Prólogo

Ella, era sin lugar a dudas una de las mejores promesas que podría tener ese país, pero en contra de ella se alzaban varios obstáculos, en primera de cuentas era mujer, y para las costumbres de su época estaba mal visto que una mujer estudiara a la par de un hombre, por lo cuál tuvo que someterse a ser institutriz, la razón?, era la única manera de que pudiera instruirse y que la gente no lo viera mal, pero gracias a su hambre de saber, había tenido que renunciar a formar una familia y había tenido que ceñirse a tratar con niños y niñas encaprichados y consentidos por sus padres, los cuales les permitían hacer lo que quisieran con tal de que no estuvieran molestando, así que se vio en la necesidad de cerrarse la boca muchas veces con tal de no perder su trabajo, pero ahora su mayor preocupación no eran esos niños malcriados, no, su preocupación era su padre….si aquel viejo cascarrabias que gracias a su afición por la bebida y por el juego ahora estaba endeudado hasta el cuello y tenia solo 15 días para conseguir esa considerable cantidad de libras antes de que a su padre se lo llevaran a la cárcel, ya que sabía que si eso pasaba, el pobre viejo no dudaría mucho y era lo único que tenía, tenía que luchar por él, solo tenía que encontrar la solución.

Corría el año de 1838 y él sabía que ya no se podía hacer nada, la extrañaba, estaba claro eso, pero no podía hacer nada, los médicos le decían que ya no podía hacer nada, pero él sabía que había una cosa que se podía hacer, solo que tenía que ser rápido y hacerlo de la manera más discreta para que nadie supiera la verdad, tenia justamente poco menos de un mes para encontrar a la indicada y darle a su querida Ginny lo que siempre había querido, solo que ¿Donde encontraría a la mujer dispuesta a ser el vientre de alquiler de una moribunda en dos semanas?...

Hermione sabía que esa no era la solución más correcta, pero a necesidades extremas, medidas extremas o no?, así que ahí estaba esperando atrás de un biombo para entrevistarse con un hombre para ser la madre por alquiler de una pequeña criatura que nada tenia que ver con lo que dos personas harían por diferentes intereses, solo esperaba que ella le gustara a ese señor, porque si no, ya sabia que no habría de otra más que a su padre le diera un paro y dejara de respirar al momento de que se lo llevaran a la cárcel; tembló cuando escuchó que la comadrona la llamaba por su apellido para entrevistarse con ese hombre…

Harry sabía que lo que estaba a punto de hacer no era lo mas común y mucho menos lo que la sociedad vería como algo bueno, pero…se lo había prometido, se lo había prometido a su pobre Ginny, le había prometido un hijo y aunque fuera lo ultimo que hiciera, él le cumpliría la promesa, nadie tenía por que enterarse que tendría un hijo con una desconocida, él podría fácilmente hacer parecer la llegada de la niña como un abandono de parte de la pobre madre y la sociedad creería que había sido un milagro que su mujer a pesar del estado en el que se encontraba le hubiera dado el hijo que siempre habían querido; pero para ser sinceros Harry jamás pensó que el elegir a la mujer que sería la "madre" de su hijo sería tan difícil, nadie le había dicho que no solo se trataba de él y de la pequeña criatura, tenía que encontrar a una mujer parecida en algo a él o a su mujer, por que si no, ¿Cómo explicaría la llegada de un bebé rubio a su casa, cuando su mujer era pelirroja y el tenía el cabello más negro que el azabache?, así que ahora que veía a la mujer frente a él estuvo a punto de decir que no, puesto que esta mujer era castaña, no era fea, es más podría decir que era hermosa si la hubiera apreciado en otras circunstancias, pero ese cabello tan apretado y sobre todo su color no terminaban de gustarle, pero había lago en ella que le llamaba la atención, había algo en esos ojos del color de la miel que le atraía, esta bien, haría una excepción y hablaría solo unos minutos con esa mujer, puesto que algo En su mirada le decía que estaba desesperada…

-¿cuál es tu nombre?- Hermione sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral cuando escuchó esa profunda voz hacerla pregunta.

-Hermione, señor- contestó notándose en su voz el temblor a causa de los nervios que sentía en ese momento, y no ayudaba en nada que no pudiera verle bien la cara al hombre.

-¿Qué edad tienes?- se escuchó de nuevo esa, voz, pero ahora Hermione ya no sentía tanto miedo, había algo en esa voz que estaba tranquilizándola.

