Introducción

En esta tierra siempre han existido historias… una, la que mejor se es la del Tajín, donde los 7 truenos siempre resuenan con fuerza… en el Tajín la luz se conecta al cielo y hombres y dioses se mezclan… en mi país siempre ha sido así, los dioses se mezclan y nacen entre hombres, nacen sin ser dioses y siéndolo desde su nacimiento…y siempreha sidoasí, aun hoy probablemente es así… aun cuando me valla será así…

El viento sopla frente a unas ruinas y ante ellas una morena recoge tierra, el viento parece soplar con más fuerza y la mujer deja caer un poco de la tierra que ha tomado, esta se mezcla en el viento y revolotea por el alrededor. La mujer da la espalda a las ruinas y se marcha.

Capítulo 1

Habían pasadoalgunos años desde la última vez que batallaron, aun no podían reponerse totalmente de la batalla librada contra Hades, pero de un modo u otro dejaron de ser caballeros, almenos permanentemente.

La rutina era algo más común de lo usual, cada hombre ymujer del santuario había dejado de lado sus responsabilidades como caballeros de Atena y de una u otra forma se convirtieron en civiles, el santuario aúnpermanecía impenetrable por mera geografía lo cual hacia que la paz reinara sin preocupación externa.

Los caballeros habían tenido el tiempo suficiente para afianzaraúnmás su lazo, los doce caballeros dorados se habían vuelto máscercanos que nunca al punto de casi ser inseparables. Uno se sumaba al grupo, un gemelo y antiguo dragón marino.

-No importa cuánto los mire y los compare, para mí son iguales- decía el león de los doce templos.

-Opino igual- reíael escorpión

-Si no se dejan de estúpidas comparaciones- musito amenazante el mayor de los gemelos- me veré obligado a dejar de lado la paz y acabare con ustedes…

-¿Enserio? – se burlaba con ironía cáncer.

-Si no lo hace él, lo hare yo… - apoyaba el gemelo menor a su hermano.

-Ya déjenlos en paz- decía Aries algo nervioso de ver como los gemelos poco a poco enfurecían.

-De todas formas no tiene caso que intenten diferenciarlos, nunca han podido hacerlo… bueno, no sin que ellos extiendan su cosmos… - decía Doko previendo un desastre total.

-Este juego, no tiene sentido- decía Camus fastidiado- es justo como dice Doko, nadie puede distinguir a los gemelos si no utilizan su cosmos… es realmente una pérdida de tiempo realizar este ejercicio a diario…

-En esto hemos caído- decía cabizbajo tauro- esto sí es, no tener nada mejor que hacer…

-Si quisiéramos podríamos salir… -propone afrodita quien de todos era el que más viajes hacia al "exterior"

-No gracias- responden los 12 presentes al unísono.

Afrodita se incluyó en el grupo sin querer, puesto que suponía la respuesta.

-Eres del tipo de personas que gustan de la atención del mundo, nosotros preferimos la discreción… -musitaba Shaka.

-Supongo que no pueden soportar su propia belleza…- se burlaba Afrodita.

-Belleza no es un término que yo usaría- Dice cáncer- y no es que tengamos miedo, es que en el mundo actual hay muchas mujeres locas que incluso por ser tan obsesivas pueden llegar a matarte…

-Esa descripción solo coincide contigo, ¿No eres tu quien tiene no se cuanta almas guardadas en tu templo?

-Que no son almas, son solo algo así como efectos especiales afro…

Mientras ellos discutían no podían siquiera prever lo que se avecinaba.

En la difícil geografía que protege el santuario un hombre se mueve con hábil rapidez, no se detiene ante ningún obstáculo y podría hasta ser tan rápido como uno de los dorados, el hombre de cabellos azules celestes casi plateados, piel blanca y ojos turquesa parece estar ya entre sus 60 y 70 años, cosa sorprendente para tal vitalidad.

Sin esfuerzo llega a terreno del santuario donde de inmediato es interceptado por dos hombres, se detiene al instante ya que no parece ir en plan bélico, por el contrario parece querer hacer las cosas bien.

-Buenas tardes- saluda educadamente y saca de canal a los dos guardias, no solo por lo que ha dicho, sino por cómo va investido, puesto que lleva un traje gris- pido audiencia con la señora Atenea o bien con el patriarca, en su defecto con alguno de los 12 caballeros dorados…

Los dos hombres se miran entre sí, no saben que responder y al cabo de unos segundos el hombre camina hacia su derecha sorprendiendo a los presentes, puesto que toma asiento en una de las rocas.

