Disclaimer: Robotech pertenece a su creador, Carl Macek, aunque el dueño de derechos actualmente es Warner Bros.

World: Robotech

Ubicación: Robotech: The Shadow Chronicles. Original: Fortalezas Gemelas.

Advertencias: Secuela de Fortalezas Gemelas, se recomienda su lectura.

Beta Reader: MNatalia


Under The Shadow


Capítulo 1: Primer Contacto

La tripulación de la fortaleza estaba lista para recibir a sus invitados. Era un gran buque, el cual hasta el momento se encontraba a media capacidad debido a que los hombres a bordo no eran suficientes para los puestos de control. Aunque eso debía cambiar ahora que el general Reinhardt le había proporcionado una parte de su equipo. En pocas horas debían partir a su misión, una de la que existía la posibilidad no volviesen.

Una mano sobre su hombro la sobresaltó. Al mirar hacia atrás se encontró con el rostro de Vince Grant.

—Supongo que el SDF-5 tiene la misma capacidad que el SDF-6, así que la única pregunta que surge es, por qué pediste una cantidad tan baja de personal para la misión.

Después de meditar un segundo, Elyn respondió.

—No sabemos lo que sucedió con la fortaleza de mis padres después del agujero negro, así que si por un milagro lograron atravesar el horizonte de sucesos con vida y los encontramos tendremos la capacidad de albergar y sostener a la tripulación. Además —Elyn miró directamente al rostro de Vince—, ahora tenemos hombres suficientes para atender los sistemas de las dos naves, ya que al fusionarse las fortalezas solo necesitamos el puente del SDF-5.

En ese momento estaban subiendo a la nave los pilotos de los tres escuadrones que habían sido asignados a apoyar al SDF-6. Elyn observó como Vince llamaba a los líderes para que se acercaran. Ella pudo diferenciar un escudo especial en uno de los líderes, una mujer de cabello rosado. Según le había informado el general, uno de los escuadrones que le acompañaría sería el recientemente formado escuadrón Crystal, el cual estaba compuesto por cazas invid modificados.

Al llegar donde ella y Vince se encontraban, los tres líderes se presentaron con un saludo militar.

—Comandante Scott Bernard, líder del escuadrón Wolf —se presentó un hombre alto y de cabello azul, que le recordó a Max Sterling.

—Comandante Maia Sterling, líder del escuadrón Skull —la hija menor de Max y Miriya, no estaba sorprendida de verla allí, era de conocimiento público dentro de la REF que le habían otorgado el mando del Skull en vez de su hermana Dana.

—Teniente Comandante Ariel Bernard, líder del escuadrón Crystal —Ariel. Era una de esas personas que bajo ninguna circunstancia alguien imaginaría que sería voluntaria para la milicia.

Después de corresponder su saludo, Elyn fue informada de la actual situación en los escuadrones.

—Estaremos en estado de alerta durante el pliegue espacial, por sí de alguna forma el enemigo nos encuentra antes de que alcancemos al SDF-5 —dijo ella asintiendo a la información recibida.

—¿Se encuentra cómoda llevando a nuestro escuadrón, capitana? —le preguntó Ariel.

—No estoy segura de a qué te refieres.

—¿Entonces no está informada sobre la situación? —preguntó ahora dirigiéndose a Vince.

—No era necesario que ella lo supiera, hasta ahora —respondió él.

—¿Se refieren a la utilización de cazas Invid?

—No solo nuestros cazas son Invid —le dijo Ariel.

—Entonces, ¿también lo son sus pilotos? —la líder de escuadrón respondió con un asentimiento— Siempre que no resulte en un conflicto interno la colaboración entre nuestras razas me parece maravillosa. ¿Debo suponer entonces que tu también lo eres? —preguntó a Ariel.

—Lo soy —respondió.

En ese momento una luz inundó la plataforma de carga. Cuando por fin desapareció, Elyn pudo distinguir con sorpresa a dos personas. Una de ellas era una mujer embarazada, que rápìdamente, y casi sin notarse su avanzada condición, se acercó a ellos arrastrando a un hombre de cabello largo y azul.