-18 años señor- dijo tratando de verle los ojos, ¡acaso los tenia verdes?

-Eres muy joven para ser institutriz ¿no crees?- preguntó Harry apreciando la juventud de esa muchacha, además de su belleza, aunque él no podía decir mucho solo era 6 años mayor que ella.

-Tuve la suerte de contar con buenos maestros seños, además de la inteligencia con que Dios me dotó- respondió ahora sintiendo como la mirada de ese hombre se detenía un poco en sus senos, luego en la línea de su cadera, ¿acaso estaba apreciándola? ¿O solo estaba tratando de ver que tan fuerte era como para tener un hijo?

-Esta bien, te creeré- contestó Harry acomodándose mejor en la silla, esa muchacha con su dulce voz estaba provocándolo como no pensó que alguien en esa situación podría hacerlo- ¿para que quieres el dinero?- era importante que la mujer que fuera a "ayudarle" no solo quisiera el dinero por diversión y que en una de esas terminara revelando algo que jamás debería ser revelado.

-Mi padre tiene deudas señor, y yo soy su única hija, así que debo ayudarlo a salir adelante, el pobre hombre no soportaría ni un minuto en la cárcel de deudores y yo no soportaría saber que él se encuentra ahí, y si la oportunidad que tengo de salvarlo a él es hacer lo que usted me pide, entonces lo haré- Dios no debió de extenderse algo, pero no tenía nada que perder, él hombre enfrente de ella no la conocía ni ella a él, así que no había problema en que dijera la verdad.

-Muy bien, comprendo por que estás aquí, podrías hacer el favor de voltear hacia tu derecha- Hermione así lo hizo-Ahora hacia el otro lado- Hermione obedeció, y a Harry le gustaba lo que veía- Muy bien puedes irte- continuó Harry estando casi seguro que ella era la indicada, al diablo el color de su cabello, si la criatura salí con cabello castaño ya encontraría la manera de solucionar eso.

Hermione no despertó de su estupor hasta que la comadrona le dijo que sería comunicada de la decisión del señor en una carta a mas tardar en tres días, mientras tanto tendría que esperar, pero que había sido eso?, tan pocas palabras y ya?, y ella que había pensado que se trataría de conocerla un poco más a fondo para saber si era la indicada; solo esperaba que lo fuera si no ya podría ir despidiéndose de su padre.

A la mañana del tercer día y a punto de cumplirse el plazo para que su padre pagara las deudas, Hermione despertó y pudo ver que el cartero le entrega un sobre de tamaño mediano y algo pesado, ¿acaso sería lo que pensaba que era?, no demoró más y procedió a abrir el sobre en la comodidad de su recamara, lo que leyó no podía creerlo:

Estimada Srita. Granger:

Por medio de la presente tengo el honor de decirle que usted ha cumplido con los requisitos estipulados por el Sr. Evans, así que sin más por agregar procedo a darle las instrucciones……

Continuaba una lista de cosa que tendría que hacer y llevar con ella pues a mas tardar tendría que estar embarcándose a Francia el día siguiente, así como ciertas reglas a seguir y junto a ello venía lo que ahora más le interesaba: el dinero suficiente para pagar las deudas de su padre, así como el necesario para pagar su boleto de abordaje en el barco hacía el continente.

Sin más por el momento y esperando que todo salga según lo estipulado, me despido de usted.

Srita. Minerva McGonagall

Muy bien se dijo Hermione, sentía que estaba flotando!! Su padre no tendría que ir a prisión y pues estaba segura que nada podría salir mal en ese trato; podría salir inmediatamente de su casa, siempre precavida procuraba no desempacar mucho entre un trabajo y otro y pues fácilmente podría decirla su padre que tendría que ir a Francia a trabajar para una buena familia, ya cuando se recuperara del parto del niño, si es que lograba concebir, podría regresar a casa como si nada.

Ahora lo más importante sería enfocarse en ser la madre sustituta para la criatura del Señor James Evans…….


NOtas de Autora: JEjejeje, pues bueno este proyecto está a punto de cumplir el año de q me animé a escribirlo y he de aclarar que la historia no es completamente, sino que está basada en la pelicula del mismo nombre, con Sophie Marceau, asi que para que no haya problemas, lo aclaro, y pues espero les guste y REcuerden que un review me haria una de las mujeres mas felices del mundo, peus asi puedo saber si les gusta, si no, que les molesta o si de plano el escribir no es lo mío, asi que bueno, es todo suyo.

Atte.

Chio.