-No se preocupen aquí me quedare, quietecito donde puedan mirarme, así que por favor alguno informe mi pedido…

Uno de los hombres se marcha, duda del hombre y duda de la solicitud que se le ha hecho, sin embargo no puede negarse a tan notable generosidad o tal vez, elegancia.

El soldado observa fijamente al hombre, no puede entender el por qué un hombre de tal apariencia y con esas ropas ha llegado intacto a la línea frontal del santuario, especialmente sin un solo rasguño en sus ropas, las cuales son totalmente inadecuadas para moverse en el campo geográfico.

-Hace algunos años- dice el hombre sorprendiendo al soldado- … 30 para ser exactos solia venir mucho a este templo… por aquel entonces Ateneaaún no había reencarnado… derecho creo que ninguno de ustedes nacía aun- dice y ríe- como es la vida, antes podías entrar caminando al templo de Atenea y ahora tienes que pasar ese mortal barranco… barrancos para ser exactos…

-Usted- se atreve a preguntar el soldado- ¿es parte del santuario?

En aquel instante el hombre sonríe y se limita a mirar al hombre.

-Digamos- responde- que era parte de mi deber ir y venir entre los templos de los distintos dioses y el de Atenea no era la excepción, aunque hoy ya no tengo ese cargo, espero que almenos se me muestre la simpatía y generosidad que mostré en mi tiempo…

El soldado no ha tenido repuesta clara, pero aquel hombre no parece querer seguir hablando del tema, por el contrario después de eso se pone serio y permanece sentado de manera encorvada, apoya su cabeza en una de sus rodillas. Pasa una hora y el hombre se levanta sorprendiendo al soldado.

-Maestro Shion- Dice el hombre y se sonríe- veo que los años le han favorecido más que a mi…

-Me sorprende tu visita, ¿a qué debo este inusual acontecimiento?

-Bueno, ahora he llegado por las dos torres de mi juego de ajedrez, puesto que he conseguido ala reina…

En aquel instante Shion se queda perplejo, por uninstante parece haber sido alcanzado por la ejecución aurora sin embargo segundos le toma regresar en sí.

-Parece que te he sorprendido, pero ya lo sabias… tarde o temprano regresaría… y hoy he regresado por mis hijos…

-lo sé, solo que hay un inconveniente…

-¿ Cuál podría ser? – dice el hombre con una sonrisa infantil

-Que ambos son caballeros dorados…

La expresión juguetona del hombre se torna totalmente seria, ha dejado de jugar y las palabras que ha dicho Shion parecen haberlo molestado aunque no totalmente.

-No has cumplido tu parte del trato- le dice el hombre al patriarca.

-Fuiste tú quien tardo demasiado… se supone llegarías antes de que ellos concluyeran su entrenamiento y mira lo que ha pasado, han sido más de dos décadas…

-Tienes razón- dice el hombre- después de todo aun la misma Ateneaconsiente o inconsciente… no puede dejar de aprovechar la sangre que corremis hijos…

-Sabes que no es así, ellos pelearon por su lugar en el santuario… han hecho un buen trabajo, de eso no tengas duda… se torcieron un poco pero han regresado al sendero… me extraña que no lo sepas…

-He estado fuera del medio por dos décadas… no ha sido por voluntad pero ha sido así, he regresado porque los lugares ya fueron ocupados y mis tres hijos ahora están a salvo de… dada la redundancia… ser mis hijos…

Shion suspira y niega con la cabeza.

-quieras o no, el destino alcanzo a los dos mayores… - dice Shion dándole la espalda al hombre- … muy bien ex limpiador de pecados… sígueme te llevare con tus hijos…

-De eso estaba hablando- dice el hombre recuperando su actitud infantil- pero llámame Rafael, así solo y exclusivamente Rafael… hace tanto que no ejerzo mi profesión natural que suena fuera de lugar…

Ambos hombre entran al primer templo, el de Aries y suben hasta leo donde todos los caballeros están reunidos y al arecer esperando el regreso del patriarca.

-¿Quién es ese hombre? - pregunta Aioria curioso.

-Este hombre es… - está por decir Shion mas es interrumpido.

-Padre- musitan los dos gemínanos al unísono sorprendiendo a los presentes.

-Así es pequeños, es hora de regresara casa… - dice el hombre con una sonrisa.