Jelsa Let her go

# 1

- Anna y Elsa, ¡bajen ya!.- llamó Idun, una señora de cabello castaño largo, de rostro perfilado y bonito. En su cara se notaba la desesperación.- ¡Bajen o se nos va hacer más tarde!.

Unos delgados y apresurados pies bajaban las escaleras. Idun fijó su mirada hacia dicha persona, viendo a una Anna de 15 años, acalorada y luchando mortalmente con un buzo jean. La señora al ver eso sonrió maternal.

- Ven, te ayudo.- le dijo, acomodando la chompa.- ¿Dónde está tu hermana?

Anna se respingo.- ¿cuál hermana?.- divago.

La señora entrecerró los ojos.- Anna, dónde está tu hermana.

- bueno... ella...salió.. - Anna miraba a todas partes, si solo fuera bien mintiendo. En qué lío se habrá metido su hermana para no llegar a casa de mañana.-pensó.

- Anna, eres pésima mintiendo.-admitió su mama.

- Lo se mama. u.u¡

- Querida, el avión ya aterrizó. Nos vamos.- interrumpió Agdar, un hombre de pelo café y porte elegante. El señor al no recibir contestación miró a su esposa y después a su hija. Ya conocía esas miradas. No hacía falta decir.- Elsa no llego a dormir, verdad.-lo dijo con tono monótono, haciendo que la señora resople por hacerlo sonar tan simple.- ¡Qué?

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! Bebe, bebe, bebe...!

Coreaba la gente alrededor de Elsa, que se empinaba una cerveza.

- ¡Que viva la reina..!.

- ! Que viva!

Grito la gente cuando Elsa se acabó la botella. La cual contagiada por la alegría de la gente se había subido a la barra comenzando a festejar.

- !Hola, Punzi..! Hip! .- un apuesto peli-café, junto con un pelirrubio, hablaban en una cabina.

- Quien habla..?- la voz del otro lado se notaba recién levantada.

- Quien más hermosura ...hip... te habla tu Romeo..hip..

- mi Romeo? !Oye¡ no conozco ningún Romeo, !ebrio sin vergüenza¡.-la voz del otro lado sonó molesta, los jóvenes rieron.

- Te salió fierecilla, amigo !hip¡.

- Tu también estas Kristoff..! ¡Santo dios!, ¿dónde están?, ¿saben qué horas son?, ¡son las 6:45 de la mañana!.- vociferó y reto Punzi. Haciendo que los chicos se alejaran de la bocina.- ¿Dónde está Elsa? ¿Porque esta con ustedes verdad?

- ¡claro que si amor!, está con nosotros bajo cuidado.- al decir eso en el fondo se oyó un sonido sordo. Para después escuchar un "No pasó nada" seguido de la exclamación eufórica de la gente.

- ¿! Qué fue eso?!

- Un mapache rubio ebrio.- Eugene, colgó.

- ¿Hay que llevar a Elsa a un hospital?.- aconsejo Eugene viendo a Elsa beber sin fondo.

Kristoff sonrosado por la embriaguez, sonrió como tonto.- ¿tú crees?.

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- Mama, ya llame a Mérida. Está en casa de ella. No te preocupes.- Le dijo Anna a su mama, la cual alzó una ceja.

- mi niña, te han dicho que no sabes mentir.- le habló su padre mirándola por el retrovisor.

Anna gruño molesta cruzándose de brazos.

- ¡quiero a Elsa cuando llegue a casa!.- le escuchó decir a su mama. Anna iba hablar pero cayó cuando su mamá siguió hablando.- ¡Y no me importa el estado que venga!.-determinó, señalando el móvil que colgaba de la mano de Anna. La cual sonrió nerviosa.

- No tengo megas.-sonrió nerviosa.

- hija, enserio, no sabes mentir.

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- Y otra vez, te venimos a salvar el trasero, bigotón.- le dijo burlona, Mérida, una linda chica de cabello largo rojo y rizado con un ojos de color azul. Cargaba en su espalda a Kristoff mientras a su lado iba Rapunzel, una chica de largo, pero largo cabello rubio con unos grandes ojos de color verde, está apoyaba a Eugene en su hombro.

- ¡Cuando entenderán que no deben beber hasta el tope!.

- es en vano, Mérida. Nunca entiende.- respondió, la rubia, cansada.

- Nunca ¡hip! es nunca, linda chica !hip!.- Eugene acarició coquetamente el lindo rostro de Rapunzel.

-¡Ni lo pienses, Eugene!.

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EL VUELO S0967 CON DESTINO A RUSIA, POR FAVOR ABORDAR POR LA PUERTA 2A.

- escucharon, ya llegó. ¡Vamos que esperan, vamos!.- El señor Arendelle, como niño en día de picnic ya estaba en la puerta 2A.

- ¿Cuándo tiempo que no lo ve?.- preguntó Anna mirando a su mama.

- pues, desde que nos casamos.

- !siglos¡.

La señora Arendelle fulmino con la mirada a Anna.

- Solo espero que tu hermana haya llegado a casa, o si no...- termino de decir, dando por sentenciado el castigo, para luego dirigirse donde su marido ante la mirada plasmada de Anna.

Sin perder más tiempo marcó a Rapu.

- ¡dime que Elsa está en casa?.

- Elsa.. ¡hip!.. ! Elsa está en la-

- Oie! Eugene, ¡dame el celular?.- la voz de Rapu se escuchó lejana.

