Los sentimientos encontrados en una persona son muy importantes. El problema se haya en el momento en que esa persona se va, y aparece alguien nuevo que te hace sentir lo mismo. Pero además no sabes que es lo que sientes. Sabes que hay algo incompleto, que debes saber que era.

Barry deberá solucionar esta incógnita. ¿Qué era lo que sentía?

-Sr. Allen

-No me llame así… Que… Que me estremece…

-Y… ¿Eso es algo malo? –dice acercándose y poniendo su mano detrás del cuello del joven jalándolo hacia él. Acercando sus cuerpos y rostros lo suficiente para intercambiar respiraciones y finalmente…

Me pedían que avisara si esto contenía SPOILER, creo que sí... Jajajá la verdad que no estoy muy seguro de que es lo que estoy haciendo.

Entonces aviso: se narra luego de la primera temporada y unos cuantos capítulos de la segunda. De The Flash la serie de TV y me imagino que del comic.

Mi declaración: los personajes, lugares y otras cuantas cosas de esta obra no me pertenecen son propiedad de DC Comics. Y pues respectivamente de las personas que han creado tal maravillosa serie.

Advertencias: Contenido de adulto, desde vocabulario fuerte has escenas muy fuertes. Con esto refiero Sexuales o Físicas. Por lo tanto, no recomendados para menores de edad.

1. Mi pasado

- ¡Niegamelo! –reclamo el más viejo de la habitación mientras el más joven ahogaba sus palabras y no encontraba nada que decir. ¿Cómo era posible verlo a los ojos si se lo recordaba? Ambos apartan la mirada. El más joven por su recuerdo tortuoso, y el más viejo porque en esos momentos él no era nadie en esa tierra.

- ¡No tengo nada que explicarte! Lo que haga o deje de hacer fuera de STAR, son mis cosas…

-Oh ¡sí!… Claro, tienes toda la razón…. –dice Wells fingiendo tranquilidad-. ¡El problema va cuando llegas tarde a nuestras citas! –vuelve al tono regañado-. Pon un poco de tu parte. Que yo quiero acoplarme.

A Barry se le forma de nuevo el nudo en la garganta. La realidad es que no tenía escusas más allá de que se había quedado dormido. Busca a Cisco y Caitline con la mirada, por ayuda, y ellos solo empiezan a mirar para todos lados esquivando ser metidos en la discusión.

-Pensé que serias más maduro… Mas… Intelectual… Sr. Allen –pronuncia su nombre en un tono roncoso que da justo en la boca del estómago-. Que tristeza. –cuando observa a los otros dos jóvenes baja su cabeza en tristeza-. Disculpen me… Yo se que… Yo…

Ahora la boca de Barry se cierra lentamente, mientras Wells sale caminando de la habitación.

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En horas de la tarde, Barry iniciaba una nueva prueba en su pequeño espacio en los laboratorios de STAR. Había terminado la del día anterior y ya empezaba mesclar las nuevas sustancias en búsqueda del ADN de nuevo metahumano. La boca del estómago declaraba que había algo mal en él, y no era hambre. ¿Porque le dolía que él lo hubiera regañado en la mañana?

-¿Estas bien? –declaro su compañera.

-Es raro. –Mira los ojos de su compañera que aparte de ser castaños también eran de confianza para confesar-. No te ofendas. Pero es raro se normal... –dice depositando el tubo en su respectiva base-. Luego de eliminar al Flash Reverso, que tratara de cerrar la grieta, además de que tu hombre se perdiera en ella y fuera cambiado por este Dr… -Ahí estaba de nuevo el color zafiro en su mente-. Es raro pensar que fui todo eso.

-No me ofendo… Mucho. –dice sacándole una pequeña risilla-. Pero aun estas con nosotros, y… Este Wells. Trata de acoplarse a nuestro mundo. Según él, perdió una hija y muchas cosas más. –dice la joven colocando su mano sobre su hombro para darle apoyo-. Y si, se a lo que te refieres con raro. Es raro que él ya no este.

-Si se siente diferente... –Y no lo decía por la ausencia de los nombrados. Lo decía porque en realidad sentía algo diferente en la mirada de este Wells, su azul, era diferente. Lo acusaban, castigaban intimidaban, reforzaban, energizaban y se acentuaban con sus cejas fruncidas igual que el anterior, que el falso. Pero en el Eobard, hubo esto y había algo más.

-Porque la vida es así. –Culmina la joven volviendo a sus asuntos.

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-Barry… Vamos a cerrar ya. –dice Caitline tomando su bolsa de mano.

Barry saca sus ojos del microscopio y los soba por cansancio.

-Yo cierro. Debo guardar las muestras.

-De acuerdo. –Le confirma la joven y deja las llaves al lado de él.

