—Cuando me mates, yo te daré algo.

Las palabras que salieron de la boca de Ray, provocaron que Zack detenga su acción de comer snacks y la mirara con asombro.

—¿Me darás algo? —repitió asombrado— ¡Tengo mucha curiosidad! ¿Debería matarte ahora? —sonriendo.

—Está bien para mí.

Ella estaba inmóvil, Zack la observó con los ojos entrecerrados.

—No estarás hablando en serio.

—Es en serio.

El suspiró, cuando creyó que no lo molestaría más y eso había sido hace años, volvía a repetir las palabras como un robot.

—¿Y qué es lo que me darás? —preguntó— Debes ser algo bueno, si ya empiezas a darme cosas para que te mate.

—No es nada especial.

—Entonces de seguro no será suficiente para que te mate —dijo despreocupadamente— Y si no lo sabes, yo no me dejo sobornar —repuso volviendo a comer de la bolsa— Además que yo sepa, tu sonrisa apesta y no eres útil.

Ray se quedó un rato pensativa y miró su bolso como poner una mano ahí.

—Okay —repuso— Te lo daré mas tarde.

Y se alejó de ahí. Dejando a Zack pensativo. "¿Me dará algo?" "¿Y eso qué carajo es?"

Siguió comiendo los snacks, pero al terminar la bolsa y seguir con la misma saciedad de curiosidad, se propuso a averiguarlo y se encaminó hacia donde creyó que había ido y al verla dormir sobre su cama y ver el bolso colgando en el soporte de una silla. Ocasionó que con lentitud se acercara al bolso y lo revisara, pero se decepciono increíblemente al ver las mismas cosas que siempre.

Un pañuelo, un arma -sin balas y un set de costura. Realmente no veía como esas cosas le eran útil y cuando creyó que ese "premio" o soborno o lo que sea, apestaba. Divisó un papel en el fondo del bolso. Doblado a la mitad y algo estaba escrito. ¿Un papel? ¿Ese era el "algo"? ¡Que porquería!

Bufó.

—Yo no estoy segura si eres idiota o inteligente —dijo resignado— ¡Te olvidaste o que! ¡No se leer! —gritó frustrado y de paso, despertando a Ray.

Ella lo miró tranquilamente, sin importarle que de hecho le estuviera revisando su bolso, mientras ella se acomodaba y sus pies tocaban el suelo.

—Aprende a leer —dijo serenamente— También escribir... —añadió— Y mátame...

Él sonrió haciendo una mueca divertida. ¿Así que ella también ponía condiciones?

—¡Puedo hacerlo!

—Lo estaré esperando.

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"Gracias por matarme... te amo. Ray" (Eso estaba escrito)