Ranma ½ no me pertenece escribo esto por entretenerme y entretener sin ánimos de lucro, ¡gracias por leer!

Advertencia: Ooc, No final feliz, Terror, Gore

Att: kalpana R.S

PROLOGO

¡Comenzamos!

.

Narra Genma:

Mi cabeza… ¿Qué era ese dolor punzante que no dejaba de arremeter contra mi?

Con ese dolor aun taladrando en mi cabeza, note como tenia algo atorado dentro de mi boca, dicha cosa me quemaba como un carbón ardiendo pero al intentar escupirla, me di cuenta de que me era imposible... Era mi propia lengua. Estaba hinchada de manera grotesca y parecía estar a carne viva.

Alarmado por mi descubrimiento, abrí los ojos de golpe, mi pecho subía y bajaba con rapidez. No veía absolutamente nada y sentía todo mi cuerpo sudar a pesar de que la noche era fresca. Horrorizado por la penumbra y el intenso sabor metálico de la sangre que inundaba mi boca, evitándome hablar, gritar e incluso pasar saliva por miedo a atragantarme, intente levantarme de golpe.

Obligándome a reaccionar de la sorpresa inicial para salir de allí.

Sin embargo, un insoportable dolor expandiéndose a lo largo de todo mi cuerpo me detuvo. Dolor que se concentraba con mas fuerza en mis manos.

"¿Terror? Tu no sabes lo que es el terror"

Aquellas palabras resonaban con fuerza dentro de mi mente. Primero, habían comenzado como un sutil murmullo dentro de mi cabeza, lejano, distante... casi temeroso, pero con forme habían pasado los segundos, aquella voz había tomado mas fuerza. Convirtiéndose en un grito desgarrador lleno de furia, cercano, peligroso y amenazante.

Aquella voz, la conocía... Aquella voz era la de...

Una luz me cegó entonces y mi cabeza empezó a dar vueltas, mis ojos veían luces intermitentes y dolían por el repentino cambio. Cuando finalmente logre ser capaz de ver, pude darme cuenta de en donde me encontraba.

Estaba dentro del Dojo Tendo.

Mis manos estaban estacadas directamente al suelo por dos enormes clavos de concreto, mientras que mis pies, permanecían fijos a la madera gracias a dos gruesas sogas que los sujetaban con demasiada fuerza, obstruyendo mi circulación y lastimándome. Dicha soga también rodeaba mi cuello y cada que intentaba moverme hacia que me faltara el aire.

¿Que demonios estaba pasando? Ahora entendía por que no había podido moverme momentos antes, pero mi cerebro todavía no lograba comprender la situación. ¿Que estaba haciendo allí? ¿Por que estaba de aquella forma? ¿Donde estaban todos? ¿Quien me había hecho eso y por que? ¡Nada tenia sentido!

Sintiendo el terror alojarse dentro de mi cuerpo con mas intensidad, solo era capaz de escuchar los potentes latidos de mi corazon.

"¡Auxilio! ¡Alguien, por favor ayúdeme!" gritaba dentro de mi cabeza al ser incapaz de hacerlo con mi boca. Intentando recordar con desesperación algo de lo que me había ocurrido antes de mi espantoso despertar.

Lo ultimo que había hecho era beber una deliciosa y humeante taza de te frente al estanque, mientras sentía la refrescante brisa del atardecer golpeando mi piel, intentando calmar mis nervios alterados gracias a la fuerte discusión que había tenido con todos en la mañana. Varias horas antes del medio día.

Sin embargo, algo extraño había ocurrido después. Mi paz se había visto eclipsada por el ruido de algo caer a mis espaldas, y al girar... Nada, todo se había vuelto obscuro.

¿Alguien me había golpeado? ¡Imposible! Incluso tomándome desprevenido sabia que no seria suficiente para dejarme inconsciente. Ya era viejo y lo sabia, pero aun gozaba de mucha fuerza, habilidad y resistencia. Pero entonces... ¿Que me había ocurrido?