Luego de organizar todo en unos treinta minutos "hubieran sido segundos" pensó. Suspiro, y en este suspiro sintió algo de mareo. Cierra los ojos para ubicarse espacialmente, y en ese momento, se encontró en su mente, frente a frente, con el Flash Reverso. Recordó el momento en que se quitó la máscara y que todo el mundo creado alrededor del Dr. Wells se derrumbara. Abre los ojos con un nudo en la garganta y sintiendo los ojos llenos. por querer reventar. Se aclara la garganta y toma camino por el pasillo oscuro de los laboratorios STAR. Cuando va a tomar la manija de la puerta, un par de pasos detrás de él lo hacen sobresaltar.

No esperaba encontrarse con esa imagen: el Dr. Wells, en una sudadera que se veía muy cómoda, sin camisa y con una tase de lo que parecía ser un buen café. Por un segundo observa su cabello más revolcado de lo normal. Baja la mirada rápidamente tentado y observando en un parpadeo su cuerpo moldeado. Su vista se queda en la "V" que señalaba a su ingle. Traga saliva.

-Barry… Que…–dice muy tranquilamente. Haciendo que el joven vuelva a subir su visión a su mirada azulada con las cejas enarcadas ya más tranquilo a como se encontraba en la mañana.

Mientras al joven la temperatura se le esparcía desde la boca de su estómago hacia su cabeza y esa zona que solo la provocaban las mujeres. Trata de regular la respiración al sentirse ahogado en el calor de su rostro.

- ¿Qué haces…? –pregunta Barry.

-Emm al no tener más lugar a donde ir… -dice con cara de ser obvio-. Caitlin me ha permitido dormir en el cuarto del sótano.

- ¿Hay sótano? –pregunta mientras su visión hace que el Dr. Wells se divida en dos.

-Si… ¿Estas bien? –pregunta Wells. Luego ve a Barry caer al suelo.

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Lentamente la luz entra por sus ojos incómodamente. Mueve un poco su cabeza al sentir la incomodidad en su brazo y darse cuenta que una intravenosa se encuentra pasándole líquidos. Sigue buscando en el cuarto y encuentra una silueta a un no definida. Su cabello rizado y revuelto le confirma quien es.

El mayor, entrelaza los dedos y eleva las manos para quitarse de encima la sabana de Morfeo. Al sentir la mirada que se le clavaba como flecha, gira un poco la cabeza y mira sobre su hombro.

- ¡Sr. Allen! –se levanta de su asiento y se acerca rápidamente. Al recordarle al Dr. Wells, bueno en realidad a Eobard, Barry se pone a la defensa e inmediatamente se sienta,

- ¡Que me estas asiendo!… - declara antes del que Wells pudiera poner una mano sobre él. El más viejo eleva sus manos y abre las palmas con sus labios fruncidos.

-Te desmayaste, te traje a la camilla y te examiné. –Aun no baja sus brazos y el más joven se da cuenta que no lleva consigo la camisa, para lo cual solo sube una mano para cubrirse un poco. En respuesta los labios de Wells forman una línea de incomodidad. Gira lentamente en dirección al cabezal de la camilla para revisar la bolsa del suero.

- ¡Que!… -dice el joven al ver sorprendido las bolsas aglomeradas en el gancho.

-Tu cuerpo a solicitado muchos electrolitos.

-De mesiado -Le confirma con un tono de voz que contenía sospechas.

-Sr. Allen. No he puesto nada. Y si, son demasiados. Veinte para ser exactos… Y solo en el quince te empezaste a estabilizar. –dice mientras confirma el contenido de la última bolsa.

-Solo me había sucedido… -dice recordando los primeros días que obtuvo los poderes.

-Cuando eras un velocista, Sr. Allen. –El hecho de escucharlo de su voz simplemente lo estremecía, lo hacía recordar el anterior personaje que no quería nada bueno para él. Y otras cosas más que estaban despertando antes de que se enterara que en realidad era el Flash Reverso. ¿Qué cosas? Ni idea. El hecho de que él lo apoyaba "Yo creo en ti", le repitió en varias ocasiones; "Tu puedes Barry". El recordar su voz y su mirada directa "Barry", sonaba lenta y suavemente haciendo que el ronquido de su voz se acentuara más en su mente y un pequeño corrientoso pasara por su espalda-. Se encuentra bien Sr. Allen. –ahí estaba de nuevo, en cámara lenta y haciendo que se estremeciera con sus ojos juzgadores. Tenía que saber qué era lo que había dejado inconcluso el anterior Wells.

- Me, me tengo que ir. –dice rápidamente bajando de la camilla.

-Permítame… -dice Wells acercando sus manos y rozando momentáneamente la piel de Barry. El joven inmediatamente reacciona y lo aleja bruscamente. Wells de nuevo eleva la manos y colca un rostro de resignación.

