Hooooolap -w-
Yo de nuevo .-. Se supone que debería estar escribiendo algo mas para alguien pero..., no puedo concentrarme y estoy un poco nerviosa por motivos que no puedo compartir ^^;
Pero bueno, este seria mi segundo fanfic de Zelda? He estado tan obsesionada con el juego en estos últimos tiempos y estoy como extasiada con la llegada de Hyrule Wariors y el nuevo Zelda
Sin embargo, no los distraere mas, este seria como el prologo de la historia, creo yo? .w.
Es un AU así que no quiero quejas -w-
Hero of Time
Negó con la cabeza, sus palabras apenas un murmullo "No…" Un grito urgente alerto a los jóvenes, no quedaba mucho tiempo, tantas pruebas, tantas batallas para que todo se definiera en esto, era por un bien mayor pero Zelda quería ser egoísta.
Egoísta porque era la única que no estaba dispuesta a aceptar tal sacrificio, ya que pudo ver en esos ojos azules cobalto, llenos de determinación, que el héroe estaba aceptando su destino. No había duda en ellos, no había dolor pese a haber usado su cuerpo como un escudo para protegerla de las sombras que ahora se aferraban a él desde dentro.
Link vio la duda brillar en los ojos de Zelda, gritando que no podía hacer esto. Él simplemente asintió con una sonrisa apretada, ocultando su dolor detrás de ella, mentiría si dijera que no estaba asustado. Estaba aterrado pero no existía otra alternativa.
Aspiro el aire seco de la noche, tragando con dificultad debido a la garganta seca. "Por el bien de Hyrule…" Se detuvo un momento, sus pies barriendo contra el suelo mientras oponía resistencia a las sombras. Navi rodeándolo, sus alas agitándose frenéticamente mientras gritaba miles de indicaciones para que intentara liberarse, pero él sabía, eso no podía pasar. "Por su gente…" Continuo, una risa siniestra resonando en los oídos sensibles de ambos, burlándose mientras las sombras tiraban con una lentitud tortuosa. El héroe aspiro profundamente, ladeando la cabeza para mirar sobre su hombro, sus ojos centrándose en los de Zelda. "Y por su princesa"
Zelda cerró los ojos con fuerza, no quería mirarlo, no quería ver. Sus manos se alzaron al frente, la mirada de Link pasando al frente para observar a su enemigo invisible con el mismo desafío que había brillado en sus ojos antes de la terrible batalla. Las sombras, sabiendo de las intenciones de ambos jóvenes, se agitaron frenéticas, tratando de llegar a la líder de los sabios.
"Link…, perdóname…"
Link quiso decir algo, cualquier cosa que pudiese aliviar el dolor en la voz de Zelda, pero su voz pareció desvanecerse a la vez que sentía su interior siendo rasgado por esas sombras que ahora habían olvidado todo intento de atormentarlo, simplemente dispuestas a destruirlo para llegar a la princesa. Sintió ceder ante ellas, apretó los dientes antes de gritar en desafío, una luz dorada inundando aquel paramo desolado.
Un grito de rabia llego a los oídos de Zelda, las maldiciones hacia ella y las burlas por haber arrastrado consigo algo tan preciado. Todo había terminado tan rápido como inicio y el silencio peso sobre el lugar como una densa niebla. Sintió su aliento enganchado al ver a su héroe aun parado de espaldas a ella, la esperanza brillando en sus ojos como dio unos pasos tentativos hacia adelante, la mano extendida hacia el hombro del joven.
Sin embargo, antes de hacer contacto, Link dio un paso al frente, seguido de otro y otro, con una lentitud angustiosa. Zelda, manteniendo la mano extendida en la confusión.
"Link…?"
No obtuvo respuesta, el héroe siguió avanzando, y para su asombro; la mítica espada, colgando lánguidamente de la mano de su amo. Comenzó a emitir una tenue aura azulada que devoró lentamente el cuerpo del héroe, cubriéndolo con un brillo suave que se dispersaba en el aire, dejando una pequeña estela siendo arrastrada por el viento. Zelda prácticamente podía oír el llanto de la espada, sumándolo a su angustia.