De la nada, a mi mente llego un nuevo recuerdo. El te que me había dado amablemente Kasumi sabia demasiado dulce. ¿Acaso tendría algo el te? ¿Algún sedante, alguna poción venenosa? ¿Alguna hierba o algún hechizo? Definitivamente debía tener algo, era como si la miel se esforzara por disfrazar algún otro sabor pero... ¿Kasumi?

Pensar en Kasumi siendo capaz de dañarme a mi o a cualquier otra persona, me parecía incluso mas imposible que ser atacado por alguien.

Forzado a tragar saliva sentí como el dolor de mi lengua crecía, era como su hubiese bebido un litro de agua hirviendo.

¡Dios, que agonía! ¡Yo no quería morir así, no estaba dispuesto a morir así!

"Tengo que escapar, tengo que salir de aquí" repetía en mi mente como un mantra sagrado. Dándome ánimos para no rendirme y luchar, agradeciendo que de alguna manera mi captor no hubiese clavado también mis pies al suelo.

Desesperado, intente mover las piernas pero me fue imposible por las sogas. El terrible hormigueo de mis pies se hizo presente de nuevo y el aire se volvió mas sofocante a mi alrededor ante la imagen en mi cabeza de como debían lucir. Era perfectamente capaz de imaginarlos hinchados al doble de su tamaño y de un anormal color azulado.

Sin poder evitarlo, mi desesperación creció en la misma proporción que seguía descendiendo mi temperatura corporal en las zonas afectadas. El frió era insoportable y entre mas intentaba moverme, mas agotadas estaban mis piernas. Ni siquiera era capaz de mover los dedos de mis pies.

Pronto, el ruido de unos pasos detuvo mis pensamientos. Acobardado no sabia si detenerme y hacerme el muerto, o tratar de gritar y hacer el mayor ruido posible para ser encontrado, pues bien, aquella persona podría ser mi salvador... O mi verdugo.

Pronto los pasos que aquella persona desconocida se detuvieron, pero yo aun podía sentir su presencia mirándome. Sentía el poder de sus ojos sobre mi, quemándome y estremeciéndome, acabando con la escasa cordura que intentaba mantener.

Fuera quien fuera, la duda inicial desapareció y ahora estaba convencido de que aquel intruso debía ser el responsable de mi estado.Y tenia sentido, pues alguien había encendido la luz al escuchar el primero de mis adoloridos gemidos.

Por primera vez, caí en cuenta de que anteriormente había logrado ver mis manos e identificar el Dojo, pero mis ojos no habían vagado por todo el lugar. Ademas, ese ruido, ese ruido venia del mismo interior de la habitación, de los rincones mas escondidos.

De haberlo sabido antes, de haber sido consciente de su obscura presencia... Tal vez en ningún momento me habría movido. Quizá con el tiempo mi captor se habría fastidiado y se habría ido, o simplemente me hubiese obligado a abrir los ojos de una forma peor. Torturándome hasta el cansancio.

El sonido de aquellos pasos volvió y poco después, la luz se apago de nuevo.

El palpitar de mi corazon estaba matándome, sonaba dentro de mis oídos y lo sentía dentro de mi garganta. Cerrando los ojos intente respirar sin hacer ruido, tratando inútilmente de calmarme pues aquel sonido que salia de mis fosas nasales se asemejaba mas al de un tren de carga. Angustiado me convencí de que tenia que controlarme y estar alerta pero entre mas me lo repetía, entre mas lo intentaba... Todo empeoraba.

¡Era imposible! El terror que inundaba cada poro de mi cuerpo evitaba que lograra tranquilizarme. Tenia miedo, estaba aterrorizado, estaba temblando de pies a cabeza y muriendo de agonía... Sentía como era consumido por el miedo a morir, ¡No quería morir! No aun, no así...

Desesperado me obligue a contener la respiración, intentando imaginarme en la comodidad de mi futon, arropado calidamente por las sabanas y rodeado por los delicados brazos de mi esposa. Escuchando su tranquila respiración y percibiendo aquel delicioso aroma que desde siempre, me había cautivado. Al sumergirme por completo dentro de esa fantasía, mi cuerpo se relajo y mi respiración se calmo poco a poco.

