¡Hola! Aquí vengo a dejar mi regalo.

Disclaimer: el potterverso le pertenece a Rowling.

Este fic ha sido creado para "Amigo Invisible navideño 2016-2017"del foro"La Noble y Ancestral Casa de los Black"

Querida Maria Elisabeth Black espero disfrutes esta sucesión de mini-fics que responden a tu petición difícil —Quiero una historia en la que, gracias a un Inefable con mucha imaginación y ganas de hacer justicia poética, un error, una travesura, Draco, Pansy, Daphne, Theodore, Blaise y Vincent acaben en el periodo de la IIGM. Está ubicado después de la guerra mágica y ellos están devastados: la muerte de Gregory, los juicios, la gente los juzga. Allí se encuentren sin magia y en unos países como por ejemplo Polonia, Alemania, Rusia. Quiero un súper drama, quiero que los personajes no estén todos juntos y que algunos acaben en campos de concentración, otros en la resistencia, otros apoyen a Hitler—

Confieso que ha sido todo un desafío pero me propuse darte lo que más deseabas (aunque no sé si la manera en la que lo hice es la que imaginabas). La inspiración vino de Coldplay y el tema "Viva la vida" cuyas estrofas inauguran cada capítulo y me parece más que apropiado para los slytherins post guerra mágica. Tiene tantos capítulos como estrofas la canción, incluyendo el estribillo.

Sin más dilación, aquí va…


Introducción: El karma

I used to rule the world

Seas would rise when I gave the word

Now in the morning I sleep alone

Sweep the streets I used to own

(Coldplay- "Viva la vida" 2008)

No apuraba sus pasos.

Había decidido hace tiempo que no se dejaría aplastar por las circunstancias. No importaba lo mal que se tornara la situación, Draco Malfoy estaba absolutamente convencido de que lo que vivía, tarde o temprano, sería parte de un pasado olvidable así que él no bajaba su mirada, no decaía sus hombros, no disminuía su porte. Por supuesto que deseaba que todo terminara más temprano que tarde pero ese deseo y predicamento no lo atormentaba.

O eso aparentaba.

Esa era una mañana particularmente fría y gris. La humedad calaba hasta los huesos y la maldita niebla no le permitía ver más allá de su nariz. Para su buena suerte, su escolta del Ministerio por fin llegaba para conducirlo, una vez más, hacia el Wizengamot. El desprecio en la mirada del auror no pasó desapercibido por Draco. En su interior tomaba nota de quién, cuándo y cómo lo humillaba pues pensaba vivir muchos años y ya llegaría el momento en el que más de uno de los que hoy lo vilipendiaba lo iba a necesitar.

Dudaba mientras era trasladado pues ese llamado del Tribunal fue extraño. Ya había pasado un año desde los juicios de posguerra, su padre se había retirado y estaba cumpliendo su condena domiciliaria mientras que su madre intentaba retomar una vida social activa. No comprendía qué más podrían llegar a necesitar esos viejos.

Al llegar al vestíbulo miró los alrededores con suficiencia a pesar de las miradas que le dirigían.

—Dinero— escuchó decir a su espalda—, seguro quieren más dinero y por eso nos mandan a llamar.

Draco se sonrió. El descaro de Pansy para decir lo primero que se le venía en mente sin importarle quién estuviera en los alrededores era muy conocido.

—No necesitan nuestra presencia para derivar nuestros fondos a sus cuentas— la corrigió con algo de sorna.

—Por favor, Malfoy— esa era la voz de Blaise Zabini—, no son sus cuentas sino la del Ministerio— dijo sonriendo ampliamente—, no te confundas pues podrían ofenderse.

—No sabía que ya habían tocado fondo como para requerir de tu dinero.

—Cuando se trata de galeones, no importa la procedencia. En eso todos los gobiernos, democráticos o no, se parecen.

—Cuidado con tus palabras, Blaise— calló Pansy—, lo que menos queremos son más problemas.

—¿O sea que está mal que yo hable pero sí puedes decir lo que se te viene en gana?

—Por supuesto— dijo con un gesto sobrador.

Los hicieron avanzar hasta una oficina de reuniones. Eso era nuevo, ¿no se dirigían al Wizengamot?

Al traspasar el umbral se encontraron con Theodore Nott, Vincent Crabbe y las hermanas Greengrass.

—Si esto fueran las mazmorras, me sentiría como en casa— opinó Blaise apenas los vio a todos.

—¿Alguien tiene idea de qué carajos estamos haciendo acá? — fue lo primero que dijo Vincent con el ceño fruncido.

—Creí que llamaban a los dueños de las cuentas familiares de Gringotts pero viendo que ustedes están aquí— opinó Pansy señalando a Daphne y Astoria—, pues no tengo ni idea.

Todos giraron y vieron a Theo que simplemente bebía un té. Apoyó la taza sobre su plato y pasó la mirada por todos.

—¿Qué quieren? — preguntó al cabo de unos segundos de suspenso.

—Dinos qué ocurre— ordenó Draco.

—¿Por qué lo sabría?

—Porque tú siempre sabes más de lo que dices, por eso.

—Esta vez no tengo idea alguna. Pensé lo mismo que Pansy pero no, como bien señaló, no estamos por nuestro dinero ya que los señores Greengrass aún manejan sus cuentas a diferencia del resto de nuestros padres.

De repente, siete sobres hicieron 'plop' sobre la mesa, cada uno con el nombre de ellos.

—¡¿Qué demonios?! — chilló Pansy antes de tomar el suyo y leer en voz alta—: "Siempre sentía demasiado frío por fuera y demasiado vacío por dentro".