-donde… ¿Dónde está mi…? – y antes de que pudiera terminar de pronunciar el Dr. Estira la mano hacia él con su camisa.

-Sr. Allen. –el llamado suspira frente a lo que le producía la combinación de su apellido y el tono de su voz-. Hay algo que debo decirle –

Y allí estaba, aquello que esperaba desde que él llego. Otra declaración frente, a fijo, era otro Flas Reverso. El rostro de espanto mientras abrochaba los últimos botones de su camisa-. No se preocupe… De hecho… Se podría decir que es algo bueno. –dice con una pequeña curva en sus labios en son de felicidad.

Y de nuevo ese calorcito en su rostro y que ahora se esparcía a su entrepierna. Al sentir que, su ingle palpita momentáneamente, salta con ella y finaliza.

-cuyo caso… -dice caminando hacia atrás y tropezándose con una mesa metálica con instrumentos de primeros auxilios. Haciendo estruendo. –Po, podría esperar. Hasta luego.

Se marcha dejando al Dr. Algo extrañado. Este se quita las gafas y sobándose la zona "T" de su rostro frente a la actitud del joven, se preguntaba en qué momento se daría cuenta que había dejado el celular.

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Mientras ordenaba lo que había dejado el joven de ojos verdes, recordaba a su hija. ¿Qué estaría haciendo?

Vale pues, la verdad él quería un cambio en lo que llamaban la "tierra 2". Había llegado a su apogeo. Al clímax de su carrera, su hija terminaba la universidad y había heredado el mismo éxito que el por su propia cuenta. Pero cuando estaba con el tubo de ensayo y suspiró por un cambio, no se esperaba ser succionado por aquella singularidad. No quería abandonar a su ultimo ser querido, a su hogar. Pues su mujer había tenido el mismo destino que la de la tierra 1.

Respiró profundo y toma el celular del joven. Niega con la cabeza frente a la actitud del menor. Tenía que aceptarlo, era divertido verlo como actuaba. Aunque recién llegado no era así.

Recuerda cuando despertó en la camilla. No se podía mover muy bien, puesto que su cuerpo tubo que acostumbrarse a la nueva tierra. Recuerda a Caitling revisando sus signos, cambiando la bolsa de suero y de vez en cuando tomando una que otra muestra de sangre. A través de los cristales siempre observo a Cisco sentado detrás de los computadores. Y Barry, el Sr. Allen. Siempre llegaba hasta la puerta y se quedaba de brazos cruzados, juzgándolo y condenándolo por algo que luego sabría.

Y en ese par de meses que han pasado, ha llegado a sentir gran felicidad cada vez que el joven lograba un éxito científico, era como a ver encontrado un pequeño bucle en este universo. Pero aun así el joven no confiaba en él, aun se resguardaba por lo que había hecho el anterior Wells. Por lo tanto, apreciaba demasiado los momentos donde lo corregía o aportaba algo a sus ecuaciones.

Pero se le estaba volviendo una extraña costumbre el ver al joven concentrado en las probetas, o metido en alguna fórmula. Sin que el otro se diese cuenta. O alguno en la habitación. Y de un tiempo para acá cada vez que sonreía, un pequeño brinco se daba en su corazón.

Observa el reloj de la pantalla del celular del joven y se da cuenta que son las tres de la mañana. Debía dormir un poco.

Termina de ordenar las coas, e incluso, la mesa de metal con la que se había tropezado. Niega con la cabeza y eleva las cejas recordando cómo se llevaba a arrastras la mesa. "¿Tan malo fue el Wells de la tierra 1?"

-Sr. Allen… Que podre hacer para su confianza, y la de todos… Extraño mi mundo, yo, yo no pedí venir a este sitio, ni le pedí al otro que hiciera lo que hizo. –hablaba para sí mismo mientras acomodaba los objetos de la mesa-. Solo… Ya no sé qué hacer. -Porque él no los juzgaba a ellos-. No tengo razones para señalarlos de hecho, es la primera vez que veo un equipo de trabajo que son amigos al mismo tiempo. Y me gustaría formar parte de eso… Pero no sé cómo.

-Comenzaría bien en de volverme mi celular. ―Se gira bruscamente frente a la voz que salió de la nada. Allí estaba de pie, en la puerta del cuarto de cristal donde se encontraba la camilla. Wells, le entrega el artefacto a los ojos verdes que lo miraban entre una mescla de sospechas y compresión.

Ambos intentan articular palabras. Finalmente, Wells habla primero:

-Sr. Allen. Estoy orgulloso de usted. Y tal vez no lo conozca de toda la vida o más de unos meses. Pero si lo que cuentan es cierto. –Mira los ojos del joven-. El hecho de ya no tener poderes, pero, aun así, aun seguir con su éxito científico. Porque lo ha logrado. Es sorprendente.