¡Oh, Nodoka! Como extrañaba sentir el calor de sus brazos rodeándome y escuchar la dulzura de su voz. Recordando su brillante sonrisa, por escasos segundos... Realmente sentí que todo aquello era una cruel pesadilla. Realmente sentí que podría despertar si me lo proponía.

El silencio se volvió consolador. ¡Que segundos tan maravillosos!... Que segundos mas preciosos.

Hasta que de pronto...

Sentí como todo mi cuerpo se estremecía violentamente y mis ojos, al igual que mis dientes se apretaban con fuerza, reaccionando por impulso al desagradable sonido de un objeto metálico raspándose contra las paredes. Aproximándose lentamente junto con aquellos pasos hacia mi ubicación, obligándome a salir de mi dulce fantasía para volver a la cruda realidad.

Inmediatamente mi corazon volvió a palpitar con incontenible furia, como si quisiera salir huyendo del interior de mi pecho. La tortura de aquel sonido estaba haciendo que mis ojos se cristalizaran e Incapaz de pronunciar palabra alguna por la condición de mi lengua, deje escapar un gemido de angustia. Un gemido que rogaba se detuviera.

Finalmente, el sonido se detuvo sobre mi cabeza... Pero rápidamente fue sustituido por un monstruoso gruñido que logro producirme terror, un terror tan abrasador que lograba descomponer las facciones de mi rostro y hacerme consiente del llanto incontrolable que botaba de mis ojos, cayendo dentro de mis oídos.

Entre la penumbra de la obscuridad, mis ojos buscaron al responsable, aun cuando verlo era lo que menos deseaba. Logrando a penas vislumbrar una imponente sombra.

Rápidamente volví a cerrar los ojos, intentando protegerme pues sabia que si los mantenía abiertos mi vida corría mas peligro. No me convenía reconocerlo, no quería reconocerlo. Sin embargo, aquella sombra, aquella silueta la conocía... Se parecía mucho a la de...

Con pavor escuche lo que me pareció ser una risa, y después sentí su presencia desplazarse hasta uno de mis costados. Mi cuerpo comenzó a temblar de forma incontrolable al sentir el peso de su cuerpo cuando tomo asiento sobre mi abdomen. Las gotas de sudor caían de mi frente y mis piernas comenzaron a moverse de nuevo, desesperadas por librarse de aquellas ataduras.

¡Tenia que soltarme, tenia que escapar! De no lograrlo, estando así... Aquella sádica bestia de la obscuridad podía hacer lo que quisiera conmigo. Pero era imposible huir, no podía moverme, no podía negarme a nada de lo que me hiciera. ¡Estaba atrapado!

Pronto sentí el congelado filo de aquel cuchillo que había escuchado momentos antes. Rozando mi piel de forma pausada, calmada y amenazante. Acelerando los latidos de mi corazon hasta lograr hacerme sentir enfermo.

Sin previo aviso, sentí el cuchillo enterrarse demasiado cerca de mi ojo y solté un alarido de dolor y miedo. ¡Oh que agonía! Pero si pensaba que aquello era insoportable, aquel monstruo me hizo darme cuenta de mi gran error, cuando de forma pasmada, comenzó a mover el cuchillo. Cortando alrededor de mis ojos y posteriormente, de mis oídos, pasando por el cuello hasta la mandíbula y al llegar allí, cortando alrededor de la línea de la mandíbula en ambos lados, para así finalmente separar la piel de mi boca.

¡No, Dios por favor, no! ¿Por que? ¿Por que me hacia todo esto? ¡Esto era una pesadilla! ¡Yo no estaba allí, estaba dormido en mi futon con Nodoka! ¡Tenia que estarlo, eso no estaba pasando! Y mientras mi mente gritaba desgarradora-mente, mi cabeza se aplastaba con todas sus fuerzas contra el suelo, buscando inútilmente alejarme de aquel espantoso dolor que seguía consumiéndome.

