos de cabeza. Era una puerta negra, llena de arañazos y quemaduras, con las bisagras y el pomo oxidado. La chica no sabía lo que podría haber al otro lado ya que nadie en el país de las maravillas quería hablar de ello, y ahora ella entendía por qué, aquello era el país de las pesadillas.
Después de caer al vacío, cuando el suelo cedió bajo sus pies, Alicia había aterrizado de muy mala manera sobre un suelo de tierra seca en mitad de un bosque de árboles muertos. Aquello tenía que haber valido para que la chica diera media vuelta y volviera por donde había venido, pero ella no hizo caso de aquello, ni tampoco de los varios pares de ojos rojos que la miraban desde el ramaje, la joven solo continuó andando hacia el ruido que emitía el pueblo. Ojalá nunca lo hubiese hecho. La ciudad era aún más horrible que el bosque. Sus múltiples casas de calor negro, construidas en un precario equilibrio hacían juego con lo bizarro de sus aldeanos. Cuando Alicia se acercó lo suficiente como para verlos, toda su curiosidad se convirtió en miedo: la gente que se movía por las calles de la ciudad no eran ni más ni menos que monstruos, altos, bajos, verdes o azules, pero todos ellos monstruos.
Alicia sintió una presencia detrás de ella, pero antes de que pudiera girarse, una mano esquelética le tapó la boca.
-No tengas miedo- dijo el monstruo.-No voy a hacerte daño.
Aún así, la chica forcejeó y se liberó de su captor, pero antes de salir corriendo se giró para ver cómo todos los monstruos se acercaban al esqueleto que segundos antes la había tenido atrapada. La criatura sonrió y mientras volvía a colocarse bien su traje negro dijo:
-Bienvenida a Halloween Town, Alicia.