—Ariel —llamó la mujer.

—Hermana —respondió ella, abrazándola y acariciando su vientre.

—Recibimos tu llamado.

—Me imaginé que sería algo que necesitarías ver, aunque las circunstancias no son las mejores.

—Nunca pensé que alguna vez fueras a subir a una unidad de batalla.

Mientras las hermanas conversaban, el hombre se acercó a ellos. Elyn pudo reconocerlo como Yellow Dancer, un cantante famoso que recientemente se había visto envuelto en polémica.

—Lancer, es bueno verte amigo —lo saludo Scott Bernard—. Les presento a Lance Belmont, compañero en la resistencia, además de uno de los mejores pilotos que conozco. Estos son la Comandante Sterling, Capitán Grant y la Capitán Hunter.

—Es un placer conocerlos a todos —Lancer miró directamente a Elyn—. ¿Puedo suponer que eres familia del Almirante Hunter?

—Puedes —respondió ella.

—¿Y qué te trae por aquí, viejo amigo? —le preguntó Scott.

—Tengo que admitir que no fue por mi propia iniciativa, pero vengo —titubeo un poco en su respuesta—, es decir, vinimos, como voluntarios para la misión de rescate.

—Eso no era necesario —le interrumpió Elyn de forma que no daba lugar a respuestas—. Todo está listo para partir y la tripulación está completa.

—Si me permite decirlo capitán, Lancer es un excelente piloto, además de tener un historial militar previo a la resistencia —dijo Scott.

—Eso es cierto —Ariel se colocó a un lado de Scott, mientras que Sera se acercó a su pareja.

Vince Grant veía la situación de una forma práctica y aunque la tripulación estaba completa como decía Elyn, él confiaba en Scott y Ariel, y sí ellos decían que Belmont era un buen piloto, tenía que serlo. Por eso interrumpió a Elyn antes de que volviese a hablar.

—Si es que eso fuera cierto Belmont sería una valiosa adición a nuestro grupo. Pero la aprobación tardaría demasiado como para que pudiera abordar. Aunque si tu estuvieses de acuerdo en aceptarlo dentro de la tripulación…

—Para que eso sucediera tendría que probar su valía, Vince —le respondió Elyn.

—Podría hacer eso.

—¿El qué? —preguntó ella.

—Probar que puedo ser útil.

Elyn se sorprendió por su propuesta, pero sonrió.

—No puedo detenerte, pero no estoy segura de que puedas manejar un simulador de pruebas.

—No se preocupe por eso, señora —respondió Lancer.


Hacía poco que los simuladores de vuelo habían sido activados en la Base Reflex, por lo cual solo estaban disponibles para el entrenamiento de quienes ya eran pilotos y no aún para los alumnos. Por eso no fue tan difícil encontrar uno disponible en el momento en que lo necesitaron.

—Tendrás que enfrentarte a mí —le dijo Elyn a Lancer—. Serás mi responsabilidad si solicito que subas a la nave, así que seré yo quien me asegure de que ese bebé alcance a conocer a su padre… —ella le golpeó el brazo— Anímate, si lo que dijeron es cierto podrás sostenerte durante unos minutos.

Elyn configuró el simulador de forma que la batalla finalizara cuando uno de los dos fuera destruido. Hacía tiempo que no subía a un VT real, pero el simulador siempre la había ayudado a mantenerse en forma. Esperaba que su oponente tardará en caer un poco.

—¿Listo? —preguntó cuando los dos estuvieron dentro.

—Siempre —respondió Lancer y ella le hizo una seña al operador para que activara el simulador.

En sus monitores apareció el oscuro vacío del espacio. Sabía que él estaba acostumbrado a la atmósfera y si se planteaba en realidad asistir a la misión, necesitaba del acondicionamiento en el espacio.