Cuando termino de arrancar mi piel, una estruendosa risa me hizo identificar aquella voz mientras el llanto que salia de mis ojos aun cerrados ardía mas que nunca, quemado como un camino de lava sobre mi carne ya carente de piel... ¡No, no, no! Todo aquello... ¡Tenia que ser un error! ¡Una pesadilla, un delirio! ¡No, no podía ser verdad! ¡Esto no estaba pasando, yo no estaba allí! Y esa risa... Esa risa no podía ser de quien pensaba.

Mis ojos se abrieron sin que pudiera evitarlo, deseosos de observar el rostro de mi verdugo. Añorando hacerme ver que mis oídos estaban equivocados. Sin embargo... No era así.

La escalofriante escena de aquella criatura despiadada con una sonrisa retorcida que me observaba con los ojos muy abiertos, dichosos y con destellos acerados, satisfechos y maravillados... Me dejo helado.

Mis oídos y mis ojos no habían mentido. Aquel monstruo era...

Un grito salio de mi boca mientras mi cuerpo se convulsionaba, la respiración me fallaba y el corazon golpeaba histérico dentro de mi pecho. Y no solo por verificar mis sospechas, si no por lograr ver gracias a la escasa cercanía, incluso a pesar de la obscuridad, como mi verdugo sostenía en una de sus manos manchadas de sangre el cuchillo y en la otra, la piel de mi rostro. Parecía una mascara grotesca sin resistencia que goteaba sangre gracias al poco cuidado con el que había hecho los cortes y con el que la había separado de mi carne. Arrancándola de manera brutal.

"¿Por que? ¿Por que me haces esto? " gritaba en mi interior. Llorando desconsolado al sentir como después de ponerme de vuelta aquella mascara, pero al revés... Continuaba usando su cuchillo para desprenderme de mi propia piel.

Cortando sin timidez y raspando aquel filoso objeto ya totalmente bañado en sangre. Haciéndolo tan despacio y con tanta presión que lo único que me hacia desear era perder la consciencia. Retirando pieza por pieza la piel de mis brazos, piernas y abdomen. Ayudándose con hábiles movimientos y fuerza desmedida en las secciones mas difíciles, para desunir alguna parte que estuviera muy adherida a mi carne.

Una vez termino, mi cuerpo se hallaba impregnado de un dolor tan intenso, tan envolvente que era incapaz de localizarlo. Estaba en todas partes; en mi interior, en la superficie. El dolor alcanzaba todos los rincones de mi cuerpo. Luego, justo cuando creía que ya no podía aguantarlo un instante más, me sentía invadido por un cálido entumecimiento, un elixir mágico que corría por mis venas... Estaba comenzando a morir.

Pero aquella bestia no quería eso, no quería que mi muerte llegara aun.

Con sus garras comenzó a rascar violentamente mi abdomen, obligándome a gritar mientras parecía poner todo su empeño en hacer un hueco en mi estomago. Y desgraciadamente, lograndolo. Consiguiendo introducir sus grandes extremidades y sacar mis intestinos rosados llenos de mi sangre aun caliente. Con alegría mi verdugo jugo con mis órganos, sacándolos y lanzando algunos pedazos al cielo. Disfrutando de ensuciarse y ver mi agonía.

Mientras que yo...sentía un dolor aun mas agonizante acompañado de un terrible frió que cada vez se acrecentaba mas. Poco a poco cerré mis ojos pesadamente y ya no pude moverme. Siendo aquella escena y aquellos ojos llenos de dicha por mi torturada condición, lo ultimo que observe antes de partir.

.

Narra Ranma:

Mis ojos se abrieron de golpe.

No estoy muy seguro de si fue a causa de mis propios sueños o a causa del escándalo que se escuchaba fuera de mi habitación, pero sin importarme mucho aclarar el motivo, me senté sobre mi futon mirando la puerta.

Los escandalosos gritos y el poco discreto llanto de alguien llenaba todo el exterior de la casa.

Aquello me alarmo casi al instante. ¿Que estaba ocurriendo? Sonaba como algo muy malo. Nervioso y con un extraño temor alojándose dentro de mi pecho, me levante y abrí la puerta. Dubitativo camine siguiendo el desgarrador ruido de quien pronto reconocí, era mi madre.

