Nota: este es un fanfic que se me ocurrió a partir de la historia hecha por Superbrave acerca de la madre de vegeta¡me encanto tu historia en verdad!Bueno entonces por que no hacer una de la misteriosa madre de Kakarotto, primero voy a aclarar la situación de ese momento y luego comenzaré la historia.


La madre de Kakarotto

Siempre existió ese mito sobre el planeta Vejita, decían que la sangre derramada por las víctimas de los saiyajins hizo que el cielo y la tierra se tiñeran de ese rojizo tan característico. Despiadados los habitantes de este, eran seres anatómicamente fornidos, amantes de la batalla cuerpo a cuerpo, feroces y bestiales. Todos los habitantes del planeta tienen similares características, una fundamental, una cola de mono surgía como apéndice al final de su columna vertebral, recubierta de pelo castaño, además de esto la mayoría de la población tenia el pelo negro azabache, casi siempre en punta y unos ojos negros.

La luna en el planeta vejita había dejado de existir hace bastante tiempo ya que los saiyajins se convertían en Ozarus, cuando esta refleja unos rayos hace que se transformaran en simios gigantes que no tenían juicio de sus acciones y destrozaban todo a su paso, la mayoría lograba cobrar conocimiento y poseer el total control pero obviamente decidieron que era perjudicial ya que algunos en especial los niños no podían controlarse a tan temprana edad y terminaban destruyendo la ciudad.

El sistema solar constaba de dos soles, el intenso calor hacia que el planeta no tuviera vegetación y existían mayormente animales de sangre fría, el calor no era problema para los de su raza, su sangre guerrera y el arduo entrenamiento que llevaban hacía que sus cuerpos sean inmunes a los cambios de temperatura por mas drásticos que sean.

Desde la alianza con Freezer los saiyajins tuvieron beneficios, ya que los Tsfur que eran habitantes también del planeta Vejita ya no existían, estos saiyan comenzaron a luchar entre ellos ya que la necesidad de batalla se hacia incontenible para estos y el muy amable de Freezer les había ofrecido estar bajo su mando para conquistar planetas para su beneficio y de esa forma ellos podían saciar sus instintos.

Los saiyajins eran seres poco tolerantes y el hecho de estar bajo el mando de otro ser que no sea su rey, Vegeta, se les hacía un tanto irritante, pero al ver el avance que hicieron tanto en tecnología como sociedad se les hacía insignificante este hecho.

Hace ya algún tiempo se hizo una ley en el planeta, todo niño saiyan nacido que posea poco nivel de pelea será enviado a algún planeta con seres insignificantes para que este lo purgue y así ampliar el número de conquistas. En cierta forma eso ayudó mucho ya que seria una molestia y desperdicio de tiempo ir a conquistar un planeta con seres débiles, en general los niños que se enviaban eran de los guerreros de tercera clase.

Su sociedad se basaba en jerarquías, los de primera clase, los privilegiados que podían relacionarse con la realeza, los de segunda clase, aunque no tenían esos privilegios eran mas respetados que los de tercera clase, estos últimos eran no solo despreciados por las otras clases si no rebajados a tareas insignificantes como purgar planetas con seres débiles, servir en el castillo del rey o servir para una familia de clase media alta, solo había otro ser inferior a estos y eran los seres de otro planeta que no sobrepasaran sus fuerzas, o sea, la mayoría de los seres del universo.

Tras los grandes muros del castillo se encontraba un joven guerrera de primera clase, hija de uno de los guerreros más prodigiosos en todo el reino, era aceptado por el rey y admirado por la mayoría de sus compañeros. Ella una mujer valiente y feroz, de una belleza singular capaz de conquistar cualquier macho de su rango, pero así de vivaz como era tuvo ese gran error en su vida, ese tenía un nombre, se llamaba Bardock, el hombre que logro robar su corazón, ese despiadado que nunca le importo sus verdaderos sentimientos, que hirió su ego, la humillo, la usó, la rechazo y no solo eso, si no que la dejo sola embarazada de un hijo, de su hijo, Kakarotto.

En una nave en forma de esfera se encontraba un hombre de pelos enmarañados de ese típico negro azabache característico de su raza, estaba con los ojos cerrados y una expresión pensativa. Pensaba en las ultimas palabras de la mujer, esa con la que tuvo esa calentura accidental¿Quién iba a pensar que ella se enamoraría de él? Estaban por llegar, él y sus compañeros estaban por aterrizar en un planeta para purgarlo, así servirles al rey y al tirano lagarto para que lo vendieran a otras razas que no tienen donde vivir. Sus pensamientos igual seguían alrededor de su problema, ya había tenido un hijo, otro accidente, pero con esta no tenia tantas dificultades, era una mujer de tercera clase como él que al tiempo de dar a luz a su hijo, Raditz, murió en una misión dejándolo a cargo del niño. Sufrimiento fue poco comparado a lo que vivió este haciendo su rol de padre, en verdad no era lo suyo, pero cuando el niño fue algo mayor se libro de él ya que era enviado a misiones encomendadas por el rey. Estaba feliz de volver a sus viejas épocas con sus compañeros, Tooma, Toteppo, Pumbkin y Serippa, pero esa felicidad se acabo al enterarse de su nuevo hijo.

La mujer era en verdad atractiva, tenia esos finos ojos seductores y esas renombradas caderas que lo hacían volver loco, pero eso no significaba nada, ella era una mujer de la alta sociedad y él un simple guerrero de tercera clase ¿Cómo se le ocurría que podían estar juntos?, fue así de simple que controló de inmediato sus hormonas al recibir la amenaza del padre, claro, no iba a permitir que toda su estirpe se derrumbara por un don nadie como lo era él.

Si una hembra de clase alta se unía con un macho de una clase inferior entonces automáticamente ella pasaba a ser de la misma casta que este, en cambio si un macho de primera clase llegaba a unirse con una hembra inferior entonces esta subía inmediatamente y pasaba a ser de la misma que este, era un poco injusto pero así se habían dictado la leyes. Entonces era así de seguro, se llegaba a meter con ella y su vida estaba acabada, pero todo iba bien había decidido dejar de verla para mantener a salvo su pellejo hasta que fue informado de su embarazo.

Al principio pensó que era solo una broma¿otro hijo?, jamás correría nuevamente por lo mismo, había empezado a creer que era una treta de ella por que comenzaba a sentir sentimientos por él, pero al poco tiempo se dio cuenta que no. Ahora si había llegado su fin, intento sacarle la idea de tener ese niño, pero la encaprichada mujer deseaba tenerlo a como de lugar.

Nota: bueno este es el pequeño comienzo, luego vere de volver al pasado de ambos para ver como se conocieron, espero que les halla gustado, dejen sus reviews por mas pequeños que sean asi se que les parecio y me dan ganas de continuarlo.