- No! ¡Hasta que me digas que me quieres!.- Eugene, forcejeaba con Rapu el objeto telefónico, mientras Mérida miraba aburrida la escena y Kristoff estaba en el quinto sueño.

- ¿Halo?, halooo? chicos? ¡Están ahí! ¡Halo?.

- ¡denme eso..!- Mérida les arrebató el cel.- No preocupar, Elsa está en manos de Brandon.

Anna palideció.

- como que de Brandon?!.

- Mérida!

- ¿qué tiene? !Él se prestó llevarla a su casa¡.- se defendió Mérida. Rapunzel le atravesó con la mirada.

- ¡Oh, claro que la llevara a su casa.- el doble sentido de Eugene, alteró a Anna, pícaro a Mérida y enojo a Rapu que le dio un codazo en el abdomen.

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Los pasajeros de Rusia, iban saliendo poco a poco, cosa que altero al padre de Anna y tranquilizó a Anna, ya que si se demoraban, Elsa alcanzaría llegar a casa, en un estado poco decente.

El grito eufórico del señor Arendelle, exalto a Anna que brinco dando un gritillo.

- Ahí viene!.- Exclamó, como niño pequeño. Anna miro a su mama.

- Ya te acostumbraras.- Le contestó restándole importancia.

Anna entrecerró los ojos.

- North! ¡Mi viejo amigo!.- dijo el señor Arendelle, con lagrimitas en los ojos y brazos extendidos.

- Mi gran amigo. ¿Cuánto tiempo?.- le dijo North, abrazando a su amigo con sentimentalismo. North era un señor regordete de alta estatura y con barba blanca.

- Sra. Arendelle, que grato verle de nuevo.- saludo North a la señora, con un abrazo.- Oh, pero que tenemos aquí...- North fijó sus ojos en Anna.- pero si es la pequeña Anna... ¿y dónde está tu hermana?.- pregunto mirando a todos lados.

- Hola sr. North, ella no pudo venir. Tuvo un compromiso muy importante.- Anna sonrió nerviosa y más cuando sintió la mirada de su mamá clavarse en su espalda.

- más importante que venir a recibirme?

- pues, eso creo...

- ¡oh, que pena, pero que se le puede hacer!. Aunque alguien tenía muchas ganas de verla.- North miro hacia atrás, seguido de los demás.

Viendo a un joven de pelo blanco y ojos, sorprendentemente, azules. Este estaba ligeramente sonrojado.

- Cállate, Pa!.- dijo entre dientes, molesto.

- Es Jack!.- exclamo el sr. y Sra. Arendelle, abrazando al joven. Anna lo miro con rareza, y con un único pensamiento "se le hacía conocido".

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- llegamos!.- aviso Anna, que fue la primera en bajarse del auto y entrar a la casa como un relámpago.

- Sí que extraña su casa.- dijo Jack mirando con asombro a Anna.

La Sra. Arendelle sonrió nerviosa.- ella es así, no es muy aventurera.

- ¡Que esperamos, entremos!.- exclamo sr. Arendelle invitando a sus invitados.

- ¡Ho, Ho, Claro! ¡Vamos Jack trae las maletas!.

Jack lo miró enojado.- coge la tuya pesa más que la mía.

- Ho, hijo mío, no seas flojo y tráelas.- le dijo, entrando a la casa seguido de los demás. Jack resoplo.

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- ¡Entra de una vez Elsa!. ¡Mama no puede verte en este estado!.- Anna, en el segundo piso, luchaba con la hermana para que entrara a su cuarto, pero Elsa ejercía fuerza con sus manos en la puerta.

- ¿Dónde está, Brandon! ¡Quiero verlo! .- renegaba Elsa.

- ¡Brandon ni ocho cuarto!. ¡Si mamá hubiera entrado primero, se hubiera encontrado con tal escenita!. ¡Entra de una vez!.- Anna de una patada empujo a Elsa, que por el fuerte empujón se fue de lleno al piso.

- ! Que grosera Anna! ¡Tienes que tener más respeto hacia tu humilde y caritativa hermanita!

- ¡humilde y caritativa mis polainas! .- Entonces, Anna presenció un conocido olor. A cigarrillo y alcohol. Arrugó la nariz.- !Apestas¡

Elsa se olio.

- ¡Es olor de libertad!

- ¡Alcohol queras decir!.-señalándole acosadoramente.

Elsa se alzó de hombros.- Me voy a bañar.

Anna, asintió. Dándose media vuelta hacia la salida.

- Te espero abajo. No tardes. El sr. Frost está aquí y pregunto por ti. Y también vino su hijo.

Elsa, de espalda a Anna, quitándose la ropa quedo estática al oír lo último. El alcohol en sus venas se había ido y un dolor en su pecho la hizo encogerse. ¿Cómo era posible?!

- ¿Elsa, estas bien?.- pregunto Anna, viendo el estado de Elsa.

Elsa sin mirar a su hermana se reincorporo.- Anna, sale.

- Pero Elsa...

- !Que ya bajó Anna!.- la dura voz de su hermana mayor, la sorprendió y sin decir palabra salió de la habitación. Elsa, se sentía agitada y con el corazón en la mano. Esa información dejó en ella un gran peso en su espalda y en gran vacío en su corazón. Entonces, cayó en cuenta en algo. Le había gritado a Anna. Fue tanto su impresión de tal noticia que su temor hablo sí mismo, hiriendo a su hermana. Con culpa, se mordió el labio inferior para no llorar. Debía de ser fuerte. No era el momento. No ahora que él había llegado.

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Fin capítulo 1.

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