-¿Que ocurre? -pregunte preocupado ante la extraña escena que veían mis ojos.

Todos palidecieron ante mi presencia y mi madre, soltándose del abrazo que Soun le daba con los ojos plagados de lagrimas, se lanzo a mis brazos.

La intensidad de su dolor me hizo abrazarla contra mi pecho, estrujarla con calidez y protección, incluso cuando no sabia ni cual era el motivo de su desesperado estado.

-¿Que ocurre? -insistí mas alarmado que antes pero nadie respondió.

Mis ojos vagaron entre los presentes, notando como la expresión funesta estaba incluso en el rostro de Hapossai. Esa inusual seriedad en al anciano rápidamente me dejo claro la gravedad del asunto y desesperado busque a la única persona que sentía, no me fallaría en responder.

Akane... Incluso tu estabas tan pálida como una hoja de papel y tus hipnóticos ojos color chocolate, aquellos en los que tanto adoraba perderme, estaban enrojecidos por el llanto. Al encadenar tu mirada con la mía temblaste con tanta fuerza que temí que fueras a desmayarte y supe que no podrías decirme lo que tanto buscaba.

Así que sin esperar alguna explicación mis ojos vieron por primera vez la puerta del Dojo abierta, desprendiendo un aura obscura que de alguna manera me atraía como un poderoso imán.

¡Oh, Akane! En vano fueron tus intentos por detenerme, ni tus ruegos ni tu poderosa fuerza pudieron evitarme entrar... Y como hubiese deseado haberte escuchado, haber parado antes de ver el motivo de tus lagrimas.

Al entrar, lo único que pude hacer fue pegar un grito y apartándome tambaleante del grotesco espectáculo que mis cristalinos ojos veían, me tape la boca con ambas manos a pesar de seguir teniendo arcadas.

Frente a mi, estaba el cuerpo destrozado de Genma... Mi padre.

Lo siguiente que sentí fueron tus brazos Akane, rodeándome en un pobre intento por consolarme mientras un amargo y silencioso llanto cubría mi rostro.

Notas de autora:

¡Hola, hi, nihao, namaste!

Y con esto, termina mi pobre intento de hacer "Terror gore" xD

Si alguien aquí a llegado a leer dos de mis One-shots (Cosa que dudo :v) uno llamado "La única" y el otro "Toma mi mano" sabrán que no es la primera vez que intento hacer "Terror" pero al igual que antes, siento que no me ha quedado del todo bien. Eso si, es la primera vez que hago un gore.

De todo corazon, espero que les guste mi aporte y que no fuera un desastre. O si no, que al menos los entretenga un rato.

Ahora si, les explico de que va todo esto:

Este proyecto esta hecho para el grupo de Facebook "Ranma Oficial" y "Fanfics de Ranma 1/2" en colaboración con un grupo de Fickers que yo personalmente admiro mucho por su gran talento, y se que seguramente muchos las conocerán: A. Redfox, Maryviza, Hanna-chan95, AkaneSaotome4 y JanneST.

La idea de escribir un Fanfic juntas para celebrar Halloween con ustedes, se le ocurrió a A. Redfox y todas estamos muy ilusionadas, esperamos que les guste la historia pues le hemos puesto mucho cariño y dedicación. En cada capitulo procuramos dejar nuestro pequeño toque especial.

La historia se actualizara todos los días hasta llegar a su final. Cada capitulo esta escrito por una autora diferente, y cada autora cuenta con dos capítulos en total.

Nuevamente, espero que disfruten de esta nueva historia hecha por "Las arpías de Nerima" xD El siguiente capitulo sera escrito por la maravillosa A. Redfox

También si gustan unirse al grupo de Facebook nos harían muy felices. ¡Vamos, que seguro se divertirán!

En fin, gracias por leer esto, dudas, comentarios y quejas ya saben dónde.

¿Y qué? ¿Merezco review? Jejeje

¡Adiós, goodbye, sayonara… alvida!