¡Hola a todos! Esta es mi nueva historia, está basada en la trilogía de Divergente, de Veronica Roth, todos los personajes le pertenecen. Espero que os guste!

CAPÍTULO 1

Uriah me está esperando en el pozo. Después de que Cuatro y yo rompiéramos, decidí darle una oportunidad. Al fin y al cabo, él es uno de los chicos más guapos que he visto en mi vida. Tez morena, ojos del color de la miel, y es muy agradable. Fue mi mejor amigo, pero ahora lo veo como algo más. Me visto, me pongo un vestido negro, con un cinturón rosa en la cintura, tacones de cuña altos y me delineo los ojos en negro. El pelo decido dejarlo suelto.

Llego al pozo y lo veo apoyado en la barandilla que da al abismo, me sonríe y yo también.

-Vaya Tris, estás muy guapa.- No puedo evitar sonrojarme y él se ríe.

-Gracias, tú también.- Sí, lo está. Lleva su pelo castaño desaliñado, unos vaqueros rotos, una camiseta de un grupo que le marcaba los abdominales y unas deportivas. Sencillo pero espectacular.

Me coge de la mano y vamos a la cafetería, que está un poco más allá. Cuando llegamos, me siento en una silla y él va a por las cosas que vamos a tomar. Cuando llega, se sienta en frente de mí y me mira.

-Tris, me gustas mucho, ya lo sabes.- Yo le sonrío, él a mí también me gusta mucho.- Desde ese día que viniste conmigo a Hancock… Me volviste loco.

-No sé que decir… Normalmente no le suelo gustar a los chicos, paso tanto desapercibida…

-Eso era antes, Tris, mírate ahora, estás preciosa.

-Muchas gracias.

Me está cogiendo la mano… Es tan dulce… Ye hemos acabado.

-Uri, ¿te parece si vamos a dar otra vuelta?

Lo llevo por unos pasillos que conozco muy bien, cuando Peter atacó a Edward recuerdo que vine a dormir aquí. Encontramos un pequeño banco y nos sentamos.

Llevamos un buen rato mirándonos. Simplemente me pierdo en su mirada, dice tantas cosas y a la vez ninguna… Paso una mano por su mejilla, me suelto de la mano que seguía teniendo agarrada y la pongo en su cuello, acariciando su suave piel. Me estoy acercando más, solo estamos a un par de centímetros el uno del otro. Desde este punto de vista es más guapo aún. Rozo mi nariz con la suya y junto nuestros labios. Le muerdo el labio inferior una, dos, tres veces hasta que tengo que coger aire. Ahora mis brazos rodean su cuello y yo estoy sentada sobre su regazo.

-Eres perfecta.- Me dice

-Te quiero.- Le contesto yo.

Me levanto y le ofrezco mi mano, para volver, se ha hecho tarde y ahora tengo que ir a trabajar. Y es cuando me levanto, lo veo. Cuatro. Ha visto y escuchado todo. Se me hiela la sangre y noto como Uriah me aprieta más la mano.

-Estirada, te busca Tori, llegas tarde a trabajar.- ¿Estirada? ¿Después de tenerme en su cama me sigue llamando estirada?

-Lo sé, me he entretenido un poco.- Digo mirando a Uriah y sonriendo, este me devuelve la sonrisa.

-Pues más te vale que apures o te despedirá.

-Tú no me das órdenes.- Y me fui.

Uriah no me siguió y al doblar la esquina me paré a escuchar.

-Eh, Uriah.

-¿Qué quieres, Cuatro?

-Deja a la estirada.

-Ni se te ocurra volverla a llamar así. No la voy a dejar y lo sabes.

-Bueno, pues si te la quito no me vengas llorando.

¿Qué? ¿Cuatro sigue enamorado de mí? No entiendo nada…

...

¿Y bien? ¿Qué os ha parecido? En esta historia haré los capítulos cortitos e intentaré que sea más larga que la primera. Como esta también la estoy escribiendo sobre la marcha, no sé muy bien como acabará, depende del día.

Besooooooos «3

AVISO: Solo puedo publicar y escribir los viernes por la tarde y los sábados/domingos. Estoy muy liada con las clases, los trabajos y los entrenamientos así que actualizaré cada semana, tanto esta, como otras historias que vaya escribiendo.