Su computadora logró ubicar al enemigo al instante y ella se lanzó a por él. Su varitech estaba quieto, pero al momento en que ella lo colocó en su punto de mira Lancer dio un giro para esquivar el disparo. De forma automática ella se lanzó en la persecución del enemigo con un dedo en el gatillo. Los movimientos del otro piloto fueron mejores de lo que esperaba, pero podía notar que no estaba acostumbrado al espacio.

Lancer se colocó en la parte superior de su varitech y la apunto. El láser casi logró tocar la parte trasera del VT, así que ella aumentó la velocidad de sus embestidas, los dos disparando a la más mínima oportunidad. En un momento determinado cambiaron a modo Battroid y una de las explosiones que produjeron los torpedos de Lancer logró alcanzarla, pero ella acertó un tiro directo dos veces.

En determinado momento, Lancer dio la vuelta y se acercó por su espalda, pero antes de que pudiese dar el golpe final, Elyn disparó su arma por debajo de su brazo robótico, terminando el duelo.


Mientras Lancer y Elyn se encontraban enfrascados en la batalla, fuera se encontraba una pequeña multitud, la cual se disolvió al momento que Lancer y Elyn salieron del simulador.

Elyn se quitó el casco con una sonrisa, mientras su pelo azabache caía libre por su espalda.

—Contratado, Belmont —le dijo mientras le estrechaba la mano al hasta ese momento cabizbajo piloto.

Los dos se acercaron al grupo que quedó después de la batalla, dentro del cual se encontraba Sera. Elyn le tendió la mano sonriente.

—No nos presentaron antes, pero yo soy Elyn Hunter. Mucho gusto y felicidades por el bebé.

—Gracias. Yo soy Sera —se sonrieron antes de que Sera volviese a hablar—. Espero que no exista ningún problema en que les acompañe. Puedo llegar a ser útil.

Memorias del sonriente rostro de sus padres anunciando que iba a tener un hermano junto con aquellas donde su padre le informaba del delicado estado de salud de su madre y la pérdida del bebé, se arremolinaron en su mente. Su madre había insistido en mantenerse en servicio y cerca de la milicia, y todo no había hecho más que empeorar. La sonrisa que hasta el momento había mostrado amenazó con deslizarse fuera de su rostro. Pero al ver a Maia allí presente le recordó las anécdotas militares que surgieron en el embarazo de Miriya, como cuando justo después de una batalla, Maia quiso ver la luz del día.

Tomó una decisión.

—Puedes subir a la nave—le respondió sería—, pero siempre y cuando él ser útil no te lleve a situaciones peligrosas. Y debes seguir todas las indicaciones del médico a bordo —sonrió nuevamente—. Jean hará un infierno lo que reste de tu embarazo.

—No te preocupes, estoy acostumbrada —Sera rió un poco.

—Ahora debo preparar sus documentos —anunció Elyn—. No creo que tengan uniformes talla mamá, pero el Capitán Grant estará de acuerdo conmigo en que no serán necesarios. Me comunicare con ustedes cuando sea oportuno —dijo a Lancer y Sera, dirigiéndose hacía la salida.

Cuando se encontró fuera de la Sala del Simulador, la presión por fin se vio aliviada en forma de una única lágrima corriendo por su mejilla. No podía permitir que nadie la viese así; ella era el capitán de una fortaleza de batalla que debía salir de la seguridad del hogar para rescatar una civilización. Pero era una humana y los humanos eran emocionales. Se escondió rápidamente en una sala en desuso que encontró en el camino, dando libertad a sus emociones perturbando la paz de la sala.

Una fría mano en su espalda la sobresaltó. Janice se encontraba de pie a su lado. Su mirada confusa le recordó que a ella no le parecería débil al verla así. Ella no la veía como una figura de autoridad. Sus sollozos aumentaron en cantidad. Debía volver a salir y enfrentar al mundo, pero ese era su pequeño momento, el único en el que podía sentirse solo como Elyn, la mujer joven que había sido golpeada por la vida.


Mientras en el espacio profundo, un grupo de androides se encontraban alrededor de un holograma circular que mostraba la posición de naves enemigas.

—Los humanos han comenzado la búsqueda de la matriz.