Los pasos torpes de Link cedieron ante una roca, incapaz de recobrar el equilibrio o pelear por ella. Cayó hacia adelante. La espada balanceándose instintivamente en su mano izquierda causando que esta terminara incrustada en los escombros que una vez pertenecieron al castillo de la familia real de Hyrule, el emblema de la trifuerza aun permaneciendo intacta sobre el mármol ligeramente ennegrecido, negándose en desaparecer con el paso del tiempo.
"¡Link!"
Zelda corrió la corta distancia que el héroe había logrado avanzar, cayendo de rodillas junto a su forma, la mano enguantada disparándose a la mejilla del joven. Apoyado en una rodilla y con la cabeza levemente inclinada, Zelda era incapaz de verlo directamente a los ojos debido al cabello rubio rebelde, pero ella sabía, que de mirar en ellos; estos estarían desprovisto de cualquier brillo de vida.
La luz de la espada murió lentamente, al igual que el cuerpo de su maestro y Zelda aparto la mano de la piel de hielo con pesar, lagrimas inundando su visión: ella le había hecho esto. Las manos del héroe lentamente, se apoderaron de la empuñadura de la espada, con suavidad pero con firmeza, como si fuera su única esperanza. La cabeza se inclinó levemente, como una reverencia sutil. Hacia ella o la espada, Zelda no estaba segura.
Finalmente, el brillo se desvaneció en la nada y la princesa dejo caer el rostro entre sus manos. Ante ella, ya no se hallaba el joven que había salvado su reino. Si no más bien una estatua de mármol blanco, de rodillas frente a la espada maestra. Aferrándose a ella con firmeza, el héroe elegido, transformado en piedra.
Lentamente recobro la compostura, poniéndose en pie alta y orgullosa, enjugo sus lágrimas. Llorar sería un insulto a su valor, a su sacrificio. Y en el viento, una vez frio y amenazador, ahora se aspiraba el aroma de la libertad, de la esperanza. Trayendo consigo una suave voz que pareció calmar su alma adolorida, una simple palabra, una voz de esperanza.
"Zel…,da…"
"Link…"
Zelda observo al hada retirarse, con pesar, sin decir una palabra o reconocer su presencia. Pues sabia, ella la veía como la principal responsable. Envió una disculpa silenciosa, sabiendo que no podía hacer nada más, la forma luminosa perdiéndose en el cielo estrellado con facilidad.
Un magnifico templo fue construido en torno al héroe y la espada, protegiéndolo contra las inclemencias del clima, el tiempo trascurrió, lento pero constante y pronto, la naturaleza impuso su dominio sobre el hombre y la magnífica estructura quedo devorada por los bosques. Las grandes hazañas del héroe, se volvieron leyendas y las leyendas pasaron a ser historias que pronto, para muchos, quedaron en el olvido.
Y en medio de aquellos impenetrables bosques, las ruinas de lo que una vez fue un símbolo de esperanza, yace oculto de la vista, los muros desboronados, el techo abovedado ya hacía tiempo que había desaparecido, permitiendo a la rica luz del sol bañar de lleno a las plantas, arbustos y enredaderas, cubriendo el suelo con un manto verde y entre la vegetación, completamente fuera de lugar. Una estatua de mármol blanco, con apenas un par de enredaderas corriendo sobre los brazos y el hombro, permanecía completamente intacta, una pulcra espada que parecía crear su propia luz siendo su apoyo. Completamente ajenos al transcurso del tiempo. Pero la estatua no se encontraba sola, nunca lo estuvo, en esos largos años, en su guardia eterna, una constante se mantuvo. Fiel a su palabra, por siempre, su compañera. Anunciando su llegada, con un tañido suave.
"¡Hey…!"
Y hasta aquí llegue! :'D por que? por que son las dos de la mañana y ya me dio sueño! Así que muéranse todos! (?)
Ya en serio xD gracias a los que llegaron hasta aquí y nos leemos cuando descubra como actualizar esto -w-
