"El Deseo de Sakura"
No quiero creerlo, no puedo aceptarlo, simplemente no puedo.
Te he perdido y esta vez es para siempre.
"Deseo estar contigo"
Ella me ha ganado en el amor, y puedo aceptarlo. Puede que seamos solo amigos y eso no importa, yo soy feliz si tú lo eres. Es lo único que le pediría, que te hiciera el más dichoso.
Pareciera que el cielo contempla mi alma y se compadece de mí.
Las lágrimas no paran por más que trato, los ríos salados de mi propia maldición son causales que surcan mi rostro. Es mi culpa, desde un principio conocía mis sentimientos y quise negarlo. Más de mil veces te herí en diversas formas y me arrepiento.
Pero ahora… ahora todo es diferente. Puedo aceptar la derrota, pero no esto.
"Me conformo con ser tu amiga, yo soy feliz si tú lo eres", repite mi mente para acostumbrarme al hecho. No importa con quien estés, pero no puedo aceptar esto.
¿Ahora cómo puedo explicarle a mi corazón que no podré verte nunca más? ¿Cómo convencerme de que no escucharé tu risa ni una vez más? ¿Cómo podré sobrevivir sin mirar el cielo estrellado en tus ojos? La respuesta es sencilla… no puedo.
—Naruto… —susurró entre mis sollozos— Naruto… Naruto… Naruto… ¡Contéstame!
No me cansaré de repetir tu nombre hasta que me mires, hasta que me sonrías, hasta que me toques.
No importa si mi garganta no vuelve a pronunciar palabra más, recitaré tu nombre mil veces más si es necesario, hasta que me escuches y despiertes.
No soporto verte de esa forma. Prefiero irme contigo a tener que vivir con este agujero negro en mi interior que me consume rápidamente.
—¡Naruto! ¡Naruto!... por favor —no puedo más, no soy tan fuerte. En un último grito desgarrador te llamo sin respuesta alguna.
Caigo desesperadamente sobre tu cuerpo, yaciendo inerte en la tierra. No puedo parar de sollozar.
—No me hagas esto Naruto… yo te amo —te reclamo, sabiendo que no podrías responderme.
Aún en estos momentos golpeo tu cuerpo de coraje. Quiero que me lleves contigo a donde sea que estés.
Todo es mi culpa, desde el principio lo fue. Pedirte que regresaras a Sasuke implicó tu muerte y la de él.
—S-Sakura-chan —escuchó casi en un susurro inaudible.
Pensé que mi deseo se había cumplido, el acompañarte a donde estuvieras. Levanté la mirada para toparme con tu cuerpo malherido, tus orbes azules me miraban con cansancio, sin embargo brillaban.
Y en tu rostro se formó esa sonrisa tan tuya que decía "todo está bien" con alegría.
Aún seguía llorando, pero de felicidad, ¡estabas vivo! Y eso era lo más importante para mí. Transcurrieron algunos minutos para que te incorporaras, aun con mis súplicas no hiciste caso, tan típico de ti.
—Escuché tu voz… llamándome —suspiró cansado y yo lo escuchaba atenta—. Estaba en un lugar pacífico y te escuché…
No podía negar que me encontraba con una felicidad inmensa, pero mi corazón lloraba por dentro. Volverías con ella y yo sería solo una espectadora.
—Yo también te amo —escuché decir, sin embargo no podía dar crédito de lo que oía.
De pronto creía estar imaginando todo, ilusiones que creaba mi mente para compensar el dolor de tu pérdida.
El calor de su mano sobre mi piel me tranquilizó, con el simple roce lo entendí… y una sonrisa surcó mi rostro.
—Solo te he amado a ti… y siempre te amaré solo a ti —recitó en un susurró regresándole la vida a mi cuerpo.
En un beso sellamos nuestros sentimientos, con la pasión que los años habían acumulado y que encerramos. En ese momento no había barreras, sin engaños y sin trampas, solo nosotros dos y nuestra confesión.
Ese día comenzó nuestra vida, una vida juntos.
Después de todo… mi deseo se había hecho realidad.