Blaise avanzó hacia el suyo, lo abrió y comunicó—: "La danza es un poema en el que cada movimiento es una palabra".

Ninguno soportó la curiosidad y tomó su sobre para leer qué extraño mensaje guardaba para cada uno.

—"Recuerda que a veces, no conseguir lo que quieres, es un maravilloso golpe de suerte" — leyó Daphne y frunció el ceño absolutamente decepcionada de lo que le tocó porque ella siempre, siempre consigue lo que quiere.

Draco comunicó el suyo:

—"No podemos obtener la paz en el mundo exterior hasta que hacemos la paz con nosotros mismos" — guardó silencio un momento y encaró al misántropo—. ¿Y tú?, ¿qué dice el tuyo?

—"Juzga tu éxito por lo que tuviste que renunciar para conseguirlo" — respondió con parsimonia repitiendo lo que segundos antes había leído.

Claro que estaba de acuerdo con esas palabras, no le parecían mal, al contrario. Lo único que le carcomía era que él no se digna a perder nada sin saber las probabilidades de éxito que tendría y eso, generalmente, conduce a la inmovilidad, la inmutabilidad del ser.

—¿Quién falta? — preguntó Blaise.

—Vincent, dinos qué dice el tuyo— ordenó Pansy.

—"Sólo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente" — leyó y, sin saber por qué, recordó a Gregory. Su ausencia pesaba en todos pero más aún en él. Tal vez no sabía que era tener un hermano de sangre pero ellos se habían elegido mutuamente como tal. Realmente lo extrañaba.

—Esos son todos— concluyó Blaise.

—No— dijo Draco—, falta Astoria. Los demás solían olvidarla con demasiada facilidad gracias a Daphne.

La joven de cabello rubio, recién salida de Hogwarts, sostenía su tarjeta con la duda dibujada en su rostro, alzó su mirada y leyó:

—"Nunca cuentes demasiadas cosas de ti. Recuerda que en tiempos violentos el ciego comienza a ver, el mudo a hablar y el sordo a oír".

—Ese sí que es extraño— opinó Blaise.

—No es lo único— comentó Vincent—, hay otra cosa dentro del sobre.

Todos observaron y tomaron un pequeño papel dorado. Apenas entró en contacto con la piel de cada uno, se activó el traslador de almas.

—¡No! — alcanzó a gritar Theo antes de que todos y cada uno, incluido él, cayeran al suelo en ese preciso instante. Se había dado cuenta de la trampa demasiado tarde.

Segundos después, la puerta se abrió y Saúl Croaker, Inefable de la Cámara del Tiempo, entraba sonriente. Con su varita hizo flotar los cuerpos de cada uno rumbo a San Mungo donde permanecerían, según sus cálculos, el resto de sus vidas.

Él entendía que esos jóvenes, aquellos que manejaban en ese momento y manejarían en el futuro los hilos políticos, no eran muy diferentes a sus padres y a los ideales que profesaban. Por esa razón pensó en una manera algo radical y cruenta de enseñarles una lección para que valoren lo que poseen y respeten a los muggles y su poderío. Enviar sus almas lejos en el tiempo, despojados de sus habilidades mágicas, habitando los cuerpos de sus vidas pasadas para que aprendan. No lo dejó todo al azar, pensó exactamente cuándo, 1937. No sabía con precisión quiénes eran en esa época cada uno de ellos o que papel desempeñaron pero estaba convencido de que hacerlos conscientes de que dejaban atrás una vida mágica, los volvería lo suficientemente locos como para que comenzaran a ver con nuevos ojos el mundo que los rodeaba.

O eso quería creer.

Sacó una fotografía de su bolsillo. Era él y Broderick Bode, su amigo y compañero.

Ambos habían pasado su vida entera investigando la conexión del alma, cuya existencia estaba comprobada gracias a los dementores, y el pasado. Habían descubierto que las creencias budistas de los muggles tenían una base cierta: el karma. Las acciones de las personas crean esa energía trascendente que va migrando, mutando en cada renacimiento en función de las decisiones, buenas o malas, que se tomen. Había una causa-efecto en lo que se hacía en esta vida y respondía a las vidas pasadas, a las deudas adquiridas. Por supuesto que esta teoría no era muy bien acogida por sus pares ya que determinaría la inexistencia de nacidos de muggles y sangrepuras. El orden en el que el mundo se sumía quedaba destrozado si se terminaba de comprobar las hipótesis del karma.

Pero eso ahora no importaba.

Lo cierto que se consideraba una persona benevolente porque, a pesar de haberlos enviado a una época que les aseguraba una vida consciente de terror, les entregó la llave para su regreso. Ese traslador del alma de cada uno podía regresarlos pues cada boleto de ida, en conjunto, hacía un boleto de vuelta. Las siete piezas de un rompecabezas que primero debían discernir y luego reunir si deseaban volver.

Volvió a mirar la fotografía y acarició la imagen de su amigo antes de murmurar:

—Lo logré, Brody… tu muerte ha sido vengada.


N/A: María Elisabeth Black, dudo que esto sea lo que esperabas pero te prometo que es la introducción. Sé que la flipé con eso de las almas y no sé si se llegó a entender, sólo es un concepto lavadísimo del renacimiento budista.

Te dejo el primer capítulo a continuación donde ya comienzo a responder a tu petición de manera apropiada (según lo que entendí y mi imaginación pergeñó jejeje). Los siguientes los subiré en los días que siguen.

Bueno, espero lo disfrutes… al igual que ustedes lectores futuros jejeje.

Por cierto…

¡Feliz Navidad! ¡Feliz Año Nuevo!