Allí estaba de nuevo ese sentimiento de felicidad frente a la sonrisa de Allen por el cumplido. Estaba feliz por él.

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-no suena tan descabellada la idea. –dice Cisco frente a la declaración de Caitlin.

Unas cuantas horas después del momento incomodo donde Barry simplemente acentuó la cabeza por el cumplido, y se marchó rápidamente tropezándose de nuevo con la mesa de metal. Definitivamente no era el mismo Wells. Pero lo hacía sentir algo similar.

Cuando volvió a los cuarteles de STAR se encontraban ya Cisco y Caitlin, detrás de él llegaba Wells. Y a la única chica se le había ocurrido una idea:

-Deberíamos ir al parque de diversión hoy… -dijo mirando Barry y Wells que llegaron casi al mismo tiempo y mientras deliberaban la opción, cruzaban los brazos -. No hemos tenido un tiempo libre. Y debemos darle la bienvenida al nuevo integrante.

Fue cuando Cisco confirmó que no sería tan descabellado. El Dr. observa momentáneamente a Barry, quien le da una sonrisa algo forzada y un encogimiento de hombros.

-Si no hay opción… -dice el Dr.

-No, no la hay… -Contesta Caitlin en tono burlón.

-Sr. Allen. Podríamos hablar antes de salir… ¿En privado? –Solicito Wells. Entrecortado y ahogándose en las palabras termina aceptando.

El Dr. Wells inicia su camino por los pasillos hasta un cuarto que guardaba principalmente papeleos.

-Bu, Bueno… ¿Cuenteme? –dice Barry girándose bruscamente cuando escucha que el Dr. Cierra la puerta a sus espaldas.

-Respecto a lo de ayer… -dice dando un par de pasos hacia el joven de ojos verdes. Como Barry no se mueve de los nervios, él queda a pocos centímetros y es ahí donde se da cuenta de sus sentimientos.

En realidad, y a pesar de que Barry fuese el más reservado. Él fue el primero en tratar de integrarlo en el grupo. Fue su primer bastón de apoyo. Y aunque fuera solo a verlo a juzgarlo a la camilla. Fue a verlo. Era eso, fue su primer apoyo.

Camina pasando por el lado del joven respirando profundamente. El joven se da vuelta sobando sus manos sobre sus bolsillos…

-¿Bien? – vuelve a preguntar.

-Vera Sr. Allen. Cuando se desmayó tenía que ver que le sucedía. Saque una muestra de sangre y luego de realizar varias pruebas. –dice cruzando los brazos y arrecostándose contra una de las mesas-. Había células de velocistas.

-Sí… Lo sabía. –dice sin ser sorpresa.

-¿Lo sabes? –dice algo desconcertado.

-células residuales… -dice en resignación-. Los esbozos de las células de velocistas.

-Las que vi eran nuevas. –el rostro sorpresivo, mesclado con felicidad-. Por eso exigían energía. Porque están renaciendo. De ahí su desmayo.

Entre palabras ahogadas, cortadas incompletas. Wells podía observar como los ojos le brillaban y su verde se acentuaba. Le recordaban a esa mujer que también se sorprendía por los de talles que él hacía. Su ternura al confundirse o intimidarla. Estaban ahí completamente. ¿Reemplazarla? No. Era quizás darse otra oportunidad con alguien que le hace sentirse igual feliz, no, dichoso y completo. Tenía derecho ¿no?

-Pero… ¿Por qué no lo contaste frente a ellos? –dice cambiando su rostro.

-Esperanza. Sr. Allen.

"Esperanza" repitió en su cabeza. Allen lo hacía feliz, su hija también. Pero necesitaba otro tipo de felicidad. Esa que solo se podía producir con alguien que pudieras unirte y esperar que se quede contigo para toda la vida. Bueno, toda su vida. Se fija en su rostro de aun no entender.

-No quiero darle esperanza a los demás. Es tu cuerpo y debías saberlo. Pero el decirlo frente a los demás, es darle esperanza. –ambos rostros se miran directamente-. Y quiero ayudarte con ese trozo de esperanza.

El joven le sonríe, él sonríe. La esperanza les sonreía a los dos.

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Buenas buenas. Vengo por acá a dejarles esta pequeña historia que estaré tratando de actualizar cada semana. Espero la adoren como unas cuantas personas que ya la habían leído.

Barry es tan tierno y tan lindo que provoca emparejarlo con ¡Todos! Pero el tiene en su cabeza dudas y incertidumbres después de su pequeño incidente. ¿Podrá aclarar las dudas? ¿Como las aclarara? Pues lo verán desarrollando en el trayecto de la historia.

Si quieren saber mas de mis historias o de mi... Tengo una pagina donde podrán observar otras obras y las actualizaciones e información de esta serie. WEB de SRD22 que la encontraran en mi perfil.